Efectivamente, la Bolsa exagera y amplifica el efecto tanto de las buenas como de las malas noticias. Hoy un nuevo ejemplo: el anuncio del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, de que no tocará los tipos de interés ha vuelto a hundir las bolsas europeas. Igual que ayer subieron por la decisión de la Reserva Federal estadounidense de bajarlos, la perspectiva de que el BCE no seguirá los mismos pasos ha devuelto el pesimismo a los mercados bursátiles.
Pero mucho ojo. Aunque la atención de las informaciones económicas sigue fijada en el sube y baja bursátil, están pasando otras cosas que pueden ser muy favorables para la economía en general y para nuestros bolsillos en particular. Y la Bolsa cae, pero también esta bajando el euribor, el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas.
Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. Y por mucho que Trichet y los suyos se emperren en mantener el precio del dinero en la eurozona en el 4% (en los EE UU se colocó ayer en el 3,5%), los mercados acabarán dictando su ley y el BCE deberá replantearse esa resistencia a tomar una decisión que, sin duda, aliviaría la situación financiera de muchas familias.