A falta de que los ayuntamientos se preocupen por esterilizar, controlar y atender las colonias callejeras de gatos, muchas personas a título particular y protectoras intentan hacerlo.
Conocen a los animales que hay allí, los atienden dentro de sus posibilidades, procuran sacar en adopción a cachorros y a los más caseros (gatos abandonados que en la calle duran lo que un helado al sol)…
Y por desgracia están acostumbrados a encontrarse cada cierto tiempo lo que muchos llamarían gamberradas hacia los gatos que cuidan y yo directamente me abstengo de adjetivizar.
Pero el caso de hoy, que ha sucedido estos pasados días en una colonia de Tarragona, de pasa de castaño oscuro.
Ya se ha interpuesto la denuncia. Espero que se haga todo lo posible por encontrar a los malnacidos responsable de esa masacre y que se les haga pagar por ello.
Eso mismo es lo que esperan los voluntarios que difunden este caso.
Aunque por desgracia la experiencia me dice que no hay motivos para ser demasiado optimistas.
Os dejo la narración de Montse, una de las personas que diariamente cuidaba a estos gatos y algunas de las fotos menos duras que me han pasado.
Esto empezó el fin de semana pasado, o sea el día 17 sábado por la mañana, yo trabajaba y fue una amiga para poner latas y asegurarse de que Carola, una gata ya algo mayor, comiera, ya que tenía problemas para masticar.
Bueno pues ese día parecía todo normal, pero cuando llegamos el domingo por la mañana, ya encontré un gatito pequeño muerto, le vi que tenía sangre en la cabeza, otra hermanita de este gato estaba agonizando.
Yo me puse muy nerviosa, pero creí que era algún cabrón que ese día hizo la hazaña de su vida. Esperando que fuera un caso aislado, no lo denuncié.
El drama empieza cuando el martes encontré mas gatos muertos, mas o menos como los otros, o sea con balinazos en la cabeza y otro con la cabeza destrozada.
Ahí ya me di cuenta de lo que estaba pasando y llame a la policía. Aquí empieza todo un martirio de días que acabó con el viernes con mas gatos muertos con dura violencia.
A Carola la reventaron, se había hecho caca encima, a otro le clavaron un destornillador en el costado, a otro le aplastaron la cabeza con un martillo, ya teníamos a varios con perdigones en la cabeza…
Volví a llamar a los mossos y a la guardia urbana y me dijeron que bajara a poner la denuncia. Empecé a llamar a todos los que conocía, pedí ayuda urgente, para que al menos estuvieran allí y vigilaran aquello.
Por la tarde una amiga se pasó por el refugio sobre las 6.30 de la tarde y escuchó tiros. Me llamó desesperada para que llamara a la policía ya que aquellos tipos estaban allí pegando tiros. Por desgracia los mossos llegaron tarde.
El sábado por la mañana cuando llegué con mi hija encontré otro gato más torturado.
Espero que al menos sirva para que aquellos que piensan en abandonar un gato en la calle pensando que se sabrá buscar la vida se lo piensen muy mucho.
Su gato puede acabar así. O enfermo, atropellado, atrapado…
¿Alguien ha visto hacerse viejo a un gato en la calle? Yo que por desgracia conozco a todos los gatos de mi barrio que se dejan ver, os puedo decir que no.