Dolores Domínguez es doctora en ciencias económicas de la Universidad de Wagenigen y tiene que viajar constantemente por Europa. El Reglamento (CE) nº 562/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de marzo de 2006, establece un Código comunitario de normas para el cruce de personas por las fronteras (Código de fronteras Schengen).
Yo por motivos laborales, tengo que viajar bastante a través de Europa. Aunque a veces es un poco problemático porque tienes que pasar un sinfín de controles con todas estas normas que hay últimamente.
Lo que sí es cierto es que desde que está en vigor el Tratado de Schengen ha facilitado mucho las cosas. Ya no tienes que hacer tantas colas, no tienes que estar pendiente del pasaporte, de sellar… Todo ese tiempo realmente o estás ahorrando e impartiendo en otras cosas, como es trabajar, descansar o lo que quieras.
Coincide plenamente con ella la estudiante de periodismo y erasmus Marta Delgado:
El tratado Schengen es muy importante para los ciudadanos europeos porque permite la libertad de movimiento y yo creo que si el tratado se cancelara limitaría mucho a ,los europeos. Yo hice un Erasmus en Alemania me venía muy bien no tener que llevar pasaporte, trabajar sin problemas en el país o estudiar y poder moverme a otros países. Creo que es bastante beneficioso.
Irma Philippon Blanco, bióloga residente en Estrasburgo, también ha comprobado que no existen fronteras dentro de la Unión Europea. La Directiva 2004/38/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, relativa al derecho de los ciudadanos de la Unión y de los miembros de sus familias a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros.
Desde mi llegada a este país los trámites burocráticos no resultaron nada complicados. Pude instalarme sin problemas y optar a un trabajo en igualdad de condiciones que el resto de mis compañeros franceses. En este sentido, he de añadir que las oportunidades laborales a las que optamos en Francia son mejores que en España, aunque también es cierto que es una situación que está en sintonía con la crisis en la que estamos inmersos. Prueba de ello es que aquí contamos con una serie de condiciones laborales (flexibilidad horaria, descuentos por desplazamientos, ayudas, comida, guardería en el puesto de trabajo, etc.) que son difíciles de encontrar actualmente en España.
Desde el punto de vista sanitario o educativo, tampoco he tenido problemas para poder acogerme a su sistema. Cuando me he encontrado con algún problema de salud he tenido siempre las puertas abiertas. Además, recientemente he podido ampliar mis estudios con un Máster en Medioambiente y otro en Prevención de Riesgos Laborales.
Para poder llegar a este punto, el de comprobar que no existen fronteras y sentirte como en casa allá donde vayas dentro de la Unión Europea, la legislación ha tenido mucho que ver. Considero que todas las leyes y normas que se pongan en marcha para mejorar el acceso de los europeos a todos los países de la UE son beneficiosas y deben ser una prioridad para los Estados miembros.
En la misma línea se manifiesta Ana Fernández, que trabaja en el departamento de exportación e importación de una empresa textil. Ana además recalca que considera importantísimo los programas europeos de movilidad para estudiantes.
Me encanta viajar, es una de mis aficiones favoritas. He podido visitar varias ciudades de Europa durante los últimos años y si algo puedo asegurar es que me he podido mover con total tranquilidad por todos ellos y puedo planear futuros viajes sin temor a encontrarme con alguna dificultad. Te hacen sentir que las barreras o las fronteras no existen
Además de los viajes, también he tenido otro tipo de experiencias como ha sido la oportunidad de disfrutar de una beca Leonardo da Vinci en Lisboa al finalizar la carrera, sin duda una experiencia muy gratificante. En este sentido considero que son importantísimos los programas europeos de movilidad para estudiantes y todos aquellos que promuevan el intercambio de estudiantes y recién licenciados ya que son una buena experiencia para empezar en el mundo laboral y tener acceso al primer trabajo. Además de aprender y ampliar conocimientos, podemos conocer otras culturas, otras lenguas y compartir nuestras inquietudes con personas de otros países.
Las cifras son enormes, durante el curso 2010-2011 participaron en el programa Erasmus más de 230.000 estudiantes de diferentes países de Europa. Una movilidad que engloba tanto a los estudiantes que se mueven para realizar estudios como para los que realizan prácticas. Creo que se ha hecho una labor muy importante en este ámbito.