Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

La extrema dureza de un deporte

Corremos. Lo recomendamos a amistades, conocidos o desconocidos porque es bueno. Es sano. Vendemos incluso humo a su alrededor. Todo es tan idílico que olvidamos que está delimitado por áreas difusas. Oscuras.

Correr en la montaña es una de esas áreas-límite. Hace ahora dos semanas que participé en el Gran Trail Peñalara. Una de esas áreas complicadas de entender. Ciento doce kilómetros, la distancia entre Madrid y Ávila. A pie. Subiendo y bajando. Noche y día. Por piedras y barrancos. Una organización casi militarizada para que todo salga a la perfección.

Hay mucho en juego. Y es que esto ya no es running. La pasión desmedida de las ultradistancias está ya lejos de las fotos de corredores sonrientes y de corredoras riendo y haciendo estiramentos. Tonterías, las justas.

A las diez de la noche, mientras la humanidad descansa de una jornada laboral -el que puede presumir de ella- quinientos corredores preparaban mochilas, ropa, zapatillas. Corredores de los duros. De los que parecen eternamente mal afeitados. Piernas llenas de nervios y duros tendones.

No ‘salen a correr’. Ese término podría ser el remate perfecto de una pesada jornada de junio, un viernes rematado con un trote de media hora y chapuzón en la piscina. Que va.

La música atronaba y el locutor, el inimitable Depa, nos espabilaba para afrontar distancias inasumibles. Treinta horas por la montaña por delante. Cinco, cuatro, tres, nada desconocido. Rock and roll y caras serias.

Tres horas después éramos una serpiente de luces por la montaña madrileña. Habíamos subido a más de dos mil metros de altitud prácticamente a oscuras. Habíamos descendido por una senda de cabras hasta el parque de ocio montañero de la Pedriza. Alguno se había caído de bruces o llevaba enganchones por la roca, los piornales, insistimos. El glamour del running lleva el ‘prénom‘ de trail. El nombre propio del hermano mayor de la distancia sin lógica humana.

Nuestros gestos indican que debemos estar disfrutando mucho pero que lo escondemos bajo una máscara de concentración y de eternas preguntas.

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Fuente: KaikuLand.com

Delante iban los Pedro Bianco o Marcel Batlle. Ellos coronaban collados al galope y bajaban a todo trapo mientras los demás parábamos para pisar bien. Las manos a los bastones, sobre las rodillas. El lógico cansancio de correr, repito, durante las horas de descanso.

A las seis de la mañana amanecía mientras trataba de no quedarme dormido. No dormirse corriendo. No dormir mientras corres por una senda de montaña. A mil ochocientos metros de altitud y después de cuarenta kilómetros. Nunca me había visto tan cerca de un cierre de control.

Nunca me habían abofeteado.

Un amigo me tuvo que espabilar de dos tortas. ¿Dónde está el límite? ¿Recomendaríamos esta épica a un conocido, a trotar mecánicamente después de siete horas y media? Ahora entiendes los gestos ásperos de los cientos de participantes que aguardábamos en la línea de salida.

No es correr. No es el deporte de moda sino una versión inmediatamente inferior al vagar mientras aguanten las fuerzas. Mucho cuidado cuando leáis estas líneas y sintáis que os estoy motivando a una experiencia extrema.

Si sentís la curiosidad de asomaros a ese extremo, hay carreras por centenares. El Gran Trail de Peñalara es una de las más solemnes oportunidades. Perfectamente organizada.

He visto amigos en meta a los que hay que inyectar suero por la deshidratación. Muñecas hinchadas como la de Berna, a la que una caída en la noche supuso una luxación seria y que terminó los ciento doce kilómetros con una mano como una raqueta de pádel. Tipos duros como rocas sentados con la cabeza en las manos dormidos en una silla.

Hasta que luego llega un momento de lucidez y el corredor se levanta y sigue. La concentración es necesaria para no matarte por un barranco. O para discurrir por una cresta como la milenaria pasarela entre bloques de piedra de los Claveles del Guadarrama. Sí, por ahí teníamos que pasar. Llevábamos en las piernas sesenta kilómetros.

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Foto: KaikuLand.com

En ese momento mides el dolor y lo asumes. Lo guardas en uno de los compartimentos de la mochila. Y tiras unas cuantas horas más esperando que las SLab no te machaquen los pies y que tus rodillas sigan sirviendo.

Diecisiete horas y media después, la decisión.

Diecisiete horas y media después de haber salido de Navacerrada paré un momento y me senté. Posiblemente fui otro de esos rostros que aparecen en los grandes reportajes que ahora se elaboran sobre la versión extrema del deporte de correr. Diecisiete horas y media después de un día entero trabajando, el remate de una semana de tensión, y tras haber ascendido la Maliciosa, haber cruzado la Pedriza por la gran Cañada, ascender la Morcuera aún de noche, cruzar el valle del Lozoya y mirar a esa ascensión de dos horas por el Reventón. Diecisiete horas y media más tarde, ascendidas las cimas más altas del Guadarrama y bajados los pinares a La Granja, y sumar cuatro mil metros de ascensión en un sábado de Julio, pensé que ya era demasiado.

Hay que vivir. Hay una familia, unas piernas que tendrán que mantenerte corriendo durante muchos años más. Si es lo que deseas.

Los momentos posteriores, las reflexiones, la estrategia de una semana, de esa carrera, son parte de la gestión de estos titanes deportivos. Podría haberme arrastrado unas cuantas horas más. Tenía por delante treinta kilómetros, todo el Eresma, el cordal de Siete Picos, el puerto de Navacerrada, la Barranca, territorio ya conocido.

¿Apurar la tarde y la anochecida? ¿Intentar ser finisher otras diez horas después?

La gloria de pisar la alfombra de la plaza de Navacerrada contra una segunda noche sin dormir. ¿Hay límite? Esta vez una oportuna concatenación de dolores me puso sobre aviso. Tres horas con los pies machacados, las uñas de los pulgares ennegrecidas por los golpes continuados contra las rocas, y otras tres horas con el interior de la rodilla siendo una sorda tortura.

No hay vergüenza en parar. No hay deshonra en sobrevivir. Afortunadamente, hablamos de un extremo.

En el deporte de moda no se llega a estos extremos, tenedlo en cuenta. Podéis respirar.

31 comentarios

  1. Simplemebte brutal.
    Sois héroes sólo por intentarlo. Y mucho más aún por tener la capacidad de saber parar y tener el valor de afrontar una retirada en algo en lo que se ha depositado tantas ilusiones.

    Un abrazo.

    13 julio 2014 | 10:27

  2. Dice ser as

    pues mira la locura que se ha hecho en gipuzkoa . 168km y 11000 m de desnivel positivo

    http://www.ehunmilak.com/index.php/es/ficha-tecnica

    13 julio 2014 | 13:21

  3. Dice ser Dani

    Es normal luego que gente joven deportista de toda la vida, muera de infarto, o tenga lesiones cronicas.

    13 julio 2014 | 13:41

  4. Dice ser Fansmilenio3

    El exceso, como todo en esta vida es malo… pero, ¿y lo divertido que es?

    Un saludo

    13 julio 2014 | 13:58

  5. Dice ser David

    Justamente llevo días dándole vueltas al asunto, ahora que la FEEC va a poner cartas en el asunto para que no se produzca situaciones que rozan lo absurdo entre tozudos corredores que no se aguantan de pie y el sentido común. Retirarse no es una derrota jamás, más que nada porque creo que no salimos a correr apra vencer sino para vivir.

    Grandísima entrada.

    13 julio 2014 | 14:53

  6. Dice ser morlaco

    Parece que escribes estas líneas para demostrarnos lo bravo que eres y lo poco que lo son los que simplemente corremos para mantenernos en forma. Sinceramente, mérito no te doy ninguno. Yo no podría hacerlo pero lo único que has hecho es correr por la montaña. La humanidad no ha ganado absolutamente nada con tu hazaña así que no te las des de super hombre.

    13 julio 2014 | 15:10

  7. Dice ser Gebre

    Me hace gracia el comentario de Morlaco.

    Personalmente, al haberme simplemente asomado desde lejos a ese abismo sin acabar de lanzarme del todo, entiendo perfectamente qué pasa por las cabezas en esos momentos. Si ya tenías mi admiración como atleta de largo recorrido en sus varias acepciones, como escritor (aún «empujado» por aquella crítica a destiempo al japo) y como entendido en vinos, ahora la tienes también como tipo sensato que no va a dejar pasar esta experiencia sin sacar jugosas enseñanzas que espero comparta.

    Un abrazo, paisano.

    13 julio 2014 | 16:04

  8. Dice ser Maria

    Si idiotas los hubo, hay y habrá toda la vida.
    También se nota que sois gente que el resto del año esta sentado en la oficina y no machacándose en un empleo exigente.

    13 julio 2014 | 16:04

  9. Dice ser Andelacruz

    No me queda más remedio que felicitarte, mi experiencia me dice que esa retirada es síntoma de que eres mucho más inteligente que algunos que bajo la ignoracia lanzan mensajes destructivos, te mereces nuestro respeto y admiraciòn por tan sabia decisión…

    13 julio 2014 | 19:09

  10. Dice ser Germán

    Morlaco y María, rezumáis envidia porque no os consideráis capaces de afrontar un reto como el que nos ha narrado nuestro compañero, sin embargo, estoy convencido que si os lo propusierais, con una buena planificación a largo plazo, y siendo conscientes que ello os exigirá sacrificio, constancia, esfuerzo y renuncia a muchas cosas, sobre todo a las comodidades, también vosotros podríais llevarlo a cabo, este u otros que os propongáis. Saber renunciar a alcanzar el objetivo al que has dedicado tanto tiempo, esfuerzo, sacrificio y empeño lo único que demuestra es sensatez, saber parar, analizar y corregir errores para volver a afrontarlo, alcanzarlo sólo es cuestión de tiempo.

    13 julio 2014 | 19:13

  11. Dice ser dana

    Algunos no han entendido para nada la cronica.En cualquier caso decirte que tienes mi respeto y admiracion y lo importante es no dejar de correr poco mucho lento rapido como sea pero correr seguir corriendo porque significara que estas vivo.

    13 julio 2014 | 19:48

  12. Dice ser Zinzanxhu

    Efectivamente, yo estaba junto a tu amigo Jorge en el Camino de las Nieves subiendo hacía La Mor fuera; e ibas completamente dormido hasta que te dimos dos bofetadas. La verdad es que hay veces que retirarse significa una forma de preparar la próxima carrera. Todos los que os lanzais al GTP110, sois unas fieras.

    13 julio 2014 | 20:09

  13. Dice ser urkulu

    Luis,

    Echaba de menos tu relato, como siempre insuperable. Hay que tenerlos muy bien puestos, sólo para presentarse en la salida, de esa maravillosa aventura, el resto de lo que nos ocurre sólo son anecdotas.

    Para Morlaco y Maria, con la mejor de las intenciones, les dedico una frase de A. Machado:
    ¿Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela

    13 julio 2014 | 22:05

  14. Dice ser spanjaard

    Chicos, chicas, tantas horas en marcha dan para prever y sugerir. Analizas si es una barbaridad o si es un sencillo y milenario acto: cruzar montañas. También da para diseñar qué contarás de ello, si te apetecerá contarlo, si merece la pena sacarlo a la red o si es una experiencia personal e íntima.

    A los que no han entendido nada de todo el texto, paciencia. Seguid mi TL en @_spanjaard y veréis como durante la semana me conformo con 8 o 9 kilómetros charlando con mi amigo Juan. Que no gasto en el vicio de correr tanto como otros en otros vicios delirantes. Que enseño a novatos y encizaño a expertos.

    Me alegro que salgáis a comentar, que este blog se alimenta de ello.

    Abrazo. Me pongo con la cena (es que el fútbol, yo…)

    13 julio 2014 | 22:14

  15. Dice ser teresa

    No es lo mismo ser un profesional del atletismo, que un padre de familia trabajador de 40 horas semanales (incluido el día de la carrera) que además entrena cuando puede e prepara carreras de alto esfuerzo.

    En el segundo caso, los entrenamientos no son la prioridad del día, ni las carreras por muy duras que sean son la gran hazaña. En este caso, los tiempos de meta son irrelevantes, la prioridad es que al día siguiente, tu estado físico te permita que tu actividad diaria sea igual que al día anterior a la carrera.

    El autentico mérito es mantener tu vida familiar – laboral y mantener tu afición de manera que no interfieran gravemente la una en la otra.

    No me siento más orgullosa de mi marido que cuando se retira a tiempo.

    13 julio 2014 | 22:17

  16. Dice ser Victoria

    Que envidia, de la sana. Si la montana es ya de por si una aventura esto tiene que ser una pasada (aunque yo no llegaria, tambien te lo digo). Yo tambien tengo una frase para M&M, de Einstein, si no lo intentas ni siquiera sabras si pudiste ganar. La diferencia entre el y vosotros no esta en destrozarse la vida con deportes extremos que no aportan nada a la humanidad o no, esta en el afan de superacion, que esta claro que por vuestra actitud, vosotros no teneis.

    13 julio 2014 | 22:23

  17. Dice ser Maria

    Trabajar 94 horas a la semana en dos trabajos y esforzarse por pasar tiempo con la familia si que es digno de admirar.
    Las demás tonterías de superación que me contáis por subir montañas son cuentos chinos.
    Envidia si, disponer de tanto tiempo libre y malgastarlo en si mismos es un lujo que la gente con obligaciones no se puede permitir.
    Los hijos necesitan que estés con ellos y les ayudes en las tareas,estar con tu pareja, hacer la casa, preparar la comida pero claro que lo importante es salir a entrenar, hacer carreras de dos dias…
    Mucho tiempo y poca dedicación a las cosas realmente importantes es lo que tiene alguno.

    14 julio 2014 | 00:05

  18. Dice ser Serafin

    Saludos a tod@s , al leer este trocito de vida del compañero me e emocionado mucho ,yo entré en ese cajón de salida con mucha ilusión pero con las fuerzas justas y con todas mis manías , ¿no sabía hasta donde? hasta cuando …sólo tenía ganas de trotar andar que más da y (disfrutar de esa manera ) antes de ir escuchaba a mi mujer de preguntarme ¿ no estás bien ? A los compañeros del trabajo ¿y vas a ir no habiendo entrenado ? , pero mi cabeza y mi corazón quería estar allí 10:30 viernes 27 de junio y …. Deje en navacerrada a mi mujer mis hijos y yo a por el gran trail peñalara …..después de 25 horas y pico estaba llamando a María Jesús para que Pablo y Alberto pasarán por esa alfombra con su padre ( esa imagen me sacaba las lágrimas durante la carrera de alegría ) suerte a tod@s y solamente el salir ya es una victoria

    14 julio 2014 | 00:55

  19. Dice ser voltios

    Maria no tienos ni idea de lo que dices …. no puedes entenderlo pues callate la boca y vete con tus tonterías a tomar por culo…. yo lo hice la carrera 21 horas medio muerto los últimos 30 km.. solo me valía la cabeza que fue lo que me hizo llegar…. no sabes lo que se ti .. pues callate tía lista … y sigue amargada que es como estas e. Vez de estar en esta página .. vete g
    Hacer caso a tu marido y hijos … que mucho tiempo libre tienes para estar a las 00.14 escribiendo… quizás seas de las mantenidas … que gentuza que ha la de lo que no entiende… enhorabuena por la crónica y gran carrera aunque fuese retirada en el 80… mucho ánimo y orgullo as de estar…correr o morir

    14 julio 2014 | 01:13

  20. Dice ser Ferdi

    Estupendo artículo. Desde mi punto de vista tiene razón solo en parte.
    ¿Porqué te apuntaste? ¿No sabias de antemano que era una burrada?
    Te apuntaste por el afán de superación que tenemos todos.
    En tu caso debe ser muy alto porque sabias de antemano que no es bueno para tu cuerpo tal paliza. Todos los que realizamos alguna burrada de estas lo sabemos pero la aldrenalina que supone el conseguir una hazaña de estas es tan grande que el corazón se impone a la razón.Lo peor son las lesiones.
    Hay un dicho SARNA CON GUSTO NO PICA.
    Gracias por contarnos tu experiencia.

    14 julio 2014 | 08:24

  21. Dice ser Borja

    Me gusta el artículo.
    Yo no corro. Soy padre de tres criaturas. Hago mtb. Bueno, hacía. Ahora tengo otras prioridades. Pero recuerdo cuando nació mi hija mayor y me tomaba mas en serio la bici. Me apunté a La Inmortal, en Caudete. 96km de bici de montaña. Nunca había hecho eso. Lo más, 65-70km. Pero era un voy a hacerlo, voy a acabar. No me importa cómo, es demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo.
    Saqué dos conclusiones de aquello. Es importante establecer límites y ponerse metas, te hacen mejor persona y ves más por los demás. Es importante entrenar para cosas como esas. Trabajando 82h a la semana (12 al dia 6 dias a la semana, de técnico de servicio industrial, nada de oficina) poco tiempo de entreno queda.
    Así que felicito al escritor del blog, hacerlo es motivo de orgullo, haberlo intentado y reconocer que o se puede, también. Yo acabé el último aquella vez, y me llevé la mayor ovación de mi vida. Por el camino quedaron 300 que decidieron volverse a casa.

    PD Al año siguiente repetí y lo hice mejor, y más rápido. Los hay mucho mejores que yo en números, pero yo practico este deporte para disfrutar, no para competir.

    14 julio 2014 | 10:39

  22. Dice ser Juan

    Vas a tener que publicar una versión «para todos los públicos» de tus artículos, algunos/as parece que no leen lo que pones y se quedan en las palabras sin encadenar las ideas.
    Muy buena descripción de la filosofía con la que enfrentamos las carreras muchos de los que tenemos familia (sin abandonar bajo un puente, creo), trabajo (sin ser político de sillón vacío) y una vida «normal» a los que las pruebas de ultratrail nos enganchan igual que otros se dejan media vida y sueldo para ir a ver perder a su equipo una final de fútbol donde cristo perdió la boina… (uff, no sé yo si la comparación…).
    Bueno, el caso es que una buena parte de los que hacemos esto por «diversión» sabemos el momento en el que la cosa no compensa y que no podemos forzar ese límite que te puede dejar KO un buen tiempo.
    Enhorabuena por lo realizado, y que hayas podido contarlo 😉
    Nos vemos con la fresca!

    14 julio 2014 | 10:43

  23. Dice ser Quique CxC

    ¡Me ha encantado el post!
    ¡Éste es mi SPANJAARD! Estos son los relatos por los que empecé a leerte, porque cuentas lo que quieres como quieres. Y a mí me gusta cómo lo haces. Eres real, de verdad, sin tapujos, sin tonterías. Tu relato no es épico, sino íntimo. Tu relato eres tú. Y, además, eres tú en la pequeña derrota del abandono, una derrota que se vuelve victoria porque fuiste tú quien eligió perder para ganar otras cosas más importantes que las carreras.
    ¡Ah! y a los comentaristas voceras: ¿M´ARIAn ustedes el favor de no ser tan MORLACOS? ¡Dejen que la gente disfrute como quiera! Les recuerdo que hay tiendas en las que venden instrumentos de cuero a buen precio. Queden y disfruten. Aunque sea a palos. Estaremos encantados.

    14 julio 2014 | 10:51

  24. Dice ser Kike de Diego

    Ay¡¡ que mala es la ignorancia, pero sobre todo, que atrevida¡¡, nos atrevemos a juzgar, aún cuando por absoluto desconocimiento, no disponemos de ninguna información del sujeto en cuestión, y peor aún, cuando en un esfuerzo desaforado por no dejar afluir los tintes de envidia, tornamos estos en una descalificación inoportuna, totalmente impertinente, que deja traslucir, unos tintes amargados del querer ser con el ser.

    En fin, lo importante, tu crónica amigo, hiciste lo oportuno, a veces, hay que salir derrotado para saber apreciar mejor la victoria futura, que seguro que vendrá. No sientas escozor en la mejilla por las bofetadas recibidas, siente ese dolor, para a partir de ahí, nutrirte de él, coger ese punto de apoyo, y mantenerte en el nivel, primer paso para logros futuros y ascensos en la escalera que los senderos naturales han marcado como si fueran cicatrices en la montaña, y que esta a veces se venga negandonos el paso.

    Yo se, que tú, volverás a pasar.

    14 julio 2014 | 12:33

  25. Dice ser dondeestanlosrunnersenenero

    Cuando era novato pensaba que era muy valiente por salir a correr con dolores. Que era mejor por aguantar las molestias y salir a correr de todas maneras. Hasta que me jodí bien jodido y tuve que dejar de correr 4 meses. Ahora soy menos novato y he aprendido que parar cuando se tiene molestias no es ser menos valiente y aguantarte las ganas de salir a correr una semanita hasta que desaparezca una molestia en la rodilla no es ser menos, sino más, más inteligente, porque parte de este deporte es saber parar a tiempo para no perder esta carrera ni la siguiente.

    14 julio 2014 | 15:29

  26. Dice ser MARTIN

    Enhorabuena sobre todo porque te guste la montaña.
    Esta es la clave, esto no es atletismo.
    ¿Qué nos dijo Carlos Soria en la salida?, ¿Qué hace él cuando va a subir un 8000 y las condiciones son malas? ¿qué hace cuando cerca de la cima ve que no está «garantizado» el descenso?, la decisión que tú tomaste es la misma, y la que le hice tomar a mi mujer en le Reventón después de llegar allí, habiendo estado con vómitos el día anterior por una gastroenteritis. El razonamiento es muy simple, «hemos venido aquí a divertirnos no a padecer, llevas 14 horas a mi lado contestando monosílabos y pequeños gruñidos como única conversación, no merece la pena seguir,..», a principios de año abandonamos los dos en otro ultra en el kilómetro 100, esto fué más complicado porque lo dejamos bien, bastante mejor que los compañeros de viaje, pero no estábamos preparados física y mentalmente para aguantar otras 12 horas de noche por el monte. Fué un acierto, a la mañana siguiente no nos dolía nada, sabemos que hay montañas para rato y lo importante es disfrutar, si no te diviertes, lo dejarás antes o después y tal vez para siempre.
    Yo el GTP lo terminé después fenomenal pudiendo correr mucho al final, que no lo hice al principio, y ella tendrá ocasión de desquitarse más pronto que tarde, fuerza y ganas no le faltan.
    Enhorabuena a todos los que lo dejaron, acertaron seguro.

    14 julio 2014 | 15:39

  27. Dice ser Tigg Tragger

    Este año me tocó ver «los toros desde la barrera» por una lesión y estuve en uno de los avituallamientos. Enhorabuena a todos los que participastéis, da igual terminar o no. Un placer ayudaros a hidratar, comer o, llegado el caso, sonreir.
    No habríamos llegado al mundo que conocemos sin gente capaz de asumir grandes retos.
    Lo que hacemos en esta vida, tiene su eco en la eternidad (Máximo X Meridio).

    15 julio 2014 | 08:58

  28. Dice ser Xose M.

    con respecto al artículo…. gracias por contar tu experiencia y enhorabuena por haber tenido la lucidez suficiente para decir «hasta aquí». También enhorabuena por haber tenido la valentía de intentarlo.
    Esto último parece, por alguno de los comentarios, que no se aprecia en su justa medida todo el entrenamiento de meses y concentración (en muchos aspectos supeditas tu vida a ello).

    El autor no es un héroe, claro que no, pero tampoco se pone de ejemplo de nada si no que cuenta que correr ese tipo de pruebas requiere un tipo de esfuerzo muuuy diferente a un 10k el domingo por la mañana. Esto no es «divertido», es una experiencia personal (personal, no postureo) que debe llenarte y compensar todo ese esfuerzo vital

    A los comentaristas les diría que se atengan a la literalidad de lo escrito y no saquen pseudo-teorías sobre la mente del corredor.

    15 julio 2014 | 09:49

  29. Dice ser trotacamins

    Los trails son carreras de supervivencia y de retos que se marcan los participantes. Una aventura al fin y al cabo en la montaña que es lo que nos gusta.
    Yo en mi caso siemptre utilizaba la metáfora de… Es mi «Rally París Dakar».
    La preparación es larga y metódica pero a la hora de la competición influyen infinidad de factores que son lo que le dan la emoción y el riesgo. Cuando se consigue el reto el subidón es enorme pero cuando no, hay que aceptarlo.
    En la vida la virtud no es no caerse sino saberse levantar. Además en el deporte y menos en el amateur, el fracaso no existe, el fracaso es no intentar nuestros sueños. Te felicito por haber participado y haber tomado la decisión que hayas creído conveniente.

    17 julio 2014 | 00:09

  30. Dice ser Atleta profesional

    Típico post de un mal perdedor que se cree héroe por intentarlo y fracasar . Mi padre me enseñó que termine lo que empieze , por eso tengo éxito en la vida , no como este pobre fracasado que excusa su derrota diciendo que tiene una familia, como si los demás no la tuvieramos…

    18 julio 2014 | 11:45

  31. Dice ser Kaikuland

    Uhmmmmm….
    Qué bueno es leer estas cosas, qué bueno poder saber lo que cuesta cada paso dado, dentro y fuera de las carreras, qué bueno es saber que hay gente disfrutando por la montaña, corriendo o sin correr, acabando o sin acabar una carrera.
    Mi más sincera enhorabuena por el artículo, por lo escrito y transmitir esas sensaciones que tuviste, tanto antes, como durante y después de la carrera.
    De los que critican tu actitud, tu actividad, tu escrito….. ¿quiénes son? al fin y al cabo, entre tu y yo….. NADIE…….que nos interese, por eso mejor no darles más bola, cancha o importancia.
    Que siga ese gusanillo moviéndose por tu cuerpo, haciéndolo correr.
    Abrazoos

    23 julio 2014 | 13:21

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