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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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Los mejores tuits del running (2)

Unos meses atrás escribí sobre cuentas que no debes dejar de lado. Quieréndolo o sin querer, generan carcajadas o seguidísimas reflexiones. Son esos enormes generadores de movimiento entorno a las andanzas del mundo del corredor. Recordaréis a @LuchoRunner, @ArmandoRampell o el tío del Megáfono, el amigo Barrantes.

Pero hay más.

En plena transición (hemisferio norte, lads & peeps) de la primavera al calenturiento verano, los (las) tres grandes de la temporada. Disfrutad.

Ellas.

La primera. Marianella Cordero, periodista global, ser que no hace pereza ni para levantarse en mitad de la noche para entrenar su rutina ni para cruzar el planeta y correr en París, Boston, donde sea. Claro, es necesario reseñar que coger tres vuelos para ir a correr un maratón ya no entra en categoría de heroicidad sino de placeres meditativos. ‘Nella’ adora este tipo de contradicciones.

 

 

Hueco para la segunda. Otra de mis imprescindibles. Viajera, editor gráfico y fotógrafa. Corre con el rabillo del ojo siempre puesto en un lugar fotografiable. Sus tuits son limón helado. Ácido y frío, como me gusta leer un disparo en 140. Señores y señoras, apunten a sus FAVs la cuenta de Eva M Tomé.

 
Elena Bioscas está como una auténtica cabra revolucionada. Corre, trota, sendas arriba y sendas abajo. Como dice ella, una devoradora de libros, pelis y series declarada y un animal social. Aquí se enterará que en algunas ocasiones visito su twitter para ganarle ganas a la vida. ¿Una prueba? Arrambla con los corredores a la que te descuidas.

Carreras de montaña: ¿alarmismo y mala gestión de imagen?

Anoche se celebró la mesa redonda sobre carreras de montaña y su potencial impacto ambiental en la RSEA Peñalara. En las paredes, Don Francisco Giner de los Ríos, Herreros (el de la senda), Victory, nombres altisonantes y necesarios en el excursionismo y la educación españoles.  Estaba organizado como actividad del programa del Gran Trail Peñalara (3 carreras, 27-29Jun), del que pronto empezaremos a hablar en este blog, y moderado por un viejo conocido de mis años de facultad, Pedro Nicolás, profesor universitario, geógrafo y montañero de los duros. Árbitros de la FEDME, organizadores, expertos en evaluación ambiental y corredores, sobre todo gente que corremos, tuvimos un rato para tirar de los hilos.

Frente a la mesa, un nutrido grupo de oyentes sobre los que planeaba una angustiosa percepción: ¿tan agresivo se está considerando al correr por la montaña? ¿En serio no hay actividades diez y cien veces más nocivas para el medio natural, para que unos cientos -nunca muchos- puedan ver mermada una actividad tan sostenible e inocua?

¿Detrás de qué estamos, en esencia? Estamos buscando evitar cancelaciones y multas. Herramientas para que sea un deporte con ese altísimo nivel de sostenibilidad.

Y ¿con qué nos encontramos? Con una doble vertiente. De un lado, el fenómeno global y masivo de correr en el campo. Del otro, la arbitrariedad de encontrarnos hasta con 17 instancias autonómicas, sensibilidades especiales y más o menos presión. Hasta el punto que organizar una carrera en las caras norte o sur de, por ejemplo, Peña Ubiña (Cord.Cantábrica) puede ser una lotería que saldrá bien si todo va rodado, o una pesadilla si termina en denuncias o cancelaciones.

Las carreras donde se puebla de forma masiva un camino y se puedan desbrozar zonas en delicado equilibrio ecológico, aparentemente, son muy pocas. Se habló ayer de esos apocalípticos mensajes cruzados en internet sobre miles de corredores alterando el medio. La realidad es que apenas hay carreras que sobrepasen los cuatrocientos participantes. Sí, en cambio, marchas senderistas o de bicicletas de montaña que las superan, motos que van por caminos donde se les está prhibido, etc.

Parece que hay mucho de desinformación y desconocimiento por parte de todos, corredores y organizadores. No parece que exista mala fe cuando un trazado pasa por una zona donde quizá aniden unos buitres o una especie de vegetación de montaña tenga su nicho endémico. La impresión del coloquio es de preocupación por el campo. ¡Que se estaba celebrando en una sociedad montañera que mima el Guadarrama desde 1913!

Bien está que alguien tirara de las orejas a los que tira mierda a los caminos o quienes únicamente se apuntan porque el trail running es una moda. Los miles de corredores que intentan copar los cupos de las carreras, las casas comerciales bombardeando con reportajes, vídeo y empresas que sustituyen con más o menos talante a los pequeños clubs que organizan los eventos, todos ellos están gestionando de manera ineficaz una gema: correr por la montaña.

¿Y las motos? ¿Y esos pelotones de bikers o excursionistas? ¿Ellos no impactan?

Sí, y probablemente diez veces más.

Asistí asombrado a la relación de un gestor de los montes de Valsaín, donde confirmaba el incremento insostenible (según sus palabras) de sólo las carreras de montaña, a las que añadir los agresivos ciclistas de ruedas de taco y los usos totalmente al margen de la ley.

¿Qué viene antes, el boom de organizar trails, medios maratones de montaña, kilómetros verticales, o es que la febril actividad empresarial y de ayuntamientos y clubes los ha hecho populares?

Sobre todo ello, tengo una sensación: que correr se ha vuelto tan visible y aparece en tantos medios de comunicación que se está dando importancia desmedida a demasiados aspectos relacionados con ello.

La gestión de la imagen de correr, del running, va camino de la sobreexplotación. A base de rellenar columnas sobre temas relativos, la forma física, si es moda o ‘cool‘, sobre si es bueno para el estrés, la mujer corredora, el cuarentón corredor, si ayuda o no en tu dieta, se están agotando los temas. Desde los medios se buscan todas las áreas donde correr pueda ser noticia. Y el entorno reacciona con un miedo lógico ante una eventual avalancha de desmadrados subidos a correr por cualquier lado.

Seguridad en lo que hacemos y educación, como mencionaban anoche, parecen ser las premisas sobre las que evitar que ningún corredor de montaña cometa tropelías medioambientales.

Cortar y pegar las experiencias de otros países sin mirar qué tiene de especial todo el entorno del running en el monte, previsiblemente nos llevará a parchear y enfrentar sectores afectados. La prensa española lleva un año, con particular empeño hace menos de seis meses, exprimiendo sin medida una especie de (robo la expresión a un amigo) «lobby runero». En otros países se asimiló antes y con más calma. De nuevo, consultar la prensa extranjera es útil.

Parece ser que las conclusiones fueron sucintas, variarán dependiendo de quién las mire, pero la impresión general es que en estos foros se avanza y se encuentran posiciones.

Ante un éxito así, solamente animar a que acudáis a la siguiente, se celebre donde se celebre.

 

Why Boston?

 

¿Por qué tanta noticia alrededor de Boston y su maratón? ¿Por qué, de repente, esa ciudad se convierte en una referencia circular? Desde hace un año, toda mención al presidente Obama, a los populares maratones y atentados parece desembocar en Boston.

Vamos a intentar mostrar el núcleo del asunto. Para el gran público decir Boston era referirse a los Boston Celtics, el equipo de Bird, Parish y McHale. Para toda nuestra generación Boston, la ciudad más poblada de Massachussets, era una lejana referencia donde yacía el viejo parqué marrón claro del Garden, era hablar de NBA. Posteriormente la ciudad asomaría como etiqueta de un inalcanzable gran centro educativo, tras su Massachussets Institute of Technology, el archifamoso MIT al que la falta de una estrategia educativa enviaba a nuestros cerebros más dotados. Pero no hablaremos aquí de Javier García Martínez ni de Karen Márquez o Teresa Gonzalo.

La realidad es que el planeta deporte, el que se pisotea a diario, lleva rendido ante Boston ni más ni menos que desde 1897.

En aquel momento, diez años más tarde de haberse fundado la Boston Athletic Association – BAA – y consecuencia directa de la fiesta olímpica que se celebró en 1896 en Atenas, los dirigentes de la misma organizaron el primer maratón en suelo americano. Mañana Lunes, por 118ª vez, se corre la prueba de maratón más longeva, jamás interrumpida y quizá más famosa del mundo.

Máxime tras los desgraciados hechos de hace un año. Los atentados de la línea de meta que saltaron a todas las portadas del orbe.

Sin remedio, a quienes corremos nos asalta una pregunta por encima de todas ¿En qué momento se convierte el maratón de Boston en un escaparate global para que unos terroristas lo escojan para su demostración de cobarde terror?

Quizá siempre lo ha sido. Ha permanecido más alejado de los medios de comunicación de todo el mundo que sus coetáneos más famosos como Nueva York o Londres.

 

  • Hay una motivación sociológica. Lindando con la exaltación americana.

Boston se corre en el tercer lunes de Abril. En algunos estados del Este Atlántico es la festividad del Patriot’s Day, conmemoración añeja del arranque de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775). La efusividad patriótica norteamericana se sublima en este día y el maratón de Boston se celebra históricamente este día.

 

  • Es una prueba multitudinaria.

Con más de treinta mil participantes que superan una criba múltiple de tiempos y selecciones varias, la prueba de Boston no es la más populosa. Están las cincuenta mil almas de Nueva York, Londres o Paris o la facilidad de convertir Chicago o Berlín en una fiesta. Pero el corredor tiene la oportunidad de exprimirse un poco más en el clásico recorrido, que está vigente desde hace más de cien años. Va discurriendo por todo el estado, de oeste a este desde Hopkinton hasta la biblioteca pública de Boston.


Fuente: MachoCarioca WikiCommons

 

  • El maratón de Boston ha sido escenario del crecimiento del running mundial.

Mucho antes de que Nueva York fundase su prueba (que data de 1970), Boston representaba un maratón moderno, con participación internacional desde 1900. Tan pronto como en 1901 se establecía un sistema legal de apuestas entorno a la carrera, que ya mostraba todos los síntomas del deporte profesionalizado. El líder de la prueba de 1901, Ronald McDonald, caía fulminado tras beber de una esponja que le fue entregada en un punto de la carrera, potencialmente víctima de algún primitivo sistema de dopaje.

Pero el recorrido que atraviesa la célebre Heartbreak Hill ha visto las batallas más epicas de los años de entreguerras, las victorias y segundos puestos del héroe nacional de ascendencia irlandesa John Kelly o el dominio durante una década de Mr Marathon, Clarence deMar, también medallista en los Juegos de París 1924. Ha conocido la lucha de un maratoniano indio, el Narragansett Ellison Tarzan Brown que venció en 1936 y 1939.

Por sus calles han pasado victoriosos monstruos que hoy día son apenas recuerdo en un ránking mundial o marcas asentadas en el correr. Ron Hill hizo 2h10 en 1970. El descomunal Bill Rodgers barrió en el cambio de década con cuatro triunfos, camino de los años de Alberto Salazar, Bob de Castella y Toshihiko Seko. En otras palabras, nada de lo que hoy disfrutas en este mundo del correr existiría sin esta feroz guerra entre los maratonianos más rápidos por las avenidas de Boston.

 

  • Es un museo viviente. Las tradiciones lo colocan en la esencia de aquellas colonias que originaron el país.

Hay más. Es un escenario único, comparable a Paris, Atenas o Londres (y batiéndolos, probablemente).

Las villas ajardinadas que muchas veces hemos visto en televisión, los estudiantes de los colleges de la zona ofreciendo apoyo y bebida a los miles de participantes, o el túnel de los gritos, ese medio kilómetro de estudiantes del colegio femenino de Wellesley que forman un griterío cariñoso y norteamericano desde la primera edición en 1897.

 

Es preciso parar un segundo a comprender en qué situación estaba la vieja sociedad europea en 1897 e intentar trasplantar en ese momento un evento festivo con marcado sabor a siglo XX.

Otro ejemplo de tradición.

Desde 1903, cuando probablemente los corredores pedestres de tu país fueran dos docenas de excéntricos aristócratas o duros campesinos que apostaban con su fuerza para conseguir unas monedas o comida, se celebra en Boston un partido de béisbol en la Fenway Park, la denominada catedral de la ciudad. Como locales, los Boston Red Sox, la aristocracia de la Major League. La tradición es que, al terminar el partido, los miles de espectadores salen del estadio y se dirigen corriendo a animar a los corredores del maratón.

Has leído bien. Se viene haciendo desde 1903.

 

  • Boston Strong?

De una manera casi cinematográfica, el vínculo entre los corredores y el centenario equipo de béisbol se hizo más poderoso después de los atentados de 2013. Milagrosamente, la coalición «Boston Strong» apeló a la épica del ser humano e hizo que la temporada aciaga de los medias rojas en 2012 se convirtiera en un campeonato meses después de las bombas en el maratón.

Estas dos palabras suscitan la literalidad de la fuerza de Boston. Se ha definido como el eslogan de la salida de la crisis. Pero es algo más que la mimetización de aquel «livestrong» que promoviera el ciclista Lance Armstrong. Todavía más interesante como objeto de estudio, de conexión de dos eventos deportivos con más de ciento diez años de antigüedad que encarnan, a su vez, algo más que una ciudad. Como en los cómics de Asterix, son palabras que elevan Boston a ser potenciales ganadores de ese apelativo de «Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor

Boston Strong es hoy una marca. Una identidad que respetuosamente ha ido colocando sus activos en ese mundo de tiburones. Los labels de 2014 tienen que hacer un hueco a ese grito que surgió en twitter horas después de los atentados. La capacidad de los norteamericanos de optimizar esas dos palabras han sido una de las señas de cambio entre los maratones de Boston en que unos pocos miles de duros corredores cumplían rapidísimos tiempos de corte, y los maratones espectáculo, pruebas retroalimentadas por cada mención en los medios de comunicación.

Todo junto conforma una carrera única.

Los kenianos y etíopes. Mutai y Cheruiyot recogiendo el legado de los sputniks de hace décadas. Un recorrido que la Federación Internacional de Atletismo no homologa por tener un desnivel entre la salida y la meta superior al reglamentario, al mismo tiempo que es una ondulada y tortuosa carrera. Las grandes damas como Joan Benoit, Rosa Mota e Ingrid Kristiansen, el incidente de la maratoniana K. Switzer, que corrió camuflada con dorsal de hombre en 1967 y escoltada por su marido.

Cada una de las historias que nos traigan a casa amigos como Juan o Rafa, que el año pasado se libraron por escasos metros de sufrir las consecuencias directas de un atentado mientras hacían lo que más amaban.

¿Por qué Boston?

¿Se entiende mejor ahora?

¿Sabes qué son las no-carreras?

Todo el mundo sabrá que múltiples tamaños de prueba son organizados cada año por un sinfín de entidades. Pruebas de cinco a trescientos kilómetros, por etapas a través de las montañas más demenciales o en un parque de tu barrio. Son las carreras populares, como se denominan desde que los últimos años setenta vieron florecer los clubes pioneros y sus enormes ganas de llenar la calle de aficionados a correr.

Pero me apetece hablar de una categoría de eventos a los que llamo no-carreras. No son entrenamientos per se, es un evento reglado pero que vive de las ventajas de la sociedad de la hipertextualización. Ya sabes: convoco, cuelgo en una URL y lanzo a las redes para que los clics hagan el resto.

En sociología existen los no-lugares. Marc Augé los sacó a la luz en un trabajo sobre lugares que no llegaban a alcanzar esa categoría por su carácter de espacios transitorios. Una habitación de hotel, un supermercado o una autovía. Pues hoy día son cada día más las agrupaciones casi-regladas de corredores (y bikers, senderistas, etc) que cuentan con una convocatoria pública y que, sin embargo, quedan fuera de la definición de carrera. Son transitorias por su moderada probabilidad de que se celebren o no.

¿Es esto siquiera importante?

Que se celebre o no, lo es. Pero todavía más importante para mí, que tenga un carácter amistoso y de hágalo-usted-mismo. Desaliñado pero organizado. Pondremos un ejemplo. El sábado acudo a una convocatoria que Iván Palero, un corredor y mente inquieta traslada a los campos y sendas de Ciudad Real. Un recorrido conocido, un descargo de responsabilidad, gastos de avituallamiento compartidos y una convocatoria aprovechando twitter y facebookNo es un entrenamiento en grupo pero tampoco una carrera. Cuenta con un reglamento que se hace público. Tiene nombre -Trail Batalla de Alarcos. Se tomará o no el tiempo realizado dependiendo de las ganas de cada uno. Unos haremos los 50 kilómetros y otros volverán en coche o ya se verá. Nadie se preocupa porque el no-organizador tiene atado todo imponderable.

El asunto es que alcanza una masa crítica y se convierte en una cita exigida por los participantes de la edición anterior. En ese momento ha calado en las almas y tendrá que torear su transitoriedad – puede celebrarse otro año o no. Y el espíritu se va transmitiendo boca a boca, que es la manera más usual de que estas no-carreras perviven.

¿A que se parece un poco a las reuniones llevadas a la ilegalidad por los reglamentos de seguridad más recientes que se han aprobado en España?

Algo de eso imagino que hay. Frente a la rigidez de un evento organizado y su lógica salvaguarda jurídica, nos arriesgamos a la liberación a cambio de cuidar de nosotros mismos. Correr entre amigos, un paso más allá de la reunión semanal en dirección de un evento especial. Sacrificamos la foto de meta y la bolsa conmemorativa. Los avituallamientos se organizarán de la manera que nos digan. Estaremos a las instrucciones y dejaremos todo tal cual lo encontremos el sábado. O incluso más limpio.

Las no-carreras (no citaré otros ejemplos porque cometería una injusticia gigantesca contras las que olvide) actúan más allá de la simbología ficticia de libertad que nos ofrecen muchas carreras. Si eres un inconformista y, te apuntes a la carrera que te apuntes, terminarás expresando quejas o disconformidad con el formato propuesto, busca y pregunta. En el caso que ya conozcas dónde se celebran, acude y mímalas. O colabora con quien ya ha montado una no-carrera.

Un postrer consejo: si eres identificado y detenido, recuerda. No estuviste. Niégalo todo.

Ser un influencer

-No muerdas la mano que te da de comer.
-Pues quita la mano.

Correr (en general, el running) es una más de las actividades mercantiles que nos rodean. Ya no es correr. En estos momentos se trata de vender. Cuanto más rápidamente asumamos estos principios, más pronto podremos separar dos esferas, la del estado físico de placer y la del movimiento de masa. Pero claro, para ello tenemos que desear separarlas.

Hace unos días me contaba un amigo con el que comparto trotes variados una anécdota priápica, eréctil. Desde un departamento de mercadotecnia relacionado con el running, le pedían que asistiese a un lanzamiento comercial más. De los que mueven los corazones, ya sabéis, queridos corredores que leéis este blog.

Pues no podía ir. Excusado por sus horarios laborales, vino a desear suerte al community manager de la acción y sugerirle que, quizá, podría asistir algún otro conocido. O colaborador. A lo que su interlocutor(a) le confesó que, realmente, lo que le interesaba era su presencia como influencer.

¿Más que como corredor? ¿Ha dejado de funcionar el boca a boca y el filtro reposado de esas experiencias que antes duraban kilómetros, que permitían tener inmediatamente calado ese modelo de zapatilla o ese chubasquero?

Veamos. La mayoría de las veces no se trata ya de zapatilla o chubasquero. Cuatro de cada cinco cosas que te rodean en el sin par mundo del correr son ‘acciones‘, ‘presentaciones‘ o fulgurantes promociones de alguna carrera o marca.

De ahí que sea más importante encontrar un influencer que un nicho de practicantes. O, desdoblando el proceso, se llegará antes con el contacto a varios opinadores influyentes que con las cosas bien hechas. El vender rápido ha llegado a este puro y bucólico segmento que erais los que salíais a correr y ya.

Creedme, cualquier escritor público del mundo del correr recibe las tentaciones de sus diversos submercados. Y hay montones de ellos. ¿Habéis parado a hacer una lista con la cantidad de campos en los que nuestro correr se ve inmerso? Carreras per se, calzado, ropa, viajes, premios literarios, electrónica y navegación, festivales de cine, y ¡a nadie se le ha ocurrido todavía montar una cadena de cafeterías exclusivas temáticas para corredores!

Pues para todo se nos pide apoyo, prueba o presencia. Y hay que filtrar, por sensatez y principios, pero -sobre todo- porque no todo pasará el tamiz de la primera década. Muchas carreras, acciones comerciales, ideas y gadgets son tan válidos como su predecesor pero caen en el olvido en cuanto aparece un sucesor. Esta obsolescencia teórica ha puesto a miles a correr, a decenas de miles. Sí. Pero la responsabilidad de avisar tiene que ir por delante de la corriente del río.

Esto se trata de disfrutar. No de dejarse arrastrar.

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¿Corres para…?

Eran las 7.10am y me encontraba a los fogones, terminando unas fabes con almejas de urgencia para el turno de mediodía. Estaba vestido de corredor con unas estrambóticas mallas negras, listo para salir a entrenar 13km. Fuera batía una brisa aunque no era exagerada. Una mañana de Febrero con un grado centígrado.

Todo esto, ¿para qué? ¿Qué es lo que te entusiasma tanto como para modificar los horarios normales de desayunar, hacer ejercicio y llegar a salir a correr en un entorno tan infrecuente?

Tú, ¿para qué corres?

Me apetecía tener respuestas, y lancé la pregunta a facebook. Os dejo algunas de las respuestas que han ido colgando algunas amistades. A quienes agradezco haberse parado a contestar.

  • Pilar Perez Ferrer Yo estoy haciendo exactamente lo mismo que tú, en vez de fabes, patatas guisadas. . Y se me cae la baba(fuera de la olla),pensando en la nieve y estar unas horas cansándome para luego jurar en hebreo de lo cansada que estoy toda la tarde en el trabajo. Tamos mal?
  • Chus Herrero Porque ese aire fresquito de la mañana te deja la piel lista para un peeling.
  • Javier Herrera Para comerte dos platos de fabes en vez de uno porque te los has ganado
  • Raúl Frechilla Pour vivre!!!
  • Rubén Novoa Jurado Para que coman tus hijos
  • Raúl Martínez Contreras Para pasar frío? Sus vástagos tienen que crecer y desarrollarse, eso no es trabajo
  • Emilio Comunero ¿Por qué? Para hacer lo que te gusta, para segregar adrenalina, porque te sientes libre, porque después te sientes satisfecho, porque es tu momento, porque te sale de los cojones, porque eres un corredor, porque si no, no sabrías que poner en el caralibro
  • Carlos Sanz Alonso Para llegar a la comida con las fabes ya gastadas?
  • Ignacio Rodriguez Ameller Y si lo preguntas al revés? ¿Porque no?
  • Juan Seguí Rojo Para sacar temas para el blog
  • David Cortes joder, pues mi despertador ha sonado a las 7:10 , para darle al rodillo, y me he vuelto a empiltrar!!!.
    lo tuyo es vocacion!!!!
  • Sonia Ceballos Para sentirse vivo y en armonía con el entorno. Esto es la riqueza de saber vivir y aprovechar cada momento para uno y para los demás! !! 
  • Claudio Luna Mansilla ¿Seguro que no tenías nada mejor que hacer?
  • Jesus Esnaola Para contarlo, Luis. En la era digital, todo lo hacemos para contarlo.
  • Manu García Ortiz Interesante esto último. A lo mejor antes de la era digital también, pero no era tan fácil. Se me ocurre
  • Federico Alvarez Villa Aun renace el instinto adormecido , la naturaleza que llevamos dentro , por mucho que en el hombre actual estos vestigios permanezcan bajo una capa artificial efecto secundario de la propia civilizacion…. ¿Para que ? En el fondo para sentirse mejor, para que aunque sea durante un instante aflore una parte que nos gusta de nosotros mismos , supongo…
  • Almudena Lopez Cascante Porque te encanta correr y ademas eres capaz de hacer unas exquisitas fabes con almejas, que mas quieres. olé, olé y olé
  • Carlos Velayos Martín ¿Para qué? Para apretarte con ganas un par de táper de fabes, malandrín, que has hecho para todo el portal.
  • Rosa Martinez Para soportar esta vida tan perra, o eso, o se pone uno a las vias del tren. Mejor no hacerse preguntas.
  • Guadarrama Trail Para vivir y sentir que sigues vivo.
  • Susana Meyniel Martí No sé el mal que te aqueja, pero creo que es contagioso.
  • Guillermo SdeBaranda Vivir, con obligaciones, pasiones …
  • Miguel Lopez Sacristan Pues para sentirse feliz y con alegría.

Los mejores tuits del running

Es tan tentador.
Es tan absolutamente emotivo ver cómo esa gran familia de corredores plasman en ciento cuarenta caracteres lo que a otros les cuesta una vida entera.
Es tan, tan, que tengo guardados unos favoritos. Mis tres gemas de esta primera tanda (habrá más). Mis tuiteros de cabecera cuando no voy ni para atrás.

Nacido hace relativamente poco, @ArmandoRampell es un alquimista. Vive frente a los retos imposibles de unos, los momentos-pose de otros y la vigilancia permanente de la cotización del cupcake de calçot. Ácido (cierto, en este blog no sale casi nadie amable o correcto) y luchador contra la tontería. Produjo hace no mucho esta síntesis.

 

El @LuchoRunner es un tipo amabilísimo que está constantemente tirando de la lengua a los tuiteros de habla hispana. Sus preguntas al bazo son fuente de debate. Y ante ‘ese’ espinoso tema, mostró un cuadro+tweet casi a mitad de camino de composición pictórica barroca, rostro de cemento del tipo que se coló, resumen de hacia dónde van las carreras de calle… Todo.

 

El tío del megáfono es un tipo majísimo y con incontinencia verbal. El amigo Barrantes, @AlbBarrantes en twitter, sufre de manera denodada para vencer a sus inseparables torrijas oculares. Madrugar y correr se revuelven en su contra. Pero él se rehace, finta y se coloca el traje de #Legañaman. En acción.

No era la caza, estúpido

Como cuenta hoy Angel Calleja en 20Minutos, las últimas reformas en materia ambiental, aprobadas en diciembre, permitirán ocupar terrenos en montes públicos, vías pecuarias y espacios protegidos en la Comunidad de Madrid. Es una posibilidad cierta: cuanto territorio, atractivo por sus valores paisajísticos, sea susceptible por la maquinaria de la industria de la construcción y de la promoción de suelo, a por él irán. Los famosos planes de ordenación a los que algunos remitíais. No era sobre la caza sobre lo que cargué las tintas el otro día. Lo entenderéis ahora. 

La reforma fue aprobada por la autonomía madrileña. Del mismo modo lo aprobarán diversas instancias autonómicas, tenedlo por cierto. Madrid es un laboratorio reglamentario. A aquellos que brillantemente comentaban por la red «el señor spanjaard no sabe que las competencias en montes son de ámbito autonómico» les pregunto si tan memo me veían. También es un mensaje a los que aprovechaban para mostrar al planeta lo asquerosamente exclusiva que es cierta política en Madrid. En vuestras comunidades autónomas respectivas se siguen los mismos dictados. Con distintos collares.

¿Ya estamos? ¡También entiendes de leyes!

Hay un fenómeno que he sorteado durante años: el experto en derecho de cualquier cosa. Sí. Ante un argumento visceral está la respuesta «esto tendrá que atenerse a nuestro ordenamiento jurídico». Antes que juntaletras fui investigador de derechos comparados, legislación urbanística y regulación del comercio minorista. Pollos.

Soy consciente que correr por el monte no es algo en peligro por una Ley de Montes, una ley estatal de mínimos. ¿Sois conscientes vosotros, expertos, que las negociaciones -viscerales y evisceradas- de los clanes políticos y locales son más poderosas que la redacción final del texto?

Casi quinientos retweets y tres mil quinientos ‘me gusta’ generó el anzuelo de la caza. Noventa y dos comentarios. Sobre la caza, los más y más extremos. No es la caza, estúpido. Es el guiso de la caza. Cuando hablamos de zapatillas para maratón las visitas se desploman, y luego me piden que me ciña a un blog del correr.

El correr por el monte probablemente esté tan en peligro como si no hubieran metido a los cazadores por medio. Gente que, en fin, se entretiene pegando tiros. Siempre que lo hagan en sus cotos, por mí, bien.

El trail running, entrenar por la montaña, el campo, en general, como bien público, no está en peligro por la no regulación de ZEPAS, de emisión de licencias ambientales para pruebas de montaña o que discurran por terrenos en delicadísimo equilibrio. Está el peligro latente de que, dentro de cincuenta años, no exista territorio siquiera en delicado equilibrio.

Alarmismo. Sí. La sociedad decimonónica que nos toca vivir reacciona a golpe de alarmismo. Sin él no se habrían parado las parcelaciones periféricas que sobrevivían entre 1960 y 1975 en situación alegal. Aún así, el trágala salvó la mitad. Sin el alarmismo habría decenas de estaciones de esquí en serrezuelas y montañas ibéricas, y los remontes de la ladera de Cotos no serían una especie de aviso contra nuestro futuro. O tendríamos el doble o triple de campos de golf por pinares como Navas del Marqués o en la ladera mediterránea. La de la desertización más rápida de la Europa continental.

Seiscientos corredores que pisotean durante unos minutos un sendero en un parque natural, incluso en un parque natural protegido, emiten cero coma cinco ruidos, dejan uno o dos residuos que la organización o quizá otro corredor recoja, dejan libre durante meses ese sendero para que se regenere. Pasan, pasamos, y se van.

Seiscientos parlamentarios de los partidos que nos gobiernan en el plano estatal y en el autonómico son capaces de dejarte sin parques protegidos. Sus intereses les delatan. El peaje que te hagan pagar, el informe ambiental que emitas para poder celebrar tu carrera en términos «eco», será el precio que pagues para que luego calles. Mientras tú cumplas, ellos desarrollarán sus intereses.

En A o en B. Pero los desarrollarán. Y su huella es indeleble.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2036312/0/madrid/autoriza-chales-tiendas-hoteles-rurales/espacios-protegidos-medio-ambiente/#xtor=AD-15&xts=467263

Vuestras #trece mejores aportaciones

Fuente: OndraSoukup

Comentarios, ay, comentarios. El alimento de los blogs. Estas, en orden ascendente y con su réplica o apostilla, han sido las trece aportaciones con las que más he disfrutado en este año de blogueo en 20Minutos. Si queda alguna todavía mejor en el tintero virtual, mis disculpas. Cada uno tendréis vuestros favoritos pero este blog es mío. Trece para dos mil trece.

pd. Aviso. Esta semana también habrá repaso al troleo más salado y replicante de Runstorming. Todavía estáis a tiempo de añadir alguno.

13.

Enviado el 16/12/2013 a las 09:44
“Incluso mi amor por la gloria en el campo de las letras, pasión dominante en mí, nunca agrió mi temperamento” D. Hume.
Qué duda cabe, como lo saben los psiquiatras. El narcisismo es un motor de energía infinita y lo mueve todo y a todos, nadie escapa a ello (# Narciso Imperator Mundi).
Pero quizá hay que hacer análisis comparativo. ¿Qué es mejor, contar tus microazañas corredoras, con falsa humildad y sentido del humor o alimentar el narcisismo, por ejemplo, haciendo el troll por Internet?
Seguro que andamos bien de ego todos o casi todos, Tampoco vamos a andar pidiendo disculpa a quien le moleste. Con no leernos, arreglaría su problema si le ofendemos.

Que uséis a Denis Hume para hilvanar un post y un comentario me parece fabuloso. Esta respuesta ha dado más lustre a este mes de diciembre que todos los telediarios juntos.

12.

Enviado el 13/08/2013 a las 13:40
Aznar,ese si que corre como un macho poderoso.

Vehementes lectores manejo.

11.

Enviado el 14/05/2013 a las 11:10
La verdad es que no fue así. Estos comportamientos los inventó un lepero, que venía con su burrito cargado de higos, pimientos y guindillas desde Lepe hasta Sevilla, una fría mañana de invierno, en enero, en unos tiempos remotos en los que aún no existían ni bicis, ni coches, ni motos, y al vuelo de una perdiz se le asombró y desbocó el noble bruto, que corría como un burro, así que el hombre corrió detrás del animal, y sólo pudo darle alcance (gracias a que se frotó el culo con una de aquellas guindillas peleonas de las que iban cayendo de los serones), casi a las mismas puertas de la capital andaluza. Bueno, aquello le gustó, se sintió mucho más ágil (había perdido 15 kilos, el mechero de yesca, y una navajita plateada de albacete, preciosa) y la vuelta la hizo de la misma forma… ahí nació el footing, jogging… o como quieran llamarlo estos extranjeros que se apoderan siempre de todos los grandes inventos hispanos, como nos pasó con el submarino, el helicóptero… ¿para qué seguir?…

Sobran tantos guionistas como faltan capataces comprensivos.

10.

Enviado el 19/08/2013 a las 16:18
Recuerdo una frase de Iñaki Ochoa de Olza: “Héroe es el médico que curó el cáncer a mi madre.”
El deporte no es heroico en ninguna de sus formas. Hacemos lo que nos gusta, sufrimos si, pero porque queremos y nos llena. Hay auténticas máquinas que dopadas o no hacen auténticas barbaridades, pero siguen sin ser héroes. Otros realizamos el mismo recorrido en el doble o más de tiempo, tampoco somos héroes. Pero, ¡qué bien nos lo pasamos!

¡Talento en el blog! Un tal Carlos lo dejó en pleno sofoco veraniego.

9.

Enviado el 15/07/2013 a las 12:14
El atletismo es mentira. Son los padres

Un día conmemorábamos el día internacional del desengaño.

8.

Enviado el 21/06/2013 a las 22:53
Lo injusto son los miles de niños que mueren todos los días de hambre a lo largo del mundo. Que tú no tengas la suficiente autoestima para aceptarte tal como eres no es una injusticia, es una estupidez.

lo breve, si breve, dos veces breve. Sobraron más comentarios ese día.

7.

Enviado el 03/06/2013 a las 17:13
¿Qué es un paquete?
dices mientras escribes
esta entrada en tu blog.
¿Qué es un paquete?
¿Y tú me lo preguntas?
Paquete soy yo.

Autoterapia en forma de poesía becqueriana del corredor lento. Fantástica.

6.

Enviado el 23/05/2013 a las 15:44
Pense que era sobre la carrera, pero ha estado entretenido el artículo.

¿Es esta la esencia de un lector? Yo creo que por ahí le va.

5.

Enviado el 15/05/2013 a las 16:46
Las zapatillas de ahora son una puta mierda, no como mis libros que son la hostia.

Veintinueve de cada treinta veces el internauta Antonio Larrosa se gana a pulso que lo echen, agredan o manden a freir espárragos. La trigésima trae en ocasiones una carcajada. Al top de los tops que va (que vas, que lo estarás leyendo).

4.

Enviado el 05/12/2013 a las 11:57
UN PICO Y UNA PALA OS DABA YO.

Este comentario resume el sentir de todo un siglo. Desde que la clase obrera perdió su tiempo para vendérselo a otro, ha habido opiniones como esta. Si tienes tiempo, ¿por qué emplearlo en correr, so gilipuertas? Sin duda un imprescindible en toda recopilación sobre la historia del deporte que se precie.

3.

Enviado el 29/07/2013 a las 12:48
Yoyo, tienes razón, y ambos son libros, y tienen páginas, y letritas en negro. Por tu analogía podríamos estar hablando de Huxley, u Orwell…
La idea es que uno de ellos va sobre carreras a pie y entiendo que por eso es relevante en este blog. 1984 también va de lo que tú dices, pero no aplica. Todo sea dicho, sobre todo con los títulos originales, es normal la confusión. Running man (Perseguido/El fugitivo), vs. The long run (La larga marcha).

Todo empezó por un repaso a la historia que alguien escribió pensando que era descabellada. Luego se demostró que los límites están lejos de ser alcanzados. Hubo duelo de comentarios, lo hubo.

2.

Enviado el 09/05/2013 a las 16:10
Y el baloncesto es para altos, que para nenas ya estais los que correis como cobardes

No es un comentario de un troll. En realidad nadie me dijo que escribir en 20Minutos.es conllevaría encontrarme con este lado del país, que yo creía circunscrito a algunos bares y tertulias de mi barrio, o de barrios como el mío. ¿Por qué es uno de los mejores comentarios? Pues diré que lleva el rancio de la lana mojada encima. La caspa le cae por los hombros. La bragueta la lleva entreabierta. O entrecerrada, según fuera la cosa arriba o abajo. Es el 2013 que termina, tamizado y licuado, marinado y empanado con miga reseca y gorda. Lo viejo, que languidece.

1.

Enviado el 15/04/2013 a las 09:21
En la última fila es donde hay mejor ambiente y donde se cuece el destino del resto. Eso se repite desde el cole, el autobus o el running.

Nervio. Historia. Adolescencia. Inconformismo. Perspectiva. La lectora de las bolas chinas dio con la tecla.

Música para correr. Podcast IX

Pasa un nuevo día 19 por nuestras narices. Es hora de repasar más material fungible; el consumible de vuestros minutos corriendo. Gente, MÚSICA PARA CORREDORES. POWERSONGS para Navidad.

TEMAZO 1. Podcast del 20/Dic/1. León Benavente han salido de varios grupos para soltar este progresivo y acelerado ‘statement’ en el que una pareja sale, se va, camino adelante… mejor que os cuenten ellos. Ser Brigada.

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TEMAZO 2. Podcast del 20/Dic/2. La música entendida como una carga de profundidad. Cada acorde de Never Let me Down Again eriza el vello. Igual que una carrera en pleno invierno. Seleccioné para mi mp3 a Depeche Mode en cuanto encontré el fichero. De la Warner.

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TEMAZO 3. Podcast del 20/Dic/3. Siempre he pensado que correr es como ir de pasajero en un viaje corto, voluntario pero sin un resultado previsto. No creo que a Iggy Pop le resulte particularmente interesante qué pienso de ello. Aún así, el ritmo de batería en The Passenger es un imprescindible para llevar el paso.

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TEMAZO 4. Podcast del 20/Dic/4. The Who en tu podcast runner pero ahora mismo. ¿No es el correr un asunto generacional? ¿No es el ritmo de My Generation un pildorazo energético?

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TEMAZO 5. Podcast del 20/Dic/5. Le falta un diente, es miope, la tiene pequeña, pero le gusta en rock and roll. Pero canta con una potencia demencial. Wau y los Arrrghs tienen de todo y para todos. A conocerlos con este Bli Blu Bla.