Estoy harta de oírlo, pero no es verdad.
No es cierto que en un piso sólo puede haber perros pequeños. Hay perros pequeños que son puro nervio y tienden a ser como diablos de tasmania en miniatura, todo bullicio y destrozo. En cambio hay canes de tamaño mediano o grande con complejo de alfombra que no darán ni gota de guerra.
Un fox terrier puede necesitar más ejercicio que un mastín del pirineo.
He visto a perros de 7 kilos tirar como desesperados de la correa, convirtiendo el paseo de unos abuelos en un suplicio. Mientras que hay perros grandes a los que se lleva con la misma preocupación que el bolso.
Si hay niños en casa, sobre todo si son pequeños, es absolutamente recomendable un perro de al menos 15 kilos para que soporte de buen grado sus efusivas muestras de afecto.
Un perro mini, por muy bueno que sea no tolerará que le intenten arrancar cariñosamente las orejas, le tiren de la pata hasta el límite de la luxación para sacarle de su escondite o le abracen asfixiándole. Lo más fácil es que acabe mordiendo al niño o huyendo constantemente de él.
Pero los perros pequeños tienen sus ventajas. Por ejemplo, la gente que viaje mucho en avión los puede llevar en un transportín en cabina. Facturarlos siempre da miedo.
Por desgracia la gente suele preferir a los pequeños sin pararse a pensar más alla de la estética.
Pero las protectoras también están llenas de perros pequeños que no consiguen ser adoptados. Y en la primera foto tenéis un buen ejemplo: Tristán, de la protectora de Mataró.
Tristán es un buen perrito para compañia, está en estos momentos en adopción a través de la campaña «los que nadie quiere».
Curiosamente nadie se fija en él. Debe ser porque es reservado, silencioso y muy asustadizo. Ayudémosle.
En la segunda imagen podéis ver un compañero de Tristán en esa colección que nadie quiere. Una adopción difícil.
Toro es un macho joven, cruzado de pastor de brie. Es ciego.
Es un perro precioso y de buen caracter que ha aprendido a orientarse facilmente y adaptarse a los nuevos espacios. Cleo, su hija, le ha hecho siempre de perro lazarillo. Nos gustaria que encontraran un hogar juntos.
Para adoptar a Toro (y Cleo) o a Tristán tienes que rellenar este formulario o llamar al 93 796 33 14.