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Delitos de odio, en el ADN de VOX

Ayer lo vi en la tele y me quedé espantado. Siguen aumentando los delitos de odio (racismo, xenofobia, homofobia, machismo), al tiempo que aumentan las expectativas de voto de VOX en las encuestas de los medios conservadores. ¿Qué nos está pasando para que tantos españoles quieran regresar al pasado franquista? Perdonar, siempre. Olvidar, nunca. No nos conviene olvidar que el discurso de la extrema derecha franquista lleva en su ADN el embrión de estos delitos de odio.

Aumento de los delitos de odio en España en 2022

Aumento de los delitos de odio

El abrazo del águila

«No es lo  que parece»… si no miramos hacia Extremadura, Valencia, Baleares, Castilla León y tantos ayuntamientos gobernados ya por el PP con VOX.

La gaviota del PP alimenta al águila imperial de Franco con los colores de VOX.

Hay circunstancias en las que no sabemos quién alimenta a quién. El caso de la señora Guardiola, futura presidenta de Extremadura (si antes no dimite), después de haber tirado su palabra de honor a la basura (por orden de Feijóo), es muy claro.

Al mismo tiempo, aumentan los casos de censura cultural, promovida por VOX sin que al PP le salgan los colores.

VOX contra el Siglo de Oro. No sé si reir o llorar.

El miedo a perder la libertad, que ganamos con tanto esfuerzo en la Transición, justifica estas campañas contra la censura de la extrema derecha.

Afortunadamente, no todo son malas noticias. Acabo de recibir un comunicado que me ha emocionado. Es de un hijo que ha recuperado los restos de su padre, asesinado por falangistas en 1936. Copio y pego:

COMUNICADO

Identificados los restos de mi padre, no tengo palabras para expresar la inmensa satisfacción intima que siento por la confirmación oficial, genética, de la identidad de los restos de mi padre Valerico Canales.

Por fin ya puedo acogerle entre mis brazos de una manera física, material, a través de sus restos liberados de un secuestro que ha durado prácticamente 87 años.

Con ello se cierra un duelo continuado desde que yo tenía poco más de dos años.

Se cierra la herida que ha estado siempre abierta en mi corazón desde que a mi padre nos lo arrebataron a mi madre, a mi hermano y a mí.

Primero fue sacado de nuestra casa en Pajares de Adaja de manera violenta por paramilitares facciosos falangistas una madrugada de agosto de 1936 y asesinado en una cuneta del término municipal de Aldeaseca, distante unos 30 kilómetros.

Esa misma madrugada y de manera simultánea procedieron de igual modo con otras seis personas del mismo pueblo Pajares de Adaja, entre ellas una mujer, siendo asesinadas junto a mi padre en el mismo lugar de la cuneta de Aldeaseca.

Los siete asesinados de Pajares de Adaja esa madrugada del 20 de agosto de 1936 pertenecían al sindicato de UGT y a la Casa del Pueblo.

Al alba los siete cadáveres fueron arrojados a un pozo seco donde permanecieron durante 23 años sin que los familiares tuviéramos conocimiento “de nada” durante todos esos años.Solo percibíamos miedo y terror como consecuencia del golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la República y de la dictadura franquista impuesta a los españoles.

Después, en marzo de 1959, se produjo una profanación oficial del pozo de Aldeaseca, exhumando sin rigor científico los restos de las siete personas de Pajares de Adaja que introducidas en la caja 198 acabaron en el fatídico monumento del Valle de los Caídos, mausoleo franquista erigido con la participación importante de mano de obra esclava representada por presos políticos que habían luchado en la defensa de los valores republicanos y democráticos.

Los restos de nuestros seres queridos contenidos en la caja 198 han permanecido depositados en la Cámara de nivel 0 de la cripta del Sepulcro durante algo más de 64 años. Un lugar indigno e inadecuado para albergar los restos de nuestros seres queridos.

Por fin a día de hoy y gracias a la lucha denodada y sin descanso de los familiares de las 10 víctimas de la represión franquista de Pajares de Adaja en el verano de 1936, vamos a tener la gran recompensa de poder liberar los restos de siete de las esas diez víctimas del secuestro indigno en que han permanecido durante tantos y tan largos y duros años en el Valle de Cuelgamuros.

No nos olvidamos de continuar luchando por encontrar los restos de las otras tres personas víctimas de la represión franquista en Pajares de Adaja, que permanecen todavía sin localizar en una cuneta, un pinar o la tapia de un cementerio.

Por acuerdo previsible de los familiares los restos recuperados del Valle de Cuelgamuros recibirán un entierro digno, esta vez sí, en el cementerio de Pajares de Adaja en fecha del 20 de agosto, en la que se cumplen precisamente 87 años exactos de su desaparición y asesinato injustos, causados por la barbarie e intolerancia de los golpistas franquistas.

La sepultura-memorial construida en el cementerio de Pajares en recuerdo permanente de las diez víctimas de la represión franquista del verano de 1936 es para nosotros los familiares, un verdadero monumento a la honradez, honestidad y compromiso social de nuestras queridas víctimas.

Nuestra dignísima sepultura-memorial en el Cementerio de Pajares de Adaja se contrapone al fatídico, delirante, indigno y tétrico mausoleo erigido para mayor honra y gloria de un dictador que vulneró constantemente los derechos humanos desde el momento mismo del golpe de Estado del 18 de julio.

Por último los familiares de Pajares de Adaja que hemos liberado los restos de nuestros seres queridos de la siniestra gruta del Valle de Cuelgamuros queremos agradecer de  corazón a todo el competente y maravilloso equipo técnico multidisciplinar que haya hecho realidad  nuestros anhelos de localizar los restos contenidos en la caja 198.

Nuestro agradecimiento tambien al Gobierno de coalición progresista por su decidido apoyo a esta noble causa de buscar e identificar en su caso, los restos reclamados de las 128 solicitudes aprobadas por Patrimonio Nacional.

Agradecimiento especial a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática que ha seguido certeramente las directrices gubernamentales en esta materia de memoria democrática.

 

Fausto Canales Bermejo

Julio 2023

Y otra buena noticia. Acabo de escuchar en la SER al ex presidente Zapatero, valiente como nunca, criticando al PP y a VOX por la «infamia» que comenten al meter los crímenes de ETA en la campaña electoral contra Pedro Sánchez. Cuando el Gobierno Zapatero acabó definitivamente con ETA, le acusaron de traicionar a los muertos.  Por eso, ha renacido hoy. Cabreado y con razón.

Me sorprende el silencio de Felipe González ante tantas felonías del PP y VOX contra su partido… y el de mi padre.

 

¿Por qué PP y VOX no condenan la dictadura de Franco?

Hoy encontré mi primer carnet oficial de periodista (nº 5.083 de 1970). Me obligaba a observar la moral cristiana y a guardar fidelidad a los Principios del Movimiento impuestos por un dictador elegido no por los votos de los españoles sino «por la gracia de Dios».

Mi primer carnet oficial de periodista

Observar la moral cristiana y guardar fidelidad a los Principios del Movimiento dictados por Franco.

Cinco duros del «Caudillo de España por la gracia de Dios». Mil años antes, Abderramán III fue Califa de Córdoba «por decreto de Alá».

Me estrené sin prensa libre hace 53 años y me ha dado repelús pensar en lo que podría pasar en el gobierno de España después de 23 de julio. Me da mala espina que la coalición PP-VOX pueda gobernar pronto España sin haber condenado expresamente la dictadura de Franco.

Carnet oficial obligatorio para poder ejercer el periodismo.

¿Por qué son tan reacios a mostrarse anti franquistas? ¿Acaso le tienen querencia a aquel régimen fascista y cruel, inspirado en Hitler y Mussolini, que privó de libertad a los españoles durante 40 años? Me cuesta entenderlo.

Una recomendación que circula por las redes contra los mensajes de odio.

La lona del odio, en el centro de Madrid, retirada por la Junta Electoral no por su contenido delictivo sino porque aún no había comenzado la campaña.

Sobre todo, me perturban y preocupan que tantos jóvenes, que no sufrieron la Dictadura, sigan las consignas de odio (homófobas, racistas, xenófobas, machistas, etc.) sembradas por VOX, el socio predilecto del PP. Se acercan tiempos duros para la libertad. No es bueno que todo el poder (local, regional y nacional) se concentre en las mismas manos que no condenan el franquismo. ¿Qué hemos hecho mal los demócratas?

La gaviota del PP alimenta al águila imperial de Franco.

Ahí van dos artículos de El País que recomiendo sobre la Ley de Memoria Democrática que la derecha quiere derogar.

La incómoda memoria

Para un sector radical de las sociedades recordar parece ser más bien una amenaza y no un paso necesario contra la repetición del horror

Hay dos formas a través de las cuales una sociedad puede enfrentar un pasado traumático en el que en un país la obra humana dejó muchas víctimas, incluyendo personas asesinadas, desplazadas o exiliadas. Tema que en varios países se ha convertido en una suerte de Rubicón que polariza posiciones políticas tras lo cual se suele esconder, en realidad, la diferencia entre tolerancia e intolerancia.

Un camino es el de la recuperación de la memoria histórica. No sólo como homenaje a las víctimas, sino como mensaje, para el presente y futuro, de hechos graves que deben conocerse —y conocer las nuevas generaciones— para que jamás se repitan. La otra forma es la opuesta: el olvido, lo que podríamos llamar la “volteada de página”, en nombre de una idea abstracta de la “reconciliación” que omite conocer la verdad. Borrando hechos que generaron miles y hasta millones de víctimas, dando pie a la impunidad y una sociedad que prescinde de su memoria, con el pretexto de la conciliación.

Lo que está detrás de esta contradicción suele ser un pasado terrible. Que va, por ejemplo, desde los genocidios hitlerianos o polpotianos y la Guerra Civil española hasta los asesinados por dictaduras sangrientas en el cono sur latinoamericano (Chile, Argentina, Uruguay) en los setentas y ochentas, llegando a las decenas de miles de muertos en Perú, tanto por la acción del terrorismo como por agentes del Estado. Y hay muchos otros casos más en la región y en el mundo.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.

Así como ha habido sucesos gravísimos que no merecieron particular expurgación, memoriales o “comisiones de la verdad” o, en fin, políticas públicas de promoción de la memoria y de homenaje a las víctimas.

Sin duda la política pública “sanatoria” más espectacular en las últimas décadas ha sido la de la Alemania reconstruida luego de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Para cualquiera que visite el país no queda sino inclinarse con respeto ante los impactantes resultados pasos para no arrojar bajo la alfombra las atrocidades del nazismo desde la década del 30 del siglo pasado y durante la Segunda Guerra Mundial con varios millones de objetivos de persecución, destrucción o muerte por pertenecer a una determinada raza, etnia o nacionalidad.

Millones de judíos, disidentes políticos, gitanos, homosexuales, personas con discapacidades físicas y mentales fueron objetivo de destrucción o matanzas por pertenecer a una determinada raza, etnia o nacionalidad. Quedaron para la memoria los nombres de campos de concentración como Dachau, Buchenwald, Mauthausen o Auschwitz-Birkenau (Polonia). Conversando con la gente se puede constatar el espectacular impacto de esos memoriales y de la educación pública alemana han tenido en las generaciones que aún no vivían cuando los horrores del nazismo.

En otros países el relativo silencio frente a sus propias responsabilidades en la historia de hechos terribles y en la misma Segunda Guerra Mundial no ha sido, sin embargo, materia de especial “memorialización” como, por ejemplo, el Japón.

Pero fuera de esas grandes hecatombes mundiales de obra humana ha sido más bien en conflictos y situaciones “internas” de algunos países en las que se ha visto más vivamente la existencia o no de políticas públicas claras y consistentes. En torno a ese tema, por el contrario, por razones de política interna muchas ha sido materia de controversia y hasta de propuestas regresivas. En estos días en España, por ejemplo, dentro de la recién iniciada campaña electoral de cara a la elección del 23 de julio llama la atención la postura de los candidatos de la derecha de, por ejemplo, derogar la Ley de Memoria Democrática. Uno de los objetivos de esa ley es, precisamente, reconocer a quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, de pensamiento u opinión, de conciencia o creencia religiosa, de orientación e identidad sexual, durante el período comprendido entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la Guerra Civil, la dictadura franquista hasta la adopción de la actual Constitución en 1978.

En el contexto latinoamericano se han dado en las últimas décadas varios pasos notables —literalmente “memorables”— de lo primero, es decir de recuperación de la memoria histórica. No sin tensión y contradicción con quienes, desde el conservadurismo extremo, prefieren el olvido y que no se hable de hechos y responsabilidades atroces.

En los últimos 20 a 30 años se han dado pasos importantes en la región para mantener la memoria para que hechos terribles sean conocidos por las futuras generaciones para que no se repitan. Por ejemplo, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile referido a la larga dictadura de Pinochet o el Lugar de la Memoria (LUM) en Lima sobre el conflicto armado interno generado en el Perú por el accionar terrorista de Sendero Luminoso y las atrocidades en las que de ello derivó en responsabilidades graves de agentes de instituciones del Estado. También el Museo Sitio de Memoria, localizado en lo que fue la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, centro de detención y exterminio durante la dictadura militar entre 1976 y 1983 de miles de detenidos y desaparecidos, muchos de los cuales perecieron en los “vuelos de la muerte”.

Siendo las cosas así, el hecho es que para un sector radical de las sociedades recordar parece ser más bien una amenaza y no un paso necesario contra la repetición del horror. Si en la España de hoy hay quienes promueven en su discurso político voltear una página del pasado que parece incómoda para algunos, algo parecido ocurre en una Latinoamérica ya contagiada del virus global de la polarización política. Algo de ese mismo espíritu retardatario flota en otros lares.

Es lo que pasó en Lima con el LUM, espacio de memoria inaugurado el 2015 con la cooperación de Alemania. La exhibición arranca precisamente recordando cómo fue que se inició en 1980 la violencia terrorista de Sendero Luminoso que ensangrentó al país durante veinte años.

Pero, como no podía ser de otra manera, en el LUM la exhibición trata también de las víctimas de graves violaciones a derechos humanos cometidas desde el Estado, algo que para algunos extremistas es mejor omitir. Así, la autoridad municipal en Lima, en manos de un grupo político de extrema derecha, ordenó abruptamente el cierre del LUM con objeciones administrativas que pudieron haber tenido otro manejo. Por el momento la crisis ha sido superada pero ya se sabe de la espada de Damócles que pende sobre su funcionamiento dentro de un contexto político general cada vez más tenso y de regresión.

No deben sorprender estas corrientes de regresión que buscan cancelar la memoria y que se repita y extienda por otros países. Y que, con ello, se pretenda borrar de la historia hechos graves. Que deben ser conocidos y recordados como datos de la historia de manera que en la formación de las futuras generaciones haya mejores y mayores elementos para que esas tragedias no se repitan. Cancelando la memoria, por el contrario, es cómo el aliento a la repetición de tragedias se hace más posible.

En defensa de la memoria democrática para construir futuro

Las políticas de recuerdo de la represión y la dictadura deben adaptarse a generaciones que no han vivido la Transición; para ello hay que abrir archivos, desclasificar documentos, dar formación y resignificar los lugares de represión

En el cambio de milenio, la transversalidad del ciclo de protesta que se acrecienta en la segunda legislatura del presidente José María Aznar cobija también a los movimientos memorialistas. Estos no salen de la nada: son herederos de un trabajo incansable de exigencia de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición desde la misma Transición. Pero es solo a principios de la década de los 2000 que las demandas memoriales empiezan a devenir un nuevo sentido común. En este sentido, el pacto del Tinell que da vida al Gobierno catalanista y de izquierdas de Pasqual Maragall en 2003 apela a la experiencia republicana como antecedente fundacional de la democracia contemporánea. José Luis Rodríguez Zapatero, desde una mirada más personal, llega al Gobierno reivindicando a sus familiares represaliados en 2004. Por primera vez se establece un marco cultural que posibilita políticas públicas integrales de memoria democrática. Dos décadas después, la irrupción de la derecha radical amenaza con romper aquellos consensos. Su proyecto político, basado en la intolerancia y la exclusión del diferente, se ve amenazado por unas políticas de memoria que pretenden construir sociedades más libres y más pluralistas. Lo estamos viendo ya en algunos acuerdos de coalición a nivel autonómico. Sin embargo, para defender los consensos en materia de memoria democrática no es suficiente con repetir títulos declarativos como el de este artículo. Debemos avanzar, consolidar, innovar.

En primer lugar, necesitamos pensar las políticas de memoria en un contexto postransicional. Las nuevas generaciones no han vivido la Guerra Civil ni el franquismo, pero tampoco la Transición o los primeros años de la democracia. La educación, la formación y sensibilización deben estar en el centro. Las políticas de hoy no pueden ser las mismas que deberían haber sido en los ochenta (aunque no fueran). En segundo lugar, no estamos frente a un ejercicio de nostalgia, sino que abrimos un horizonte de presente y futuro, de articulación de una cultura cívica democrática. Se debe entender el presente con perspectiva histórica y de derechos humanos para construir y reconstruir ciudadanía social. En tercer lugar, hay declinar las memorias democráticas en plural. No estamos aquí para construir una única verdad historiográfica sino para avanzar en la defensa de los derechos humanos, la cultura de la paz y la fraternidad. En sociedades complejas y mestizas, con distintas sensibilidades, experiencias y orígenes, las memorias democráticas también son, por ejemplo, las de las diásporas y la ciudadanía nacida fuera del Estado o sus descendientes.

Para construir memoria democrática en pleno siglo XXI se abren escenarios practicables desde el aquí y el ahora. Cuatro vectores hay que transitar y pueden conectarse con el derecho internacional relativo a los derechos humanos. Para empezar, el derecho a la verdad. Este pasa por abrir archivos y digitalizar al máximo su contenido. El objetivo debe ser el de facilitar el acceso a los investigadores/as y la ciudadanía en general. También deviene imprescindible proceder a la desclasificación de documentos del periodo franquista y construir bases de datos públicas, repositorios de información y material clasificados que permita el avance de la investigación y divulgación. Seguidamente del derecho a la justicia. Es la hora de iniciar procesos judiciales en relación con los abusos de derechos humanos que se produjeron durante la dictadura franquista. Aunque la Ley de Amnistía dificulte penar, no debería ser un impedimento para investigar. La ley 20/2022 de memoria democrática y la creación de la Fiscalía de sala reforzarían este marco de oportunidad. Para que sea una realidad, el Gobierno catalán del que formo parte, por ejemplo, trabaja para ofrecer formación en materia de memoria democrática a operadores jurídicos y en la construcción de la prueba que pueda acompañar procesos judiciales.

El derecho de reparación deviene también fundamental. La abertura de algunas fosas puede actuar como ejercicio de reparación individual y colectiva, de manera relevante en los casos más cercanos al presente, pero no es el único instrumento a utilizar. También lo es dignificar cementerios y lugares de inhumación (por ejemplo, recomiendo visitar el Fossar de la Pedrera en Barcelona, un ejemplo modélico y pionero inaugurado en 1985), conmemorar y homenajear, resignificar lugares de represión, patrimonializar hechos y espacios vinculados a las luchas democratizadoras, etcétera. Por último, la garantía de no repetición. La memoria democrática debe estar presente en las actividades curriculares y extracurriculares de nuestros centros educativos, desde primaria hasta la universidad. Sin ir más lejos, en Francia todos los jóvenes deben visitar algún espacio memorial a lo largo de su escolarización. Y también es necesaria la introducción de la memoria democrática en la formación de trabajadores de la administración pública (aparte de operadores jurídicos antes citados: policías, bomberos, maestros o médicos forenses).

En definitiva, el reto está en transitar de la resistencia a la innovación, de la nostalgia a la construcción de futuro: impulsar políticas de memoria democrática situadas. Porque cualquier batalla cultural requiere de mucha inteligencia, audacia y flexibilidad. Memoria democrática, en fin, para avanzar hacia unas sociedades más inclusivas, tolerantes y convivenciales.

«Empiezan quemando libros…» (Heine) ¡Aprobado!

¡Aprobé, por fin, con mi «Quema de libros por la Inquisición! Claro que no tuve mucho mérito ya que la maestra Sandra Krysiak, siempre generosa, nos concedió un aprobado general.

Con mi maestra, mi talla y unos pasteles que Sandra llama «facturas argentinas».

Ayer terminó el curso de tallasmadera.com en los talleres de Villalba y Vadillo y hubo fiesta dulce en Vadillo y salada en Villalba.

Cena salada de fin de curso en el taller de Villaba.

Merienda dulce de fin de curso en el taller de tallasmadera.com en marqués de Vadillo.

Ya solo me falta lijar con cuidado las caras, las manos y los libros de  los doce inquisidores dominicos quemadores de libros.

«Quema de libros de un un hereje por el tribunal de la Inquisición». Una escena muy española inspirada en la gran obra de Juan de Juni (Museo de León). (En la foto no se nota, pero fracturé tres dedos inquisitoriales que iban contra veta y a uno lo dejé tuerto. Eso, seguramente,  me bajó la nota).

En su margen superior, grabaré con pirógrafo la frase premonitoria del poeta Heine: «Empiezan quemando libros… y acaban quemando personas». Me recuerda el día en que mi padre y yo salvamos muchos libros de la hoguera. También me recuerda la quema de los libros de mi colega y paisana Carmen de Burgos, ordenada por el dictador Franco, otro cruel inquisidor.

Comencé esta talla en madera de cerezo español antes de la pandemia. Me tomaron por loco. Y nos les faltó razón. La retomé este curso después del Covid. Y ahí está. ¡Aprobado! Con gubia y maza en la mano, me siento alguien. Tras mi jubilación, me alegro de haber cambiado la dirección general del diario 20minutos por la talla de madera y el tenis.

Pag.546 de «La prensa libre no fue un regalo»

Ahora que se agota «La prensa libre no fue un regalo» no tendré más remedio que empezar otro libro con la esperanza de que los retrógrados franquistas de VOX no me lo quemen. ¡Miedo me dan! Pobres mujeres españolas y pobres hombres gobernados ya en muchos lugares por machistas, homófobos, xenófobos, odiadores y racistas declarados de VOX que exhiben, sin complejos, toda su ignorancia y su amor ciego por la represión franquista. Y pobres los demócratas del PP que no saben dónde se meten.

 

 

Lona del odio. Me estoy asustando…

Lona del odio desplegada en la zona madrileña de la calle de Alcalá. Aún no han detenido a los autores.

Me llegó por Instagram y me dio un escalofrío de miedo. Conozco al monstruo… y reconozco que me estoy asustando. Los nazis dan la cara sin disimulo. ¿Quién firma esta lona? ¿Acaso es de VOX? ¿Qué podemos hacer si la Policía aún no ha detenido a los autores? Esta lona temible no está protegida por la libertad de expresión. Es un delito de odio contra quienes no piensan como ellos e incita a la violencia. El cubo de basura podría convertirse algún día en cámara de gas. La Inquisición no murió con el rey felón en el siglo XIX. Solo quedó dormida… hasta que la resucitó el tirano en la postguerra con decenas de fusilados diarios sin juicio cuyos cuerpos siguen en las cunetas. ¿Nos falla la memoria? ¿Qué hacer con estos fanáticos nostálgicos del franquismo?

Ahora, sus votos resultan útiles para los conservadores moderados y civilizados del PP. Pero, ¿quién frenará a estos racistas, xenófobos, machistas, etc. cuando su odio se convierta en violencia impune contra quienes no pensamos como ellos? ¿Será demasiado tarde?

La derecha alemana confió en los nazis para acabar con los comunistas… Cuando acabaron con los comunistas, los nazis echaron del poder a los conservadores civilizados y ya sabemos lo que pasó. Pasaron del cubo de basura a las cámaras de gas. Ojalá me equivoque. Les veo asomar la patita del odio…. contra el sanchismo y más allá. Para ellos, el fin justifica los medios. Miedo me da.

Mensaje de pacobecerra recibido por Instagram

 

¿Ortega Schmidt, ministro del Interior con Feijóo?

Me lo dijeron ayer, en broma, y sonreí. Ortega Schmidt, ministro del Interior con el presidente Feijóo. ¿Qué pensará el PNV? ¿Una fragata en La Concha? ¡Menuda broma!

Abascal y Ortega

Al rato, me enteré del pacto PpVox compartiendo gobierno en Valencia y se me heló la sonrisa. Peor aún, se me pusieron los pelos de punta.

Feijóo con su amigo, el contrabandista, de vacaciones.

Inmediatamente surgieron en las redes nuevas bromas… de muy mal gusto.

Vox entra en el Gobierno valenciano con el PP

¿Dónde está el límite o la línea roja para frenar el ascenso de la extrema derecha, que augura el retorno al fantasma del franquismo? El franquismo, por lo que veo en Valencia y quizás pronto en la Moncloa, no está muerto sino mal enterrado. Miedo me da. La abstención o el voto en blanco el próximo 23-J es abrirle la puerta a ese fantasma franquista (xenófobo, machista, liberticida…) que los jóvenes españoles, afortunadamente, no sufrieron.

¿Qué pensarán las mujeres que votan a VOX? Porque ya saben que el número 1 de la lista de VOX al Congreso es un condenado (condenado, no solo acusado) por maltrato machista. Ya no disimulan. No lo esconden. Lo lucen y sacan pecho. ¡Madre mía!

Portada del semanario Doblón cuando murió el dictador felón.

Ya no estamos para bromas, sino para repasar nuestra historia reciente o, mejor aún, para preguntar a los abuelos quién era aquel tirano genocida que gobernó España durante 40 años basado en el terror. Por si acaso, el 23 -J, antes de votar, preguntad al abuelo quién era ese tal Franco y que hacía.

El «caudillo de España por la gracia de Dios», como rezaba en las monedas, con el traje típico del cargo de dictador en el salón del trono.

O leed mi libro. Me haríais un favor.

Portada de mi último libro.

¿Soy anti español si voto al PSOE? ¡Sosegaos!

¿Soy anti español si voto al PSOE?

El eslogan maquiavélico y perverso “Sanchismo o España” de Feijóo, el derogador, (“que le vote el del bote”, digo yo) es enemigo de la España que construimos entre todos con la Constitución del 78. Dudo que alguien de la derecha me gane a patriotismo. Sin embargo, por sentirme socialista a fuer de liberal, la derecha dura me coloca en la anti España, junto a los heterodoxos de Menéndez Pelayo. Desentierran el hacha de la dos Españas. Ya veo por qué. Todo le vale y el fin justifica los medios. A algunos les resulta rentable la tierra quemada con tal de alcanzar el poder. A mí no. Y a muchos amigos y conocidos de derechas, tampoco. ¿Qué hacer?

Lo primero, escuchar a los que no piensan o juegan como yo. Si pierdo al tenis es porque he jugado peor que mi adversario. ¿Qué hice mal y qué hizo bien el vencedor?

Mensaje de Manuel Saco que hago mío.

El coste de pacificar la parte sediciosa de Cataluña, de arreglar los platos rotos por los separadores Rajoy y Aznar, antes de la declaración de independencia de los separatistas del Parlament, ha sido muy alto. Quizás no había alternativa, pero en el resto de España el acercamiento de Sánchez a ERC (quitar la sedición, reducir la malversación, etc.) ha tenido un coste electoral muy alto en municipales y autonómicas. Lo entiendo. No hay mal que por bien no venga. Cataluña se separa hoy de España mucho menos que en tiempos de Rajoy.

No digamos el gran error de la Ley del “sí es sí” y el empecinamiento de Podemos para no remediar inmediatamente el desaguisado. Ahí creo que murió la coalición PSOE-Podemos. El PP tuvo el acierto genial de votar con el PSOE contra Ione Bellara e Irene Montero, dos nombres quemados y que serán disuasorios en cualquier lista electoral. Con el “sí es sí” acertó el PP y erró el PSOE.

A mi juicio, acierta el PSOE cuando vota con el PNV para cerrar el paso a Bildu en Álava, por ejemplo. Aunque el eslogan le fue muy rentable, a fuer de hipócrita, se equivocó el PP con eso de “que te vote Chapote”. Iba dirigido, con mala fe, a las tripas, no al cerebro ni al corazón de los españoles. Las emociones (y las tripas) son traicioneras. ¿Acaso no negoció Aznar con ETA a la que definió como Movimiento Vasco de Liberación y autorizó cientos de traslados de etarras al País Vasco? ¿A qué viene ahora eso de “que te vote Chapote” contra el partido que acabó, de verdad, con el terrorismo de ETA?

El PSOE acertó con sus medidas de fondo de carácter social (subida del salario mínimo, pensiones, reforma laboral, etc.). Muy oportuno el artículo sobre “¿Qué hicieron los romanos por nosotros?” Se equivocó al vender chuches de última hora (cine más barato, inter rail para jóvenes, etc.). Ir del brazo del populismo de Podemos (que critica a los empresarios con nombres y apellidos, que se emperra en dividir al feminismo con minucias de la ley Trans, etc.) ha tenido un coste electoral muy alto para el PSOE. Dime con quien andas y te diré quien eres.

Para mí el error más gordo del PSOE es no haber sumado a los socialistas liberales que, aunque ya van rozando la ancianidad, adelantaron la civilización y cambiaron España durante 14 años: Felipe González no puede faltar en la foto con Pedro Sánchez. Y algo habrá que hacer para que Alfonso Guerra, artífice principal en la sombra de la Constitución del 78, junto con mi amigo y maestro Fernando Abril Martorell, no vuelva a recomendar nunca más que votemos en blanco.

Muchos vecinos de mi pueblo (Villanueva de la Cañada) nos seguimos queriendo después de votar al centro derecha o al centro izquierda, y me pregunto ¿qué les pasa a nuestros dos grandes líderes políticos emperrados en radicalizar y tirar de nosotros hacia los extremos?

Ni Feijóo es un narco ni Sánchez un etarra. ¿A qué esperamos para luchar decentemente por el centro? Y que gane el mejor. Tengo envidia por las grandes coaliciones derecha/izquierda que los alemanes hacen en caso de apuro. Imaginemos un debate en televisión sobre el futuro de la economía española entre las dos cabezas más singulares del PP y del PSOE, Luis Garicano (ex Ciudadanos) y Nadia Calviño (nº 2 del PSOE en el Gobierno). Sus márgenes de maniobra serían pequeños y sus discrepancias no tendrían nada que ver con las “gamarradas” de Cuca, la rabiosa monja alférez del PP, o los golpes bajos que MAR (Miguel Ángel Rodríguez, el Rasputín de Aznar y Ayuso) dirige, sin pudor, a las tripas de los españoles más ignorantes o apáticos.»¿Comunismo o libertad?» ¡Vamos, hombre!

Falta alguien como Adolfo Suárez, Felipe González, Fraga Iribarne o, incluso, Santiago Carrillo (padres de la Democracia) que les diga a los suyos, a voz en grito: ¡Sosegaos!

Amén.

 

 

La democracia no peligra en mi pueblo

Hoy he vivido la democracia en acción. Y, para mi sorpresa, no ha ido mal. Nada que ver con la intolerancia y/o el odio personal y ramplón que preside eso del «Sanchismo o España» de Feijóo. La Junta General, presidida por una Junta Directiva elegida por sorteo, ha transcurrido en paz, con debates, sí, pero en paz. Después de un periodo de crispación, al parecer insoportable, la Junta anterior dimitió y ningún vecino escaldado quiso presentarse a las elecciones. Por eso, el azar ha querido que un grupo de vecinos, sin ansias de mandar ni de complicarnos la vida, tuviéramos que aceptar el veredicto de la suerte. Por fuerza mayor… y -¿por qué no?- también por amor a La Raya del Palancar, urbanización de Villanueva de la Cañada (Madrid) donde mi esposa y yo compramos la parcela en tiempos de Franco y hemos criado a nuestros tres hijos.

La Junta Directiva de mi Urba, elegida por sorteo, recibida por Luis Partida, alcalde de Villanueva de la Cañada (Madrid) elegido por los vecinos. Estoy entre el alcalde y Hermenegildo Morell, nuestro flamante presidente.

Seguramente por mi edad y mi buena relación con Luis Partida, nuestro alcalde del PP, casi vitalicio, que ha vuelto a ganar las elecciones, me han adjudicado el cargo no solicitado de Vocal de Relaciones Institucionales. Sin hacer campaña, el azar me ha concedido el primer cargo político de mi vida. Ahí es nada. Y hasta un vecino me ha confiado su voto para la asamblea de hoy.

Documento gráfico de la delegación de voto de un vecino.

En mi Urbanización hay 391 parcelas con derecho a voto. Como en toda comunidad de vecinos, tal como manda la Ley, votan los propietarios de las parcelas y no quienes habitan en ellas. Ya sabemos que se trata de un voto censitario, como antes de la Revolución Francesa, pero eso es lo que hay.

Reunión relajada con el alcalde que celebró el fin de la crispación que dejó sin Gobierno a mi Urba.

Hemos empezado con buen pie, pues la asamblea de propietarios ha aprobado hoy las dos propuestas que hemos presentado: la contratación de una nueva administradora, para nuestra tranquilidad, y la apertura del restaurante del Club Social antes del verano para satisfacer las demandas permanentes de muchos vecinos. El presupuesto ha quedado pospuesto a una próxima asamblea pues ya era la hora de comer.

Nuestro Club Social, sin restaurante desde hace tiempo.

Recuerdo la primera y única vez que asistí a una Junta General de mi Comunidad de Propietarios, allá por 1977, cuando regresé de Estados Unidos para votar el 15-J por primera vez en mi vida. En Nueva Inglaterra había asistido a varias asambleas semejantes (llamadas «Town meeting») y me escandalizó el feroz enfrentamiento que había en los debates entre las dos concepciones del mundo, entre la derecha y la izquierda norteamericanas. Pues bien, la incapacidad para dejar hablar, con cierto orden, a los vecinos y los gritos e insultos que presencié en aquella primera experiencia de «democracia en acción» me escandalizaron mucho más que los que vi en Estados Unidos. Aún estaban vigentes la leyes del dictador y, quizás, también sus usos y costumbres.

La democracia aún no había llegado a España y la Constitución no había sido aprobada. Durante casi 500 años, no tuvimos la costumbre de convivir en libertad ni de escuchar al otro. La intolerancia era la norma. Aquella asamblea de vecinos, que tanto me deprimió y enfadó, fue un ejercicio de barbarie y enfrentamientos a cara de perro. Por eso, decidí entonces, quizás irresponsablemente, no volver a asistir a ninguna más. Hasta hoy, 46 años después.

¡Madre mía! Hay que ver cómo ha mejorado la convivencia en liberad en España. Daba gusto escuchar los debates, las discrepancias y, más aún, las disculpas por si alguna opinión sobre personas pudiera haber ofendido la sensibilidad de alguien. La asamblea de mi Urba ya no era pasto de bárbaros, como en 1977. Más bien, parecía una reunión de finos y educados diplomáticos salidos de Versalles. Salí contento por no haber rechazado, con alguna excusa, mi nombramiento por sorteo. Creo que fue Virgilio quien escribió en su Eneida que «La suerte acompaña a los audaces». Reconozco que, en esta ocasión, no he sido audaz. Solo un propietario con suerte, ya que hoy he comprobado que la democracia no corre peligro entre mis vecinos. Hubo respeto. ¡Quién lo diría!

Nuestros líderes políticos podrían tomar nota. Si no llegan a acuerdos, podríamos probar a elegir a los siguientes por sorteo. A veces, el azar ordena el caos.

 

 

 

 

 

Un torniquete para frenar la hemorragia… y ¡otra vez, a ganar!

Ayer me desperté triste. La victoria electoral de la derecha y la extrema derecha me quitaba el sueño.

Ayuso y Almeida celebran sus victorias en la sede del PP. Desde el balcón Ayuso grita: «En libertad». ¿Acaso no hay libertad en España? Me dio repelús.

Pensaba en una frase de Albert Camus sobre la guerra civil española:

-«Se puede tener la razón y perder la guerra».

No soy analista político ni profeta… por ahora. Solo un periodista jubilado. Si embargo, nada más levantarme, tuve un presentimiento. Así se lo conté a Ana Westley, mi esposa (awestley.com):

-«Si yo fuera Pedro Sánchez, disolvería las Cortes y convocaría elecciones generales inmediatamente».

Pedro Sánchez anunció ayer, por sorpresa, la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio. Muy pocos lo sabían.

Al cabo de un rato, el presidente me dio la razón. Por eso, no me sorprendió. Me recordó la audacia de Felipe Gonzalez cuando renunció al marxismo… y los socialistas, despavoridos, se unieron rápidamente a él como una piña. Y ganó las elecciones muchas veces. También me recordó una frase que yo atribuí erróneamente a  Cicerón (un error, pues es de Virgilio, copiada de un griego):

-«La fortuna favorece a los audaces»

¡Olé! Pedro Sánchez puede ganar, con Nadia Calviño de número 2 y sin comunistas, independentistas ni populistas en sus listas. Solo en coalición, si hace falta.

Pedro Sánchez y Nadia Calvino. ¿Números 1 y 2 de la lista ganadora del PSOE?

¡Ánimo, presidente! Ya tienes mi voto.

Camaradería de la vicepresidenta Nadia Calviño con Olav Scholz, el canciller de Alemania. Nadia se mueve muy bien por la Unión Europea. Ayuso y Feijóo se pierden por Bruselas.

El despertar de Carmen de Burgos, defensora de la mujer

Mi chica, Ana Westley (awestley.com) triunfa hoy en La Voz de Almería. El diario líder de mi tierra publica mi artículo sobre Carmen de Burgos, la más importante defensora de la mujer en el siglo XX y la más odiada por Franco. Colombine sufrió eclipse total y sus obras fueron quemadas durante la Dictadura… hasta que murió el tirano. Ahora, la gran Carmen de Burgos revive en la obra de Asunción Valdés («Revivir. La nueva Carmen de Burgos») y en el óleo espléndido de mi esposa. ¡Qué buen ojo tuvo Toni Cabot, director de Publicaciones del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, al convertirse en editor de esta obra magna de Asunción Valdés!

Ana Westley, ante su óleo de Carmen de Burgos.

Mi artículo en La Voz de Almería (26/05/23)

Para aquellos que, como yo, tengan dificultad para leer la letra pequeña del diario o no puedan ampliar el texto en su móvil, copio y pego a continuación el texto de mi artículo en Word. Ahí va:

Almería, quién te viera… (29)

El despertar de Carmen de Burgos

J.A. Martínez Soler

Una señora de 94 años, apoyada en su bastón y del brazo de su sobrina, se acercó emocionada, a pasos cortos, al caballete que sostenía el óleo de Carmen de Burgos, Colombine, en el aljibe árabe del Hotel Catedral. Sorprendida, y con sus ojos brillantes, al borde de la lágrima, se dirigió Ana Westley, la autora del retrato:

“Es ella. Es ella. La reconozco. Se parece mucho a mi suegra Pura, su prima hermana”.

La mujer que celebró el viernes, 19 de mayo, el parecido del retrato de Colombine con Pura, la madre de su marido, José Miguel Naveros Burgos, era Emilia Pardo Santayana, madre de mi amigo y colega Miguel Naveros Pardo. Miembros de la familia de nuestra heroína, que tuvieron miedo a hablar de ella durante la Dictadura, se reencontraron con sus recuerdos gracias a este retrato sobre madera (que permanecerá en el Hotel Catedral) y a la obra descomunal de Asunción Valdés (“Revivir. La nueva Carmen de Burgos”) en dos tomos.

Ana Westley con Emilia Pardo ante el óleo de Carmen de Burgos, tía de su marido Jose Miguel Naveros Burgos.

Pintura y literatura (óleo y libro) fue un doble lujo para quienes llenamos el aljibe de Jayrán, primer emir de la taifa de Almería, un lugar mágico parar rendir homenaje a la principal defensora de la mujer en el siglo XX, la más odiada por Francisco Franco quizá, y no solo, por sus crónicas de la guerra de África.

También para mí fue una jornada cargada de recuerdos emocionantes. José Miguel Naveros Burgos, sobrino de la célebre periodista, escritora, partidaria del voto femenino y del divorcio, pedagoga, masona, defensora de los derechos de la mujer, contraria a la pena de muerte y a la violencia de género, fue el primer periodista de carne y hueso que conocí en mi vida cuando yo era adolescente. Frecuentábamos la biblioteca Villaespesa del Paseo y la redacción del Yugo donde yo publiqué mi primera crónica juvenil.

Años más tarde recibí, no sin emoción, un premio con el nombre de Naveros Burgos. Su hijo, Miguel Naveros, fue quien me llevó, en 2009, ante la tumba de Carmen de Burgos en el Cementerio Civil de Madrid. Junto a Federico Utrera (Autor de “La voz silenciada” de Canal Sur), Marijé Orbegozo y José Luis Martinez, editor de La Voz de Almería, entre otros, nos juramentamos para resucitar la figura de nuestra paisana Carmen de Burgos, cuyo nombre fue borrado de la memoria colectiva de España (sufrió la “damnatio memoriae” de los romanos) y sus más de 250 obras, condenadas al fuego inquisitorial del franquismo. Su nombre (el único de mujer) fue incluido, con el número 9, en la lista de autores prohibidos. Fue un eclipse total de Carmen durante toda la ominosa Dictadura… hasta que murió el tirano.

Nuestros colegas de la Asociación de la Prensa de Almería alzaron esa misma antorcha de recuperación de la memoria y convencieron al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez Comendador Burgos, para que dedicara el Paseo Marítimo a Carmen de Burgos. Un gesto que honra a un alcalde del PP, pariente de la propia Colombine, y que le agradecemos. Lo cortés no quita lo valiente.

También compartimos unas risas con la madre de mi amigo Naveros, al recordar la relación de su hijo (del PSOE) con el alcalde (del PP), ambos parientes de la grandísima Carmen de Burgos. Cuando se cruzaban por las calles de Almería, Luis Rogelio le saludaba con un “Adiós, primo”. Mi amigo Naveros solía replicarle diciéndole “No me llames primo”.

Asunción Valdés (periodista, ex directora del Telediario de TVE y ex jefa de prensa de la Casa Real), presentó su biografía de Colombine con brillantez y glosó la figura de nuestra paisana con calidez y admiración. Su obra comienza con esta cita: “En 1916, preguntaron a Carmen de Burgos “¿Cuál será su legado póstumo?”. Ella respondió: “Mi resurrección”.

Su respuesta fue profética. Ana Westley, con su pintura, y Asunción Valdés, con su escritura, están contribuyendo a resucitar su legado. Los almerienses defensores de los derechos de la mujer estamos en deuda con ellas.

Al concluir su disertación, Asunción nos encomendó algunas tareas que no debemos olvidar: “Recordar a personas importantes, injustamente olvidadas, es una obligación para periodistas y docentes. Debemos conseguir que el nombre de Carmen de Burgos se incluya en los libros de texto. Los alumnos de Almería deben conocer la vida y la obra de su ilustre paisana. También los de Andalucía y España entera”.

Podríamos empezar, por ejemplo, por incorporar algunas de sus obras a la “Biblioteca Martínez Soler” del Centro de Profesores de Almería (que lleva el nombre de mi hermana, defensora de los ideales de Carmen de Burgos). Y seguir incluyendo su nombre en los libros de texto de Enseñanza no universitaria.

Por lo que Liborio López García, subsecretario del ministerio de Educación, nos dijo hace poco en el Ateneo de Madrid, me conta que el Gobierno quiere introducir el nombre y las ideas pioneras de Carmen de Burgos en sus reformas educativas. Según el subsecretario, “las ideas de Colombine sobre la Enseñanza tienen una rabiosa modernidad y no solo para su época”.

Para quien quiera saber más de la primera periodista española en nómina y primera corresponsal de guerra, la más notable defensora de os derechos de la mujer, puede acudir al portal Carmen de Burgos, recién incorporado con 324 registros, a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Su creador, Roberto Cermeño, nos lo recomendó apasionadamente al presentarlo en el aljibe de Jayrán.

La vida de Colombine, según Asunción, es la de una superviviente “con inteligencia darwiniana”. Chales Darwin dijo que no sobrevive la especie más fuerte sino la que mejor se adapta a los cambios. Y eso hizo nuestra heroína con valentía y seguridad en sí misma para libarse de un marido maltratador y buscarse la vida en Madrid con su única una hija. En sus novelas se aprecia una fuerte carga autobiográfica: “La mal casada”, “El último contrabandista”, “Puñal de claveles”, etc.

Después de las intervenciones emocionantes de Asunción Valdés, mi colega, y de Ana Westley, mi esposa y maestra en feminismo, no encuentro palabras para cantar mejor que ellas las excelencias de esta almeriense tan ilustre y tan injustamente sepultada durante 40 años de Dictadura. Mil gracias a Asunción Valdés y a Ana Westley por contribuir a la resurrección anunciado por la propia Carmen de Burgos. Y al hotel Catedral por albergar el retrato que mi chica ha pintado de ella con mucho gusto y emoción.

Asunción Valdés, Ana Westley y su óleo de Carmen de Burgos, en el Hotel Catedral de Almería.

Asunción Valdés, Ana Westley y su óleo de Carmen de Burgos, en el Hotel Catedral de Almería.

Retrato de Carmen de Burgos, realizado al óleo sobre madera por Ana Westley (awestley.com)

Crónica de Manuel León en La Voz de Almería

La nueva biografía (en dos tomos) de Asunción Valdés sobre Carmen de Burgos.

A la entrada en el aljibe árabe construido por de Jayrán, está expuesta mi talla del primer emir independiente de la Taifa de Almería. El óleo pintado por mi chica y mi talla en madera de cedro, unidos en el aljibe del Hotel Catedral. ¿Qué más puedo pedir?

Talla de Jayrán, en madera de cedro, una de mis primeras obras recién jubilado como director general del diario 20 minutos.

QR de Colombine, para más información

Voy con Adriana, el último de su lista

¿Por qué voy, a mucha honra, el último de la lista del PSOE en Almería? Sencillamente porque me gustaría ayudar a que Adriana Valverde, mi candidata favorita, fuera la próxima alcaldesa de Almería.

Adriana Valverde, candidata socialista a la alcaldía de Almería.

Yo te veo, querida Adriana, como alcaldesa de Almería, la ciudad donde nací y donde, en la calle Juan del Olmo (ente el Quemadero y la Plaza Toros), mamé los ideales socialistas de mis padres. Voy como independiente en el puesto 27 de tu lista porque, como periodista, no debo someterme a disciplina de partido, religión o equipo deportivo (nunca lo hice), pero mi corazón, tú lo sabes, comparte tus ideales socialdemócratas. Y soy un patriota almeriense, andaluz, español, europeo y ciudadano del mundo y eso me obliga a actuar y a no rendirme frente a la injusticia, la desigualdad y la ignorancia.

Por el bien de mis paisanos almerienses (los nacidos aquí y quienes adoptaron nuestra ciudad como propia), deseo tu victoria electoral. La tuya será una alcaldía para la esperanza en un futuro mejor frente al inmovilismo y el conformismo del pasado que nos ofrecen el PP y VOX. Será una victoria no solo para los del Paseo, para los que Feijóo llama “la gente de bien”, sino también para todos los barrios olvidados por el PP.

Mis paisanos del distrito 5º dirán que soy un optimista sin remedio. Ya me lo dijeron cuando, hace unos años, regresé a mi tierra como profesor titular de la UAL, y fui con Santiago Martínez Cabrejas, también con el número 27, el último de la lista del PSOE, un puesto de honor que me trajo suerte. Ya lo veréis.

La derecha almeriense, que entonces incluía a algunos nostálgicos del franquismo que hoy son de VOX, daba por segura la victoria de Megino, aquel alcalde enemigo de Los Coloraos que prohibió tocar La Marsellesa a la banda municipal. ¡Menudo cipote! Los himnos liberales del siglo XIX (el de Riego, el de Garibaldi, la Marsellesa y el himno nacional) se tocaban en Almería desde hacía casi doscientos años. Los amigos de la libertad recurrimos a la banda municipal de Berja para mantener una tradición liberal interrumpida solo durante la ominosa tiranía de Franco. Volvió a sonar La Marsellesa en la Plaza Vieja, don Juan Megino perdió la alcaldía y nuestro Santi, un alcalde entrañable, tomó el mando en Almería.

Ya sé que se trata solo de una anécdota menor sobre la intolerancia de la derecha almeriense. Pero, los símbolos, por pequeños que sean, cuentan porque condensan sentimientos, emociones e identidades que nos definen. Los del PP que nos gobiernan le tienen ojeriza al Pingurucho de Los Coloraos y quieren quitarlo de la puerta de Ayuntamiento. El monumento a los mártires de la Libertad, ejecutados por Fernando VII, el rey felón que restauró la Inquisición, les da repelús. A mí me gusta. Y a Adriana, también.

Pero no vamos a ganar el Ayuntamiento solo para salvar los símbolos de nuestra identidad histórica. Queremos ganar el Ayuntamiento para cambiar Almería, 20 años en manos de pusilánimes conservadores que se contentan con poco (y generalmente solo para ellos), para ponerla en el mapa del progreso, con autopistas y ferrocarriles del siglo XXI, con un puerto abierto que no tenga que envidiar al de Alicante y un paseo, desde el Zapillo hasta Pescadería, pasando por el Cable Inglés, que compita con el de La Concha de San Sebastián. Una Almería con más y mejor empleo, con más riqueza, mejor repartida, y menos pobreza, con más y mejores servicios sociales, con más cultura y menos ignorancia, para que podamos presumir de ella con orgullo y con razón.

Como los líderes de mi padre, Indalecio Prieto o Julián Besteiro, yo soy socialista a fuer de liberal y como ellos, yo también quiero una Almería moderna y ejemplar, que nos garantice un futuro de progreso para mejorar la vida de todos los almerienses y para reducir la desigualdad, la injusticia y la ignorancia que sufren muchos de nuestros paisanos. Quiero un futuro de esperanza y no un regreso al pasado que beneficie solo a los de siempre. Quiero una Almería más feliz.

Con Adriana ha llegado la hora feliz del cambio y no más de lo mismo. Y es que, para superar el abandono de Almería, durante dos décadas, la Democracia nos ofrece algo maravilloso: la posibilidad de la alternancia en el poder gracias al voto responsable de los ciudadanos. Paisano: no pierdas esta oportunidad para nuestra ciudad. ¡Atrévete!

¡Almería, quién te viera… con Adriana de alcaldesa!

Ante el monumento a Los Coloraos, hace más de 35 años, con mi hijo David en mi mochila.