El trineo de animación que sigue el compás de Beethoven

Los vídeos de Doodle Chaos son sencillísimos pero tienen la virtud de atraparte los ojos como si fueran las patitas de una mosca en el pegamento de un capricho: son un juego visual, un divertimento que usa extraños compañeros de viaje (la música clásica y una programación básica a disposición de cualquier internauta). El foco del espectador termina, sin embargo, persiguiendo encantado, hechizado, embelesado, diría, al ridículo protagonista, solo unos tracitos minimalistas que discurren en un trineo saltando y chocando al ritmo de Beethoven.

 

 

Utiliza un videojuego on line creado en 2006 por un programador esloveno, el Line Rider (puedes jugar aquí). Consiste en crear con el cursor líneas y estructuras por las que debe deslizarse Bosch, el personaje que usa el trineo por el espacio que ha dibujado previamente el jugador y que imita las leyes de la gravedad. Un pasatiempos creado por Boštjan Čadež y que tuvo gran éxito en Internet por la posibilidad de desarrollar circuitos y piruetas personales. Cada jugador debe diseñar las líneas por las que descenderá el trineo y en donde es muy sencillo, puedo jurarlo, que se despeñe.

Ha sido, sin embargo, el youtuber Doodle Chaos quien ha multiplicado las posibilidades: lo elevó a la categoría de culto, creando a mano, línea a línea, estos circuitos especiales que discurren al ritmo de los grandes temas de la música clásica. Sincronizando, por ejemplo, la canción de Edvard Grieg, En la gruta del Rey de la Montaña, con las andanzas y saltos del trineo.

 

 

El resultado son minutos de gravedad viral, la unión rítmica de los elementos: un trineo sintético, un personaje naif de la animación contemporánea, un juego sin más transcendencia que el pasatiempo, sincronizado a su vez con obras maestras de la música clásica convertidas aquí en montañas abstractas.

 

2 comentarios

  1. Dice ser David

    Hipnótico. Al menos no detuve el disco de Joe Dassin para ver esto en vano… Lo del chaval haciendo estos vídeos es un trabajazo. Admirable. Menos mal que estuvo 5 meses sincronizando la quinta de Beethoven, si llega a elegir algún tema actual, cinco meses con eso ahí venga a reescucharlo lo hubiera vuelto loco. Imagínate 5 meses sincronizando una canción de trap o cualquier cosa de Pablo Alborán…
    Qué pérdida de tiempo.
    😉

    17 noviembre 2018 | 09:39

  2. Dice ser kalyonte

    Precioso.

    17 noviembre 2018 | 20:40

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