Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘cruz roja’

El negocio que hay detrás de la donación de sangre

Por José Ángel Peinado Monteso

Donar sangre es una acción loable y altruista; no se pide nada a cambio. Es dar vida.

Desde que tenía pocos años mi madre me llevaba a las unidades móviles de donación para que ella donara. Yo me sentaba al final del autobús y me atendían estupendamente. Ese buen hábito hizo que una de las primeras cosas que hiciera al cumplir 18 años fuera donar. Llevo casi 20 años donando.

Una donante de sangre (EP).

Una donante de sangre (EP).

El otro día entró en nuestro centro de trabajo un autobús de Cruz Roja para que los trabajadores pudieran donar. Este servicio fue privatizado por la Comunidad de Madrid hace 2 años, eliminando el personal público y cediendo los autobuses propios a la concesionaria, además de rebajar considerablemente las condiciones laborales del personal que prestaría el servicio.

Del autobús bajó una persona que recorrió todo el recinto, oficinas y dependencias ejerciendo labores comerciales para convencer al personal para donar sangre, ofreciéndoles luego una bolsita de comida y bebida. Yo me negué y le dije que si también informaba de que Cruz Roja cobraba a la Comunidad de Madrid 67 euros por cada bolsa de sangre. Me llamó mentiroso. Siguió su labor comercial, incluso con trabajadores externos que trabajaban en una obra. Una compañera con buena intención, pero ajena a lo que hay detrás, le ayudó recorriendo parte del centro para convencer a más compañeros. Intenté informarla, pero también negó la evidencia.

¿Y por qué van mesa por mesa con tanto interés para que dones? Porque no están cumpliendo el número de donaciones del contrato con la Comunidad. El año pasado recogieron un 17% menos de los pactado y esto es un negocio. Donar en la puerta de tu domicilio o trabajo es muy cómodo, ya que no pierdes tu tiempo de ocio; algún vago también pensará que así se libra un rato de trabajar. Eso es verdad, pero la cuestión es que si tú vas a un hospital público a donar, a los madrileños no les cuesta los 67 euros que sí cuesta en una unidad móvil privatizada. No llegará el día en que nos cobren por ponernos sangre (eso espero), pero esos 67 euros se tienen que pagar y ahora se detraen de otras partidas sanitarias.

Yo doy mi sangre altruistamente, no para que otro saque beneficio económico de ello. Para los que no tienen tiempo, les digo que la última vez que doné fui a un centro público y llevé a mi hija que tiene 2 años y medio. Enseñar a mi hija (gracias a tí mamá) que donar es importante para ayudar a los demás no tiene precio, al contrario del negocio con la sangre montado por algunos.

Los sin techo, un problema social

Por Plácido Cabrera Ibáñez

 

En cualquiera de nuestros pueblos y ciudades, resulta frecuente encontrarse con personas que se encuentran viviendo en la calle. Estas personas llegan a esta situación por causas muy diversas: emigración, rupturas familiares, desempleo, alcohol, drogas, etc. Tampoco resulta fácil conocer el destino del dinero que reciben, a veces, lejos de ayudarles en su situación, lo que se hace es aumentar su gravedad o pillería. SIN TECHO

Vivir en la calle en estado de embriaguez o drogadicción, es la puerta que más pronto que tarde, conduce al hospital o al cementerio. Estas situaciones son muy costosas a la sociedad, por las frecuentes recaídas: gastos hospitalarios; tratamientos de desintoxicación; etc. Pienso que este problema lejos de reducirse y mejorar, está sucediendo lo contrario, hacerse más grande y difícil de solucionar.

Por eso es necesario un gran acuerdo social y político que entre sus objetivos se encuentre: la ayuda a la persona y a su salud; la reducción de la mendicidad, con sus frecuentes implicaciones delictivas; la mejora social para el comercio y el turismo; una mayor tranquilidad y paz social, etc. Porque con cierta frecuencia, conocemos que tal o cual persona que estaba en un lugar por el que transitamos habitualmente ha sido encontrada muerta. El bien que en este campo viene realizando Cáritas, Cruz Roja, el Banco de Alimentos y otras agrupaciones parroquiales con la ayuda desinteresada de voluntarios es impagable. La sociedad no puede continuar aceptando estas situaciones por un falso respeto a la libertad de las personas, que en muchos casos se encuentra muy limitada y reducida por incapacidad física y mental. Los servicios sociales públicos deberían ocuparse mucho más de estas personas y prestarles una ayuda más eficaz.

El negocio de la sangre

Por Joaquín Hidalgo

Ejemplo de cómo se monta un buen negocio privado, gracias a la iniciativa pública:

Una bolsa de plasma durante la donación de sangre. Foto: GTRES

Una bolsa de plasma durante la donación de sangre. Foto: GTRES

La Comunidad de Madrid y Cruz Roja firmaron un convenio por el que a partir de marzo la Comunidad cede gratis sus autobuses de donación de sangre para que sean gestionados por Cruz Roja. A partir de ese momento, la Comunidad pagará a Cruz Roja 67€ por cada donación. En realidad, esto es lo que ya está pagando la Comunidad de Madrid a Cruz Roja por cada donación que consigue en sus centros, pero son pocas, por lo que parece.

Haciendo números, y si las donaciones en autobuses siguieran como hasta ahora, Cruz Roja se llevaría calentitos 9 millones de euros al año, cuando a la Comunidad el mantenimiento de los autobuses y los sueldos del personal le salía por 1,5 millones, aproximadamente. El personal no fijo irá a la calle, claro; a los fijos les recolocarán y les seguirá pagando la Comunidad, con lo que ni eso se ahorran.

Dicho de otra manera: yo doy mi sangre gratis y Cruz Roja gana con ella una pasta… ¡que le estoy pagando yo con mis impuestos! Cada donación de sangre que haga a la Cruz Roja ¡me cuesta dinero a mí! Solución: Nunca más haré una donación en autobuses, me iré a un hospital público y me aseguraré bien que la Cruz Roja ni ninguna empresa privada tenga que ver con esa donación. Y recemos para que no privaticen también los centros de donación de los hospitales públicos.

Los voluntarios de ambulancias, en riesgo

Por Arturo

Quería transmitirles la indignación de un voluntario de Protección Civil como yo, que dedica todo su tiempo a ayudar a la gente en una ambulancia de un pueblo cercano a Madrid, donde trasladamos a accidentados y a enfermos al hospital. El pasado agosto el Estado sacó una norma -presionado por las empresas de ambulancias privadas- para borrar a todo servicio de ambulancias llevado por voluntarios; en la norma ni se nos nombra y solo en Madrid hay más de 6.000 voluntarios. El asunto ha sido que todos lo que realizamos labor en una ambulancia a partir de agosto debemos de tener una formación profesional, cosa que veo bien. Pero antes de este decreto todas las personas que actuamos en ambulancias teníamos que pasar un curso de 120 horas y estar registrados en la Consejería de Sanidad, y ahora todo esto no vale para nada.Ambulancia

Se ha pedido a la Consejería que, al igual que [ocurre con] los profesionales, se cree un proceso de homologación de los conocimientos adquiridos y horas de dedicación para acceder a una certificación profesional con un examen de lo que nos falta, lo que nos valdría para seguir “echando una mano” a los demás y no dejar localidades sin ambulancias. La Consejería de Sanidad no responde y la de Trabajo tampoco; están esperando a que se hunda todo el voluntariado de ambulancias y se tenga que pagar por todo. Por favor, que alguien recuerde quién sacó a Madrid en el 11-M, los voluntarios de SAMUR y todas las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja, y así nos pagan. Y luego piden voluntarios para las Olimpiadas; no dejéis que hagan esto, por favor.

¿Dependerá la esperanza de vida de la posición social?

Por  Alejandro Prieto Orviz (Gijón)

Si aspectos tales como la calidad y cobertura de la sanidad pública, la desigualdad entre clases sociales o el acceso a una alimentación adecuada inciden en la esperanza de vida de la población, cabe preguntarse si las previsiones publicadas al respecto pecan de optimismo. Se pronostica que en las próximas tres décadas la media de vida aumentará en unos 5 o 6 años, sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció en enero de 2012 que esta había disminuido unas centésimas. FetoPor otra parte, organizaciones como Cruz Roja, Intermón Oxfam o Cáritas coinciden al señalar que la dinámica de empobrecimiento de las familias y el debilitamiento de las funciones protectoras del Estado están conduciendo a millones de personas hacia situaciones de vulnerabilidad de difícil retorno (un 40% de la ciudadanía podría encontrarse en la pobreza dentro de diez años) y causando una honda fragmentación social. O sea, si la realidad del momento es cruda y los análisis sociales acerca del futuro próximo incrementan la dureza, quizás convenga matizar que la esperanza de vida dependerá en buena medida de la posición social.