Zapatero ha dejado a Rajoy en fuera de juego en la primera parte del debate, dedicada a la economía. El aspirante a la reelección le ha echado en cara que, contrariamente a lo que viene diciendo insistentemente el candidato del PP durante la campaña electoral, no le han interesado las dificultades económicas de los ciudadanos hasta hace unas semanas.
El líder del PSOE se ha presentado a esta segunda cita con la lección aprendida en el anterior cara a cara y con la firme voluntad de hablar del futuro, mientras su oponente seguía echándole en cara lo mal que lo había hecho el Gobierno en el terreno económico.
Tras el golpe de efecto del Libro Blanco, con sus compromisos electorales, ha lanzado la propuesta de alcanzar un gran pacto con sindicatos y empresarios para luchar contra «la desaceleración» (creo que es la primera vez que le oigo pronunciar esa palabreja). ¿Con qué medidas? Estas son:
. Adelanto del plan de infraestructuras
. Construcción de 150.000 viviendas de protección oficial (VPO) este año
. Planes de reciclaje para la recolocación de los parados de la construcción
. Devolución de 400 euros en el IRPF
. Extensión gratuita de los plazos para el pago de las hipotecas
. Acuerdo con las empresas de distribución para controlar el margen de beneficio en el precio de los alimentos
Además, ha planteado la creación de un observatorio dedicado a la comparativa de los precios para estimular la competencia, siguiendo el ejemplo francés. Aunque Rajoy, que ha vuelto a la carga con las subidas de precios, de la inflación, de las hipotecas y del paro, le ha recordado que ya existe uno en el ministerio de Industria (y tiene razón).
El líder del PP ha insistido en acusar a Zapatero y a su Gobierno de malgastar la herencia económica recibida del PP y sólo al final parece haber caído en la cuenta de que debía plantear algunas propuestas de futuro:
. Reducir el gasto público
. Introducir más competencia en los mercados (telecomunicaciones, transporte aéreo,…)
. Reformas económicas
. Control de los precios regulados (luz, gas,…)
Ahí, el dirigente socialista ha respondido con otra batería de promesas: dos millones de empleos (1,2 millones para mujeres) y subidas de pensiones de jubilación y de viudedad y del salario mínimo. «Creo en la creación de la riqueza y en la distribución de la riqueza. Y ustedes no» le ha espetado Zapatero a Rajoy, que ha intentado reforzar sus críticas -sin demasiado éxito, todo sea dicho- con unos espléndidos gráficos.
Las dificultades económicas eran un terreno propicio para el lucimiento de Rajoy, pero Zapatero se le ha escapado vivo.
¿Tienes claro quién fue el ganador? Vota aquí.