LOS APUNTES DE ECONOMÍA PRÁCTICA Y FAMILIAR de Joan F. Domene

Microcréditos contra la pobreza

Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Ese parece ser el lema que ha inspirado a los promotores de los microcréditos, que estos días se reúnen en Halifax (Canadá), como vía para conseguir sacar de la pobreza a millones de personas. El último Premio Nobel de la Paz, el bangladesí Muhammad Yunus, es la cabeza visible de un movimiento que lucha contra los «efectos colaterales» del capitalismo con sus propias armas, y del que se han beneficiado 100 millones de familias, unos 500 millones de personas, desde 1997. No perdamos de vista que las 500 personas más ricas del planeta ganan lo mismo que 416 millones de habitantes de 177 países y que 1.200 millones de personas viven con menos de un dólar al día, o sea en la pobreza más absoluta.

Estos microcréditos se conceden a personas que no pueden acceder a un préstamo comercial, la mayoría mujeres, y fomentan el autoempleo. Se prestan cantidades aparentemente pequeñas –pero grandes en los países donde se conceden– y a unos tipos de interés muy bajos. Por ahora se trata de iniciativas semipúblicas o casi altruistas, como el Banco Grameen del propio Yunus. Una prueba del éxito es que los bancos comerciales han empezado a interesarse ya por estos microproductos financieros porque, contra lo que pudiera parecer, los pobres son buenos pagadores. Esperemos que respeten las reglas del juego y esperen a sacarlos de la pobreza antes de subirles los tipos de interés para poder forrarse.

8 comentarios

  1. Dice ser Olgërson

    Sr. Domene, me reiría si no fuese porque es un tema muy serio, pero si hay algún antónimo reconocido del concepto «Banca» ese es, sin duda, el concepto «Altruísmo».Una iniciativa como la de Muhammad Yunus es difícil que se de en sociedades como la nuestra donde hace ya tiempo que las ayudas para salir de «situaciones apuradas» se centran en créditos de hasta 6000 EUR con sólo una llamada (y un veintitantos por ciento de interés) o las nuevas fórmulas de hipoteca compartida entre desconocidos, hipoteca donde no se paga capital sino intereses (al calcularse sobre el capital pendiente siempre serán los máximos posibles)hasta que al final se devuelve el principal, o la muy altruísta de dar un dinerillo a los abueletes hasta que mueran y entonces quedarse con su vivienda.Los países pobres son sólo pobres económicamente, pero aún conservan su alegría por la vida, por sobrevivir y un espíritu solidario que aquí quedó ya olvidado hace tiempo.

    30 noviembre -0001 | 0:00

  2. Dice ser Alberto

    Intentaré no ejercer de lo que no debo en este blog, pero rompo una lanza por diferentes entidades (cajas de ahorro, en concreto) que han apostado por esta fórmula.Los microcréditos en España son una realidad creciente, generan una media de 2,5 puestos de trabajo por microcrédito, se conceden espacialmente a mujeres e inmigrantes emprendedores, son a tipo fijo (depende de la entidad, entre el 3,7 y el 4,5%) y financian proyectos de autoocupación.No tienen nada que ver con los créditos al consumo de los que habla Olgërson, con intereses abusivos y, sin duda, con un esceso de ánimo de lucro.Pd. Joan, veo que vas haciendo migas con el eZcritor y que te estas planteando imitar las fotos oscenas que utiliza para atraerse tráfico a su blog…. Piénsatelo bien…. Un abrazo

    30 noviembre -0001 | 0:00

  3. Dice ser Olgërson

    Es cierto Alberto que la mayoría de las Cajas de Ahorro tienen una obra social en la que se integran diferentes acciones, entre ellas los microcréditos de los que hablamos, pero tanto el artículo como mi comentario hablan de «Bancos comerciales» y «Banca» respectivamente.Entenderás que aunque generalizado el concepto de banco se aplica a cualquier entidad, la diferencia entre bancos y cajas se hace notoria en este tipo de actividades.Cuando la Banca Comercial dice interesarse por este tipo de negocio es porque ve en el un posible campo de expansión. Ojalá me equivoque.

    30 noviembre -0001 | 0:00

  4. Dice ser andros

    Olgërson ;iba a decir algo, pero lo has dicho y mucho mejor que yo.salu2.

    14 noviembre 2006 | 16:16

  5. Hace un par de años estuve en una conferencia que este hombre dio en Bilbao. todo lo explicaba de forma didáctica. Contaba casos reales y parecía que estaba relatando una fábula. Se metió a todo el mundo en el bolsillo. Lo mejor es que su sistema funciona, al menos en sociendades como la suya. Lo que no sé es si es trasladable a la filosofía occidental.

    15 noviembre 2006 | 13:40

  6. Dice ser Alberto

    Tienes razón Olgërson. Y no dudo que sea un campo de expansión, aunque se debe diferenciar la obra social de las Cajas de ahorro de la Banca Comercial. Lo cierto, como apunta Joan, es que la morosidad en los microcréditos es, sorprendentemente, más baja que la que se produce en el sistema crediticio habitual.

    15 noviembre 2006 | 13:41

  7. Hasta donde yo sé, por amigos que trabajan en temas de banca ética, es que en las cajas donde tienen iniciativas de banca solidaria, aunque os parezca una paradoja, una de las dificultades a las que se están enfrentando es que no tienen suficientes solicitantes de microcréditos.

    15 noviembre 2006 | 14:30

  8. Dice ser matias-medigo

    ¿Y dónde está mi dolar diario? Hace años que no lo veo. Menos mal que el otro día el ezcritor me dio un bocata de jamón. Dale un abrazo de mi parte.

    16 noviembre 2006 | 8:56

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