LOS APUNTES DE ECONOMÍA PRÁCTICA Y FAMILIAR de Joan F. Domene

Archivo de noviembre, 2008

Para reirse de la crisis

Las malas noticias económicas se acumulan día tras día mientras los líderes mundiales se reúnen para ver cómo nos sacan de la crisis.

Pero hoy, aplicando la máxima de «al mal tiempo, buena cara» he querido rescatar un video del programa de humor The Last Laugh, convertido ya en un clásico en Internet. John Fortune y John Bird, dos célebres cómicos británicos, dan la mejor explicación que he visto y oido sobre la crisis financiera que nos ha llevado a la recesión económica.

‘The Two Johns’, como se les conoce, escenifican una entrevista a un avispado inversor en un tono hilarante que crece a medida que avanza el video. Hacen referencia a algunos ejemplos concretos, todos ellos ciertos. Una buena manera de sobrellevar tan amargo panorama. Dura unos ocho minutos y, aunque es en inglés, tienen subtítulos en español. Vale la pena. ¡Que lo disfrutéis!


El G-20+2 tiene poco que rascar

No nos engañemos. No debemos albergar demasiadas esperanzas sobre el resultado de la reunión de jefes de estado del G20+2 (uno de los dos es Zapatero y el otro el primer ministro holandés, ambos invitados gracias a la mediación de Sarkozy) que este viernes arranca en Washington con una suculenta cena.

La cumbre mundial que se convocó en su día con la rimbombante intención de «refundar el capitalismo» se podrá considerar un éxito si deja de un lado baldíos debates ideológicos y acuerda pongamos que tres medidas concretas (las que sean) para salir del lío en el que estamos metidos.

El perfil del encuentro no invita al optimismo. Ni la complicada situación económica: la recesión ya está aquí y España no escapa a ella. Ni la diversidad de los invitados: potencias económicas en declive junto a países emergentes y a otros simplemente pobres. Ni la falta de un liderazgo económico mundial claro: EEUU, que asumía esa función, está en horas bajísimas.

Las cinco horas de reunión previstas para el sábado tampoco parecen plazo suficiente como para enmendar el tremendo desaguisado en qué se han convertido las finanzas mundiales en general y las de algunos países y determinados bancos en particular. Sólo con que cada uno de los mandatarios dé un discurso de 10 minutos nos comemos casi dos horas. Habrá que ver lo que dan de si las tres restantes.

De lo poco que sabemos hasta ahora, parece claro que lo mas productivo sería que centraran el tiro en los problemas económicos acuciantes a que se enfrentan las empresas y las familias de todo el mundo, en lugar de dedicar la mayor parte de la sesión a hablar de sus planes para rescatar bancos en peligro.

Si ya tienen claro que van a dedicar 4 billones (con b) de dólares a tan magna causa, para qué perder el tiempo discutiendo sobre ello o intentando crear una coartada institucional a lo que ya está más que decidido.

Un experto muy autorizado cuenta, con poca confianza en los resultados, que ya sería mucho si hubiera acuerdo en cambiar la regulación de:

a) los instrumentos financieros internacionales, para evitar el contagio internacional de comportamientos irregulares como los de la hipotecas basura en EEUU

b) las normas contables, para evitar sobrevaloraciones de activos que distorsionan el mercado

c) los movimientos de capitales, para que haya un cierto orden y concierto en un mundo totalmente globalizado

La mayoría de los analistas esperan que se decidan crear comisiones específicas para resolver temas concretos. Pero tal y como está el panorama, no parece que el tiempo que llevaría ponerlas en marcha, reunirlas, debatir y llegar a conclusiones sea la mejor cura para superar esta profunda crisis lo antes posible.

De hecho, estamos hablando de políticos, y saben perfectamente que la mejor manera de retrasar cualquier decisión es crear una comisión.

Obama le irá mejor a las Bolsas

Las Bolsas están de enhorabuena. La clara victoria de Barack Obama era la mejor noticia que podían esperar de estas trascendentales elecciones en Estados Unidos. Y no sólo porque esperan que el presidente electo apruebe un plan de estímulo económico que saque a la economía norteamericana de la crisis que ha arrastrado al resto del mundo, sino porque históricamente a los mercados bursátiles siempre les ha ido mejor con los demócratas en la Casa Blanca.

Un concienzudo estudio publicado en 2004 por la Universidad de California-Los Angeles (UCLA) demostraba rotundamente que las victorias republicanas se le atragantan a las Bolsas, a la americana en especial y, por contagio, a las del resto del mundo en general.

Entre 1927 y 1999, el periodo analizado, el beneficio medio de una inversión en letras del Tesoro era cinco veces superior cuando mandaban los demócratas (11%) que cuando lo hacían los republicanos (2%). Algo parecido pasaba con las carteras bursátiles: con aumentos superiores de entre el 9% y el 16% cuando los antecesores de Obama ocupaban el despacho oval.

Por último, el estudio también concluyó que la presidencia demócrata también ha sido la mejor cura contra esa volatilidad que ha llevado los mercados bursátiles a mínimos históricos en las últimas semanas.

Y eso a pesar de que el partido del derrotado John McCain tiene mucha mejor prensa en Wall Street que el del flamante presidente. Allí muchos ven aún a Obama como un ‘socialista’ peligroso y consideran al Partido Demócrata una amenaza intervencionista.

También es verdad que en estos días el intervencionismo y los planes de rescate están más de moda que nunca, y ya puestos, si eso es lo que hace falta para evitar la catástrofe financiera, mejor que se encargue de ello alguien que sabe de qué va la cosa. ¿No?