Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Archivo de octubre, 2013

¿Serías capaz de seguir su ritmo?

El canal YouTube de AsicsAmerica ha colgado un vídeo en el que se te ofrece la oportunidad.

¿Seguirías el ritmo del maratoniano norteamericano Ryan Hall?

¿Durante más de uno o dos minutos?

Colgados de un arnés, los que han querido probar han visto a la velocidad que hay que mover el cuerpo para alcanzar los fatídicos veinte kilómetros por hora.

Todo forma parte de una campaña de Asics de cara a este fin de semana. Se ha instalado en el corazón de Nueva York, donde el domingo se celebra el gran espectáculo del año: el ING New York City Marathon. El mito trasladado al mundo del corredor de la calle y del parque.

Pues bien. Esa es la velocidad que sostendrá cualquiera de los diez primeros clasificados en la carrera.

No lo intentéis en casa. Va en serio.

Participa y gana uno de los 10 dorsales en juego para correr los 10km de Madrid

A todos los que venís a leer buscando entretenimiento, reposo, que os den la razón o quizá fotos de atletas desnudos y desnudas, ha llegado el momento de sacar algo en claro de esta rocambolesca bitácora.

Resulta que la RFEA, organismo gobernante de atletismo español y organizador por tercer año de un sólido y homologado circuito de carreras en ruta, nos ha dado vía libre para que DIEZ DE VOSOTROS participéis GRATIS en la prueba del próximo 9 de Noviembre, en los 10km de Madrid.

Una carrera de 10 kilómetros, homologada, y con las palabras «vosotros», «dorsal» y «gratis» en la misma frase. ¿A qué esperas?

Tras las buenas acogidas de Sevilla, Oviedo y Palma de Mallorca, con más de mil participantes en cada una de ellas, llega el turno de Recoletos, la Cibeles, Retiro, la puerta de Alcalá… libres de tráfico para el próximo sábado 9 de noviembre.

¿Qué hay que hacer?

Punto uno. Para participar hay que responder en los comentarios de este post en la página de Facebook de 20minutos o con el hashtag #10KM20M en Twitter a la siguiente pregunta:

¿En qué piensas cuando corres?

Punto dos. Se premiarán la originalidad y la creatividad. Estamos en la era de la participación pero también en la de la masa que no opina. No caigamos en la era de la mahonesa en las venas. Demostrad que el correr despierta en vosotros algo más.

En juego, poder participar en esta prueba. Las bases completas, aquí.

Kilómetros x alimentos 2014

Kilómetros corridos por una buena causa. Después de una edición plagada de buenas intenciones y mejores resultados, los chicos del grupo de corredores DrinkingRunners vuelven a la carga.

Y es que la II fase de la campaña #KmsXalimentos suma en un mes más de 3.000 kilos de comida. Ha arrancado con una fuerza inusitada. Hagamos memoria. En la temporada pasada, un grupo de aficionados y practicantes del más saludable de los entretenimientos (descontemos aquí el sexo) lanzó una iniciativa solidaria: consistía en aportar kilos de alimentos al mismo ritmo que se corría.

Como explican en su nota de prensa, esta temporada ha arrancado con fuerza. Han sido varias las carreras en las que se han recogido kilos de comida en las últimas semanas, como las organizadas por Eventsthinker (Carrera Juegaterapia, Duatlón de Valdebebas o el Cross de la Moraleja) o la FunRun de la Agencia Espacial Europea. Cabe destacar además, el éxito de la Carrera de la Ciencia, donde una avalancha de corredores solidarios llevó el pasado 20 de octubre más de 920 kilos de alimentos a los puestos de recogida instalados por el equipo. A estos hay que sumar los 200 que aportará la organización de la prueba.

121013evatome1011

Así todo, el próximo día 3 de noviembre hay una buena excusa para correr y echar una mano al banco de alimentos.

La cita será a las 9.30 en la Casa de Campo de Madrid, junto al parking del Zoo. Se realizará un rodaje de 5 o 10 km por la Casa de Campo de todos los corredores que se quieran unir. Se formarán grupos dependiendo de la distancia a recorrer y los ritmos. Se realizará un calentamiento previo. En esta cita se contará con la presencia del atleta Víctor García, olímpico en Londres 2012 y bronce europeo en 3.000 obstáculos, que dirigirá el entrenamiento y dará consejos a todos los corredores populares allí presentes.

Todo lo sumado en esta campaña de invierno se entregará tras realizar una gran compra final al concluir la nueva fase de #KmsXalimentos tras la Maratón de Sevilla el 23 de febrero de 2014.

Hombre contra gimnasio (3)

Pasan las semanas. Crece el pelo de las piernas (sobre este asunto tomaré nota para un post en breve). Se cae el pelo de los árboles y se nos caen los pelos de la cabeza. Y uno intenta ver resultados de esa aproximación al gimnasio por parte del corredor sin chicha ni limonada.

Como iberos, somos humanos con una visión de plazos y resultados bastante precipitada. Nos preocupan los resultados que no son visibles en un par de semanas. Es así y no hay más vueltas que dar.

La fabricación de músculo ha sido un parcial fracaso después de dos o tres semanas. Nos asoman unas anchuras en brazos y hombros, pero eso no son músculos.

El peso ha aumentado. De natural psicóticos, los corredores creemos que un kilo más supone siempre un lastre. Si se corre, se cae en la búsqueda de «afinar» al máximo. Chicos y chicas que empezáis en esto: no lo hagáis. El peso está ahí. El músculo pesa.

En realidad ese músculo está echando una mano (o lo hará) y descargando de faena a alguna articulación. Todo llegará, lo cual es un mantra que debemos repetirnos. El gimnasio funcionará a medio y largo plazo.

¿Qué hemos podido probar?

Para que os sirva como pista, os contaré un par de rutinas que (1) me hacen sudar a chorros y (2) creo que tienen utilidad para complementar esas deficiencias que todo corredor presenta. y son consejos acientíficos. Por el amor de Dior, que esto es un blog de opinión, no de referencia. Tomad todo esto con distancia.

La máquina de remo es un ejercicio que se parece bastante a correr. Sin hacer mucha fuerza, es fácil estar 10 o 12 minutos a ritmo moderado y trabajamos mucho abdominales, cuadriceps y el tren superior a un ritmo de respiración similar al que llevamos corriendo. Al bajar de ella suelo poner todo ese aparataje corporal en la cinta y transferir el esfuerzo al correr. Según duelen los brazos y los hombros, tiene que ser bueno.

La bicicleta que no va a ninguna parte, también llamado spinning. Uno hace un ejercicio bastante parecido al correr, es lineal, no explosivo. Trabaja gemelos y aquiles y todo el grupo empresarial del muslo. Cuenta con la ventaja que los músculos trabajan sin recibir el impacto del talón contra el suelo.

Su desventaja es no poder adelantar nunca al que tienes delante. Es lo que tiene una bicicleta anclada al suelo. Pero intuyo que ya contabais con ello.

Asunto estética. Podría empezar a contar qué se ve en las duchas. Hay cuerpos que no tienen arreglo. En cualquier caso, habrá que esperar a una mutación o a que pase medio año. Lo digo por uno mismo.

Una montaña en medio de Barcelona

Collserola. Una montaña que está en mitad de la ciudad, del área urbana. Y la vamos a usar para correr hasta que nos caigan los goterones de sudor por la rabadilla.

De hecho ya se usa para eso. El Parc de la Collserola es un pulmón extra que le surge a toda la comarca del Barcelonés en las últimas décadas del siglo pasado. Antes de ser transformado en un terreno a preservar, los barceloneses teníamos aquella referencia como el lugar donde estaba instalado el parque de atracciones del Tibidabo, su basílica, el cementerio y los depósitos de gas de la carretera de Cerdanyola y algunas barriadas donde las pendientes nos hacían aprender a caminar cuesta arriba y cuesta abajo.

Llegaron los años del diseño previo a los Juegos de Barcelona’92. Algo había que hacer aparte de plantar la torre de comunicaciones. Así que en 1987 se creó el Parque de Collserola, una entidad de 8.465 hectáreas. Y se fue convirtiendo en un lugar con estupendos caminos para correr, montar en bicicleta de montaña. Con este panorama tan al lado de casa, el próximo 23 de Noviembre se lanzan a organizar el Compressport Ultratrail Collserola de la ciudad de Barcelona.

 

En medio, dos nombres expertos y un ramillete de marcas. Tanto Mònica Aguilera como Marc Ràfols, dos corredores con gran recorrido dentro del mundo de la competición de larga distancia, forman parte de la organización de la competición.

¿Es apetecible aprovechar las sendas y caminos de un entorno así? Cómo no. Pero además, Barcelona cuenta con un privilegio parecido al de otras ciudades españolas. A menos de una hora de desplazamiento, prácticamente la totalidad de sus habitantes pueden disfrutar de un entorno natural.

Por lo tanto no podremos paladear esas laderas sobre las que escribía Eduardo Mendoza en «La ciudad de los Prodigios»:

Además de aquellas maravillas el jardín tenía recodos innumerables, pabellones, quioscos, templetes e invernaderos, avenidas misteriosas, de trazado deliberadamente confuso, por las que el paseante podía extraviarse sin temor y en cuyas revueltas podía toparse inopinadamente con la estatua ecuestre del emperador Augusto o con el semblante grave de Séneca o Quintiliano en sus pedestales respectivos, a través de cuyos setos conversaciones clandestinas podían ser oídas, citas amorosas sorprendidas y besos apasionados espiados a la luz de la luna. En los prados que se extendían en siete terrazas escalonadas en la falda de la montaña evolucionaban parejas de pavos reales y grullas egipcias.

Pero vamos a dar rienda suelta a toda la fiesta de correr por el campo. Caminos para mí desconocidos, vistas con las que me crié, una mezcla de sensaciones. En el mismo centro de Barcelona. A dos patadas del Carmelo o del Turó.

¿Se asentará esta prueba y pasará el corte de un calendario cada vez más saturado? . Para la Ultratrail de 74km y la Mitja Volta al Parc de 43km hace tiempo que no hay dorsales disponibles y las bajas se han ido cubriendo con la lista de espera. O sea, casi 1.500 corredores que ya hemos confiado en el caramelo.

Lo veremos en nada.

En correr, ¿qué es mucho y qué es poco?

Basta ya. Dejemos de acusarnos y de reprochar los méritos de unos y otros. No es agradable ver cómo hay mil prismas o modos de ver esto. Que esto es, básicamente, poner un pie detrás de otro.

«Huy, tú es que corres mucho».
«Uf, yo es que ahora me dedico a hacer medios maratones y maratones»
«¿Cómo vamos a correr juntos con lo que tú le zumbas?»
«Voy a correr los ochenta kilómetros de X como preparación de los ciento cincuenta de Y»

Y así vamos. Siempre con la excusa separadora por delante. Regañados como los cercopitecos. Los de culo rojo.

Noto que es algo que ha calado a todos los niveles. Desde el más profesionalizado corredor popular que transpira atletismo, hasta el temeroso novato que piensa que los tipos con cara de hambre nos veríamos molestados si nos saludan.

¿De qué vamos?

No. Es totalmente en serio. «Deja a cada uno que corra como quiera», escribiréis. Venga, escribidlo. No os comáis las uñas, si al final esto es un blog de opinión y todas valen lo mismo.

¿Qué es mucho y qué es poco?

Como muestra, un botón. Servidor de vosotros, hasta hace unas semanas, pensaba que 2013 era un año casi perdido, de transición. Apenas he tenido tiempo -pensaba- de armar dos meses buenos. Podía haber llegado a la conclusión de que, durante el verano, cierto abandono me habría invadido. La de carreras nuevas que van saliendo. La de viajes perdidos. Qué palizas me he perdido pensando en que no podría estar a la altura. Y he corrido en invierno dos veces más de 42km, el maratón de Madrid en Abril, por las sierras cántabras otros 43km en Mayo, y otros tantos en Noviembre por las sendas del Parc de la Collserola (esta será la 87ª carrera de 42km o más que haga en mi vida). Cinco maratones de asfalto o montaña en un año.

¿Y tengo los huevos de planteármelo en términos de «año perdido»?

Ya digo que somos materialmente injustos con los que no pueden sacar tiempo para correr. O los que deben parar a los quince minutos de trote. Por forma física, tiempo, ganas, facultades o pasta para abonar las inscripciones. Un diligente opinador del mundillo (cuyo nombre no daré para que no me cobre naming rights) dice que somos gilipollas.

No es del todo cierto. No somos. Nos hemos hecho. Queda tan lejos la época de Felisín Carvajal

¿Facebook mide los maratones del mundo?

Una de barra de bar. He pensado que Facebook mide (de aquella manera) los maratones del mundo.

¿Cuánto? ¿cómo? ¿Qué dices?

Se me ha cruzado por medio un pequeño juego. He mirado si podría haber cierta correlación entre datos, a partir de los ‘me gusta’ que tiene cada carrera de maratón. Es interesante ver si se corresponde con un volumen muy parecido de inscritos (y algo menos a los llegados a meta). Que viva la estadística.

¿Valdrá para algo?

Vale. Si uno es community manager le puede servir para ponerse las pilas. Si es organizador, le terminará -o no- de convencer sobre la importancia de estar ahí, presente. Indudablemente es una cifra que nada más mide la popularidad de la red. En algunos casos esta popularidad se traslada directamente a los participantes. En otros (Boston) los datos desbarran por evidentes motivos de popularidad después de hechos puntuales (los atentados del Abril pasado). En el caso de la Marine Corps, os invito tal cual a ver las cifras.

 ¿Me pone aquí un cortado y un zumo?

Sigamos. No es tan fácil. Tiene su miga. He mirado qué porcentaje de esos ‘Like’ se traducen realmente en participantes. Un ejemplo: veinticinco mil de los veintiocho mil ‘me gusta’ en el perfil se prenden el dorsal en la camiseta. Podríamos decir que los participantes han sido un 85% de ellos. No es representativo de nada, o quizá de bastante, pero… lo he llamado porcentaje de efectividad social de la red  (por decir algo).

Al contrario, podría decirse que con un éxito relativo en participación, no son capaces de arrastrar un número similar de seguidores en facebook.

Lo mismo es solamente una desviación de cifras.

Pero sí hay dos tipos de cifras: las equilibradas, que se encuadran en el rango 90-110%, con valores muy similares entre redes sociales y dorsales, y las dispares, que (a) tienen muchos más seguidores que corredores o (b) muy pocos seguidores para la cifra final de participantes.

Camarero, otro café. Y un pincho de tortilla.

¿Qué pensáis vosotros?

mara. – Like/FB – Corren – (%+/-VAR)
Boston – 128.454 – 26.813 – 20.9%
Nueva York – 92.780 – 46.795 – 50.4%
Tokio – 28.494 – 25.000 – 87.7%
Paris – 34.358 – 38.690 – 112.6%
Berlin – 34.785 – 40.967 – 117.7%
Londres – 59.838 – 34.631 – 57.9%
Honolulu – 12.258 – 30.898 – 252%
Marine Corps – 83.135 – 30.000 – 36%
Viena – 15.308 – 10.500 – 68.6%
Hamburgo – 6.665 – 11.446 – 171%
Estocolmo – 7.225 – 15.680 – 217%
Praga – 17.889 – 5.690 – 31.9%
Frankfurt – 15.589 – 12.436 – 125.1%
Barcelona – 12.589 – 14.776 – 117.4%
Valencia – 12.924 – 7.781 – 60.2%
Madrid – 12.269 – 10.164 – 82.8%
Sevilla – 3.479 – 5.963 – 171%
Murcia – 989 – 2.020 – 204%

Datos de Fb a 22 de Octubre 2013, 15:40h. Datos de participación, wikipedia.org y websites de pruebas.

Él, runner. Ella, no runner.

corredoresas1

Hace unas semanas la estupenda bloguera y mejor corredora Rosa Asensio me lanzó un guante. En ese duelo de zarzuelilla la chica era la corredora. Él, bueno. Eso. Afortunadamente las tornas cambian. Se lo devuelvo.

Él (corredor).

El sábado es su cumpleaños. Lo tengo todo controlado. He pensado que es el momento en que se inicie en esto de correr. Tenía que comprar unas medias de compresión y mirar las rebajas -ando con un par de zapatillas con más de seiscientos kilómetros- así que me ha solucionado el regalo.

He visto unas mallas pirata que le van a sentar de miedo. También tenían una faldita corta de corredora pero no me he atrevido. Así que eso y un modelo de pronadora para chica. Para ellas diseñan unos colores brutales. Aunque dudo que sepa qué es ser pronador o supinador. No me hace mucho caso cuando pasa por detrás de mí y gira la vista a mis intervenciones en foros o en facebook.

Verás que sorpresa. Ahora podremos compartir más tiempo juntos, aunque yo tenga que entrenar rápido y ella, bueno, podemos calentar y estirar juntos y ducharnos. Sí. Este año he acertado con la compra. Cuando me meto con los complementos suelo ir de fracaso en fracaso. Termino de hacer el café y algo sólido y se lo llevo a la cama.

-«Hola amor. ¡Toma, tu regalo de cumpleaños!»

(Un silencio helador se extiende por el apartamento mientras ella abre el envoltorio de una evidente tienda de deporte)

——

 Ella (no corredora).

¡¡Por fin es sábado!!! No, un sábado cualquiera, ¡¡¡noooooo!!!  Es el sábado de mi cumpleaños.

La verdad es que no sé si prefiero que él se acuerde o no de mi cumpleaños. Yo sé que pone interés pero …. No hay año que acierte con el regalo, o escoge bolsos que sólo llevaría su madre o joyonas de esas que nunca me ha visto puestas y sabe detesto pero que aún así me regala. Debe ser eso de las carreras, tantos kilómetros no le dejan mucho más para pensar.

De cualquier manera, que se acuerde es un detallazo. Así que, sea lo que sea, me gustará aunque espero no haya perdido el ticket-regalo.

Ahí está. Trayéndome el desayuno a la cama. Lo miro. Ya estamos con la papilla esa de avena que toman los runners. Le miro. Sonrío.

– «Gracias, cariño».

Y de repente le veo que saca algo de debajo de la cama. ¡Mi regalo! Lo miro con detenimiento. Ni idea de la tienda donde lo ha comprado. Miedo me da. Rompo el papel de regalo de la “tienda desconocida” y…. ¿qué es esto?

Sonrío intentando disimular mi cara de: “Qué coño es esto?, ¿Por dónde me lo pongo? ¿Para qué ocasión?»

– “Son unas mallas pirata”, me dice emocionado. Mira que tiene ganas de que salga a correr, pero buffff, la sola idea de ponerme a sudar me da pereza. ¿Unas mallas pirata? ¿Para qué? ¿para jugar a los piratas mientras ese micro-pantalón me comprime de tal manera que no puedo ni respirar y me salen las lorzas por encima de la cinturilla?…Sonrío.

Aún hay más. ¡Unas zapatillas!

– “Son pronadoras”, me dice. Prona… ¿qué? Le miro como preguntándole si me está insultando. La verdad es que las bambas estas son chulas. De colorines y molan hasta los cordones. Quizás pueda llevarlas con los vaqueros que me compraré cuando descambie la otra prenda del demonio.

Sonrío y le beso. «Gracias cariño».

Aprovecharé cuando se vaya a correr a buscar el ticket regalo.

El gimnasio me mata (2)

Nosotros corremos. Ya os conté el otro día que corremos tanto que deterioramos algunas partes del organismo. No es que correr sea malo. Ni agresivo. Tienes que ser muy cafre para cascarte algo. Oye, que sucede. Pero el límite de lo cafre, ya sabes,»¿Dónde está el límite?«.

Correr es tan simple que abandonas grupos musculares casi enteros. Pasan los kilómetros y adelgazas, pierdes masa muscular. Y es cuando toca ir a por esas máquinas y compartir ducha con esos máquinas. En definitiva, hay que hacer uso de ese bono anual de camino hacia la tonificación, la salud integral del corredor y no sé cuantas cosas más. Al gimnasio, por la gloria de mi madre.

Hoy tocaba algo resumible en un tweet pseudomatemático.

Y luego encontrar el aire perdido, y seguir sudando mientras uno se ducha, seguir sudando más con las pulsaciones todavía buscando su ser, y salir a la calle.

Y coger frío. Solamente por no coger frío es cuando uno se mete al bar y comparte barra y periódicos de fútbol con los habitantes de la zona industrial deshabitada.

¿Qué podía haber salido a correr por el campo? También. Pero si me hubiese dado ese lujo a las siete de la mañana ahora estaríamos hablando de un ritmo en progresión, de qué cantidad de conejos se han reproducido por los montes y parques de la periferia madrileña. Todo sería más psicotrópico. Y no habría quedado nada de espacio para esa maquinaria fordista de producción de músculos en masa. Siete kilómetros, corriendo hasta que salía un ciento ochenta en el monitor de pulso. Mañana cuento qué pasa con esas zapatillas que salen volando cuando soplas. No se me olvidará, por lo bucólico o por lo penal.

Odio eterno al Running moderno.

El cáncer no quería que Chadia corriese (Día Mundial contra el Cáncer)

Rescato el post del pasado martes. Hoy 19 de octubre es el día contra esta familia de enfermedades.

Correr es agotador. Cuando un tratamiento médico contra el cáncer provoca que tu cuerpo engorde treinta y cinco kilos, correr es un imposible. Un imposible.

¿Y qué hago? ¿Me quedo tumbada en la cama?

Lo hemos oído tantas veces que nos parece cotidiano. Pelear contra la enfermedad. Pero es un modo heroico de salir a luchar contra ese imposible.

Cubierta. Corredora

Chadia nunca había corrido. Tampoco había escrito nunca un libro ni había pasado por el traumático proceso una quimioterapia, radioterapia y anticuerpos humanos. Pero todo llegó. Le habían quitado un pecho y hecho una reconstrucción con músculo y piel de la espalda. Incapacitada para un buen ramo de deportes.

Peleó porque su corazón respondiera. El tratamiento le había mermado la capacidad de trabajo de ese órgano vital. Pero siguió un minuto más que el día anterior. Y correr se convirtió en algo que necesitaba como el vivir.

Correr era demostrar ese impulso de la vida.

El 19 de noviembre presenta un libro. Se llamará «Corredora de la Vida» y será publicado por la editorial Sial-Pigmalion. Lo de menos, quizá, es que se trate de un libro que habla de correr. Chadia vive en una fase de explosión vital. Pasó de arrastrarse para completar un kilómetro más que el día siguiente a sentir que correr le daba un extra.

Estuvo trabajando para los demás y comprendió algo sobre cómo funciona la cabeza en una enfermedad. Hoy cuenta cómo superar todas las noticias, como relacionarse con los médicos y el sistema, las diferentes terapias complementarias que utilizó. Chadia entendió que hay que aceptar la enfermedad como un «proceso de humanidad».

Humanidad que en otros lugares falta. Empresas que despiden un empleado por tener un cáncer o una enfermedad dura. Humanidad que le sobra a ella. Tanto que, en Abril, participaba en el medio maratón que se organizaba al mismo tiempo que el Maratón de Madrid. En el kilómetro dieciséis cometió un error y, en lugar de seguir por su recorrido de 21 kilómetros, tomó la calle Fuencarral para abajo. Cuando se dió cuenta decidió intentarlo. Terminó el maratón completo.

Es un torrente que contagia entusiasmo.

Ejercita su papel como voluntaria en la unidad de oncología del Hospital de la Paz. A enfermos y también a familiares. «Por que veo que quienes necesitáis más información sois los familiares de los enfermos». En efecto. No sabemos qué decir, si hablar al paciente o no hablarle sobre su situación. En muchas casas hay una Chadia peleando por su vida.

En mi casa hay una Chadia, sin ir más lejos.

La parisina corredora ha trabajado con los doctores de las unidades de ese fabuloso hospital de Madrid. A través de su experiencia está convencida que ser más humanos ayudará a que doctores y pacientes afronten mejor esa terrible familia de enfermedades. Los primeros, como dice el Dr. José Ignacio Sánchez, con un simple gesto, dando una mano al paciente. Conectando con él o -como este caso- con esa mujer que teme por su vida y a la que se le ofrece una solución quirúrgica donde el resultado estético puede ser incierto.

El valor de unos y otros es mirar al fondo del pasillo y buscar un lugar más allá. Es lo que muchas veces hacemos como corredores.

Preguntarle a nuestro miedo si no tiene otra cosa mejor que hacer esa tarde.

Quizá no se equivocó del todo en ese kilómetro dieciséis.