LOS APUNTES DE ECONOMÍA PRÁCTICA Y FAMILIAR de Joan F. Domene

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Lecciones de un Nobel para Obama

Barack Obama, desde este martes nuevo presidente de los EE UU, deberá aprovechar la ola de simpatía que despierta entre la población norteamericana para poner a trabajar inmediatamente a los cracks de su equipo económico y empezar a aplicar con rapidez su plan anticrisis.

Es el principal consejo que le lanza Paul Samuelson, un veterano economista norteamericano que fue asesor de Kennedy y ganó el Premio Nobel de Economía en 1970, en una entrevista publicada en La Vanguardia.

La administración norteamericana gastará 825.000 millones de dólares en dos años para sacar a la primera potencia mundial del callejón sin salida donde la especulación de altos vuelos (en algunos casos, delictiva) y la falta de regulación la han llevado: a una situación aún peor que la Gran Depresión de los años 30.

Aunque hay quien piensa que esa astronómica cantidad de dinero -que se destinará a inversión pública y a rebajas de impuestos– se quedará corta ante la magnitud del desastre porque que Obama tiene por delante un reto descomunal.

El venerable Samuelson, autor del manual más usado a lo largo de la historia en la carrera de Económicas, se muestra crítico con los recortes fiscales que sólo beneficiaran a los ricos, mientras las clases populares siguen sufriendo el paro y las estrecheces económicas.

En cambio apuesta ciegamente por las obras públicas, sin preocuparse demasiado por el déficit, como primer paso imprescindible para crear empleo y remontar el vuelo. Por eso anima a Obama y a los suyos a ponserse a la tarea desde ya: “Tiene un periodo de luna de miel (…) Debería darle al hierro con el martillo mientras esté candente”.

Lo cierto es que el futuro de nuestra propia economía depende de que Estados Unidos sea capaz de hacer sus deberes y superar con éxito esta profunda crisis. Si Obama lo consigue, nos será más fácil volver a la senda del crecimiento y dejar atrás la recesión, que ha llegado para quedarse… al menos en 2009.

Obama le irá mejor a las Bolsas

Las Bolsas están de enhorabuena. La clara victoria de Barack Obama era la mejor noticia que podían esperar de estas trascendentales elecciones en Estados Unidos. Y no sólo porque esperan que el presidente electo apruebe un plan de estímulo económico que saque a la economía norteamericana de la crisis que ha arrastrado al resto del mundo, sino porque históricamente a los mercados bursátiles siempre les ha ido mejor con los demócratas en la Casa Blanca.

Un concienzudo estudio publicado en 2004 por la Universidad de California-Los Angeles (UCLA) demostraba rotundamente que las victorias republicanas se le atragantan a las Bolsas, a la americana en especial y, por contagio, a las del resto del mundo en general.

Entre 1927 y 1999, el periodo analizado, el beneficio medio de una inversión en letras del Tesoro era cinco veces superior cuando mandaban los demócratas (11%) que cuando lo hacían los republicanos (2%). Algo parecido pasaba con las carteras bursátiles: con aumentos superiores de entre el 9% y el 16% cuando los antecesores de Obama ocupaban el despacho oval.

Por último, el estudio también concluyó que la presidencia demócrata también ha sido la mejor cura contra esa volatilidad que ha llevado los mercados bursátiles a mínimos históricos en las últimas semanas.

Y eso a pesar de que el partido del derrotado John McCain tiene mucha mejor prensa en Wall Street que el del flamante presidente. Allí muchos ven aún a Obama como un ‘socialista’ peligroso y consideran al Partido Demócrata una amenaza intervencionista.

También es verdad que en estos días el intervencionismo y los planes de rescate están más de moda que nunca, y ya puestos, si eso es lo que hace falta para evitar la catástrofe financiera, mejor que se encargue de ello alguien que sabe de qué va la cosa. ¿No?

Presidente de EEUU por un (buen) puñado de dólares

El próximo presidente de los Estados Unidos será demócrata. Sólo una catástrofe podría evitarlo. Por mucho que se esfuerce John McCain, el candidato republicano mejor colocado, tiene todas las de perder.

Sea cuáles sean los resultados que se vayan dando en las primarias, desde el punto de vista financiero Barack Obama está en clara disposición de vencer a Hillary Clinton y ser el próximo inquilino de la Casa Blanca.

El senador por Illinois ha recaudado 135 millones de dólares de fondos y donaciones hasta enero y la ex primera dama, 129 millones. McCain, en cambio, cuenta tan sólo con una tercera parte de esos fondos. Pero con todo, lo más destacable es que Obama consiguió 32 millones el mes pasado, frente a los 13,5 de Hillary. El político afroamericano también fue el que más gastó en 2007: 83,5 millones, contra 77,7 de su rival.

(Expansión, 13/02/08)

Los apoyos económicos de Obama proceden básicamente de empresas relacionadas con la energía nuclear, una industria clave en su estado, y de otras compañías energéticas como Exxon. También ha recibido fondos de firmas de Wall Street, o inmobiliarias, aunque en estos últimos sectores está por detrás de Hillary, que además cuenta con importantes donaciones de la industria sanitaria y de aseguradoras pese a su plan para extender la sanidad universal gratuita.

Si tenemos en cuenta que en el último siglo, desde Kennedy hasta hoy, el aspirante con más fondos recaudados que era proclamado candidato ha acabado siendo presidente, Obama ya puede ir comprándose el traje para la toma de posesión. Especialmente si tenemos en cuenta la campaña se basa en inversiones multimillonarias en publicidad por parte de los contendientes y que su proyección pública es fundamental para determinar el resultado final.

Sólo un hecho inesperado podría alterar el rumbo de unos acontecimientos que, por ahora, parecen muy predecibles. Por ejemplo, un atentado Estados Unidos o algún ataque significativo contra sus intereses fuera del país -de Al Qaeda a poder ser- podría elevar al alza la cotización del republicano McCain, que por ahora no tiene prácticamente ninguna posibilidad (o, como mínimo, tres veces menos de posibilidades).