Murió Rosa Lee Parks, «la afroamericana que desencadenó el movimiento de derechos civiles en EEUU al negarse a ceder su asiento en un autobús a un hombre de raza blanca.» (EFE)
A veces los actos de desobediencia que desencadenan revoluciones y nos devuelven la dignidad y los derechos que nunca debimos perder no resultan de hechos premeditados.
Un día sucede que no podemos más, que nos negamos a pasar por lo que hemos pasado durante demasiado tiempo, que no tenemos el día, que estamos demasiado cansados o demasiado tristes y, sin pensar en las consecuencias, nos negamos a levantarnos del asiento después de haber estado cosiendo doce horas, con los hombros doloridos.
O nos resistimos a la fuerza a dejarnos apalear por la policía en una redada, después de haber llorado hasta el agotamiento en el funeral de Nuestra Señora Judy Garland, tal y como sucedió en el bar Stonewall de Nueva York el 27 de Junio de 1969 (a partir de entonces, Día del Orgullo Gay).
No es la razón la que nos da la fuerza. Es después cuando descubrimos que teníamos razón.
Tienes mucha razón, Bob.El cansancio es lo que nos hace fuertes.
30 noviembre -0001 | 0:00
Definitivamente, no nos queda ni la mitad de espontaneidad de épocas mucho mejores. El tipo de noticias que ahora nos producen «alegría», y que son consecuencia directa de la mano del hombre, es cuando a la enésima pareja de niños siameses se les separan las cabezas.
26 octubre 2005 | 9:23
Si señor, no es la razón la que cambia el mundo, la razón apenas justifica lo que dicta el sentimiento.
26 octubre 2005 | 9:34
Curioso detalle, mirando el cubrimiento que se ha dado a la noticia «coincidencialmente» para Libertad Digital la Señora Lee Parks no ha existido…
26 octubre 2005 | 11:38
Mejor dicho, como la ley de Hooke, pero aplicada a humanos.
26 octubre 2005 | 16:49
Yo creo que antes del arrebato, Rosa debió pensar una y mil veces en por qué no podía ir ella sentadita «como los blancos». No creo en absoluto que los sentimientos sean más dignos que los pensamientos, antes al contrario soy de la opinión de que todo lo visceral es bastante manipulable. Soy de las primeras que no puede evitar las lágrimas con cualquier memez pero de eso a dejarme apalear po Frijolito va un abismo.Estoy con Bertold Brecht, hay que huir del sentimentalismo.
26 octubre 2005 | 19:45
pepa, nadie ha dicho que los pensamientos fueran menos dignos que los sentimientos. Nadie mencionó el sentimentalismo. Ni a Bertold Bretch (aunque esa mención se te agradece).Un abrazo
26 octubre 2005 | 19:54
Lo sorprendente es que hablamos de cuando yo era niña, y que aún el mundo sigue permitiendo que ocurran cosas muy parecidas, incluso mas terribles. Seguimos permitiendo que los mas fuertes, los mal llamados pueblos desarrollados, machacamos a los que no lo son, importándonos bien poco lo que les ocurre. Tengo razon, me lo dice mi corazon, pero de que me sirve, sigo aceptando injusticias, yo sentada ante este ordenador doy una opinion, que comodo,no?
26 octubre 2005 | 21:51
Por lo menos nos extrañan cosas, nos enfadan…Algo se avanza, pero estamos haciéndo la vida muy «sssunga», la verdad.
27 octubre 2005 | 10:42
bob,me explicas mejor lo de Judy Garland y el día del Orgullo Gay? Que relación tiene?
29 octubre 2005 | 20:33