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Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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El innecesario regreso de Verano Azul

Hemos hablado en muchas ocasiones de la preocupante situación de la ficción española. A pesar de que las series patrias llevan muchos años en esta etapa, no deja de ser llamativo que no hayan hecho nada para cambiar, sino que han seguido haciendo lo mismo y potenciando esos rasgos que provocan que la calidad brille por su ausencia. Porque el problema es ese, el poco nivel que muestran los episodios de esos ‘dramedias’ descabezados en los que no sabes muy bien qué estás viendo al no ser capaces de aunar las características del drama y la comedia bajo una misma propuesta. Ya sabemos de sobra que las audiencias funcionan de maravilla, con el manido «cumple su función» y la poca exigencia de gran parte del público.13

El siguiente paso de la decadencia en las producciones hechas en nuestro país ha sido recuperar lo emitido hace 30 años. Esas series que de haberse estrenado en la actualidad no se habrían comido ni un mendrugo de pan, y que explotan la nostalgia para incitar al público a volver a verlas. Por eso TVE ha recuperado para estos meses de vacaciones Verano Azul. Y sigo sin entenderlo.

Comprendo que a nuestra televisión pública, esa que en dos años ha quedado reducida a cenizas tras la llegada del PP al Gobierno, le sale muy barato rescatar del archivo una ficción que tan buenos resultados le dio hace más de 30 años. Verano Azul solo necesitó 19 episodios y dos años para ser una de las inolvidables.

15Todo el mundo sabe (ojo, spoiler que nadie se espera) que muere Chanquete, que algunos de sus actores luego les fue bien en algunas series de los 90 y comienzos del nuevo siglo, además de que nuestros padres, abuelos y hermanos mayores le profesan un cariño indiscutible. Incluso le admito que tiene momentos inolvidables como el «no nos moverán». Pero su vuelta ahora era simplemente innecesaria. Los que la adoran ya la conocen de sobra, y con la oferta de la actualidad parece poco probable que se paren otra vez con ella. Quizá el público objetivo sean nuestros abuelos. En fin.

Viendo Verano Azul en este 2014 lo que tampoco entiendo es cuáles son los puntos fuertes de una serie tan pobre de recursos, con actuaciones limitadas, y con un argumento que roza el absurdo. En 1981 tendría su sentido, y por eso hay que alabar y respetar mucho lo que hizo Antonio Mercero entonces. Pero, ¿qué favor se le hace al recuperarla tres décadas después a la propia ficción y a su creador? ¿Es que esperan conseguir atraer a los que nacimos a partir de finales de los 80? Lo dudo mucho. Más bien lo que hacen es perjudicarla por reponerla en un momento tan triste para la televisión pública.12

Me temo que la idea forma parte de la estrategia de los actuales responsables de TVE, que parece se han contagiado de los inexistentes conocimientos de televisión del presidente de la corporación RTVE: regresar al pasado. Su objetivo es recuperar lo que se emitía años atrás en lugar de arriesgar con otro formatos en los que se podría buscar no gastar mucho. Por eso nos vuelven a colar galas de José Luis Moreno presentadas por Ana Obregón, programas como Informe Semanal parecen de la época de Alfredo Urdaci (hay que repetirlo más: condenado en firme por manipulación informativa) y ofrecen como apuestas espacios de ‘telecaridad’ tan vergonzosos como Entre Todosque hasta ha sido denunciado por la Fiscalía.

14Verano Azul es una serie muy mala para la actualidad pero que resultó muy agradable en los años de su estreno e incluso una década después, durante esos 90 en la que muchos la vimos siendo niños. Y puede que su recuerdo se vea empañado por una decisión errada en el tiempo, en el que todo lo asociado a TVE acaba mancillado por el desmantelamiento que están llevando a cabo de la misma a través de los programas basura y unos informativos que cuentan con denuncias constantes de sus trabajadores por lo sesgados que son.

Habría sido muy fácil encargar una serie veraniega que intentase salir del corsé de la Marca España televisiva. O que incluso fuese del perfil que lamentablemente triunfa en España (al menos sería una novedad en el nombre). Pero en esta TVE, que se niega a invertir cuando lo que más le funciona es aquello en lo que se la juega (como Master Chef Mr. Selfridge), es imposible aspirar a la calidad. Y es que Verano Azul adolece de simplismo, y solo sirve para exaltar ciertas reminiscencias.