Como si se tratase de electrodomésticos, las viviendas van a tener de manera obligatoria una etiqueta energética. Pero de tan anunciada, su retraso empieza a no entenderse. Diversas entidades relacionadas con la certificación energética de viviendas reclaman al Gobierno que apruebe ya –como se esperaba– el decreto que ponga en marcha el procedimiento.
Así las casas tendrán una etiqueta energética, por su potencial para activar la rehabilitación y aumentar el ahorro de energía. El sector no se explica por qué el real decreto que debería obligar a tener un certificado energético al vender o alquilar una vivienda sigue en los cajones del Ministerio de Industria a pesar de que se ha superado el plazo fijado por Bruselas para su aprobación.
Así lo asegura el presidente de la Asociación española para la calidad en la edificación (Asece), Adrián Sánchez, quien califica el retraso como «una tomadura de pelo». «Este año he estado en bastantes congresos y desde el ministerio siempre han dicho que la aprobación era inminente», critica Sánchez.
El proyecto de real decreto del Ministerio de Industria, que salió a consulta pública en julio del año pasado, fijaba el 1 de enero de 2013 como fecha límite para que todas las viviendas objeto de compraventa o alquiler contaran con un certificado energético.
El certificado, que ya se usa en las casas de nueva construcción, lo pagará el propietario del inmueble que quiera vender o alquilar, y tendrá una validez de diez años. Es una etiqueta similar a la que se utiliza en los electrodomésticos, con un código de color y una letra que va de la «A» (la más eficiente) a la «G» (la menos eficiente) en función de las emisiones de carbono por metros cuadrados de vivienda.
Según Asece, más de 15.000 propietarios han solicitado a la asociación presupuesto para la contratación de la etiqueta energética de sus viviendas, pero no pueden empezar hasta que el Gobierno apruebe la normativa.
No solo electrodomésticos y viviendas, sino a todos los productos
Alberto Sampedro es ingeniero técnico en Diseño Industrial. Alberto busca siempre la calificación energética A en la etiqueta de los electrodomésticos para que consuman menos y cree que debería extenderse a todos los productos energéticos.
La Directiva 2010/30/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de mayo de 2010, es la que regula la la indicación del consumo de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la energía, mediante el etiquetado y una información normalizada.

Lo primero en lo que me fijo cuando compro un electrodoméstico es en que tenga una calificación energética A, porque me garantiza que tendrá un menor consumo . Creo que es muy importante que todo el mundo sea consciente de la importancia de consumir productos eficientes energéticamente, no solo por una cuestión de sostenibilidad, sino porque implica un ahorro importante a los consumidores.
Está muy bien que la Unión Europea regule que los productos lleven esta calificación, pero creo se debería ir más allá y exigir esta clasificación a todos los productos que estén relacionados con la energía.
Sé que en Francia las viviendas ya se califican con el mismo sistema, de modo que cuando compras o alquilas un piso ya sabes que si tiene una clasificación C, D o E es probable que tengas un coste energético muy alto, mientras que si tiene una A, sabes que será una vivienda eficiente energéticamente y te saldrá más barato vivir en ella.
De todas formas, está por que ver cómo se aplica esta norma en España y cómo afecta a los ciudadanos