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Archivo de agosto, 2013

Gracias Angrois

Por Cristina, Mª Concepción, Mª del Carmen, Verónica y Mª Dolores*

Asistencia a las víctimas de SantiagoTras el desgraciado accidente del tren Alvia de Santiago de Compostela, el presidente del Gobierno agradeció a funcionarios y empleados públicos de todos los sectores su “comportamiento admirable y ejemplar». Otros cargos políticos aludieron también a ello.

En situación de descanso, período vacacional, huelga, paro, incluso doblando turnos, no dudaron en prestar sus servicios, dando muestras de su sentido de la responsabilidad.

Recordamos que, en los gobiernos socialistas ya pasados y ahora con el PP, hemos sufrido serios recortes profesionales y económicos y hemos sido desprestigiados repetidas veces en los medios, tildándonos de ser una carga innecesaria para el Estado.

Somos los que fuimos pero más desamparados en nuestros derechos laborales, en la consideración social y en nuestros sueldos (la mayoría mileuristas). El Estado se articula sobre la profesionalidad y la dedicación de los buenos funcionarios y la cooperación ciudadana, algo que en Angrois se dio con el más alto grado de generosidad. Gracias a todos por ello.

*Trabajadoras del Hospital Universitario Central de Asturias.

Nuestros africanos

Por Agustín Arroyo Carro

África también existe. Está en Madrid y en muchas ciudades de España. Se mueven individualmente, de dos en dos, o en grupo reducidos. Arrastran voluminosas bolsas como viejos paracaídas negros o blancos donde transportan sus heterogéneas mercancías: bolsos, perfumes, collares, esculturas de madera, pulseras, relojes, chandals, camisetas, sudaderas, nikis, cinturones, gafas de sol, dvds de música y películas pirateadas.manteros

A veces caminan solos con una sonrisa en el rostro, portando su impedimenta y ofreciéndola en bares, terrazas concurridas, plazas, bulevares, chiringuitos de playa, parques o calles céntricas.

Otros trabajan en la construcción o en la recogida de la fresa o la aceituna. De vez en cuando salen corriendo en estampida al otear a la policía que les acosa sin descanso. Los hay que pasan largas horas de pie junto a los supermercados vendiendo “La Farola” o abriendo amable y gentilmente la puerta a los clientes.

Conozco a tres de ellos: Wamba, Almanzor y Estela. No viven en mi barrio pero son ya como nuestros bondadosos vecinos. Desde su mirada profunda y humilde nos transmiten a diario el saludo y el abrazo de nuestra madre África y su cercana lejanía.

Las vacaciones perennes de los parados

Por Diego Mas Mas

Bañistas en la playaCon la que está cayendo, me he enterado que un concejal del PP en Vélez-Málaga se ha atrevido a afirmar que los parados tienen «vacaciones todo el año».

Esto no sería posible si los parados, los sindicatos, los partidos que dicen defender a los trabajadores y los ciudadanos que se autocalifican de concienciados no estuvieran realmente de vacaciones desde hace demasiado tiempo en la defensa de su dignidad y de los más débiles. Eso es lo que permite que los gobernantes lleguen en dichos y hechos a los extremos que hoy están a la vista de todos.

Los españoles no somos corruptos

Por Manuel Valencia

Como tantos miles de españoles, he estado veraneando en varios pueblos sencillos de la »España profunda» y como era de esperar no han dejado de surgir conversaciones sobre los incontables casos de corrupción que nos invaden. Charlando con la gente sencilla me he dado cuenta de que tópicos como que »los españoles son corruptos por naturaleza», »el parlamento es un reflejo de la sociedad», »tenemos el gobierno que nos merecemos» etc no se corresponden con la realidad del ciudadano de a pie.terraza

Salvando las excepciones mínimas de los »descarriados», somos gente extraordinariamente honrada, cabal, respetuosa como todo el mundo, abiertos a todas las ideas y campechanos en el trato. Lo que ocurre es que los poderes establecidos tratan de hacernos creer que somos corruptos como ellos para que ellos se vayan de rositas.

Lo que sería de desear es que los poderes públicos, si de verdad fueran un reflejo de la sociedad, a menudo nos pidieran consejo al pueblo sabio y soberano, atendiendo nuestras demandas y actuando en consecuencia para que no hagan de su capa un sayo.

La burbuja del fútbol

Por J. Mit Pau

Por fin se empieza a tomar conciencia de verdad y, por tanto, a pinchar, la burbuja del fútbol. Acabamos de ver cómo el ayuntamiento de Barcelona se niega a prolongar las horas de metro por un partido que empieza a las once de la noche. Los amos del fútbol creían que podían sustituir con su espectáculo aquel otro sagrado de la “adoración nocturna”, o del “rosario de la aurora”, más concurrido aún a esta última por poder jorobar también el sueño de los demás.futbol

También un directivo acaba de estallar y declarar lo obvio: que le parece una salvajada pagar cien millones de euros (1.660 millones de pesetas) por un futbolista; y más cuando se está despidiendo a grandes médicos o científicos por no pagarles cien o quinientas veces menos. Se va destapando ese maquiavélico truco político de distraer al pueblo de sus verdaderos intereses, incluso en tiempos de crisis, por medio de peles con individuos forrados de oro, imitando el ostentoso baño de oro que se daba antes (¿antes?) a los objetos, imágenes de culto e incluso a enteros edificios para valorizar su significado contra todo lo que predicó Jesús.

¿Dónde acaba la responsabilidad del vendedor?

Por David Salazar

Adquirí un cupón descuento de una empresa de venta de descuentos por Internet en el mes de julio para limpiar mi coche en una cadena de lavado.

El resultado del lavado fue más que pobre. Tras realizar las quejas pertinentes e intercambiar infinidad de correos con la empresa que me vendió el cupón, acabaron respondiéndome que en un artículo de sus condiciones estipulan que una vez el servicio se ha realizado y el cupón canjeado, éste no puede ser revocado. 90579

Esto me plantea las siguientes preguntas… ¿Acaba el servicio en la venta sin ningún tipo de responsabilidad posterior y final? ¿Cómo puedo calificar la calidad del servicio si no lo realizo previamente? ¿Nos venden descuento comercial ó realmente un descuento de la calidad del servicio?

Autoridad moral inconsistente

Por Alejandro Prieto Orviz

Aunque uno deposite más confianza en los resultados sociales obtenidos a través de la convicción que de la imposición, pues no es lo mismo conducirse bajo el dictado del razonamiento  que entrar por el aro a presión, parece comprensible la decisión tomada por distintos ayuntamientos de denegar la instalación de sombrillas particulares a primeras horas de la mañana para reservar sitio en las playas.sombrilla Muchas de ellas clavadas en primera línea de orilla, con vistas al horizonte y a los cuerpos que se pasean y entran y salen del agua. Y qué decir de la apropiación (desde el alba hasta el ocaso) de las mesas en las áreas recreativas. Censurar  la conducta de los  cargos políticos que anteponen los réditos personales a los sociales, es un ejercicio saludable que está al alcance de cualquier ciudadano,  sin embargo,  se echa  de menos una mayor autocrítica y disposición para encauzar  agudos  comportamientos que, cuando son protagonizados por el prójimo, suelen tener la consideración de desleales, molestos o irritantes. La autoridad moral se debilita, pierde consistencia e incluso se derrite con el calor del egoísmo y la incoherencia.

Ensoñaciones veraniegas

Por Rúl Rodríguez Mateos

Aunque el señor Fernández Lasquetty, ilustre consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, anda estos días muy ocupado ultimando la venta de hospitales públicos madrileños a industriales sanitarios españoles y foráneos, aún le sobra tiempo para compartir con todos unas reflexiones que, de no conocer al personaje, pensaríamos fruto de excesos en la ingestión de tinto de verano o gin-tonics.lasquetty Y es que el señor Lasquetty, hablando sobre el hospital de Collado Villalba, y echando mano de su acreditada habilidad para la divulgación de cifras cuyo parecido con la realidad es pura coincidencia, declaró que este año se habían ahorrado en dicha infraestructura hospitalaria la no desdeñable cantidad de 4,5 millones de euros al mes.

En estos tiempos de crisis y déficit público este «ahorro» sería una buena noticia si no fuera porque el hospital de Collado Villalba nos cuesta a «la suma de todos» los madrileños más de 11 millones de euros y, lo que es peor, sin estar funcionando ni tener fecha de apertura a la vista. «Si por un hospitalillo cerrado me ahorro 4,5 millones al mes, ¿cuánto me podría ahorrar con el cierre de todos?», pensará quizás el consejero en sus ensoñaciones estivales.

¿Quién elige al presidente de la CEOE?

Por Ángel Villegas Bravo

¿Quién elige a estos directivos de la CEOE para que todos digan las mismas barbaridades? Porque no quiero creerme que todos los empresarios son como sus representantes. Unos que dicen que hay que trabajar más y cobrar menos en un país donde los salarios son más bajos que en los países de nuestro entorno (como se dice ahora) y donde el poder adquisitivo de los mismos no hace más que mermar —por cierto, alguno de esos arruinó todas sus empresas, dejó un buen número de empleados en la calle y ahora está en la cárcel—. Juan Rosell

Otros que nos quieren enviar a Laponia. Otros que deben dinero a raudales a Hacienda o a la Seguridad Social (es decir, a todos los ciudadanos). Y, ahora, su jefe supremo que dice que hay que eliminar privilegios de los contratos indefinidos. ¿Qué privilegios? ¿Qué contratos indefinidos, si la inmensa mayoría de los que hacen son parciales o de obra?

Y el colmo de lo increíble: que los parados deberían recibir lo mínimo para subsistir. Pero ¿sabe este señor lo que cobra un parado y por cuánto tiempo?

Verdaderamente hay que tener paciencia de santo para aguantar tanta estupidez, ignorancia o falta de sensibilidad. Y además hay que ser ciego y torpe para defender tan mal los intereses de los propios empresarios. ¿De dónde creen que van a salir los recursos para consumir sus productos si la gente gana cada vez menos, si las pensiones son, cada vez, peores, si tienen que afrontar repagos en medicinas, si las matrículas de la Universidad son más caras y si suben continuamente gas, electricidad y gasolina?

¿Por qué creen que han cerrado tantos negocios? Sencillamente, porque el ciudadano no puede permitirse consumir, en muchas ocasiones, ni lo más necesario. No sé dónde dan los «permisos» para ser directivo de empresarios, no sé quién los elige, no sé dónde aprenden su «carrera», pero la verdad es que sus opiniones, sus métodos y sus maneras, dejan mucho, muchísimo que desear.

El cuidado a nuestros mayores, una situación de impotencia

Por Luis Fernando Crespo Zorita

Un hombre, de 86 años, mata a su mujer”. De inmediato  los medios lo difunden calificándolo como un crimen machista, se contabiliza como tal y nos tranquilizamos, porque el machismo, aunque es una lacra para la igualdad, parece  un riesgo bajo control policial, judicial y político. Ella, de 83 años de edad, estaba postrada en cama por la enfermedad y él, mermado de fuerzas, era incapaz de cuidarla.anciano

Ante un déficit social evidente como es la falta de servicios públicos de atención a la dependencia, y especialmente para el cuidado de las personas mayores, nadie se escandaliza en absoluto. La atención profesional y personalizada de nuestros mayores resulta un asunto ajeno a las Administraciones, sigue siendo una cuestión familiar, un problema privado, casi vergonzante, cuya solución no reporta  tantos votos como la lucha contra el machismo, mucho más mediática.

Sin culpar a nadie, pero responsabilizando a todos, la muerte violenta de una anciana a manos de su marido, y el posterior suicidio de este, ambos enfermos, que el pasado fin de semana ha ocurrido en Asturias, pero que se repite con preocupante asiduidad en otros lugares, no es sólo un desgraciado incidente inexplicable, es el síntoma de la situación de impotencia en la que vivimos muchos familiares de personas dependientes y ellos mismos, y al parecer nadie puede hacer nada, excepto amenazarnos con la quiebra inevitable del sistema público de pensiones, aquí siempre sobramos los mismos: los mas débiles.