USA celebra una batalla de memes en torno a su presi Biden, al que rebautizan como Dark Brandon. Es el fin de varias eras geológicas.
Van a conseguir que Biden exista. Defienden que poner ojos de rayo láser al tipo más beatífico de América es gracioso, irónico, etc.
Es verdad que Trump, gracias al proceso por el golpe postelectoral y al registro de su casucha de vacaciones por el FBI, está cogiendo mucho vuelo. Turbas armadas (lo normal en USA es ir armado) cercan el edificio del FBI, etc.
Ucrania y aliados golpea a los invasores, revienta aviones en Crimea y localiza y destruye la base del temible comando mercenario Wagner, ejército comercial. Mayor gloria a los misiles USA.
China flojea y va a crecer poco, quizá menos del 3% previsto. Bajan tipos, no saben qué hacer. El mundo se derrumba también por ese lado boyante float. Ni China funciona.
La globalización inversa era esto: los vínculos son ya inevitables, la logística y las redes han entrelazado de forma inextricable (sea lo que sea) las relaciones comerciales, emocionales (es lo mismo) y turísticas (la suma de ambas) que nadie escapa del SuperMegaShock continuado.
El SuperMegaShock o SuperMegaCrack era esto, solo que no nos apetece verlo hasta que el fuego nos llega a la puerta de casa. El fuego, el agua, las hambres, los microplásticos, la locura diaria.
SuperMegaShock, con algunos chispazos previos, arrancó a la brava en 2008 con Lehman Brothers. Y desde ese año loco no ha parado. Leve pausa para algunos entre 2014-19, pero siempre con desastres de todo tipo jalonando el in crescendo.
Pin pam pum.
Y ahora, con suerte, estamos en una PAUSE, al menos en algunos reductos de los antiguos y decrecientes Primeros Mundos. Parecemos el auténtico verano del amor a crédito. Quizá vuelva el acid house. El caos festivalero, los toros embolados que echan fuego, los toros atropellados, las violaciones rutinarias en masa…
La fatwa no caduca nunca, según el actual cura que mangonea en Irán.
No es extraño que USA, siempre en vanguardia del pasado, lance memes para insuflar vida a Biden cuando todo se deshace mientras aguanta a fuerza de tuits.
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