Archivo de enero, 2015

Que no corten tus alas: con un retraso de más de tres horas también hay derecho a indemnización

Hace dos semanas estaba literalmente abandonado en un aeropuerto. Mi compañía aérea había estado jugando con todos los pasajeros, anunciando por megafonía que el vuelo se retrasaba por una avería del avión. Más o menos, cada 30 minutos se repetía el mensaje. Así que se acumuló un retraso de más de cuatro horas para un viaje que apenas duraba 50 minutos. El vuelo nunca fue cancelado y al final despegamos, llegando a nuestro destino cinco horas más tarde del horario previsto.

Después de haber perdido casi un día de trabajo, acumulé un cabreo monumental, porque sabía de antemano que las compañías aéreas están obligadas a pagar una indemnización automática a los pasajeros si te cancelan un vuelo, que en mi caso debía ser de 250 euros.

Pero también confirmé, y esto es lo que pocos conocen, que tenía derecho a la misma indemnización para un retraso de más de tres horas. Me pregunto cuántos de los apenas 40 pasajeros que finalmente tomamos aquel vuelo conocían esa información. Las compañías aéreas no te informan de esto, claro. Y si no sabes a lo que tienes derecho, no reclamas. Afortunadamente los consumidores tenemos herramientas que nos permiten exponer nuestras quejas, para alertar a otros consumidores y para que se escuche nuestra voz.

La aerolínea se ahorró unos 10.000 euros, dinero con el que tenía que haber compensado a todo el pasaje. Bueno, yo reclamé y conseguí lo que me correspondía. Pero hubiera estado bien que todos los que volamos aquel día hubiéramos estado conectados de alguna manera y hubiéramos reclamado y conseguido, como yo, aquello a lo que teníamos derecho.

Un avión tomando tierra entre la niebla. (GTRES)

Un avión tomando tierra entre la niebla. (GTRES)

Si no sabemos que tenemos derecho a algo, no vamos a reclamar por ello

proteston2-300x300En España la gente se queja mucho pero protesta poco, afirman algunos. Si tú eres de esos, quizá te interese seguir leyendo estas líneas y cambies de opinión. A partir de hoy voy a tratar de compartir con todos vosotros mis experiencias y problemas como sufrido consumidor, no para que me compadezcáis, que también ayuda, sino para tratar de informaros sobre cómo evitar esos problemas o, llegado el caso, cómo reclamar de la forma más eficaz.

Hay dos obstáculos muy importantes que nos limitan a la hora de protestar y reclamar y el primero es la falta de información: si no sabemos que tenemos derecho a algo, no vamos a reclamar por ello. En ese sentido, compartir con otros los abusos sufridos y los engaños de las compañías nos aportará información muy valiosa.

El otro obstáculo es el hecho de que las herramientas y los procedimientos con los que contamos no son del todo útiles ¿Tiene algún sentido reclamar 125 euros de penalización contra una compañía telefónica en los tribunales? ¿De qué me sirve una Hoja de Reclamaciones frente a una compañía aérea? ¿Realmente es eficaz mandar un carta certificada a una página web extranjera?

Voy a tratar de informaros, para preveniros, acerca de los peligros que acechan al consumidor y a recomendaros en cada momento cuál es el mejor camino a seguir para reclamar cuando caigamos en la trampa.

Servicios fraudulentos de suscripciones a sms Premium, facturas eléctricas que te dejan frito, comisiones bancarias abusivas, garantías de productos que se rompen a los dos días… Hay cientos de situaciones que tendremos ocasión de compartir. Porque también se trata de que vosotros nos hagáis llegar vuestros problemas, que seguro que serán los de muchos consumidores, para que los comentemos y tratemos de resolverlos.

Soy de los que piensa que en España hay razones para protestar. ¿Y vosotros?