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Queremos buenas tarifas telefónicas y que se ajusten a nuestros bolsillos

Parece mentira que todos, o casi todos, tengamos móvil y ni por ésas logre uno encontrar tarifas competitivas. Da igual que seamos muchos los que lo utilicemos como algo que forma parte desde hace años de nuestra vida cotidiana. Las empresas van a lo suyo y, de hecho, las telefónicas son las empresas más reclamadas, junto con los bancos y las empresas de energía, según confirma la OCU.

Ante este asalvajado panorama, ha sido precisamente la organización de consumidores de referencia en España quien que se ha lanzado a tratar de conseguir que la unión haga la fuerza para pagar menos en la factura del móvil.

Y propone su II Compra Colectiva de Telefonía a todos los consumidores, que puede permitir un ahorro de más de 180 euros anuales en la factura del móvil, sin permanencias de ningún tipo y con la posibilidad añadida de obtener un smartphone de última generación a un precio razonable. Cuantos más inscritos, mayores y más ventajosas serán las posibilidades de ahorro.

La OCU ya ha organizado compras colectivas de energía, gasolina aire acondicionado o pellets y ahora aborda la segunda de telefonía, a la que puede apuntarse gratis y sin compromiso cualquier persona mayor de edad hasta el 30 de octubre.

Trascurrido ese plazo, la OCU comunicará a todos los inscritos el ahorro que cada uno puede conseguir, según sus circunstancias y tarifas, de manera personalizada. Si te interesa, bien; y si no, siempre puedes seguir como hasta ahora, pues no adquieres ninguna obligación inscribiéndote en la campaña.

La primera compra de telefonía fue todo un éxito y a ella se adhirieron finalmente más de 100.000 personas y en la que se consiguió un ahorro medio de 105 euros por persona, mucho más en el caso de los usuarios procedentes de las compañías de referencia, las más grandes.

La experiencia es un grado, y ahora, para la II Compra Colectiva de Telefonía, el ahorro medio estimado inicialmente es de 181 euros, calculado a partir de precios medios y mínimos de 32 terminales y 11 perfiles de usuario distintos.

De lo que se trata, al fin y al cabo, es de lograr para el mayor número de usuarios tarifas competitivas sin permanencia y, de paso, un buen Smartphone si lo necesitas. Porque los consumidores unidos somos más fuertes y podemos presionar a las compañías, que son habitualmente quienes marcan las pautas a su antojo, sin tener demasiado en cuenta a sus clientes. No perdemos nada. Merece la pena intentarlo.

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* Foto: GTRES

Desactiva el engaño de los SMS Premium

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Foto: GTRES

Hay muchas maneras de quedar suscrito sin quererlo a un servicio Premium de mensajes, que siempre te acabará saliendo caro. La solución es tan fácil como contactar con tu compañía de teléfonos y pedirles que te excluyan de la posibilidad de quedar suscrito, pero la mayoría de usuarios no lo sabe y las compañías tampoco lo advierten.

Básicamente, se trata de pagar inconscientemente por recibir anuncios. Pero la mayoría no se entera de que está suscrito hasta que le llega la primera factura, y en ésta se pueden encontrar con la sorpresa de que han abonado entre 30 y 60 euros extra por estar incluidos sin haber hecho nada a este tipo de servicios de tarificación adicional.

Estos servicios acaparan cientos de miles de quejas entre los usuarios de la telefonía móvil. Por cada SMS recibido se pagan 1,42 euros.

CÓMO TE SUSCRIBES

Todo parte de Internet, que está plagada de anuncios insertados en páginas con multitud de reclamos para que pinches, o bien de ganchos que se reciben en el móvil también para que cliques.

Así, ya sea conscientemente o por error, el usuario pincha un enlace de la Red que le suele conducir a una confusa página, donde le pedirán su número de móvil. Y de hacerlo, sin saberlo el usuario, ‘firmará’ un contrato con letra muy minúscula. El usuario recibe una clave, y si ésta es introducida el engaño se consuma: ya está suscrito a un servicio Premium de mensajes.

Hay más maneras de caer en el engaño, y además se van perfeccionando. Por ejemplo, miles de páginas de falsos sorteos tienen esta práctica también como argumento. El inocente usuario cree estar introduciendo datos para participar en el sorteo y qué va: realmente no hay sorteo y sí una suscripción falseada a estos servicios.

CÓMO ELUDIRLOS

Como mencionábamos, basta con llamar a la compañía telefónica y pedir que ésta bloquee todos los servicios de mensajería Premium, incluyendo los de suscripción.

Si te llegan mensajes que empiezan por 79, selecciona uno y responde al SMS con un “baja”. Tu mensaje será gratuito y anulará la suscripción.

Si ya has quedado suscrito y tienes algún cargo, reclama a tu operadora telefónica la cantidad facturada en concepto de servicio Premium. Aunque dejes esa parte de tu factura sin pagar, tu operador no podrá cortarte la línea si has pagado el resto.

Si tu compañía no te hace caso, puedes acudir a una OMIC, en tu ayuntamiento, y argumentar que no te consta haberte suscrito a servicio alguno y que tu operador no te informó de esa posibilidad. Si eres socio, puedes contactar directamente con la Asesoría Jurídica de la OCU para que defiendan tus intereses.

CÚMULO DE DESPROPÓSITOS

Estas prácticas son posibles por varias razones, como que las empresas Premium suelen estar domiciliadas fuera de España, aunque también hay en nuestro país, lo cual las hace más difíciles de controlar. De estas empresas parten las suscripciones, pero con el beneplácito de las telefónicas. Las compañías de teléfono no envían mensajes de este tipo, pero dan facilidades para que éstas sigan ‘trabajando’ a costa de sus clientes, pues las telefónicas también ganan con estas prácticas. Por su parte, las administraciones suelen excusarse señalando que estos asuntos no son de su competencia. Resultado, el usuario está totalmente desprotegido ante estas malas prácticas.

QUEREMOS QUE SE DESACTIVE EL ENGAÑO

Que estos servicios Premium estén desactivados por defecto sería la solución, pero hay demasiadas partes interesadas y esa posibilidad no existe, al menos de momento. Además, se van perfeccionando para eludir responsabilidades y seguir haciendo caja a costa del ingenuo usuario.

Todos estos casos tienen un nexo común: que aprovechan la debilidad de un sistema de pagos basado en una línea telefónica.

La OCU está empeñada en acabar con estos engaños y por ello ha impulsado la campaña Desactiva el engaño, en la que se solicita que los servicios de tarificación adicional estén siempre desactivados por defecto en todas las líneas telefónicas, además de animar a los usuarios a solicitar a su operador la desactivación de estos servicios Premium. Es el cliente quien debe decidir si quiere o no algún añadido a su tarifa, y éste no es el caso, pues es un engaño en toda regla.

Tú puedes apoyar con tu firma esta iniciativa. No queremos pagar porque sí. No queremos servicios Premium.

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El ‘roaming’ o cómo cobrarte de más por usar el móvil sí o sí

gtres_a00689865_002Hace dos semanas mi amigo Vicente estuvo en Túnez, y cuando volvió a España, vía París, se llevó una desagradable sorpresa con su móvil. Las llamadas que hizo desde París fueron más caras que si las hubiera hecho desde España, y las que hizo desde Túnez fueron directamente “un atraco”, dicho con sus propias palabras.

Es a lo que se llama roaming, que viene a ser que tu operadora tiene preparadas para ti otras pautas de facturación si sales de España, por supuesto al alza.

En la Unión Europea, esas llamadas entre países son más caras que si se hacen sólo dentro de España, por ejemplo, aunque son más baratas que si se realizan desde fuera de la UE.

Por ello, se han alzado ya voces que piden al Parlamento Europeo que medie en el asunto, para que los precios sean los mismos en el caso de llamar desde cualquier lugar de la Unión Europea a otro país de la UE.

Este parlamento ya se pronunció y fijó el fin del roaming en Europa para diciembre de 2015, pero resulta que a los gobiernos nacionales no les gusta la idea y pretenden ahora retrasar su eliminación a 2018.

Hay muchísima gente que viaja habitualmente por Europa, y si hemos terminado con las fronteras, compartimos moneda y todos somos miembros de un mismo gran Estado, no tiene sentido alguno que con las llamadas de teléfono no ocurra lo mismo y sigamos pagando multitud de tarifas diferentes, que siempre son más caras. Y menos con el beneplácito de los gobiernos nacionales, que no de la UE.

Varias asociaciones de consumidores de toda Europa están recogiendo firmas para impedir que se retrase la desaparición del roaming, una práctica que muchos usuarios incluso ignoran que existe. Si tú tampoco quieres pagar de más cuando viajes por el Continente, puedes unirte a la petición.

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* Fotos: GTRES

900, 807, 800, 905, 902, 803… números para hacerte el lío

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Hay números de teléfono que confunden a los usuarios, porque no saben si son gratuitos, de pago o directamente sacacuartos, que abundan. Hay una práctica fraudulenta, por ejemplo, consistente en que recibes un mensaje para cualquier asunto, que generalmente ni te afecta, y te emplazan a que llames a un número que suele ser un 806, carísimos si llamas a ellos.

El caso es que podemos diferenciar claramente los números de tarificación especial y obrar en consecuencia una vez que sabemos lo que supone contactar con ellos.

Los que empiezan 900 y 800 son gratuitos si llamas tú, pues paga quien recibe la llamada. Algunas empresas cuentan con ellos, pero no dudan en bloquearlos para que llames a otro de pago. Ojo.

En el caso de los números que empiezan por 901, paga una parte quien llama y otra quien recibe la llamada, o sea que sí pagas si llamas, aunque no sea todo. Normalmente desembolsas lo que te supondría realizar una llamada local, aunque el precio depende de las tarifas de cada operadora y a veces también salen caros. Una llamada puede salir entre 0,28 euros el minuto a 1,88 si llamas desde un móvil, así que cuidado. Son habituales en las administraciones públicas.

En las llamadas a un 902 pagas el coste íntegro de la llamada si contactas tú. Suelen ser números de atención al cliente y son completamente legales. No fueron diseñados para obtener beneficios con ellos, pero lo cierto es que así actúan y las operadoras ofrecen beneficios a las empresas que deciden contratarlos, porque así también ganan ellos.

Las únicas empresas que no están obligadas por ley a tener números de teléfono alternativos a los 902 son las entidades de energía.

Llamando desde un fijo, el coste es similar al de una llamada interprovincial, pero desde un móvil el desembolso puede dispararse notablemente y costarte hasta 2,82 euros por minuto.

En el caso de los números 803, 806, 807 y 905, mucho cuidado. Son carísimos y una parte del desembolso va destinado a la operadora y otra a la empresa que presta el servicio. Ambas ganan siempre. Los 803 son servicios para adultos, los 806 corresponden a entretenimiento, jurgos, tarot… Mucho ojo con estos. Los 807 son servicios profesionales y los 905 son televotos y se paga un importe fijo definido por cada llamada, los habituales de las convocatoriuas de los programas de televisión.

No es todo. Deberás fijarte también en la cuarta cifra del número, porque cuanto más alta sea, más pagarás. Si es mayor que 6, el usuario debe haber autorizado a la compañía este tipo de servicios carísimos.

Por último, están los números que empiezan por 118, que se utilizan como guía telefónica, como el antiguo 1003. ¡Te pueden llegar a cobrar hasta 4 euros por minuto!

Ahora que ya los conoces, ojo cuando recibas un mensaje pidiéndote que llames a alguien. Que no te engañen. Mejor que te llamen ellos a ti si quieren algo.

* Foto: GTRES

Líos con las compañías telefónicas

A00679028_004Las telefónicas son, junto con las entidades bancarias y las empresas energéticas, las compañías que más quebraderos de cabeza dan a los consumidores. No lo digo yo, son datos de la Asesoría Jurídica de la OCU, que orienta y ayuda a sus socios sobre cualquier problema de consumo, y media para resolverlos.

Por ello, esta semana he recopilado algunos de los problemas más habituales de los consumidores con las compañías telefónicas y sus soluciones, porque los abusos están a la orden del día y casi siempre la única manera de atajarlos es reclamar.

1- Quiero liberar mi móvil. Ya he cumplido la permanencia con mi compañía, pero me pide 9 euros por la gestión, además de cobrarme la llamada. ¿Es legal esta práctica?
Digamos que, por desgracia, la cuestión no es ni legal ni ilegal, sino alegal. Pues lo poco que cita la ley en este sentido es bastante ambiguo. La ley no regula expresamente este tema y de ello tratan de sacar partido las compañías. Existe una resolución de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones que menciona que el bloqueo de terminal o simlock de los móviles es legal, y sugiere que el desbloqueo debe hacerse una vez transcurrido el plazo de permanencia. Pero ningún operador contrae el compromiso de desbloqueo en sus contratos, y que las compañías no citen en la publicidad de sus terminales una clara advertencia de que el terminal no es operativo al 100%, puede considerarse una infracción de la ley, que debería hacer valer el derecho del usuario a obtener esos códigos de liberación gratuitamente en cualquier momento que se lo soliciten. Esta normativa también da por hecho que el terminal de telefonía móvil es propiedad del cliente, sea cual sea su forma de adquisición y su contrato, siempre que haya transcurrido el período de permanencia. Por lo que deberían liberar el móvil. Pero como no existe ningún plazo legal para que los operadores lleven a cabo este trámite, ni precio alguno por este concepto, cada compañía procede como le parece. Vodafone cobra 9 euros, pero otras compañías tienen otros precios.

2- En mi última factura del teléfono se añadía un apartado que decía “consumo de servicios especiales”. Pregunté a Orange y me dijeron que eran mensajes Premium y que cada uno tiene un coste de 1,19 euros. Me han gestionado la baja de estos mensajes desde el distribuidor, y nada más hacerlo me ha llegado otro de esos mensajes. ¿Qué hago ahora?
La ley consideran servicios de tarificación adicional basados en el envío de mensajes, los servicios de comunicaciones electrónicas que supongan el pago por los consumidores, de forma inmediata o diferida, de una retribución añadida al precio del servicio de envío de mensajes por la prestación de algún servicio de información, entretenimiento, concursos… Por esta consideración se reconoce el derecho de desconexión, pudiendo solicitar al operador de telefonía que impida enviar y recibir, desde cualquier terminal, mensajes de tarificación adicional). A los titulares de estos números se les aplica el Código de Conducta para la prestación de servicios de Tarificación adicional, que parece que en tu caso no han cumplido. Así que puedes poner los hechos en conocimiento de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones (Comisión de Supervisión de Servicios de Tarificación Adicional). Tu operador es responsable en la medida de que tiene que tener la seguridad que tú has solicitado el servicio para facturártelo. Además, la ley también establece el derecho de desconexión de determinados servicios, entre los que se encuentran los de tarificación adicional. A estos efectos, el abonado comunicará al operador su intención de desconectarse de determinados servicios, debiendo admitirse en todo caso la petición escrita, y las realizadas por vía telefónica o telemática. El operador habrá de proceder a dicha desconexión como máximo en el plazo de 10 días desde la recepción de la comunicación del abonado. En caso de que dicha desconexión no se produjera tras esos 10 días, por causas no imputables al abonado, serán de cargo del operador los costes derivados del servicio cuya desconexión se solicita. Has reclamado bien hasta ahora, pues la normativa vigente establece la necesidad de presentar una reclamación previa al operador, bien por escrito, bien telefónicamente. Ahora, si en 30 días no te contestan o en un plazo anterior de tiempo recibes una respuesta que no te convence, tienes tres meses de plazo para dirigir tu reclamación a la Junta Arbitral de Consumo de su localidad. Si la empresa titular y el operador no estén adheridos al Sistema de Arbitraje en el momento de tu solicitud, podrás dirigir su reclamación por correo certificado administrativo o email a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones que, una vez realizados los trámites oportunos, dictará resolución sobre la cuestión planteada en un plazo de seis meses.

3- Tengo contratado Internet móvil con Movistar y pago 3,5 euros al mes más IVA. Hace dos meses me encuentro con que me han cargado 71 euros. Hice la reclamación al 1002 y a Atención al cliente y me han contestado que mi oferta ya no existe y que las condiciones de servicio han cambiado. ¿Pueden hacer esto sin ni siquiera informarme?
Las modificaciones unilaterales del contrato están permitidas por la ley, siempre y cuando se preavisen con 30 días de antelación. Dichas modificaciones necesitan tu consentimiento para llevarse a efecto en el citado plazo. Si el consumidor no comunica nada, se entienden aceptadas por él todas las nuevas consecuencias económicas. En caso de negativa conlleva la resolución, sin que quepa penalización alguna por parte del operador. Generalmente, las compañías utilizan el envío de las facturas, para incluir una hoja informativa con las modificaciones. Si no se lo llevan a cabo, tendrás que presentar una reclamación ante el operador, pues cuando surge cualquier tipo de controversia entre el consumidor y su operador de telefonía y/o Internet, la normativa establece la necesidad de presentar reclamación previa ante el operador antes de emprender otras vías de reclamación. Esta reclamación previa la puedes realizar por teléfono, siempre y cuando te faciliten un número de reclamación o incidencia; por escrito, dirigiéndola al domicilio social y al menos por correo certificado con acuse de recibo. Si transcurridos treinta días no obtienes contestación o ésta no satisface tus intereses podrás continuar reclamando presentando otra reclamación dentro de los tres meses siguientes ante la Junta Arbitral de Consumo de tu localidad o ante la Secretaría de estado de Telecomunicaciones (SETSI).

4- Estoy intentando darme de baja del servicio de telefonía fija y ADSL con Movistar. He llamado mil veces al Departamento de Bajas y me ponen montones de excusas para no pasarme. También lo he intentado por escrito, y nada. ¿Cómo lo tramito?
El procedimiento para tramitar la baja viene regulado en el art 7 del Real Decreto 899/2009 de 22 de mayo, que dispone que el contrato finalizará por las causas generales de extinción de los contratos y, especialmente, por voluntad del abonado, comunicándolo previamente al operador con una antelación mínima de dos días hábiles al momento en que ha de surtir efectos. El operador se abstendrá de facturar y cobrar cualquier cantidad que se haya podido devengar, por causa no imputable al usuario final, con posterioridad al plazo de dos días en que debió surtir efectos la baja. Siempre es recomendable solicitar la baja por escrito, dirigida al domicilio social o a aquel que figure en las condiciones generales de contratación, adjuntando copia del DNI.
Revisa también las condiciones de tu contrato y/o las Generales de Contratación del operador, por si se hubiera reflejado alguna penalización por no devolución del router en el plazo establecido.

5- He cambiado de Orange a Jazztel. En Orange me dijeron que tenía permanencia y que debía pagar 85 euros, pero me han cobrado 139 más IVA y recibo llamadas suyas todo el rato reclamándome el pago. ¿Qué hago?
En España rige la economía de mercado en la prestación de servicios, y por ello la libre fijación de precios y condiciones contractuales. Por ello, las empresas pueden establecer las tarifas y condiciones de venta que estimen oportunas. Tienes derecho a conocer las condiciones que rigen tu contrato, eso sí, y así lo dice la ley. Reclama a la compañía y que te justifiquen en que se amparan para realizar ese cobro, y comprueba antes qué figura en tu contrato con esa compañía al respecto de esto.

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* Fotos: GTRES

¡Que dejen de incordiarme ya con mensajes comerciales!

Siempre presumo de ser un consumidor informado y responsable. Pero debo confesar que para llegar a este punto, antes recibí unos cuantos palos que me hicieron reaccionar.

Uno me llegó sin comerlo ni beberlo. Aún no sé cómo ni por qué, un día empecé a recibir llamadas en el móvil y al cogerlo nadie contestaba y me colgaban, y multitud de mensajes en el móvil, que se fueron incrementando hasta convertirse en una constante.
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Llamé a mi compañía para informarme y resulta que había quedado suscrito a un servicio Premium de mensajes. Cada vez que recibía uno, me cobraban 1,42 euros, pero de eso me enteré más tarde. Y menos mal que yo decliné acceder a las propuestas comerciales que me hacían en esos mensajes, porque me hubiesen cobrado aún más sin comerlo ni beberlo. ‘Mi’ suscripción tenía un límite máximo mensual de cobro de 37 euros, que fue lo que me cobraron fraudulentamente, pero hay suscripciones de éstas sin límite, y pueden despellejarte.

Según me dijo un abogado al que pregunté, las telefónicas deben darte de baja de esos servicios, que no has pedido, pero la ley no les obliga a devolver el dinero que ya has tenido que desembolsar por recibirlos, a no ser que el servicio de mensajes sea de la propia compañía, que también ocurre. Sin embargo, casi todas acceden a hacerlo si se les pide.

La solicitud para las compañías telefónicas, igual que para cualquier otra reclamacióndebe ser siempre mejor por escrito y con acuse de recibo. Puede hacerse por burofax, pero conlleva un coste de unos 30 euros, pero el fax y el correo certificado pueden ser igual de efectivos.

En mi caso, me quitaron esos cargos añadidos sin mi consentimiento. Nunca llegué a saber de dónde partió esa suscripción Premium a la que quedé abonado, porque tampoco hice nada nunca para abonarme. Pero como me había causado un problema y además seguía recibiendo llamadas y me colgaban, me decidí a actuar para impedir que siguieran molestándome y como medida de precaución ante posibles nuevas suscripciones indeseadas.

Así que me informé sobre la Lista Robinson, que protege a los particulares del acosos comercial de las empresas. Apuntarse es muy fácil y se tardan cinco minutos, pero no se obtienen resultados inmediatamente, inscribirse en la Lista Robinson empieza a ser efectivo a los tres meses de apuntarte. Se necesita aportar una dirección de email, el DNI y una clave numérica. Después se accede al servicio y se aportan las razones por las que quieres dejar de recibir esas llamadas comerciales. Entonces deberás decir por qué medio las recibes para que deje de ocurrir: email, teléfono móvil o fijo, SMS, correo ordinario… Cada una debe hacerse por separado.

Si esto no resulta efectivo y te siguen acosando, el segundo paso para olvidarte de estas prácticas publicitarias insufribles es acudir a la Agencia de Protección de Datos. Pero tendrás que esperar los tres meses que menciona la Lista Robinson para hacerlo.

La denuncia puede hacerse a través de la web de la entidad si se dispone de firma electrónica o presencialmente en la delegación correspondiente. Y esta medida sí que asusta a las empresas, puesto que, tras la denuncia, de seguir acosando al denunciante, éstas se exponen a multas cuantiosas que incluso podrían poner en peligro incluso la solvencia de la entidad.

La Ley Orgánica de Protección de Datos  establece los límites a los que pueden llegar las empresas en este sentido, límites que muchas traspasan sin complejo alguno como práctica habitual. Esta ley obliga a las empresas a comunicar dónde han obtenido los datos de la persona a la que se le está sometiendo a un bombardeo comercial, y si tú no los has dado, tendrán un problema.

La cuestión es que la publicidad no deseada puede dejar de recibirse. No es fácil ni mucho menos rápido, pero éstos que menciono son los pasos a seguir y surten efecto. En cualquier caso, lo mejor es no aportar nunca datos si no estamos completamente seguros de a quién se los damos, ni contestar a SMS comerciales y mucho menos con un “alta”, que es garantía de abono. Actualmente existen multitud de prácticas delictivas en las que te los solicitan con mayor o menor sutilidad; telefónicas, bancos, energéticas, administraciones… Estas entidades nunca te pedirán tus datos por email, así que descártalas ya y utiliza también el sentido común como arma de batalla.

* Foto: GTRES

Reclamaciones telefónicas post morten

a00449576 1966Los abusos hacia el consumidor están a la orden del día en estos tiempos, en los que por desgracia hay compañías que han institucionalizado las malas prácticas como parte de su pauta comercial. Obviamente no son todas, pero sí es evidente que con eso sí juegan algunas, y no son pocas. Primero te engañan y luego ya reclamarás tú, y si no lo haces, pues eso que ganan ellos. Es triste y preocupante decirlo, pero ocurre, y algunas empresas no dudan en hacer la trampa, porque saben que muchos no reclamarán y los trámites para reclamar siempre resultan tediosos.

Como consumidor informado que soy, recomiendo que se reclame siempre en el caso de que detectéis que una compañía no está jugando limpio con vosotros.

En la Asesoría Jurídica de la OCU los tres asuntos estrella en lo que a reclamaciones de consumo tienen que ver con telefónicas, empresas de energía y bancos, por ese orden. En ProtestApp, la aplicación de OCU para que se escuche la voz de los consumidores, el mayor número de reclamaciones se lo adjudican Telecomunicaciones, servicios de consumo, bancos y supermercados y tiendas.

En ambos casos, las telefónicas están a la cabeza de las reclamaciones.

Una de las prácticas abusivas por parte de las compañías telefónicas pasa por que quieren seguir cobrándote después de muerto, y no es exclusiva de una única compañía, pues la llevan a cabo todas las grandes. Si queréis comprobarlo, sólo tenéis que poner en el buscador de Google las palabras “permanencia” y “fallecimiento”. Pero os lo voy a contar yo con un caso real que le ocurrió a Rosa, de Ávila.

El padre de Rosa falleció a primeros de año y cuando ella llamó al número de atención al cliente la compañía para dar de baja el número de su padre, le dijeron que debía pagar una penalización por romper la permanencia.

Por supuesto, Rosa reclamó y al hacerlo se encontró con que no era la primera que lo hacía y con que las compañías conocen perfectamente que esta práctica es abusiva, pero no parece preocuparles mucho.

Rosa eludió ese pago que se le exigía por romper la permanencia un difunto porque esta práctica no tiene respaldo legal alguno. Si fallece el titular de un contrato, éste se cancela y ambas partes quedan liberadas. Es lo que dice la ley. El operador no debe seguir prestando servicio, y el fallecido, obviamente, bastante tiene con haber muerto, y sus familiares, lo mismo.

Pero, ojo, porque las deudas anteriores al fallecimiento sí que se heredan y pasan a los familiares directos. Esto no ocurre con la permanencia ni con la penalización, aunque si el difunto se benefició en vida de alguna oferta, como el terminal móvil, los familiares deberán devolvérselo a la compañía.

Asombroso, ¿verdad?

Si tú también has tenido un problema de consumo como éste, no le des la razón a las empresas y pelea para se respeten tus derechos como consumidor. No te conformes y reclama.

* Foto: GTRES