Cuando las máquinas parece que han tomado LSD

Un algoritmo que genera un profundo sueño, o máquinas soñando nuestro mundo. El programador Alex Mordvintsev, junto a Christopher Olah y Mike Tyka, desarrolló el Deep Dream, un algoritmo de procesamiento de imágenes creado por Google que buscaba enseñar a la inteligencia artificial a comprender nuestra realidad mediante la interpretación y reconocimiento de imágenes, procesando miles de ellas que se integraban dentro de una red neuronal y que terminaron generando estampas que recuerdan a un viaje de LSD.

MartinThoma - Own work. Imagen tras diez iteraciones aplicando Deep Dream. Licencia CC0

Martin Thoma – Own work. Imagen tras diez iteraciones aplicando Deep Dream. Licencia CC0

Jessica mullen from austin, tx - Deep Dreamscope. CC BY 2.0.

Jessica mullen from austin, tx – Deep Dreamscope. CC BY 2.0.

Son herramientas creativas que exploran la percepción dentro de una red neuronal artificial que imita el cerebro humano.

Cuando se le pide a la máquina que identifique imágenes relacionadas y que las replique por su cuenta dentro de otra imagen, o que realce aquello que cree ver en ella, según lo que ha aprendido anteriormente, empieza a crear espacios perturbadores, sus ojos parecen psicodélicos: reconoce distintos patrones en la imagen de muestra, formas de animales o pagodas, torres, edificios, aves o insectos, que inicialmente no parece que estén allí y que los incluye por un sistema de capas.

Ejemplo de imagen procesada por Deep Dream. Google

Ejemplo de imagen procesada por Deep Dream. Google

La herramienta fue concebida para ayudar a los científicos e ingenieros para ver cómo una de estas redes percibía la realidad. Los resultados de este proceso de aprendizaje son una suerte de sueños alucinógenos que se han convertido en una nueva herramienta para el arte abstracto en Internet.

Google lo liberó en código abierto y cualquier persona puede enseñar a ver y reconocer imágenes al algoritmo y éste a su vez generar en segundos su propia imaginaria al pedirle que reinterprete la imagen o vídeo que se le muestra.

En el nuevo vídeo de Alex Mordvintsev se muestra una de las aplicaciones más interesantes de esta tecnología de estructuras neuronales, un zoom infinito que recuerda a una composición fractal a través de distintas pinturas que interpreta.

En el siguiente vídeo aparecen ejemplos de las obras que genera la máquina al identificar un conjunto de imágenes. Se le pide que reconozca patrones y que los aplique dentro de, por ejemplo, una pintura o fotografía, del mismo modo que un niño puede observar una nube y reconocer, al sobreinterpretar los bordes, un cordero o un dragón.

Como el algoritmo fue entrenado para identificar imágenes de animales parece que tiene predilección por mostrarlos deformes en cualquier lugar, con los ojos multiplicados y extraños rostros que se unen en una composición de collage sobre la imagen que se le enseña: en una fotografía de un árbol, por ejemplo, aparecerán pequeños seres alrededor, espirales o edificios, deformando la imagen inicial. Se trata de un efecto de pareidolia artificial: como cuando nuestro cerebro cree identificar figuras o formas reconocibles en líneas, grietas, nubes u otros estímulos visuales.

1 comentario

  1. Dice ser Lenny

    Impresionante. Me pregunto si en unos años quedarán artistas; escultores, pintores, artesanos que trabajen con sus manos o se extinguirán como todo, lentamente, buscando fractales perdidos en algoritmos alucinógenos.

    Vivan los artistas aunque sean máquinas!

    04 enero 2018 | 12:08

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