Con la boca abierta, así me quedé al ver la intro del Monster Hunter para Wii, un vídeo CGI de una calidad alucinante que me hizo preguntarme por qué la mayoría de third parties son incapaces de sacarle un mayor partido a la máquina de Nintendo. Es posible hacer buenos juegos y es posible que además de buenos sean espectaculares.
Podría decirse que éste era mi bautismo en Monster Hunter (apenas he jugado a las versiones de PSP) y este primer contacto me dejó una impresión inicial muy positiva. A medida que jugaba descubrí muchas virtudes en este estreno de la franquicia en una consola de sobremesa y, aun así, no logró engancharme.
No me entendáis mal, el juego me parece bueno pero creo que su estilo no va conmigo. Supongo que lo que más echo en falta en una aventura como ésta es un trasfondo argumental más profundo. En Monster Hunter la historia no es más que una simple excusa para generar un sistema de misiones.
También prefiero los métodos clásicos de evolución de personajes, bien mediante niveles de experiencia, bien mediante ítems que incrementen nuestras habilidades. Aquí las mejoras se centran en la adquisición y perfeccionamiento de armas y armaduras. Insisto: no digo que esto sean defectos, son características del juego que a mí no me atraen demasiado pero que a millones de jugadores de todo el mundo les apasionan.
La aventura. como reza el título del juego, se centra en la caza de monstruos, criaturas que campan a sus anchas por diferentes ecosistemas y que actúan casi como si fueran animales reales. Hay bichos de todos los tipos y tamaños: carnívoros pequeños pero letales, enormes bestias herbívoras, imponentes seres subacuáticos… Precisamente los entornos y bestias submarinas son una de las grandes novedades respecto a entregas anteriores.
Los «bichos» tienen un diseño excelente y la gran calidad gráfica les da el toque definitivo. Son los auténticos protagonistas de Monster Hunter Tri. La banda sonora, atestada de bellísimos temas orquestales capaces de transmitir un gran sosiego, hace honor al elevado nivel técnico del conjunto.
En cuanto al control, aceptable, a mí me gusta el uso del mando clásico (existe un pack del juego que lo incluye). Quizá lo más molesto sea cierta imprecisión a la hora de cambiar de dirección cuando estamos quietos, ya que el héroe siempre tiene a moverse unos pasos hacia adelante y no siempre se para justo en el sitio que deseamos.
Aparte de la eliminación de monstruos, el desarrollo nos exige un gran trabajo de recolección de materiales. Hay cientos diferentes y pueden venderse, usarse para perfeccionar las piezas del equipo, convertirse en recursos con los que ayudar a nuestra aldea o combinarse para crear otros objetos.
En este sentido, el juego ofrece una gran cantidad de posibilidades que se gestionan casi en su totalidad a través de los menús, bastante prácticos salvo en el caso de las anotaciones sobre monstruos, que nos obligan a coger el Wimote aunque estemos utilizando el mando clásico. Resulta muy incómodo y poco práctico.
Por último hay que destacar el modo online, quizás la opción que podría engancharme al juego (aún la he probado poco). A diferencia de lo que sucede en Japón y gracias a Nintendo, el juego en red de Monster Hunter es totalmente gratuito. Se trata, con diferencia, del online más ambicioso elaborado para Wii y en la práctica se nota. Os lo aseguro. Seguiré probándolo algunos días más ya que, aunque no tengo el Wii Speak, de momento me entretiene mucho más que el offline.
¿Qué os parece Monster Hunter Tri?