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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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Parejas de hoy día: (ella) runner + (el) no/runner

Rosa Asensio es una fantástica compañera de blogueo. Rosa mantiene en la publicación Grazia la bitácora Tú también puedes, donde anima a otro racimo de lectores a este sano ejercicio de calzarse unas zapatillas. Antes podía decirse que éramos compañeros de correr pero ella corre y yo, de momento, me arrastro. Pero también escribe y me propuso esta acción conjunta.

Así que hoy, Tú También Puedes y Spanjaard, juntos. Esperamos que os divierta.

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Parejas de hoy día: (ella) runner + (el) no/runner

 

ELLA: RUNNER

Hoy, por fin, le he convencido!!! He conseguido sacarlo de la cama a una hora prudencial. No muy temprano que me lo cargo. Y he conseguido que se desperece en menos de 1h, desayune, se vista y esté, más o menos listo.

Cuando se ha levantado de la cama, más o menos sabía que lo tenía ganado. Y yo como una niña pequeña casi dando saltos de alegría. Hay que ver lo tonta que es a veces una. Se levanta y se encierra en el baño. Cierra la puerta. Echa el
pestillo y ahí me digo “Ay madre!” Prefiero no pensarlo y me dirijo a la cocina a preparar un mini-desayuno.

Me lo ha prometido. No me puede fallar. Ha dicho que sale conmigo a correr.

Enciendo la cafetera, saco la leche de soja, el azúcar y coloco un par de rebanadas de centeno en la tostadora. La verdad es que bastante ha cambiado ya por mi. Hace un par de años se hubiera metido un par de huevos fritos con bacon y choricillos.

Me acerco a la puerta y hago como que arrimo la oreja. Nada. ¡Ay dios! Que se ha vuelto a la cama.

No lo pienso. Me lo prometió. Preparo las tazas de café con pelín de leche. Saco las tostadas y unto
mermelada de fresa. Yo con una barrita voy lista. Ya está. Y pensando en acercarme ya a echarle la bronca por ser tan miserable de prometerme algo que no iba a hacer levanto la vista y le veo.

Y aunque la imagen es tan tremendamente surrealista, la ilusión y lo que me doy cuenta le quiero me hacen evitar estallar en carcajadas. Al menos durante unos milisegundos. Luego ya no puedo. Pantalones de algodón que no cubren ni la rodilla, Camiseta de White Label que le debieron regalar en alguna noche de fiesta loca con sus colegas, muñequera (¿ein?, vamos a correr no a jugar al tenis), calcetines blancos con las clásicas rayitas roja-azul navy hasta media
pantorrilla que no disimulan para nada esa pelambrera que no consigo se depile, y una cinta en el pelo no sé si emulando a Marta Domínguez o al mismísimo Forrest Gump…..

Escena pantagruélica!!!
– Are you ready, baby?” tiene la cara de soltarme

Estallo en carcajadas mientras se ríe y comienza a dar vueltas por la cocina imitando ejercicios que cree haber visto no sé bien donde como de calentamiento. Correr no sé si correremos pero, reírnos, un rato seguro!

ÉL: ¿RUNNER?

Dios. Ya está despierta y ha salido de la cama pegando un salto. Tantas veces postergando lo de acompañarla pero hoy no me libro. Huele a café. Eso está bien. Sin un café probablemente no consiga ni colocarme las zapatillas.

Espera. Las zapatillas. Ah, ya. Las tengo guardadas en el armario de la entrada. Si tuviera una App le enchufaría a las suelas un aerodeslizador. Vamos allá porque esto hay que solucionarlo rápido. ¡Me cago en…! ¡Qué dolor me ha dado en el cuello! He dormido en mala postura y no puedo correr en este estado. Solucionemos primero ‘first comes first’. Pensaré un momento mientras disfruto en el trono.

¿Cuánto llevo dentro del baño? Creo que me he quedado dormido. Verás qué estreno. Se estaba tan a gusto… Y es que yo no soy persona aunque me tome dos cafés con sal a primera hora. Leí el otro día que los que salen a correr de madrugada se activan antes. Ella sabrá. No sé si es recomendable vivir tan activado. Es algo que no nos preguntamos cuando empezamos a vivir juntos y quizá ahora sea tarde para plantearlo. Bueno, no perderé más el tiempo en planteamientos filosóficos porque le he oído mover la cucharilla del café durante demasiado tiempo. Justo ese par de segundos extra en los que me muestra su impaciencia.

Total, qué más da. Me pondré… mira. Una camiseta debajo del montón de las toallas. Arreando. Con esto y los pantalones con los que me acosté anoche. ¿Me coloco gorra? ¿Los runners llevan gorra? Debería asomar a verles un día. Así aplaudiría un rato a mi chica y conseguiría puntos-pareja. Coño, qué frío está el suelo. Los calcetines no me los quito ni para atrás.

Hala, corriendo a todo trapo.

– Hey, ¿dónde está el café? Digo el azúcar. ¿Has cambiado todo de sitio?

Lo cambia, lo mueve, no encuentro nada. Estoy un poco harto de estos deportistas y su dinamismo. Por más prisa que me doy buscando el azúcar, más se ríe ella. Ah, aquí está el azucarero.
Sonreiré. Ella se lo merece. Dios, haz que esta tortura sea corta.

Diario de un corredor en vacaciones (2)

1.

Os escribo desde Amsterdam, Países Bajos. Se ha levantado viento esta mañana y he decidido estrenar las vacaciones, merecidas, con un trote por el céntrico Vondelpark. No eran las 7am cuando ya éramos tres los corredores que pisábamos la hierba del parque más emblemático del centro de la ciudad de los canales.

Sabréis muchos que Amsterdam es mi ciudad. En ella me independicé y me hice adulto. En ella me colocaron el alias ‘spanjaard‘ y por ella empujé horas y horas el carro con los críos recién nacidos. El recuerdo de hoy, con los críos aún durmiendo en el apartamento que hemos alquilado, y diez años más tarde, ha durado treinta minutos de suave correr.

Bloguear para 20Minutos aún no da para que me costee una suite en el Krasnapolsky, donde los desayunos de buffet en el salón colonial. Insistiré a los jefes. Dadme tiempo.

2.

Se cumplen doce años desde que trotábamos por esas calles llenas de gente, bicicletas, turistas y corredores  el bueno de Pablo Villalobos, Amaya Sanfabio y yo. ¿O venía Amaya en bicicleta, acompañando al trotador que acompañaba al mediofondista?

El tiempo vuela.

3.

Al cruzar a mediodía por el parque, de nuevo, he podido escanear mentalmente los usos del auténtico corredor recreativo holandés. Dicen que hay un millón y medio de corredores habituales. El país contiene dieciséis millones de personas. El término ‘recreant‘, en el mundo runner holandés, sencillamente engloba a todos los corredores sin licencia KNAU (hoy ‘AtletiekUnie’, federación de atletismo neerlandesa). Pero es una clasificación separada en casi todas las carreras populares.

¿Diferencias con el término fun runner británico? Pocas de tipo conceptual. Una es crucial, eso sí. En los Países Bajos es una categoría oficial. Los holandeses gustan de clasificar y hacer oficial un montón de cosas. Tener registrado el concepto de corredor recreativo es una manera de verlo.

Tener registradas según qué cosas les ha traído más de un dolor de cabeza. Desde el censo de 1830 se registraba la religión de la población residente. Fue de horrenda utilidad para el régimen del terror nazi. Lecciones que da la historia.

4.

Esta noche cenaremos en un restaurante etíope. Si encuentro los secretos de la interminable fuerza interior de los corredores del altiplano, lo contaré mañana después del entrenamiento.

Microentrevistas: «Nunca correré…» (II)

Segunda entrega. Sigamos ahondando en comprender qué hay de este mundo que no atrae. Cuanto más conozcamos nuestros defectos… más avergonzados podremos sentirnos. Para los más vitriólicos lectores, sí. Es un formato estándar de preguntas. Haceos a la idea que os habéis drogado profundamente y apenas recordáis si el insulso planteamiento (y plano y sin valor estadístico) de esta microentrevista lo habéis leído ya en la entrevista anterior o si circula como un deja vu en vuestro cerebro.

Sobre las vergüenzas. Es posible también que esta vergüenza propia nos lleve a salir a correr con más espíritu crítico. O presumiendo que el planeta está en nuestra contra. Esto ya sería para que nos adscribiéramos directamente en un blog de psicoterapia.

Que posiblemente también nos haga falta.

Copyright Javier ArcenillasEntrevistamos a Javier Arcenillas, uno de los fotógrafos más nombrados de la nueva hornada. Premios ‘Arts Press Award’, ‘Kodak Young Photographer’ y ‘Premio Mingote de Fotografía 2012’. Ha expuesto su trabajo en PHE11 FotoEspaña. Tampoco corre (endemismo a extinguir, o no).

Pregunta: Javi, ¿corres?

Claro, de la policía en manifestaciones, de los Sicarios en Centroamerica y sobre todo de los problemas, pero al parecer voy siempre mas despacio que ellos…

[P]: A tu edad, ¿te consideras ya caso perdido para probar a correr?

No, pero supongo que no tengo la excitación necesaria para ello, me motivan más otras cosas

[P]: ¿Crees que esto del running es una moda o un sincero ejercicio de la sociedad para ponerse en forma?

Hay de todo, conozco personas que para ellos es mas normal que comer y otras que en sus ideas y planteamientos solo está guardar la línea…

[P]: ¿Una infancia dura en Educación Física en el colegio sería la excusa perfecta para no correr?

No lo creo, a pesar de que personalmente en el colegio (antes claro está) la típica gimnasia era lo mas aburrido del mundo.

[P]: Algún otro deporte te podría servir como puente… fotografiarás un montón de ellos.

Siempre hice Baloncesto, Escalada y diversos deportes de puro riesgo pero mas por la exaltación de las hormonas que por un puro placer de practicarlos. Probados todos, ya no me parecieron tan extraordinarios. Fotograficamente realizo bastantes maratones, cross y actividades deportivas cada año, supongo que ese estrés por trabajar también con el deporte no me hace verlo de la misma forma de los que compiten en él.

[P]: Entonces, ¿no piensas entrar al trapo y salir al trote?

Creo que no, jajajaja.

[P]: ¿Aceptarías una potencial pareja sabiendo que el/ella sí es apasionado seguidor del running?

Claro que sí, sin duda.

[P]: ¿Qué prefieres leer u oir? ¿’running’ o mejor ‘salir a correr’?

Salir a correr y running significan lo mismo si sabes inglés.

[P]: Y, claro, ni por esas.

(Carcajadas) Ni por esas.

[P]: En esta sociedad tan tonta y esteticista, ¿aceptarías correr como remedio rápido para mejorar tu apariencia física?.

Me importa la capacidad de pensar y de hacer mas que la de aparentar. Pero los grandes deportistas suelen, digo suelen, ser grandes personas. El deporte es una de las extensiones del alma que se acepta, se comparte o se practica

[P]: ¿Qué te sugiere oir en el rellano de la escalera: «Natividad, cierra la puerta que me voy a correr»?

(Decir que esta pregunta está siendo muy aplaudida por los entrevistados. Javier se monda) Jaja, algo muy español…

[P]: ¿Abominas de su propaganda o simplemente correr y tú vivís esferas paralelas?

Esa es la palabra exacta, vivimos en realidades paralelas.

[P]: Entonces, si tuvieras que ordenar las palabras «cafelito», «sudar» y «glamour»…

Acepto las tres sin dudas ni remordimientos, todo a su justo tiempo y medida.

[P]: Dime cómo podría argumentar en tu propia contra. Quizá así el próximo entrevistado…

Mira, yo por solidaridad, empatía y rebeldía me pongo a correr.

[P]: Sugiéreme con toda la maldad del mundo alguien para la próxima microentrevista.

Alguien de letras que corra…. esa sí es una gran entrevista.

Microentrevistas: «Nunca correré…» (I)

Reconciliémonos con quien no nos comprende, ni comparte o apenas muestra simpatía por correr. Hay gente que no y es que no. Pero ¿qué les lleva a no plantearse siquiera probar? Aprendamos de sus disensiones para pillarles desprevenidos algún día o, al menos, tener argumentos para discutir con ese compañero de oficina o amiga.

De este gremio es David Vivancos, un prometedor escritor de microficciones (de su Blog Grimas y Leyendas surgió Cruentos Ejemplares, 2012, Ed. Seleer) y que tuvo el honor de ser escogido como conejillo de indias para la primera microentrevista. La verdad sea dicha, un poco al azar, entre mis amistades. Y que no corre ni trota ni se confiesa pro- o anti-correr. Cosas de literatos.

En este sentido tengo que decir que sí, que también tengo amigos que me ven como un emplasto caído de otra constelación. Tiro de él para ametrallarle con esta entrevista que ha salido de mi cabeza mientras otros discutían sobre si la San Silvestre Vallecana es un negocio o no. O sea, corriendo.

Miedo me da.

Pregunta: David, ¿corres?

Ni hablar.

[P]: A tu edad, ¿te consideras ya caso perdido para probar a correr?

Un caso perdido. No habría sabido expresarlo de mejor manera.

[P]: ¿Crees que esto del running es una moda o un sincero ejercicio de la sociedad para
ponerse en forma?

No, no creo que sea una moda. Entiendo que es demasiado sacrificado. Tampoco pienso que sea un sincero ejercicio de la sociedad. Dejémoslo en que es un ejercicio de una parte de la sociedad para ponerse en forma. Una parte minoritaria, a mi entender.

[P]: ¿Una infancia dura en Educación Física en el colegio?

Durísima. Todavía no he podido escapar al olor del gimnasio, ya sabes, del cuero del potro y de las colchonetas. Me persigue, lo tengo aquí metido. Cuando veo un plinto o unas espalderas me estremezco. Oír esos nombres me pone los pelos de punta. En mi colegio se estilaba lo que se llamaba la hoja de disciplina, donde el profesor anotaba diariamente los desmanes de los alumnos. No presentar las tareas, cosas así. Tuve el honor de ser uno de los pocos mencionados por el profesor de gimnasia, un tipo sañudo
con pasado benemérito. “Ojo, bajísimo rendimiento”, decía la nota. ¿Cómo olvidarla?
Todo eso acabó al llegar al instituto, donde nos hacían tirar a canasta, dar volteretas, saltar a la comba y poco más y dejé atrás, definitivamente, todas aquellas prácticas sádicas que me ocasionaron unos cuantos suspensos en el colegio.

[P]: Algún otro deporte te podría servir como puente… Eres fan del fútbol de base.

Más que del fútbol base, al que yo asocio a equipos cadetes, infantiles o juveniles, soy seguidor del fútbol territorial o, digamos, más modesto. Soy socio y aficionado incondicional del Club Esportiu Júpiter, un club de Barcelona de historia centenaria al cual he seguido durante los diez últimos años por campos de tierra y categorías que ni siquiera sabía que existían, hasta su retorno a la Tercera División. No, amigo, el fútbol o el baloncesto o la pelota están muy bien para verlos confortablemente sentado pero no para practicarlos.

[P]: Entonces, ¿no piensas entrar al trapo y salir al trote?

Yo al trote no salgo jamás de ninguna parte. Y menos de una entrevista.

[P]: ¿Pedirías salir a una potencial pareja sabiendo que sí es apasionada seguidora del running?

No veo por qué no.

[P]: Como escritor, ¿aceptarías ‘running’ o mejor ‘salir a correr’?

Salir a correr, obviamente. Y más desde que me enteré de que running se pronuncia algo así como raning. Qué despropósito. El otro día un amigo me comentó que en el gimnasio hacía spinning. Le pregunté qué demontre era eso y, para mi sorpresa, me contestó que bicicleta estática. Imagínate. No entiendo qué puede empujar a alguien que pedalea encima de una bicicleta estática a decir que hace spinning. Para qué engañarte, tampoco entiendo, dicho sea de paso, qué puede empujar a alguien a pedalear encima de una bicicleta estática.

[P]: Y, claro, ni por ésas.

Ni por todo el oro del mundo, que suele decirse.

[P]: En esta sociedad tan tonta y esteticista, ¿aceptarías correr como remedio rápido para mejorar tu apariencia física?

Desde luego que no. Si así lo creyera ya habría empezado, ¿no crees? Porque aunque me hayas presentado como a un joven y prometedor escritor, algo que agradezco a pesar de que considero que contiene un par de inexactitudes, años tengo unos cuantos.

[P]: ¿Qué te sugiere oír en el rellano de la escalera: «Natividad, cierra la puerta que me voy a correr»?

Por lo que tengo entendido, quienes suelen pronunciar ese tipo de frases lo hacen a unas horas en las que yo acostumbro a estar durmiendo. Espero no encontrarme jamás en esa situación de pesadilla que describes.

[P]: ¿Abominas de su propaganda o simplemente correr y tú vivís esferas paralelas?

Paralelas no lo sé pero sí en esferas diferentes. No abomino en absoluto. Que no comulgue con ello no quiere decir, de ninguna manera, que tenga nada en contra de quien practica eso del correr. Faltaría más. Entiéndaseme: que no corra no quiere decir tampoco que tenga la actividad física de una anémona. Lo que pasa es que yo soy más de caminatas.

[P]: Entonces, si tuvieras que ordenar las palabras «cafelito», «sudar» y «glamour»…

Ya están bien en el orden en que las has enunciado. No es que me apasione el sudar pero se me ocurre alguna que otra manera satisfactoria de hacerlo. Definitivamente, sí, el glamour cerraría la lista. Quien me conozca un poco no se sorprenderá al leer mi respuesta.

[P]: Dime cómo podría argumentar en tu propia contra. Quizá así el próximo entrevistado…

La crisis obliga a suprimir el transporte público. Y me hacen entrar al trabajo una hora antes. Ahí tienes el argumento definitivo que podría acabar obligándome a correr.

[P]: Sugiéreme con toda la maldad del mundo alguien para la próxima microentrevista.

Fernando Romay. Ah, ¿con toda la maldad, dices? Mejor, entonces, el Rey.