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¿VOX o Amnistía? Lo tengo claro: Amnistía

Entre VOX y la Amnistía, me quedo, sin dudarlo y aunque no me guste, con la Amnistía. Los !Viva Franco! que, brazo en alto, se oyen en las manifestaciones frente a la sede del PSOE en Madrid, en presencia de Santiago Abascal y Esperanza Aguirre (como delegada de Aznar y Ayuso), me producen algo más que repelús. Me asustan.

Os recomiendo leer «La España de Franco» de Chaves Nogales, probablemente el mejor periodista español del siglo XX.

El PP y VOX están jugando con una bomba de relojería de consecuencias insospechadas. También, con un boumerang que golpeará al pobre Feijóo y, cuando pasen las elecciones europeas del año 2024, le llevará de regreso a su Galicia natal. Menos mal que nuestra Democracia, anclada firmemente en la monarquía parlamentaria de la Constitución del 78, es sólida y aguanta bien los ataques de los neofranquistas de VOX (que llaman Felpudo VI al Rey) y de algunos otros nostálgicos totalitarios emboscados aún en el PP.

Imposible olvidar «Los santos inocentes» cuando veo a los manifestantes rabiosos y violentos, ciegos, contra una Amnistía cuyas causas y efectos desconocen.

Mientras tanto, Ayuso, marcando el paso a Feijóo, de la mano de Aznar, en el papel de Trump, está exultante. Solo cuando la mayoría del PP vuelva al centro derecha podrá aspirar, sin VOX, a ocupar algún día la Moncloa. Con VOX ya se ha visto que es imposible. ¿Por qué no lo entienden y lo asumen de una vez? De ahí su desesperación, su rabia mal disimulada, su violencia contenida, y sus mentiras repetidas de que han ganado las elecciones. En Democracia, señores del PP, si respetan la Constitución y las leyes, deben saber que las elecciones las gana quien puede formar Gobierno con los votos del Congreso donde reside la soberanía popular. No insistan con sus mentiras repetidas en la línea Trump.  Solo crearán frustración entre los suyos.

Ayuso, pupila de Aznar, el «pinocho» de ETA en el 11-M.

La crueldad de la Dictadura de Franco, el dictador felón, perdura en el recuerdo imborrable de muchos demócratas. Gritar ¡Viva Franco!, a estas alturas, no llevará nunca a los PP a buen puerto. Lo saben, pero no se atreven a atar corto a Abascal, su doberman. Lástima. Con lo bien bien que sentaría a la Democracia la posibilidad de la alternancia en el Poder…

Mi hijo Erik y yo empezamos hoy a escribir un libro

Emocionado por mi victoria (6-2), y antes de que regrese la rancia censura franquista, en el caso terrible de que mañana ganen PP y VOX, mi hijo Erik y yo hemos reflexionado y acordado hoy escribir un libro, a cuatro manos, como si aún fuéramos libres.

Hoy gané a Erik por 6-2 en el set oficial. Me vine tan arriba que me creí capaz de escribir otro libro. Esta vez al alimón entre los dos. El último de «La prensa libre no fue un regalo» ya está casi agotado en Marcial Pons.

El derrotado pagó los cafés.

En el Cafe de Los Austrias, frente al polideportivo de La Bombilla, empezamos a escribir el libro. Solo tenemos el título que, seguramente, lo cambiará el editor si es que conseguimos publicarlo.

La. idea surgió hace tiempo cuando, hace dos años, ambos firmamos juntos este artículo en La Voz de Almería (donde Erik había sido becario).

Artículo publicado en La Voz de Almería, hace dos años.

Segunda página de La Voz de Almería

Texto en word del artículo de La Voz de Almería:

Un policía, solo, frente a los dioses

José A. Martínez Soler y

Erik Martínez Westley

Un policía ejemplar, galardonado, aplaudido y luego abandonado y machacado injustamente por los dioses, me recuerda a la ascensión, caída y redención de personajes propios de Shakespeare. Esa injusticia, como una espina en el corazón, la llevo clavada desde la tragedia del 11-M en Atocha, el mayor atentado terrorista de la historia de España. Mi hijo Erik, con quien comparto esas líneas, ha criticado este silencio sonoro que brota de mis memorias de la Transición (“Y seguimos vivos”). He cortado el capítulo dedicado al comisario Rodolfo Ruiz, el encargado de la línea de custodia de la mochila de Vallecas que incriminaba a Al Qaeda y no a ETA en el 11-M.

Erik me interpeló: ¿Dónde están los daños irreparables sufridos por el comisario Rodolfo Ruiz, el guardián de la mochila de Vallecas, perseguido con saña por los grupos mediáticos afines al Partido Popular, para justificar el bulo de que fue un atentado ETA y no de Al Qaeda? El daño que le causó el vacío que le hicieron también los políticos de izquierdas y los grupos mediáticos afines, que no querían generar ruido, es igual de imperdonable. Acusaciones infames. Silencio cobarde.Los dos grandes partidos y sus grupos mediáticos afines colisionaron en un incidente, la mochila de Vallecas, y en un hombre mortal de carne y hueso, el comisario que la custodiaba. A este hombre le tocó estar en el sitio y en el momento en que el partido que gobernaba hizo palanca para mover sus intereses colosales (las elecciones y el Poder). Pensamos que, si le pasó a Rodolfo, nos podría haber pasado a cualquiera de nosotros. Nos echamos a temblar. Un hombre cabal y su familia, sin haberlo buscado, están de golpe en el ojo que te mira desde el Poder. La presión miserable de unos y el abandono cobarde de otros, cercándole por todos lados, solo ante los dos partidos y sus medios, le pasaron una factura durísima. Rodolfo ha rehecho su vida, no sin heridas. Han pasado varios años y esta injusticia colosal aún me conmueve. Hay circunstancias, decía Unamuno, en las que callarse es mentir.

Me sentí mal por haber recortado en mis memorias los párrafos del bulo sobre la custodia de “la mochila de Vallecas”, esa herida tan mal cerrada de la historia reciente de nuestra democracia. Ayer mismo me disculpé con el comisario Ruiz quien, afortunadamente, está rehaciendo su vida y prefiere olvidar tantos sufrimientos pasados. Recuerdo muy bien el día que Rodolfo Ruiz me visitó en mi despacho del diario 20 minutos. Venía de parte de mi hijo Erik y de su hijo Pablo. Ambos se conocían por amigos comunes y eso cimentó nuestra confianza mutua. El comisario estaba muy afectado, casi abatido, por la campaña insidiosa, terrorífico bullying, que machaconamente difundía el Gobierno de Aznar y su prensa afín contra él. Le habían convertido en el muñeco a tumbar. Nadie le recibía. Su versión de los hechos no importaba. No sabía a quién acudir. Al final, como padre de un conocido de su hijo, mostré interés en su caso. Me impresionó. Las confidencias entre un policía y un periodista suelen estar sometidas al off the record. Sin su permiso no podré contar algunas de ellas que me llenaron de rabia contra tamaña injusticia. ¡Ay, si pudiera!

Me encontré con un hombre entero pese a estar solo, indefenso, frente a los poderes del Estado y a sus medios próximos. Desprestigiando su labor policial en la custodia de la mochila de Vallecas, cuyo contenido incriminaba a Al Qaeda, los partidarios del bulo de ETA en los trenes Atocha, creían ganar posiciones. El comisario Ruiz era la pieza a abatir. Como un junco imposible de quebrar, aguantó, solo, contra viento y marea. Después de ganar todos los pleitos, la acción profesional y heroica de Rodolfo Ruiz solo fue celebrada y premiada, hace unos años, por la “Asociación 11-M de Afectados por el Terrorismo”. Aunque insuficiente, algo es algo. Allí nos dimos un abrazo.

Cuando conocí a Rodolfo, Aznar había sido sustituido por Zapatero y Acebes por Rubalcaba. Sin embargo, el vía crucis del comisario de Vallecas continuó durante demasiados años. El diario El Mundo seguía sacando portada tras portada con falsedades sobre la mochila de Vallecas. Abundaron las teorías conspiratorias.  Jiménez Losantos y sus calumnias infames… Millones de personas consumían estas teorías del odio, aceptando disparates antes de admitir que el presidente Aznar había mentido miserablemente por aferrarse al Poder.

Antes del 11-M, cuando Rodolfo era jefe de la Brigada de Información de la Policía, en la cumbre de su carrera, desarticuló con su equipo peligrosas bandas criminales. Él y todos sus colaboradores fueron galardonados con medallas al mérito por aquella acción policial. Cuando la propuesta de concesión de esas medallas llegó a la mesa del ministro del Interior, mi admirado Rubalcaba, el nombre de Rodolfo, el jefe del equipo, fue eliminado del grupo de condecorados. No fue borrado de la lista por arte de magia.

Ese clavo agravó la depresión de la esposa del comisario que, al poco tiempo, la llevó al suicidio. (Quizás, quién sabe, agotada por esta pesadilla, esta injusta persecución que no parecía acabar nunca…) Intercedí ante el ministro Rubalcaba para que le devolvieran la medalla que, nunca supimos por qué, le habían quitado. Las respuestas evasivas escritas por mi querido Alfredo, poco valeroso por no decir cobarde, me llenaron de tristeza y decepción.  ¡Ay, la política y el miedo a la prensa canalla!

El presidente Aznar precedió al presidente Trump en la invención de bulos de gran calibre para conservar el Poder y deslegitimar a su sucesor. Ambos demostraron no ser demócratas. A veces, conviene hacer memoria. No olvidar. Lo que le pasó al comisario Ruiz podría pasarnos a cualquiera de nosotros. Todos corremos el peligro de ser víctimas de la injusticia.

Pasados los años, Rodolfo ha ganado todos los juicios por calumnias, ha sido restituido en su puesto, cobra su pensión y, pese al daño sufrido, ha rehecho su vida con éxito. Aprendimos de él -y de Don Quijote, cómo no- que no hay que ceder si la razón y la justicia están de tu parte. Claro que, con todos los dioses en contra, la integridad tiene un precio. Es un héroe anónimo que sobrevivió a una tormenta que ni te cuento. Por eso, merece el reconocimiento de los demócratas.

En esta hora de revisión de memorias, Erik y yo ofrecemos estos párrafos a nuestro amigo Rodolfo, el comisario que salvó la línea de custodia de la mochila de Vallecas y, de paso, el honor de muchos demócratas. De aquel primer encuentro en el diario 20 minutos, propiciado por nuestros hijos, surgió una gran amistad entre un policía integro, que aguantó en solitario la embestida de los dioses, y un periodista miedoso. Gracias, Rodolfo. Los demócratas estamos en deuda contigo.

 

11-M-Fue-Al-Qaeda

Ls mentiras de Feijóo nos han recordado otras mentiras, mucho más graves, de su maestro José María Aznar y por las que «el hombrecillo insufrible» (como le definió Helmut Kohl) aún no ha pedido perdón a la familia del comisario Rodolfo Ruiz ni a la sociedad española.

Los españoles reaccionamos entonces frente a las mentiras de Aznar y el PP perdió las elecciones del 14-M de 2004. Ojalá mañana pase lo mismo con las mentiras de Fakejóo y no tengamos que sufrirle 4 años en la Moncloa, asistido por su presunto vicepresidente Santiago Abascal y, lo que sería mucho peor, por su presunto ministro del Interior, Javier Ortega Smith, el bárbaro.

Miedo me dan. Votad bien, por favor.

Mirad lo que me recuerdan estos bárbaros.

#Masterpiece https://t.co/iEmvrUXZjt
(https://twitter.com/judit_sinhache/status/1682397029480243201?t=I_O-sc-5ZHkGOaKgdKfRig&s=03)

¿Vuelven los quemadores de libros? ¡Santo cielo!

Mi nieto Leo me ayudó ayer a lijar mi ultima talla («Quema de libros por la Inquisición»), inspirada en la de Juan de Juni (Siglo XVI, Museo de León). Leo me preguntó por qué quemaban los libros.

Mi nieto Leo me ayuda a lijar… y me hace preguntas difíciles.

Le respondí con una frase del poeta Heine: «Empiezan quemando libros y acaban quemando personas». «Nunca te fíes de quienes queman libros», le dije. «Franco, ese de las monedas que coleccionas, también quemaba libros». Y seguimos lijando.

Mi última talla en madera de cerezo español que me valió el aprobado en tallasmadera.com

Le mostré un dibujo del gran Forges que tengo pegado junto a mis libros.

Forges siempre celebró la Feria del Libro… a su aire.

Luego vi al líder de VOX en el debate de TVE y, otra vez, el miedo recorrió mi cuerpo.

Carteles de Abascal y de Franco. Tal para cual.

¿Podemos retroceder tanto después del 23-J? Como diría mi amigo Peridis: «Todo es empeorable». Ojalá que no. Ida a votar. Os lo ruego. La libertad de expresión y creación pueden estar, otra vez, en peligro. Y la prensa libre, ¡no digamos!

Mi libro «La prensa libre no fue un regalo». Ed.Marcial Pons

Esconderé mi talla para que no me la quemen. Por si acaso.

El Debate de anoche en TVE me ha dado una cierta esperanza. Algunos indecisos pueden haberse percatado del peligro que corre nuestra libertad si no votan correctamente. O sea, contra la restauración de la censura.

Mi entrevista preelectoral en 1993 con Aznar. Después de la de 1996, ganó y me despidió.

Le entrevista valiente y honesta de Silvia Inchaurrondo a Feijóo (convertido entonces en Fakejóo) dejó KO al líder (provisional) del PP.

¿Se ha ido ya Silvia?

Por el efecto en las redes sociales del ridículo que hizo al desmentir con más mentiras las correcciones oportunas de Silvia, veo un rayo de esperanza.

Su ausencia cobarde en el debate a tres de anoche en TVE también puede pasarle factura. No solo se ausentó para evitar la vergüenza de aparecer junto a Abascal (como dijo Sánchez) sino para que Yolanda Díaz no le preguntara por su amistad de tantos años con el famoso narco gallego Marcial Dorado.

Todos los gallegos, menos Feijóo, sabían que Dorado era un narco importante.

El narco, que le invitó a muchos viajes y vacaciones, declaró que su esposa le servía el desayuno a Feijóo.

¿Terminó ya el Debate?

El PP puede no formar Gobierno con VOX después del 23-J.  Al tiempo. Sus mentiras le pueden pasar una gran factura. Eso le pasó al mentiroso José Maria Aznar cuando el 11-M de 2004 engañó a toda España con eso de ETA en el atentado yihadista de Atocha. El PP perdió, con razón, aquellas elecciones. Ojalá las vuelva a perder el 23-J. Mi talla y mis libros estarán a salvo.

Ya nos avisó Forges de lo que nos podría pasar si no espabilamos.

¡Tongo! Feijóo golpeó con herradura en su guante

Cuando hagamos la digestión de las mentiras de Feijóo, veremos quién ganó el debate de anoche. Hubo tongo porque Feijóo golpeó a Sánchez llevando una herradura en su guante: una sarta de mentiras dichas con aplomo, cinismo, sin inmutarse y con la cara más dura que el cemento. ¿Habrá recibido clases de Aznar o del trío Pinocho de ETA en el 11-M? Sánchez, ingenuo, crecido y confiado, no pudo ganar un debate tan desigual. Perdió su oportunidad. Feijóo le cabreó, le sacó de sus casillas.

Cartel de seguidores de Sumar en las redes

Mi amiga Blanca Vila nos ofrece este sabio mensaje: «Alguien dijo: no discutas sobre verdades con adictos a las mentiras». Si te pones al nivel de un mentiroso, él te gana ya que tiene más costumbre que tú a la hora de mentir con aplomo. Sánchez y la verdad perdieron el debate.

Ana Pastor y Vicente Vallés los presuntos moderadores de la Sexta y Antena3

Lástima no haber estado allí para poner un poco de orden.

Entrevista preelectoral con Aznar en TVE

¡Vuelve Manuel Campo Vidal! Anoche te echamos de menos.

Un mensaje recogido en las redes sociales

Fraga evolucionó desde la Falange y el franquismo a la Democracia. Feijóo y Abascal van hacia atrás como los cangrejos. Me quedo con Fraga.

Minuto de oro de Pedro Sánchez. Lo mejor de su intervención.

 

¿Ortega Schmidt, ministro del Interior con Feijóo?

Me lo dijeron ayer, en broma, y sonreí. Ortega Schmidt, ministro del Interior con el presidente Feijóo. ¿Qué pensará el PNV? ¿Una fragata en La Concha? ¡Menuda broma!

Abascal y Ortega

Al rato, me enteré del pacto PpVox compartiendo gobierno en Valencia y se me heló la sonrisa. Peor aún, se me pusieron los pelos de punta.

Feijóo con su amigo, el contrabandista, de vacaciones.

Inmediatamente surgieron en las redes nuevas bromas… de muy mal gusto.

Vox entra en el Gobierno valenciano con el PP

¿Dónde está el límite o la línea roja para frenar el ascenso de la extrema derecha, que augura el retorno al fantasma del franquismo? El franquismo, por lo que veo en Valencia y quizás pronto en la Moncloa, no está muerto sino mal enterrado. Miedo me da. La abstención o el voto en blanco el próximo 23-J es abrirle la puerta a ese fantasma franquista (xenófobo, machista, liberticida…) que los jóvenes españoles, afortunadamente, no sufrieron.

¿Qué pensarán las mujeres que votan a VOX? Porque ya saben que el número 1 de la lista de VOX al Congreso es un condenado (condenado, no solo acusado) por maltrato machista. Ya no disimulan. No lo esconden. Lo lucen y sacan pecho. ¡Madre mía!

Portada del semanario Doblón cuando murió el dictador felón.

Ya no estamos para bromas, sino para repasar nuestra historia reciente o, mejor aún, para preguntar a los abuelos quién era aquel tirano genocida que gobernó España durante 40 años basado en el terror. Por si acaso, el 23 -J, antes de votar, preguntad al abuelo quién era ese tal Franco y que hacía.

El «caudillo de España por la gracia de Dios», como rezaba en las monedas, con el traje típico del cargo de dictador en el salón del trono.

O leed mi libro. Me haríais un favor.

Portada de mi último libro.