La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Roberto Enríquez (el actor)… y yo

Hace casi cuatro años, el 17 de agosto de 2002, vi por primera vez a Roberto Enríquez de protagonista.

Lo escribí en mi diario:

«El sábado vi en el cine una película cuyo protagonista se llama y apellida igual que yo, tiene una edad similar a la mía y unos (a grandes) rasgos físicos que podrían coincidir con los míos (pelo negro, ojos oscuros, nariz pequeña…).

Ya había visto a ese actor en otras películas y en series de televisión, pero nunca antes como protagonista, y ver su nombre – mi nombre – en la pantalla grande me produjo una rara sensación divertida y a la vez me hizo pensar en la posibilidad de que algún antiguo compañero del colegio, alguien a quien hace veinte años que no veo (¡que veinte años son nada! ¡JA!) hubiera estado en ese mismo cine, viendo esa película y pensado tal vez que él era yo; se acordara de mi nombre, mi primer apellido (de tanto escuchar a los profesores pasar lista, crecemos con una cierta memoria de los nombres y apellidos de nuestros antiguos compañeros de escuela. O al menos yo me acuerdo…), mi afición por el teatro (y lo teatrero, para qué lo vamos a negar) y mi aspecto de niño (pelo negro, ojos oscuros, nariz pequeña…) que podría haber crecido hasta ese mismo rostro y ese cuerpo.

Hay alguien ahí afuera que cree que soy actor.

Acabo de leer un precioso relato de Henry James titulado «El rincón feliz» en el que un hombre maduro regresa a su ciudad, Nueva York, después de treinta años de ausencia. Una noche decide quedarse en la gran casa vacía que habría habitado de haber vivido allí todo el tiempo que estuvo fuera, para encontrarse con quien ocupa la casa, que no es otro que él mismo si nunca se hubiera marchado.

Hay alguien ahí afuera que piensa que ocupo otro rincón.»

Un par de años más tarde, imaginé un microcuento que envié a un concurso que no gané. Un relato en el que me aterraba ante la posibilidad de que Roberto Enríquez y yo muriéramos en el mismo avión:

«Siempre pensé que lo mejor era morir en un accidente aéreo o en cualquier otra catástrofe; así mi nombre aparecería en un listado de víctimas y ni los amigos ni los amantes ocasionales me dejarían mensajes en el contestador como si estuvieran hablando para un vivo. Aunque quizás sí lo hiciera la encargada del tinte, o el zapatero. Siempre preferí una lista a una esquela. Siempre, hasta hoy. Cuando he cruzado el avión hasta llegar a mi asiento y he visto, sentado en una de las primeras filas, a un actor que se llama y se apellida igual que yo.»

La verdad es que me preocupa que le pase algo malo a Roberto Enríquez, me asusta leer mi nombre en titulares trágicos algún día…

Una mañana llamó al teléfono de mi casa una periodista que quería entrevistarme, que había conseguido mi teléfono en la guía, y pensaba que yo era el actor. Todavía me estoy arrepintiendo de haberle dicho la verdad y no haber respondido a sus preguntas…

Roberto Enríquez y yo hemos coincidido varias veces en distintos restaurantes de Madrid, pero él no sabe que se llama como yo.

Grados: 1º

9 comentarios

  1. Dice ser hp

    jajajajajaja

    30 noviembre -0001 | 0:00

  2. Dice ser keka

    fidel castroterelu campostony blair…para que haya variedad

    04 agosto 2006 | 8:55

  3. El esta un poco mas flaquito pero seguro que ni tiene blog ni nada ademas si se lia con alguna famosa pues puedes recortarlo de las revistas y presumir como si hubieras sido tu 🙂

    04 agosto 2006 | 9:36

  4. Dice ser elena

    a mi me ha pasado algo parecido toda la vida, pero no igual, de mí se reían:me llamo Elena Blanco, hasta ahí nada fuera de lo normal, pero es que cuando era jovencita-adolescente, salió el detergente ELENA, cuyo slogan era: ELENA LAVA MÁS BLANCO.IMAGÍNATE!! que si un lavado por aqui, una limpieza por allá… en el cole siempre se piensa en lo mismo…besitos!!!

    04 agosto 2006 | 10:28

  5. Dice ser Vanbrugh

    Sé exacto, Bob, lo que él no sabe es que tú te llamas como él.

    04 agosto 2006 | 13:25

  6. Dice ser carlos

    Precioso artículo, casi metafísico… la calidad de estos artículos veraniegos sigue subiendo en interés.

    04 agosto 2006 | 14:19

  7. Dice ser Tenue

    Federico Jiménez Losantos.

    06 agosto 2006 | 1:08

  8. Dice ser no puedes

    Coño, me reitero con Bobby Fischer. Y si no, con Thomas Pynchon. Bueno, este es fácil: fue alumnos de Nabokov, y como este sí tuvo vida social, supongo que por ahí vendrá todo rodado, yo qué sé.

    06 agosto 2006 | 18:25

  9. Dice ser theboy

    Fantástico lo del otro Roberto, es casi un cuento. ¿Nadie te ha pedido a Britney Spears?Un beso, hasta luego.

    07 agosto 2006 | 16:50

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