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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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¿Correr? Eso es de cobardes

Animado por haber estado repasando los comentarios a favor y en contra de mi penúltimo post (ya sabéis, el de la dureza del correr por la montaña), le dí una pensadita a esta exposición pública del correr.

«Es una moda estúpida. Ya estás mayor para hacer el tonto por el campo»
«Correr tanto para que luego te retires, eres un mierda»
«Un pico y una pala os daba yo»

Es un ramillete que muchas veces se ha popularizado en ese global «Correr es de cobardes». Frase que ha provocado respuestas, adhesiones en mitad de una ronda de vinos, títulos de libros y hasta de formas de ver las cosas.

Habría mucho que lidiar, si es mejor cobarde vivo que valiente descuidado. O si deberíamos dedicarnos a correr y tomarlo como un íntimo proceso espiritual o subirse al lobby runnero hasta modificar los cimientos del mundo.

¿Qué pienso yo de todo esto? Cobarde es escudarse en un alias para insultar pero asumo los riesgos de ser portada en algunos momentos en este diario. A partir de ese instante debo enfrentarme a las consecuencias. Internet es así.

Pero (ay, los peros), salen puntos y más puntos a favor de si salir a corretear. Más, con la que cae. Metámosle mano al solomillo con espíritu de magacín de verano. Cuatro contra cuatro.

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Exacto. Superficialidad, inconsistencia y liviana tontez. Es verano.

Correr no es de cobardes:

  1. Quita los sofocos del día a día. Alguien que se enfrenta con el deporte a las ganas de coger un arma y liarse a tiros es un valiente.
  2. ¿Cobardes? No te han visto llegar por los pelos a rescatar a tu pequeño de la piscina de bolas, raudo como Usain Bolt. Ni aguantar duro e impenitente las ocho horas de paseo por las compras de Navidad.
  3. Puedes decir que tu velocidad media de trote es mayor que la de un atasco en las arterias de tu ciudad. Además, ahorras humos a ese cielo marrón-gris que respiran hasta tus enemigos.
  4. Bueno. Salvo que tengas enemigos con respiración anaerobia. En ese caso, vigila con qué microorganismos te juntas. Claro que, en este caso, serías todavía menos cobarde.

Correr es de cobardes:

  1. Sales a correr por no mirar a los ojos a la pila de ropa de planchar.
  2. Correr para llegar a tiempo a que no te cierren la tienda de referencia mientras haces pereza para bajar a por verdura. Y eso que tu chino (también de referencia) abre hasta las 23h.
  3. Quítate ese plástico que recubre tu lorza mientras corres o te deshidratarás sin adelgazar. Afronta tu realidad delante de tu espejo y repite conmigo y en voz alta «Necesito un cambio estructural de hábitos alimentarios»
  4. Es el cuarto viaje de familia que organizas aprovechando que hay una carrera en… Aparca el tema y disfruta de un hotel playero con setenta horas diarias de actividades familiares. Apechuga, que dijiste lo de «en la salud y en la enfermedad».

Entonces ¿todavía puedo empezar a correr?


Fuente: Tom Jolliffe, en WikiCommons

¿Puedo aún empezar a correr?

Por poder, se puede. Ya hemos hablado de todo ello. No es tarde. En realidad nunca es tarde para aficionarse a algo.

Podría citar casos de septuagenarios que han descubierto el mundo de Internet o de humanos en sus plateados cincuenta cuya pasión sobrevenida por la cocina les vuelve locos. Correr – creo – no es tan extremo.

Reformulando un poco mi anterior frase, moverse un poco no es extremo. Si me apuráis, no tiene sentido ni que nos pongamos apocalípticos sobre cómo estaremos de podridos en cincuenta años.

Vamos a dejar de lado, del mismo modo, los maratones y los riesgos innecesarios como apuntarse a un Ironman en seis meses o a una carrera de montaña en nueve. El objetivo que siempre pongo a mis novatos es que, correr por el placer de hacerlo, es una tarea para la que recuperamos al cuerpo. El organismo lo sabe. No es necesario que rescatemos la capacidad del ADN mitocondrial para trabajar como hacían los habitantes de las sabanas africanas.

Por muy desmedidamente roto que haya sido nuestro esquema de vida.. pongámoslo de la siguiente manera:

Si tienes más de cuarenta, seguramente hayas hecho ejercicio sin saberlo. Era cuando corrías y jugabas a esconderte. O cuando bajabas a ayudar a tu madre con las bolsas de la compra.

Si apenas rondas los treinta, sólo un cataclismo sedentario podría haber hecho que tu organismo esté tan echado a perder como crees. Para un momento a pensarlo; no hace tanto saltabas haciendo el burro en la piscina y hasta ayudaste con un par de mudanzas sin perder la vida.

Si lees este blog y merodeas los veinte años, siéntate a preguntar a los que veas alrededor. Fíjate en esa señora con arrugas en la cara y unos pómulos afilados. O ese operario de la gorra y los pantalones cuatro tallas más grandes. No es muy probable que sean corredores de maratones. Pero ten la certeza que tienen un ritmo de vida activo. No hacen pereza para moverse, por obligación laboral o por vitalidad.

Por lo que, no. No es tarde para empezar.

En el próximo post te cuento qué hay que hacer, una vez que ya has leído todo lo legible. Y te hayan calentado la cabeza con esos imprescindibles. Intentaré repasar todo lo dicho y escrito y dejarte claro cuales son la claves para mí.

Me da vergüenza correr

Sección consejos gratis del abuelo cebolleta.

DECÁLOGO para todo aquel que ha sentido corte antes de o cuando corría.

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1. Con vergüenza no se va a ningún sitio. Ni para salir a correr ni para hablar en público. Ni preguntar. Ni nada.

2. En vacaciones no pienses qué dirán en esa aldea o pueblo. Cuando vuelvas a casa te olvidarán. O no. Es más cosa de ellos que tuya.

3. Aunque respetes mucho a tu familia o entorno, tú «no eres bobo» por salir a correr. Son ellos los que tienen un problema.

4. Nadie es suficientemente obeso para empezar a hacer deporte. Mide tu sobrepeso en kg/ganas de hacer cosas. Es la ecuación de la voluntad.

5. Hay tallas para todos, porque hay gente deseando venderte material deportivo. Dales el gustazo.

6. Dales otro gustazo. Pasado un año compra tallas más pequeñas.

7. No es que arrastres los pies pesadamente. Los elevas más que los que están en el sofá tirados.

8. Resultados de la jornada sexta de liga. Deporte – 3, Sedentarios – 0

9. Menos vergüenza te dará cuando ataques a ese plato de comida. Esta vez sin remordimientos.

10. De vergüenza es que te sigan pitando desde un coche cuando corres. Quédate con eso.

Todos estos axiomas podrían reconducirse bíblicamente en uno, del tipo «que os den mucho por saco», pero comprended que así no haríamos amigos. Y un tipo vergonzoso, sin amigos, se convierte en un bloguero peligroso.

«Me enganchaste a correr»

Dudas que te lo estén diciendo de corazón. Pero es cierto. Alguien te confiesa que te ha leído y que se ha animado a correr. Más que animado, se considera enganchado. ¿Tan rápido?

¿Tanto daño hace un discurso alrededor de un hábito saludable?

Además llevo perdidos ocho kilos.

Y, claro, en casa te miran raro. Confiesas y te dicen que no, que muy bien. Que sigas. Y piensas que ha sido una buena decisión y que podías haber descubierto el ejercicio más fácil del mundo años antes.

Ya estás dentro, cachorro.

SANYO DIGITAL CAMERA

¿Tenéis algún conocido que hoy ve como algo lejano aquel día en que os hizo caso? Personalmente, adoro rememorar con ellos todos aquellos momentos en que te bombardeaban con preguntas. Sus dudas, su miedo a parecer ridículo. Hoy asumen como natural el hecho de reservar un hueco de domingo, quizá a las siete u ocho de la mañana, sea invierno o verano, para correr. Ayer te preguntaban y hoy te agradecen.

Te hablan de los comienzos en la cinta de correr del gimnasio. Buscan tu dirección de correo para preguntar por carreras, cortas, pachangas, pero ya son otros. Es difícil abstraerse de esa simpática sensación de culpa.

Más contento aún si ese «me enganchaste a correr» viene de un post en este blog.

Doce veces más intenso es este sentimiento, siendo uno de los entrevistados que nunca correría. Que me pasó dos emails previos asegurándose de que la entrevista no fuera una burla a los que no participan de la cosa de las zapatillas.

Más pistas: es pelirrojo, es uno de los hombres de negro del banquillo de un equipo de la Liga Endesa ACB.

Eso es. Javier Cabrerizo me confesó que ya trota hasta veinticinco minutos seguidos y que está encantado. Encantado es casi homófono de enganchado.

¿Tiene sentido hacer un maratón en más de cinco horas?

Participación: desde el twitter de PreMarathon nos envían la siguiente pregunta.

Pregunta para post: ¿Tiene sentido para vosotros (y por que?) hacer una maratón en más de 5 horas? .@_spanjaard

Así que aquí la dejamos lanzada.

Para muchos os parecerá que el mero hecho de terminar un maratón, o quizá el simple hecho de planteárselo y comenzar a entrenar, ya es una victoria.

Para otros esto será una victoria a medias. Seguramente con el paso del tiempo los corredores vamos tomando las costuras a ese novelón llamado 42.195m y creemos saber el truco. Ese atrevimiento nos hace opositar a un tiempo más rápido.

En el más radical de los casos hemos llegado a leer que «hacer un maratón en más de cinco horas, corriendo y caminando, no es terminar un maratón».

Tú, ¿qué piensas?

Gracias a PreMarathon por dejarnos la cena medio preparada. Sin duda lo mejor es correr uno en esas premisas y, luego, contestar.

Participa y gana uno de los 10 dorsales en juego para correr los 10km de Madrid

A todos los que venís a leer buscando entretenimiento, reposo, que os den la razón o quizá fotos de atletas desnudos y desnudas, ha llegado el momento de sacar algo en claro de esta rocambolesca bitácora.

Resulta que la RFEA, organismo gobernante de atletismo español y organizador por tercer año de un sólido y homologado circuito de carreras en ruta, nos ha dado vía libre para que DIEZ DE VOSOTROS participéis GRATIS en la prueba del próximo 9 de Noviembre, en los 10km de Madrid.

Una carrera de 10 kilómetros, homologada, y con las palabras «vosotros», «dorsal» y «gratis» en la misma frase. ¿A qué esperas?

Tras las buenas acogidas de Sevilla, Oviedo y Palma de Mallorca, con más de mil participantes en cada una de ellas, llega el turno de Recoletos, la Cibeles, Retiro, la puerta de Alcalá… libres de tráfico para el próximo sábado 9 de noviembre.

¿Qué hay que hacer?

Punto uno. Para participar hay que responder en los comentarios de este post en la página de Facebook de 20minutos o con el hashtag #10KM20M en Twitter a la siguiente pregunta:

¿En qué piensas cuando corres?

Punto dos. Se premiarán la originalidad y la creatividad. Estamos en la era de la participación pero también en la de la masa que no opina. No caigamos en la era de la mahonesa en las venas. Demostrad que el correr despierta en vosotros algo más.

En juego, poder participar en esta prueba. Las bases completas, aquí.

El cáncer no quería que Chadia corriese (Día Mundial contra el Cáncer)

Rescato el post del pasado martes. Hoy 19 de octubre es el día contra esta familia de enfermedades.

Correr es agotador. Cuando un tratamiento médico contra el cáncer provoca que tu cuerpo engorde treinta y cinco kilos, correr es un imposible. Un imposible.

¿Y qué hago? ¿Me quedo tumbada en la cama?

Lo hemos oído tantas veces que nos parece cotidiano. Pelear contra la enfermedad. Pero es un modo heroico de salir a luchar contra ese imposible.

Cubierta. Corredora

Chadia nunca había corrido. Tampoco había escrito nunca un libro ni había pasado por el traumático proceso una quimioterapia, radioterapia y anticuerpos humanos. Pero todo llegó. Le habían quitado un pecho y hecho una reconstrucción con músculo y piel de la espalda. Incapacitada para un buen ramo de deportes.

Peleó porque su corazón respondiera. El tratamiento le había mermado la capacidad de trabajo de ese órgano vital. Pero siguió un minuto más que el día anterior. Y correr se convirtió en algo que necesitaba como el vivir.

Correr era demostrar ese impulso de la vida.

El 19 de noviembre presenta un libro. Se llamará «Corredora de la Vida» y será publicado por la editorial Sial-Pigmalion. Lo de menos, quizá, es que se trate de un libro que habla de correr. Chadia vive en una fase de explosión vital. Pasó de arrastrarse para completar un kilómetro más que el día siguiente a sentir que correr le daba un extra.

Estuvo trabajando para los demás y comprendió algo sobre cómo funciona la cabeza en una enfermedad. Hoy cuenta cómo superar todas las noticias, como relacionarse con los médicos y el sistema, las diferentes terapias complementarias que utilizó. Chadia entendió que hay que aceptar la enfermedad como un «proceso de humanidad».

Humanidad que en otros lugares falta. Empresas que despiden un empleado por tener un cáncer o una enfermedad dura. Humanidad que le sobra a ella. Tanto que, en Abril, participaba en el medio maratón que se organizaba al mismo tiempo que el Maratón de Madrid. En el kilómetro dieciséis cometió un error y, en lugar de seguir por su recorrido de 21 kilómetros, tomó la calle Fuencarral para abajo. Cuando se dió cuenta decidió intentarlo. Terminó el maratón completo.

Es un torrente que contagia entusiasmo.

Ejercita su papel como voluntaria en la unidad de oncología del Hospital de la Paz. A enfermos y también a familiares. «Por que veo que quienes necesitáis más información sois los familiares de los enfermos». En efecto. No sabemos qué decir, si hablar al paciente o no hablarle sobre su situación. En muchas casas hay una Chadia peleando por su vida.

En mi casa hay una Chadia, sin ir más lejos.

La parisina corredora ha trabajado con los doctores de las unidades de ese fabuloso hospital de Madrid. A través de su experiencia está convencida que ser más humanos ayudará a que doctores y pacientes afronten mejor esa terrible familia de enfermedades. Los primeros, como dice el Dr. José Ignacio Sánchez, con un simple gesto, dando una mano al paciente. Conectando con él o -como este caso- con esa mujer que teme por su vida y a la que se le ofrece una solución quirúrgica donde el resultado estético puede ser incierto.

El valor de unos y otros es mirar al fondo del pasillo y buscar un lugar más allá. Es lo que muchas veces hacemos como corredores.

Preguntarle a nuestro miedo si no tiene otra cosa mejor que hacer esa tarde.

Quizá no se equivocó del todo en ese kilómetro dieciséis.

¡ESPARTANOS!

Vamos a hacer amigos, que es de lo que se trata. Tengo en mi buzón de correo una invitación promocional, como prensa especializada que somos, sobre el asunto: Arnold Schwarzenegger presentará Reebok Spartan Race este domingo en Madrid.

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¿Qué os parece?

Quizá os quedéis con ganas de saber algo más. Los tiros, amigas, van una vez más por el concepto de LO MÁS aplicado al mundo de salir a correr. Explico, para recién llegados o quisquillosos: ya no se trata de que hagamos ejercicio de la manera más simple y fabulosa posible, o sea, corriendo.

Ahora tienes que correr un super maratón con treinta mil participantes por las calles de Londres o Chicago. O defenderte decentemente con las ultimérrimas Apps que relacionarán tu esfuerzo con un GPS, un registro cardiaco y una red social. O correr la prueba ultra de montaña con más metros de desnivel. Quizá son los síntomas de una sociedad sin referencias propias y en búsqueda permanente de otras externas, mitológicas.

Dicen:

El circuito de carreras de obstáculos más prestigioso del mundo del running, un auténtico fenómeno deportivo en EE.UU., cruza el Atlántico dispuesto a conquistar Europa. Nuestro país será uno de los puntos estratégicos del desembarco, con una primera prueba que sé celebrará en 2014 en un escenario aún por determinar.
¿Quiere decir eso que uno no puede dejarse tentar por el gran desafío de los espartanos desde este mismo momento? ¡No, para nada! Con motivo del célebre Arnold Classic Europe, Reebok Spartan Race ofrecerá a los locos del deporte una oportunidad única de conocer en primera persona la magia de este singular evento.

¿Ah, que no eres un espartano? ¿Ni un loco del deporte? Mecachis… y ¿dónde crees que vas si no te has dejado abducir aún por una locura?

Vamos con ello. Que hay más.

Se trata de una carrera promocional más corta que las habituales (sólo 1.000m, en contraste con los más de 10km a los que están acostumbrados los devotos de este tipo de pruebas), abierta a 300 aguerridos deportistas (los primeros privilegiados que tendrán ocasión de disfrutar el espectáculo) y, por supuesto, repleta de algunos de esos temibles obstáculos (habrá un total de 10) que ponen a prueba la dureza de los participantes, quienes podrán encontrarse con impedimentos como: El Paso de Hércules, redes, barra de equilibrios, lanzamiento de jabalina, carga de sacos, La Jaula de Monos, escalada con cuerda, muro resbaladizo, salto de brasas y El Foso de los Gladiadores, entre otras muchas sorpresas que nos encontraremos en nuestro fascinante camino entre la salida y la meta. Las inscripciones podrán realizarse en la misma línea de salida, antes de cada una de las tandas.

Por añadidura, Arnold es tan Arnold que ha superado con creces al personaje cinematográfico y se ha convertido en un personaje californiano.

 la presentación en sociedad de Reebok Spartan Race contará con un padrino de lujo, el actor y campeón mundial de culturismo Arnold Schwarzenegger, quien junto a los responsables del proyecto se encargará de dar la salida a la prueba

 

¿Puedes resistirte a opinar? Venga, dale, que es viernes.

«Pues deje usted de correr»

-«Doctor, me duele la rodilla izquierda al correr se me queda como encasquillada y el dolor es fuerte».
-«A ver (palpando)… Tiene ud. las rotulas para fuera. le voy a recomendar una cinta para poner debajo a ver si le alivia y si no pues deja ud. de correr y ya está».

Es un caso típico de alguien que comienza. Y el experto médico nos dice que no corramos. ¿Quién lleva la razón?

Animados por la moda o por bajar peso o por lo que sea, empezamos a correr. Que es beneficioso. Pero que no nos reporta más que sinsabores porque nuestra forma física quizá sea mala, o porque es buena pero la estamos estirando demasiado. En general, me importa más tranquilizar a los que empezáis. Los runners expertos muchas veces necesitamos una paliza bien dada. O medio año parados a ver si se nos quita la tontería cuasi-profesional.

Entended que sí. Estamos aprendiendo a correr. Las posturas que mantenemos en el ordenador o en el sofá son diferentes. Y los dolores (que pueden ser muy intensos y quitarnos la vida) son ajustes en la mecánica de lo que hacemos.

¿Culpa nuestra?

No sabemos correr porque no nos han enseñado. Correr -dicen- que es algo natural pero nuestras años de hábitos han sido fatales.

Que nadie se sienta mal. Los brazos tienen que ir relajados, en un ángulo más abierto que los famosos 90º. El trote debe ser suave. El calentamiento concienzudo y, la vigilancia de las molestias, constante.

En esos primeros momentos estamos acostumbrando a las articulaciones de las piernas y a los músculos, pero también al tren superior. Siempre recomiendo ejercicios de técnica de carrera. Los típicos de skipping, talones al culo, etcétera

Y, sobre todo, paciencia. Entended que los médicos tienen que atender a los enfermos de verdad. Sabed que un corredor experimentado desconfiará de todo médico que le diga que no corra. Buscará el que le dé la solución que desea oír: que podrá seguir corriendo mientras hace esto y esto otro.

Somos así. Riámonos de nuestra etiología.

No todo es correr: Periferia Negra

Unos erais colegas de rodajes de madrugada. Otros vinisteis directamente desde el entrenamiento. Muchos no tienen idea de ponerse unas zapatillas, pero me pareció que casaban perfectamente con los corredores. Anoche nos juntamos una treintena larga de asistentes para algo diferente. Presenté -entre amigos- mi libro de relatos Periferia Negra (Ed Falsaria).

Foto: Melisa Tuya.

No todo va a ser correr, ¿no?

Y es que durante el último año me planteé reunir relatos cortos, cuentos o fragmentos cercanos a la microficción. Personajes o historias que podían salir del día a día, a lo mejor de este blog ya viejo y otoñal.

El asunto derivó en cierto éxito. Concursos que desembocaban en antologías donde nos premiaban en calidad de finalistas. En estas recopilaciones aparecieron algunos de mis mejores partos como La Veintiocho Sesenta (Boxing Day, Ed. Lucky15), Un Final Feliz según Sarah (Relato Breve 2.0, Fund. Imprimátur), o Mayor, 36 (Un Cúmulo de Circustancias, Ed Marlex). El sueño de un fan del libro en papel, y al que se le extravían los ficheros para el ebook por las mil carpetas de documentos.

La guinda a todo este proceso fue resultar vencedor en un concurso de microrrelatos que organizaba la red social/Editorial Falsaria. Vencí en aquellos Microcrímenes y ahí empezó a gestarse mi libro recopilatorio. Falsaria me brindó la ayuda profesional que todo texto precisa. Aquí lo tenéis ahora.

Las tripas del proceso o los contenidos de Periferia Negra serán juzgados por los lectores. Lo más importante de todo ha sido el camino hacia esta obra. Conocer a compañeros de ‘generación breve’. He dado con un grupo como los ahora imprescindibles Ernesto Ortega, Esnaola o David Vivancos, blogueros convertidos en ficcionistas como Dani Díaz (Ni Libre Ni Ocupado).

¿Correr y escribir?

He de reconocer que salir a quemar suelas ha aportado un quintal de ideas.

Ayer me preguntaban sobre usar el running como inspiración. Siempre se habla de los escritores que maravillan después de haber tirado de musas más crápulas. Los escritores malditos que escriben acunados por el bourbon no trabajan tan lejos de los que oxigenamos nuestro cerebro a golpe de zapatilla. Correr genera endorfinas suficientes como para inspirarte, escribir o pintar.

Eso sí. No sé, todavía me lo pregunto, cómo Murakami aceptó a dar por bueno su manuscrito «¿De qué hablo…».

Periferia Negra no va de correr.

Casi.

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Foto: Pablo Lorente.

Podéis adquirirlo en la web de Bubok disponible en este enlace (papel/ebook).

También podéis escribirme a @_spanjaard via twitter y me enorgulleceré de poder quedar con vosotros y ofrecéroslo en mano.

Un saludo.

Libro: Periferia Negra
Editorial: Editorial Falsaria
ISBN: 978-84-686-3882-9
Páginas: 105