Escultura, máquina, juego, truco de magia, prototipo para la construcción de un autómata o un robot… ¿Qué es aquello que no deja de desplegarse? Los vídeos en time-lapse solo aumentan la intriga.
«El cuerpo humano, la idea del vestigio y la transformación» son el acicate creativo de Claude-Olivier Guay (La Sarre – Quebec, 1988). El artista canadiense estudia los parecidos entre el esqueleto humano y el de otros vertebrados, presta una atención técnica a las estructuras óseas.

Calavera de ‘Imago’ – Claude-Olivier Guay – Foto: claudeog.wixsite.com
Con cortadores de alambre da forma a obras que parecen no corresponder a ninguna época, que comparten lo futurista y lo anticuado, lo básico de la mecánica y lo complejo de la robótica. El proceso de creación de cada trabajo puede superar las mil horas y contener más de 600 metros de alambre.
Cénotaphe (Cenotafio) es resultado del afán perfeccionista del autor, una maravilla escultórica hermanada con la ingeniería. La máscara color carne se abre y descubre un cráneo que encierra un laberinto de alambres. Al abrirse también la calavera metálica, de aquella madeja cuadrada emerge un ejército de más de 40 saltamontes.
Helena Celdrán
¿Qué escondía este bloque de mármol? El David de Miguel Ángel
6 ideas para esculpir tu vida https://dametresminutos.wordpress.com/2015/05/20/6-ideas-para-esculpir-tu-vida/ vía @jiribas
11 febrero 2017 | 09:53