Si preguntas a Julia si tiene un móvil te dirá que sí, que por supuesto. Y si estás en mi casa (que de mi casa no sale el cacharro) tal vez vaya corriendo a por él para mostrártelo. Y verás que en realidad se trata de un viejo iPod cuya batería se volatiliza en cuestión de media hora y en el que hemos metido unas cuantas apps infantiles.
Conozco a más niños que tienen a su disposición los viejos móviles y tabletas de la familia. Dispositivos con los que no pueden hablar. Conozco también muchas que jamás se los entregarían por miedo al enganche, a que lo rompan, por pura tecnofobia a veces.
No es mi intención poner en tela de juicio lo que hacen. Cada uno obra en su casa y con sus hijos como mejor cree. Y como cada familia y cada niño es distinto, es muy probable que hagan bien. En mi caso creo que pasar ratitos con el iPad, la tele o las consolas es incluso bueno. Pueden ser buenas herramientas educativas y de ocio si se combinan con otras actividades y son dirigidas en sus tiempos y usos por adultos.
Por otro lado, no me creo eso de que nuestros niños sean nativos digitales de serie solo por nacer más allá del año 2000. No serán verdaderamente capaces con la tecnología si no pueden acceder a ella. Y en el mundo que les va a tocar vivir, cuanto más sepan al respecto, mejor.
Luego está el asunto de cuándo y cómo darles un móvil con el que realmente puedan llamar. Para eso no tengo prisa. Aunque he oído de algún caso de niños de siete años con teléfono, yo no pienso planteármelo hasta que tenga que cambiar el nombre de este blog a «madre de adolescentes».
Hace pocos días me llegó el I estudio bq de hábitos de consumo tecnológico infantil y de control. Habla de menores de edad, no necesariamente niños pequeños, pero si están en lo cierto parece que el uso entre los niños de dispositivos móviles es generalizado y casi siempre supervisado.
Según refleja la encuesta, la mitad de los menores de edad tienen ya un smartphone y más del 49% de los mismos no ha cumplido aún los 12 años.
Sin embargo, solo la mitad de los niños utiliza el dispositivo como teléfono, es decir, para llamar (52,8%) o mandar mensajes instantáneos (48,2%). Y es que, principalmente, lo utilizan para jugar (77,1%), ver vídeos (60,3%) o escuchar música (56,6%). Otros usos habituales son hacer fotos (50,5%), navegar por internet (48,9%), usar aplicaciones (49,1%) o acceder a redes sociales (41,4%).
El 87% de los encuestados revisa habitualmente el contenido al que acceden sus hijos a través de sus smartphones y tablets.
Casi 7 de cada 10 padres afirman conocer perfectamente para qué utilizan sus hijos sus dispositivos multimedia, mientras que un 17,7% lo sabe ‘más o menos’ y solo un 15,8% no lo sabe (pero confía plenamente en el buen criterio de sus hijos).
Mi hija tiene 14 años y al principio tenia un movil sencillo, pero desde hace un año tiene un smartphone y se ha enganchado a los videos, le hemos limitado su uso en casa porque debido a su exceso, bajo su rendimiento en el instituto, (menos mal que lo ha reconocido, pero le esta costando).
http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/2014/04/sant-jordi-siempre-hay-un-momento-para.html
Feliz día de Sant Jordi y del libro!!!
23 abril 2014 | 08:24
«15,8% no lo sabe (pero confía plenamente en el buen criterio de sus hijos)»
Me he quedado asustada, por mucho que confíes en un hijo puede estar siendo engañado, estafado, coaccionado, en el mundo hay gente muy mala y con un smartphone le estás dando acceso a todo y a todos. No creo que un poco de control y vigilancia signifique que no confíes en tu hijo, que a los 12 años aun es un niño.
23 abril 2014 | 09:20
Para mí, «controlar», indica ejercer una paternidad y maternidad responsable, símplemente.
23 abril 2014 | 11:40
Ahora les dices a los críos que no tuve mi primer móvil hasta los veintitantos y te miran como si cometieras un crimen; me siento bien orgullosa de haber tenido una infancia «mejor» y más real que la generación de ahora, los críos de ahora me dan la impresión de que no saben disfrutar de verdad de la vida.
23 abril 2014 | 12:29
Yo trabajo con adolescentes y estoy espantada del uso que hacen en el liceo: no ponen atención, bajando el rendimiento y si uno (como profesora) le pide que lo guarden se enojan e incluso desafian. Por lo mismo he hablado con Mr. H -mi esposo- y hemos acordado q nuestro bebesaurio tendra acceso a la tecnologia pero esos aparatos no seran «suyos» sino que prestados por nosotros y trataremos de que no tenga un celular smartphone hasta los 16/17 pero si algo mas arcaico para comunicarse, con el fin de que aprenda a ganarse las cosas y sepa lo que cuesta que algo así sea propio. Costará, lo sé, sobretodo porque nosotros somos tecnológicos (tenemos consola, buenos celulares y trabajamos en Internet) pero ya veremos… por que también hay que ser realistas:hay q ponerse en el zapato de los padres de la infografía y ver su realidad.
23 abril 2014 | 15:11
Uso responsable si, y la responsabilidad hasta que tienen cierta edad depende de los padres. En una guarderia cercana a mi casa los nenos usan tablets, con ellas tiran fotos a aquello que les interesa durante sus mini excursiones al campo, despeus repasan las fotos con los profes y companeros y cuentan que y porque fotografiaron esto o aquello. A mi me parece estupendo. Negarle a un nino el acceso a la tecnologia es convertirle en un analfabeto tecnologico, y a dia de hoy eso es casi tan grave como no saber leer. Sin embargo, si internet o los juegos van a ser tu mejor ninera tal vez sea mejor pensarse lo de tener esa tecnologia en casa.
Por cierto, segun el estudio la mayoria de los menores con smartphone, tab, etc. lo utilizan para jugar, ver videos o escuchar musica, que importancia tiene entonces lo de «darles un movil con el que puedan llamar» llegando casi a la adolescencia.
23 abril 2014 | 21:32
COnsidero que los padres deberían tener control de lo que hacen sus hijos con los dispositivos, es suficientemente importante y, en ciertos casos peligroso como para no hacerlo.
20 enero 2018 | 12:34