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El big data del alma

En defensa del juez Llarena

 

Este hombre salió en tromba con la ley a defender al Estado ante el golpe independentista. Metió en la cárcel a los responsables y redactó a toda prisa lo que pudo. Su ímpetu y su velocidad fueron decisivos para dejar claro a los secesionistas que semejante programa no sale gratis.

Sus intervenciones fueron adecuadas y necesarias. Quizá no tenía bastantes medios, asesores, traductores, fotocopiadoras, másters, etc., como suele ocurrir en la justicia –y en casi todo lo demás– en España. Pero frenó en seco la locura mientras que el gobierno (de Rajoy, creo, ya no me acuerdo) esperaba en el sofá hasta que saliera el Rey o los Cascos azules de la ONU a dar la señal. Al fin Rajoy tuvo que declarar el 155 cuando ya los sublevados, rebelados, sediciosos y/o malversadores se le subían a las barbas.

Otros mecanismos del Estado y del gobierno fallaron, sin que se haya explicado qué pasó o haya dimitido nadie. Por ejemplo, esos comisarios tan listos que lo saben todo de tod@s, incluyendo las amantes entrañables del Rey emérito y sus fortunas errantes; por ejemplo, el CNI, Centro Nacional de Inteligencia: ninguno de esos artilugios del Estado que tanto intrigan y tanto saben fue capaz de descubrir la logística del referéndum, ni de impedir su celebración… por eso hubo que recurrir a lo peor, a la mera y ruda porra del Piolín, que dio alas a los sublevados.

En este dechado de poca inteligencia, ningún valor y torpeza total el juez Llarena salió con la ley y empezó a detener y a enviar órdenes de busca y captura por Europa. Luego, los diversos y variados jueces de Europa han ido emitiendo sus autos con parsimonia diesel (la UE va a diesel) según sus criterios. Se pueden equivocar igual que Pablo Llarena y que cualquiera (que se lo digan a los que van a juzgar a la Manada, que han tenido que poner a cinco). Eso no es suficiente para repudiar el sistema, como pedía un Glez Pons crepuscular ya en plan anarquista.

(Por cierto, el Ejército y la Guardia Civil no salen indemnes de que dos miembros de esa manada pertenezcan a esos cuerpos. Esto es delicado.)

Además, el concepto de violencia que manejan los jueces alemanes es muy limitado y anticuado: si admiten malversación, ese delito ya lleva implícita la violencia. En estos tiempos la violencia se ejerce con dinero: si se usa bien ya no hace falta recurrir a la otra, que queda, como hemos visto, como último recurso para los torpes. La malversación ya es violencia.

Ahora el secesionismo golpista de pijos ha entrado en vías de sosiego y diálogo machadiano, pero eso ha sido posible gracias a que antes el juez Llarena metió en la cárcel a los insurgentes.

 

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Actualización: Luis Sánchez Merlo en El Independiente: El juez Llarena pide el VAR

El Español: Los traductores [de Llarena] llevan meses sin cobrar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios

  1. Dice ser jacovi

    Pijo lo serás tu. No se trata de un secesionismo golpista de pijos sinó de un movimiento por la libertad de todas las clases de la sociedad. Puede que las más acomodadas son las que menos quisieran la independencia, pero eso tampoco se puede generalizar. Qué fácil es hablar sin estar sobre el terreno viendo, bueno, más bien imaginando como son las cosas, la realidad de la cuales es totalmente distinta…
    En fin,tiempo al tiempo, esto todavía no ha acabado.. Más bien recién ha empezado.

    13 julio 2018 | 10:45 pm

  2. Dice ser Rafael Perez

    pues si señor, este hombre se merece un premio porque ha hecho lo correcto para enderezar una situacion y se esta viendo ridiculizado por la union europea ¿ no se supone que tenemos las mismas normas ? ¿ y si hubiera sido un desgraciado el que se escapa a belgica ?

    13 julio 2018 | 11:39 pm

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