Vengo del cementerio, que quizá es el único sitio al que ir en agosto, pasada la Virgen de agosto, cada vez más cercano el ramadán. La luna roja de miedo anoche no quiso asomarse.

La luna roja de sangre seca no da crédito a que nadie vivo vaya a verla. Solo robots.

Cada día más (robots) para todo. Intentamos hablar con ellos, pero todos están en inglés, chino. ¿Quién va  programar un robot en español? Este de hoy es el robot ilustrador (vid enriquedanscom).

Poner enlaces da hasta calor, pero hay que hacerlo. Por usted, que clicaría si eso. El robot te fabrica los moñacos si le pones una frase en inglés. Igual es multilabia, no lo he probado.

Vengo del cementerio, qué paz, de limpiar un poco el polvo eres. Qué cerca está todo, a un tiro de mauser. En USA tienen más cultura consumista de fusiles ametralladores y armas domésticas.

Gior un poco de pasta basta y Pronto, que cambia el polvo por brillo.

Aquí solo sabemos de misiles hipersónicos para arriba, a la fuerza se aprende. Aún aprendía Goya. Qué suerte, qué tío Cajal.

Fernán Gómez comiendo churros y porras al amanecer. Eso es casi todo. A puñados, por el hambre de la infancia, el tiempo amarillo.

La cultura pop es saberse los misiles de exacto nombre y un poco de Rosalinder pq los cómics ya son alta cultura.

El cementerio de pueblo los cipreses azotados por el polvo y el bochorno (viento opuesto al cierzo más o menos), esos vientos asesinos que cambian y queman todo lo que pillan por delante, viento y fuego en la vía del tren.

La maquinista quizá tiene una entrevista sólo texto, qué pensó, dar la vuelta, suerte que el tren antiquísimo Zaragoza-Valencia –vía del XIX, seis horas el viaje– máquina a gasoil de Chernobyl, suerte que tenía dos cabinas, suerte y valor de la maquinista, España pillada entre dos fuegos de nuevo.

El tren de la bruja que no pasa de 60 y la cobertura que no echa ni una raya.

Cien aviones y cincuenta helicópteros cogiendo agua a la vez de un charco.

El cementerio en agosto batido por el bochorno. Anoche a lo lejos todo era una tormenta, los cielos parpadeaban pero no se oía ni un trueno de monja. En las estepas de la España inmensa quemada o esperando el incendio y la pedregada no hay un alma. En la España de Sergio del Molino una vez apagado a medias el incendio no queda ni un rehén.

Lo primero para resignificar a los bomberos es –aparte de pagarles como asesores– proporcionarles uniformes chulísimos, que apetezca llevarlos.

La España desahuciada solo tiene un rebaño de 400 ovejas muertas por el lobo o por el último fuegoviento vientofuego.

En una peli de Netflix que no sé cómo se llama un aficionado rico invoca a la muerte para capturarla y por error 404 pilla a una deidad maléfica del sueño o algo así, y lo bueno es que mientras el chico –es un efebo flaco desnudo– permanece cien años encerrado en un círculo de tiza ad hoc y en una cárcel de cristal él mismo provoca aflicciones sin cuento a la humanidad. Esta relación amplía la anécdota individual y, de paso, explica los horrores del sinvivir de principios del XX. Era mil millones de veces mejor El día de la bestia de Álex de la Iglesia.

Mil millones de veces es homenaje a Félix Romeo.

He ido al cementerio y me he dejado sin rezar a la mitad.

Quizá ahora alguien tiene encerrado a un semidios o semidiablo con tanta rabia que provoca estos horrores diversos.

Los pueblos, antes y después de fiestas, vacíos. Los trenes de la india que hacen la línea Zgz Valencia se meten en medio del incendio y nadie les avisa porque nadie cree que existan. Para los servicios diversos es un tren fantasma.

Quizá los gobs centrales, desde Suárez hasta el boy actual (un Suárez alto que chapurrea inglés) han preterido tanto a esa línea férrea porque une dos capitales de la antigua Corona de Aragón, siempre odiada e ignorada (esto más) por el centralismo heredado. Al menos Valencia tiene mar y gente, votos. Hasta corrupción llegó a tener.

La España de la hormigonera de mano oxidada aun espera el wifi y la lluvia, y solo le llegan los campos de criar voltios y molinos hasta el horizonte, granjas de cerdos infinitas.

No es extraño que se lancen carretillos de mano.

Vengo del cementerio, de sofregar unas lápidas y echar dos padrenuestros.

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La serie de caps breves de Netflix Love death + robots está muy aburrida pero bien hechos los dibujos y los moñacos sintéticos y a ratos se anima.

Y por eso.

Ya nos hemos dado cuenta de casi todo: lo principal es el CC (cambio climático), que parece que era verdad.

Este verano eterno de 30/40º nos va convenciendo. Aemet dice que desde el 1961 que empezaron a recoger datos nunca habían registrado este calor sostenido.

Así que ya vemos alguna certeza. Luego quizá vendrá el frío y nos olvidaremos… un poco. Todo se olvida hasta que te mueres.

Y entonces dices, ah, si hubiera ido por la sombra, si hubiera llevado un sombrero.

El CC era verdad y se ha presentado en este 22 después de (o en medio de) la pandemia, una de ellas.

Bill Gates, que profetizó esta, dice que habrá más.

a la fuerza (ahorcan) nos vamos haciendo a las evidencias. Otra:

Que no fabricamos microchips, procesadores o semiconductores. Mal asunto.

Ya avisó hace tiempo ese genio, Mateo Valero, hasta puso en marcha algo para un chip europeo. Si no los fabricas tú te los mandan ya de fábrica con el agujero trasero. Sin la base de la tecnología no somos nadie.

Eso era hace unos años, ahora va a ser peor: no habrá chips, ni buenos ni malos.

Taiwán, donde el lío, es el máximo productor, ya lo sabemos. Estamos secos, sin chips. Ahora venía dinero UE para digitalizarnos por fin. Cuide este cacharro, estire cada chip como su misma vida.

Objetos delicados que mezclan el alma y las cosas, átomos y bits en una micra. La misma vida.

El CC y los microchips. Y eso que no hemos llegado al trigo, el plástico que somos, el Mar Menor.

Los parques eólicos y solares que empotran por sorpresa trampeando las leyes en espacios hasta ayer protegidos en la vasta España vacía. Pueblos fantasma con dos jubilados y cuatro gallinas no pueden defenderse ante estas depredaciones.

Ríase del Amazonas, ya irrecuperable.

La devastación en África y Hispanoamérica (la del sable) es irreparable. Matan a los activistas y listo.

La mina de México, 10 hombres sepultados, mina ilegal, como siempre.

Ya vamos despejando incógnitas, el CC, los micochips, la energía, Rusia/Ucrania, China/Pelosi/Taiwán…

Reducimos un poco el consumo, preparando el invierno, preparando pequeño el fin del mundo.

Escaparates, rótulos, aires, calefacciones, ventiladores, odios.

Rebajar el consumo de odio/desesperación/horror/asco también ayudaría a gastar menos energía cerebral y de la otra.

Cerebros a 10.000 rpm colapsan el ambiente.

La clave es no cometer errores 404

Es un decir, 404 viene de la web, cuando falla una página por algo, es un error 404. Un must de danone.

La clave es no cometer errores, eso lo sabe cualquiera. Pero nadie lo hace.

Lo más difícil es evitar el segundo y el tercer error 404.

Eror es el error 404 eros (que lleva implícito tánatos), no necesita descripción, cada cual lo sabe o lo supo y lo ha olvidado.

Siempre salta algún subproducto casualwear, como los átomos de uranio que sobran de las bombas atómicas.

Una bomba tómica está inspirada en Santo Tomás de Aquino. Si se repite el Aquinate mil veces se obtiene un petit nirvana a base de mantrear.

Me duele to, me meto de to (legal, paracetamol, nolotil, ibuprofeno, espidifen). Motomami, saoko papa saoko. Teriyaki, etc.

Hace dos meses o uno salió la lista de los diez medicamentos más consumidos por los españoles y era una lista muy familiar. Creo que ya cerré esa pestaña pero daba para un rosalinder.

Sin Rosalía este verano de la muerte del infierno sería insoportable. Rosalía es el primer NO-error 404.

Error 404 de manual: ladrón roba 600 m de cable y para una línea entera de ave.

Errores mínimos que deshacen un país. MotomaMi saoko, que no te pase.

Lo peor es el segundo error, una serie, una tendencia, 1+1, una secuencia…

Salir del tercer error es pura chamba.

Encadenar tres errores es la muerte. Se puede vivir con tres errores clavados como tres rejonazos pero no es vida o es vida zombi.

Nancy Pelosi se atreve a todo a causa de su nombre, que vibra como un juguete balístico. (También se puede repetir mil veces Nancy Pelosi y alcanzar el petir paradise mantrero).

Puede ser un error 404 la visita a Taiwán. China solo hace una demo, bastante fuerte, inminente, pero no remata la faena. Quizá lo tenía a huevo.

Dos frentes para USA. Kamala Harris era la vicepresidenta cuando Biden, ¿se acuerdan de alguno de los dos? ¿la cumbre de la OTAN?

USA está en plena serie de errores 404, encadena tantos que quizá está ensartando un nuevo concepto de éxito-fracaso.

Cada ensayo de usa nos lleva a un CRACK 404, máximo HORROR. Luego el sistema se reinicia a fuerza de deuda y todo sigue igual o peor.

Desigual y peor.

Una cosa es la separación de powers de Montesquieu y otra ir a provocar al dragón dormido.

Otro error 404 es volar una central nuclear en Ucrania, como en el 86 pero en invasión.

Se juntan y no acabas.

La llorera mundi se aproxima o ya ha ocurrido, pero el 1% maneja el 50% o así. Las cifras exactas no las tengo ahora en el féretro.

La lista de ayer mera cronología atroz ya es una suma de errores 404 horroribus bellumque.

En fin, otro día lleno de semilusiones que se cumplen a fuerza de rebajarlas tanto que se limitan a (… inserte lo que proceda…).

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El sistema de salud va a reventar o ya lo ha hecho