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Este es el futuro eco: platos biodegradables hechos con hojas naturales

Los reparadores de todo tipo de averías y roturas del hogar, de Reparalia, te traen ideas y tendencias de consumo responsable y sostenible como esta de Leaf Republic

Imágenes vía Leaf-republic.com y ecoinventos.com

Algo dentro de ti lo sabe y sufre: cada vez que utilizamos utensilios para comer y los arrojamos a la basura tras un solo uso, estamos cometiendo todo un atentado ecológico en miniatura.

Esta sensación que se reproduce una y otra vez, millones de veces cada día, especialmente en restaurantes de comida rápida, podría tener los días contados si iniciativas como la que estás a punto de descubrir tuvieran éxito y se implantaran en todo el mundo.

Los reparadores de todo tipo de averías y roturas del hogar, de Reparalia, te traen ideas y tendencias de consumo responsable y sostenible como esta de Leaf Republic

Porque una empresa alemana llamada Leaf Republic (la República de las Hojas), ha desarrollado la vajilla realizada con hojas de una variedad de vid silvestre oriunda de Asia y Sudamérica.

No se cortan árboles para su realización. No emplea aditivos sintéticos, colorantes artificiales ni pegamento. Y el resultado, cada pieza de vajilla creada, solo necesita 28 días para descomponerse totalmente y no dejar rastro.
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La tradición más sostenible como inspiración

Aunque lo hayas visto en algún restaurante de copetín y te haya parecido lo último de lo último, muchas culturas —desde los indígenas americanos hasta los hindúes— emplean hojas de distintas especies de árboles y plantas para cocinar, servir y degustar sus platos gastronómicos.

Los reparadores de todo tipo de averías y roturas del hogar, de Reparalia, te traen ideas y tendencias de consumo responsable y sostenible como esta de Leaf Republic

Esta forma de acercar los víveres a la naturaleza no solo resulta más vistosa y atractiva, conectándonos de forma insuperable con nuestros orígenes y los de los propios alimentos. También resulta sana, económica y biodegradable a partes iguales.

Y esta idea la que Pedram Zolgadri y Carolin Fiechter, creadores de la gran idea tras Leaf Republic, exploraron hasta desarrollar una técnica de creación de packaging alimenticio mediante prensado de hojas que fuese, incluso, apta para usar en el microondas.

A la pieza resultante, tras pasar por las planchas especiales que le dan forma, se añade una sutura de fibra de palmera que la mantiene altamente resistente, y una capa de papel impermeable.

Los reparadores de todo tipo de averías y roturas del hogar, de Reparalia, te traen ideas y tendencias de consumo responsable y sostenible como esta de Leaf Republic

Una vez usado cada plato de Leaf Republic se puede tirar a la basura —obviamente, al cubo de la orgánica— o, mejor aún, emplear como material de compostaje para alimentar a las plantas de tu jardín.

Los reparadores de todo tipo de averías y roturas del hogar, de Reparalia, te traen ideas y tendencias de consumo responsable y sostenible como esta de Leaf Republic

Leaf Republic ha lanzado diversos acabados, formas y tamaños para adaptar esta revolucionaria técnica a cualquiera de nuestras necesidades diarias.

Visita la web de Leaf Republic si quieres saber más sobre esta iniciativa.

9 consejos sobre cómo colocar los alimentos en tu frigorífico para que duren más y mejor

La nevera es de esas partes de la casa que reflejan con gran fidelidad la personalidad de su propietario y gestor.

¡Cómo! ¿Qué no te lo crees? Imagina el frigorífico de John McClane, sempiterno héroe de La Jungla de Cristal. ¿Cómo crees que sería?

Probablemente fuese pequeño, como los de los hoteles. En ningún caso preparado para albergar cantidades familiares de brócoli, pavo y fruta fresca. Una bombilla parpadeante te permitiría atisbar una botella de whiskey, alguna cerveza, medio limón seco y una caja de aspirinas.

Los expertos en reparación de averías del hogar de Reparalia te traen hoy consejos, trucos e ideas para conservar y organizar mejor la comida y los alimentos en tu frigorífico y congelador.

Sabemos que parece una forma excelente de llenar tu frigorífico, pero hemos venido a por nota… ¡Y tú puedes hacerlo mejor! 😉

Pero basta de ficción: toma como ejemplo real tu propio refrigerador o el de algún amigo:

¿Está bien surtido? ¿Tiene comida mal conservada o en mal estado? ¿El orden es caótico o, por el contrario, resulta fácil y agradable otear entre sus alimentos?

Seguro que a estas alturas ya sabes que, si eres coherente con lo que estamos a punto de contarte, te va a tocar redistribuir tus riquezas organolépticas, probablemente esta misma noche.

Te invitamos a interiorizar los próximos consejos e integrarlos en tu día a día y en tus hábitos de compra para lograr sacar el máximo partido a tu comida, conservando durante más tiempo sus propiedades alimenticias intactas.

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1. Desarrolla tu lado de reponedor del súper: coloca lo más viejo, delante (cerquita de tu mano) y lo más nuevo, en la parte posterior

¿Obvio? No serías el primero en comerse esta noche los yogures recién comprados mientras siguen envejeciendo los que te llevaste de oferta hace 3 semanas…

Para evitarlo, cada vez que vuelvas a casa de hacer la compra, ordena tus alimentos de forma que se vea y consuma antes lo que lleva más tiempo en el frigo.

 

2. Los lácteos, en una de las baldas de arriba

Necesitan menos frío para conservarse, por lo que deberías situar juntos quesos, yogures y leche en las alturas.

Además, la leche está mejor ahí que en la puerta, donde se rompe más a menudo la cadena de frío y puede echarse a perder mucho antes.

Sitúa también los huevos en la parte de arriba de la puerta, ya que no necesitan un frío invernal para mantenerse en buen estado.

 

3. La controversia en torno a frutas y verduras: mejor, fuera del frigorífico

Y como lo nuestro es el hogar -¡aunque en Reparalia seamos muy cocinillas!- vamos a dejar la última palabra a los expertos como Mikel López Iturriaga, El Comidista, que te explica en este post por qué es mejor dejar ciertos alimentos lejos de nevera y congelador.

Resumiendo sus consejos, te diremos que los frutos veraniegos (melocotones, melones, nectarinas, berenjenas, calabacines, pimientos) no llevan bien la vida por debajo de los 10 grados. Las frutas tropicales, como aguacate, plátanos o piñas, igual.

Patatas, ajos o cebollas, mejor en la despensa y en una bolsa de papel opaca y bien seca. El tomate fuera, por supuesto. Y legumbres, cereales, conservas, pasta, frutos secos… lejos, lejísimos del frigorífico, y bien cerrados y controlados en tu alacena.

 

4. No mezcles nunca alimentos crudos y cocinados

Ten en cuenta que los que están sin procesar aún pueden conservar bacterias que pasarían a los alimentos cocinados y desprovistos por tanto de ellas.

5. Carnes y pescados, mejor en la parte inferior de tu nevera

Es la más fría y, por tanto, donde se conservarán mejor durante algunos días más.

6. Abre la puerta a bebidas, salsas y mantequillas

Es suficiente con la temperatura de esta parte de tu frigorífico para conservarlas a punto y tenerlas más a mano.

7. El congelador no es para todos…

Los alimentos situados en esta zona deben estar siempre bien envueltos y mejor etiquetados: contenido y fecha de congelación son una información crucial para evitarle intoxicaciones a tu “yo” del futuro.

Recuerda que no deberías almacenar comida en tu congelador durante más de 9 meses.

Y apúntate mentalmente esta lista de 9 alimentos que no se deben congelar:

Las hojas de las ensaladas verdes se marchitan y ponen blandas, la leche se llena de grumos, los alimentos fritos pierden su textura crujiente, el rebozado de humedece y ablanda, los huevos explotan y te dejan todo perdido, las frutas, verduras y patatas – con alto contenido en agua- se hielan, el yogur se corta, el queso se vuelve harinoso… Y no se te ocurra congelar migas de pastor si no quieres que tu abuela te de una merecida colleja.

8. ¿Eres de los que dicen tupper o fiambrera?

Tranquilo, no estamos aquí para juzgarte. Y en el fondo, nos da igual, porque solo queremos recordarte que los/las uses. Mucho. Con fruición.

Porque estos utensilios de cocina son perfectos para proteger la calidad de tus alimentos, evitar que se propaguen olores o bacterias por tu frigorífico, y ayudarte a ordenar visualmente todo tipo de comida.

Pon en ellos los embutidos -sobre todo cuando estén cortados-, la comida ya cocinada, y con especial atención, los quesos y cualquier alimento que pueda generar moho con facilidad. Sus esporas se propagarían rápido e invisiblemente por todo tu frigorífico, y no quieres que esto pase.

9. Guerra sin cuartel a la humedad

La humedad en los alimentos es la forma más rápida de trasladar bacterias de unos a otros. Para prevenir esta contaminación, mantén siempre seco todo en el interior de tu nevera.

 

¡Confiesa en los comentarios! ¿Haces ya todo esto en tu frigorífico? ¿Tomas alguna otra medida de higiene que se nos haya pasado comentar?

Todos estos trucos servirán para poner orden en tu nevera, pero si tienes un problema grave con tu frigorífico, recuerda que puedes contactar con los mejores profesionales de electrodomésticos.

¡Comparte el conocimiento! 😉
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6 trucos efectivos para librarte de las moscas en casa este verano

¡Todos los veranos, la misma canción!

Después del calor y las quemaduras solares, probablemente el otro gran problema de cada verano es la aparición de insectos a millares, tanto en casa como en nuestros destinos de vacaciones.

Las moscas, por ejemplo, no pican. Pero en molestar son las auténticas campeonas del mundo.

Por eso hoy vamos a realizar un ejercicio estratégico que, aunque parece sacado de 孙子兵法 (“El Arte de la Guerra”) de Sun Tzu, no se trata más que de sentido común: para vencer a tu adversario, piensa como él, conviértete en él.

 

Si yo fuese una mosca… ¿Qué buscaría? ¿Y qué me molestaría?

Esto es fundamental para entender por qué las moscas entran en unos sitios o permanecen en otros, y cómo crear las condiciones para que no le apetezca compartir nuestro mismo espacio.

Y se trata de algo especialmente importante para no emplear productos tóxicos en esta misión: no nos gustan los insecticidas químicos, son peligrosos para las personas -especialmente arriesgado tenerlos en casa con niños- y hay remedios caseros totalmente ecológicos y efectivos para reemplazarlos.

En primer lugar, las moscas buscan comida. Así que la primera forma de no atraerlas será…

#1: Limpiar nuestro hogar de atrayentes de moscas

Las miguitas en mesa, suelo y contenedores de basura son como el maná sagrado de los cielos para cualquier insecto. Si no quieres columnas de hormigas ni batallones de moscas surcando tus cielos domésticos hacia tu salón o tu cocina, limpia bien los restos de comida después de preparar y servir víveres.

Al almacenar pan, pastelería, galletas y otros alimentos ricos en hidratos de carbono -que vuelven absolutamente locas a nuestras enemigas voladoras- ciérralo herméticamente con film de cocina y guárdalo bien.

Ojo especialmente con la fruta: en verano se descompone mucho más rápido, y las moscas usan sus restos para poner dentro los huevos. No les des esas facilidades: envuelve bien los restos de fruta y tíralos a un contenedor bien lejos de la casa.

Lava los platos inmediatamente después de usarlos. Barre bien los suelos y trata de sacar más a menudo la basura de la casa, para que su olor no pueda atraer a los insectos hacia el interior.

 

#2: Genera corrientes de aire, molestas para ellas

Las moscas son grandes pilotos aéreos. Pero las corrientes de aire son para ellos como torbellinos ingobernables, y huirán de ellas como de la lluvia en el circuito de Silverstone.

Por eso es una gran idea abrir ventanas o puertas en lugares de la casa que generen corrientes de aire que la atraviesen: por un lado, te ayudarán a refrescar el interior; por otro, formarán áreas de circulación restringida para insectos, demasiado molestas para moscas.

 

#3: “Ven hacia la luz, Caroline…” ¡Las moscas también lo harán!

No es un fenómeno sobrenatural, sino muy, muy natural: las moscas van hacia la luz.

Sabiendo eso y jugando con luces, puertas, ventanas, cortinas y persianas, puedes convertirte en un fantástico domador de moscas y enseñarles el camino… ¡al exterior de tu casa!

Para ello, ve comprobando que no hay moscas en las habitaciones y cerrando los accesos a las mismas, usando las luces de otras o del exterior como pistas de aterrizaje para guiarlas. La mejor solución es usar la linterna de tu móvil desde fuera para atraerlas hacia ti.

 

#4: Crea una trampa de vinagre

¿Tú te imaginas a MacGyver fastidiado en vacaciones por culpa de las moscas? Claro que no.

Él crearía una trampa inteligente para atraerlas y atraparlas. Y esta sería esa trampa:

  • Coge un frasco limpio y llénalo hasta la mitad con vinagre de manzana.
  • Perfora la tapa del frasco, con agujeros lo suficientemente grandes para que quepan las moscas.
  • Colócalo en el epicentro de su vuelo y deja que sean atraídas hacia el interior del frasco, de donde no volverán a salir.

 

#5: Coloca barreras de entrada, como mosquiteras, en puertas y ventanas

Esto es básico si el problema de moscas es grande y no quieres cerrar los accesos de aire en verano.

Puedes fabricar tu propia mosquitera con un marco de madera a medida y una malla de nylon.

Echa un vistazo a este otro post nuestro para elegir la mosquitera que mejor le va a tu hogar.

 

#6: O perfuma con otras barreras de entrada aromáticas: aceite de lavanda, menta y albahaca

Así como a ti te encanta este aroma, a las moscas les produce una gran repulsa. Así que hazte con esencia de lavanda y frota puertas y ventanas con él para ofrecerle a las moscas lo más opuesto a una invitación de entrada.

También puedes usar un quemador de aceite para propagar este -delicioso- aroma por toda la casa y ponérselo todavía más difícil a las moscas para pasearse por tu vivienda.

En tu cocina, machacar menta o colocar una planta de albahaca también ahuyentará a estos molestos seres alados. Otros remedios naturales son el poleo, el ajenjo, el eucalipto, el clavo de olor y el laurel.

Puedes machacar varias de estas especies juntas y meterlas en saquitos de tela, para colgarlos en distintos lugares de la casa.

 

¿Qué te parecen estos trucos para librarte de las moscas en verano? ¿Los conocías?

¿Tienes otros remedios domésticos que compartir en los comentarios de abajo? 😉

4 maneras de limpiar tus esponjas y estropajos (sí, tienes que hacerlo)

Las esponjas y los estropajos acumulan bacterias y gérmenes muy perjudiciales para la salud. Nuestros expertos del hogar de Reparalia te cuentan cómo acabar con ellos de forma rápida y sencilla.

 

Hasta los que parecen estar limpios y nuevos almacenan miles de gérmenes y bacterias. Por centímetro cuadrado. Y en constante contacto con tu piel y la vajilla en que os alimentáis.

¿Recuerdas aquellos libros y dibujos animados que nos enseñaron que los glóbulos rojos llevaban burbujas de oxígeno a sus espaldas? ¿Y cómo los gérmenes se pasaban la vida intentando hacernos enfermar? Pues es cierto. Palabra de Escherichia Coli.

Las esponjas y los estropajos acumulan bacterias y gérmenes muy perjudiciales para la salud. Nuestros expertos del hogar de Reparalia te cuentan cómo acabar con ellos de forma rápida y sencilla.

¿No crees que merece la pena incorporar unos sencillos y rápidos hábitos de higiene doméstica a tu día a día para evitarlo? Tu salud y la de tu familia lo agradecerán…

 

LIMPIA TUS ESPONJAS Y ESTROPAJOS ALMENOS 1 VEZ CADA 4 DÍAS

Te enseñamos cómo. Verás qué fácil es (y lo notarás).

 

Las esponjas y los estropajos acumulan bacterias y gérmenes muy perjudiciales para la salud. Nuestros expertos del hogar de Reparalia te cuentan cómo acabar con ellos de forma rápida y sencilla.

1. Mantenimiento diario tras cada uso

A) Elimina restos de comida siempre tras cada uso del estropajo. Son el principal foco de proliferación de vida indeseable, una vez comienza el proceso de descomposición de estos alimentos.

B) Ten especial cuidado si usas el estropajo para limpiar la tabla de cortar, tras trocear carne cruda (el manjar por excelencia de los gérmenes).

 

Las esponjas y los estropajos acumulan bacterias y gérmenes muy perjudiciales para la salud. Nuestros expertos del hogar de Reparalia te cuentan cómo acabar con ellos de forma rápida y sencilla.

 

C) Escurre el agua lo máximo posible.

A las bacterias les encanta la humedad para reproducirse, y si lo unimos al calorcito que suelen encontrar en las cocinas… un estropajo bien empapado de agua es el caldo de cultivo perfecto para enemigos íntimos como el Campylobacter jejuni, responsable de varias enfermedades humanas.

 

3. Mételas al microondas.

(ojo, solo si no tiene partes metálicas: ¡prohibido con los nanas!)Las esponjas y los estropajos acumulan bacterias y gérmenes muy perjudiciales para la salud. Nuestros expertos del hogar de Reparalia te cuentan cómo acabar con ellos de forma rápida y sencilla.

Algunas esponjas y estropajos hechos de plástico de poca calidad pueden derretirse si no están bien empapados. Por ello, enchárcalo completamente y ponlo en un bol, también con un poco de agua.

Ahora introdúcelo en el micro durante dos minutos. Los estudios revelan que este método acaba con la mayoría de las bacterias y levaduras de crecimiento doméstico.

Notarás que este método funciona de forma inmediata si tu esponja o estropajo han cogido olor a humedad: verás cómo este ha desaparecido al salir del microondas. Eso sí, enfríalo con más agua antes de tocarlo, ¡puedes quemarte!

 

3. Mételas al lavavajillas

También funciona a la perfección, matando, según los estudios, el 99.9998% de las bacterias existentes (¡suficiente para mi tranquilidad!). Échalo directamente al compartimento de los cubiertos con el próximo ciclo completo que realices y, voilà!

 

4. Báñalos en lejía

Es el método más clásico, pero también el más engorroso.Escurre el agua lo máximo posible (a las bacterias les encanta la humedad para reproducirse).

Necesitas ponerte guantes, limpiar bien el utensilio con agua y jabón bajo el grifo, y enjuagar completamente.

Después, crea una solución con agua (caliente es mucho más efectiva) y un 10% de lejía en un recipiente (reutilizar alguno plástico de comida es una buena idea), e introduce la esponja o estropajo.

Escurre el agua lo máximo posible (a las bacterias les encanta la humedad para reproducirse).Déjala ahí durante un periodo de entre 5 y 10 minutos, y ayúdala a empaparse completamente estrujándola un par de veces (¡guantes!).

Finalmente, aclárala insistentemente bajo el agua del grifo antes de devolverla a su uso corriente.

 

 

Y por último e igual de importante: sustituye periódicamente tanto estropajos como esponjas por otros nuevos cuando veas que se empiezan a deteriorar. También puedes comprar los que se presentan como «antibacterias» (funcionan de verdad, impidiendo su crecimiento).

¿Verdad que no cuesta nada seguir alguno de estos métodos?

¿Qué otros trucos tienes tú para evitar que los gérmenes campen a sus anchas?

 

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¿Conservas tu comida de forma adecuada? 10 Pistas para organizar tu frigorífico

Si sientes rabia cada vez que debes tirar un alimento caducado, se te estropean demasiado rápido o algo huele a podrido fuera de Dinamarca (como yo llamo al cajón de los quesos), necesitas repasar Los 10 Mandamientos de tu nevera.

Orden, limpieza y un consumo responsable y eficiente son las claves. Ah, y me vais a perdonar que hable de tarteras y no de tuppers, por el simple motivo de que la mejor comida del mundo te la prepara tu abuela (y ella, amigos, es de la vieja y auténtica escuela de Cervantes).

¡Vamos allá!:

1. Mantén el frío. Fija la temperatura en 5ºC o menos. Una más cálida favorece la proliferación de las bacterias que aceleran la descomposición de la comida. Y no uses tu frigorífico como la ventana de una habitación con vistas: cada vez que lo visitas y cada segundo que lo mantienes abierto pierdes frío y consumes energía de más. Sé racional.

2. Cajones bien secos. Controla la humedad en su interior para mantener una frescura óptima. Los alimentos (especialmente las verduras) se conservan mucho mejor en un ambiente frío y seco.

3. ¿Cómo almacenar las sobras?  Consérvalas en recipientes transparentes (de cristal, mejor que mejor), y no los cubras con otra cosa, ya que verlas a menudo hará que las tengas más en cuenta y las consumas antes. Recuerda que las sobras te pueden aguantar un máximo de cuatro días, intenta no tirar la comida que preparas para llevar a cabo un consumo responsable y racional.

4. No lo mezcles todo. La comida no se deteriora al mismo ritmo: dependiendo del tipo de alimento, se conserva más o menos tiempo. Por ello, intenta evitar mezclar vegetales ya cocinados (más delicados) con carnes (que aguantan mejor ya preparadas) en el mismo envase. Todo alimento que se estropee, echará a perder aquel con el que tenga contacto (¡lo de la manzana podrida no es por decir!)

Organiza bien tu frigorífico para realizar un consume eficiente y no tirar comida, gracias a los consejos de los profesionales del Hogar de Reparalia. 5. En la puerta se vive peor. Aunque los fabricantes nos inviten a colocar la leche en ella, esto no es lo más adecuado: este lugar del frigorífico proporciona una temperatura
mayor y menos constante que el fondo del mismo, y los alimentos más perecederos perderán antes su calidad junto a la salida.

6. Aísla en tarteras todo lo que puedas, y ajusta bien el tamaño de las mismas a su contenido. Piensa que cuanto menos aire circule alrededor de la comida, mejor: más lenta será la pérdida de calidad del alimento. Además, conseguirás tener a raya el festival de olores de todo lo que guardas en el frigorífico.

Organiza bien tu frigorífico para realizar un consume eficiente y no tirar comida, gracias a los consejos de los profesionales del Hogar de Reparalia.7. Evita goteos desagradables. El anterior punto también facilita esto, pero si además guardas carnes y pescados en las baldas más bajas de la nevera y –Murphy no lo quiera- estos derraman algún tipo de líquido, el daño será menor y más fácil de limpiar (es como si a Cecilia solo le hubiese dado tiempo a pintarle perilla al Cristo).

8. Estar lleno a reventar es tan malo para tu estómago como para tu frigorífico. La filosofía oriental nos invita a terminar las comidas sin llegar a sentirnos completamente saciados, pues sobrecargar nuestras digestiones es dificultarlas muchísimo. Lo mismo ocurre con la conservación de alimentos: si no hay espacio entre tarteras y productos, el aire frío no circulará correctamente, creando puntos ciegos con temperaturas más elevadas.

9. La importancia de mantenerse íntegro. No le buscamos una dimensión moral a esa cuña de queso. Es simplemente que carnes, frutas, vegetales… se mantienen mucho mejor si están enteros. Por tanto, no trocees comida si no la vas a consumir en el momento.

10. ¡Toda compra, responsable y eficiente! Antes de hacer la compra repasa todo lo que tienes escondido en la nevera y haz una lista teniendo en cuenta el inventario disponible, así ahorrarás compras innecesarias. Si aun así tienes alimentos duplicados, colócalos juntos pero manteniendo el más próximo a perecer delante del otro para consumirlo antes.

Blog amigo del Nutricionista de la General, con Reparalia en la Red de blogs de 20 Minutos

 

y 10+1... Lee este otro post de nuestro buen vecino Juan Revenga, Nutricionista de la General, y conciénciate: tirar comida en un mundo donde 870 millones de personas pasan hambre es un crímen. Se consecuente con esta realidad (y, de paso, colabora con organizaciones dedicadas a combatirla).

 

 

Mi abuela, la que todavía dice magdalena en lugar de muffin o cup cake, y cereales en lugar de muesli (del suizo alemán müesli, «papilla de cereales «), también dice que somos lo que comemos. Así que más nos vale comer bien y conservarlo mejor  😉      

¿Y tú? Cómo lo haces en casa?