Nana, del maltrato encubierto al olvido

Nana estuvo los primeros cuatro años de su vida viviendo en la miseria y el maltrato, un tipo de maltrato que la administración no considera como tal pero que es innnegable, porque vivir en la miseria, sola, encadenada, no es manera de existir.

Cualquiera con una mínima de compasión y humanidad, vería crueldad y maltrato, pero la ley no lo ve así. A veces se queda solo en una falta administrativa. Otras, ni eso.

Y ya ni hablar del maltratador, siempre justificándose. Creyendo que por ser el «dueño» de esa perra, puede hacer lo que quiera, usarla para lo que quiera, con echarle comida y proporcionarle un colchón viejo será suficiente, aunque tenga que estar atada todo el día a una cadena. ¡A quién le importa! ¿Qué más da? Total, es solo una perra.

Los siguiente cuatro años los ha pasado en el olvido. Esperando un hogar que no llega pese a ser una perra sociable y cariñosa, que se lleva bien con otros perros. Cuatro años dentro de ese nutrido universo de perros olvidados, que nunca consiguen un hogar al mismo tiempo que se producen cachorros que sacian deseos estéticos.

No queremos que siga invisible. Es hora que tenga su final feliz y sepa lo que es tener una familia de verdad.

Termino con un texto de una de las voluntarias que está intentando forzar la buena suerte de Nana, para que no termine sus días sin saber lo que es tener su propia familia, a la que entregar su devoción canina.

Cuando rescatas un animal del abandono o del maltrato siempre piensas que desde ese momento su vida ha cambiado. Por fin tendrá abrazos y caricias en una familia que le dé todo el cariño del mundo.

Cuando le tengo entre mis brazos suelo decirle: ¡Todo el dolor ha terminado! Incluso le prometes que vas a encontrar una familia que le quiera como se merece. Cueste lo que cueste lo vas a conseguir pues ya ha sufrido bastante y se merece su final feliz.

Los finales felices es lo que hace que siga rescatando animales del abandono. Es muy duro leer en las redes sociales y en los medios todos los casos de maltrato. Me pongo en su piel y me desgarra el alma el daño que ese peludito está sufriendo.

No quiero alejar la vista de esa realidad. Lo más fácil para mi salud mental sería olvidarlos. Pero no puedo. Y no puedo porque todo ese daño se lo estamos causando nosotros, las personas. El único pecado de los animales es confiar en el ser humano. Como raza somos capaces de alcanzar las cotas más nobles pero también descender a las profundidades más abyectas.

Muchos de los animales que recatas necesitan ser rehabilitados en casas de acogida, residencias o protectoras. La mayoría lo superan porque tienen una asombrosa capacidad de recuperación cuando tienen amor y cariño. Lo que más me sorprende es que siempre perdonan y vuelven a confiar en el ser humano… ¡quizás deberíamos de aprender más de ellos!

Cuando ya está preparado para la adopción hay que encontrar esa familia que le dé su final feliz. Para ello difundes la adopción en las redes sociales y medios. Hay veces que la adopción es muy rápida pero otras veces no lo es tanto. Hay muchos corazones que quieren adoptar pero desgraciadamente hay muchos más animales abandonados. Los meses pasan y el animal cae en el olvido. Te desesperas porque se hace invisible.

Por eso hoy queremos presentaros a NANA una invisible que se deshace por una caricia cuando te acercas a ella. Nana tiene ocho años, de los cuales los cuatro primeros vivió atada a una cadena de dos metros de longitud las 24 horas del día. Los otros cuatro lleva viviendo en una perrera con la esperanza que una familia se fije en ella, de tener su final feliz. ¿Se lo darás tú?.

Se entrega con chip, vacunas al día y contrato de adopción.

Contacto: perrigatossinfronteras@gmail.com 670959688

5 comentarios

  1. Dice ser De qué raza es?

    No se aprecia bien la raza de esta perra.

    25 octubre 2018 | 8:11

  2. Dice ser A ¿De qué raza es?

    Si te importa la raza, y no la perra, mejor no adoptes nunca.
    Se puede ser absurdo para poner ese comentario en un blog que fomenta la adopción y condena la cría de cachorros «de raza».

    25 octubre 2018 | 10:53

  3. Dice ser CARMEN

    ADEMAS QUE SI QUE BOBO/A PREGUNTAR RAZA JO SEGUIMOS IGUAL ESQUE NO CAMBIAN POR DIOS A ESTA PERSONA NADA DE NADA INVESTIGUEN ANTES

    25 octubre 2018 | 12:18

  4. Dice ser Cada cual es muy libre

    Los animalistas, enemigos jurados de la libertad humana (en realidad, enemigos de casi todos los valores de la Humanidad), en su lucha por que el ser humano se rebaje al nivel de los animales, encuentran un obstáculo grave: la Libertad.
    Por eso se cabrean si alguien decide tener por mascota un perro DE RAZA.
    Porque la Libertad les revienta.
    Pues a fastidiarse, amiguitos: yo a esa perra tan fea y tan mestiza, con una oreja caída, no la voy a adoptar jamás.
    Yo no adopto: yo compro cachorritos monísimos, y se los regalo por sus cumples a mis sobrinos. Como maravillosos compañeros de juegos (que no hermanos).
    Y vosotros mucho hablar, mucho hablar; pero ahí están millones de perros mestizos horrorosos, llenos de mugre y de pulgas y muertos de hambre porque ninguno de vosotros les adoptáis.
    Que una cosa es predicar (aunque sea en blogs) y otra es dar trigo.

    25 octubre 2018 | 12:43

  5. Dice ser Una pregunta...

    He tenido que deshacerme de un perro que tenía porque era insoportable las ventosidades que se tiraba vamos los pedos no se podía aguantar era algo espantoso.
    Los amantes de los gatos me gustaría que me aclaraseis si esto también es un problema con estos amiguitos o por el contrario puedo adoptar uno tranquilo muchas gracias.
    Para los que se apresuraran a meterse conmigo porque me he desecho del perro, pensar que en una de las ocasiones tuvimos que ingresar a la abuela que casi se muere, al inhalar la ventosidad sin querer.
    Era un bulldog francés que lo habíamos comprado por internet.

    29 octubre 2018 | 19:05

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