Tu madre histérica en plató y tú ofendidísima en la casa: así se gana o pierde Gran Hermano Dúo

La madre de María Jesús, ordeñándose el lacrimal. (FOTO: TELECINCO)

He visto a presos salir apuñalados de cárceles con trabajos forzados menos contentos que los concursantes de Gran Hermano Dúo cuando se enteraron que el concurso acababa este miércoles.

Y eso que están cobrando a rabiar, que no te creas que los han secuestrado. Y es que la vida puede ser un infierno cuando estás en una casa llena de lujos, jacuzzi, jardín… La verdad, pobre gente. Ahora mismo me hago una petición en Change.org para que les den el premio Nobel del Sacrificio Gordo.

Pero no, no les quedaban 24 horas. Les quedaban 48, porque la final, final, de la final de las de acabarse, es este jueves, como está mandado. No ha trascendido pero en las tablas de Moisés había 10 mandamientos y una postdata, que ponía: «Santificarás los jueves con galas de Gran Hermano».

«La final es como el programa, dual, doble», dijo Jordi cuando se aseguró de que en la casa ya no le oían, después de haber hecho signos de cortar con los dedos y que le dijeran que no, que ya no le oían. Este hombre no habla hasta que no le llega un Burofax confirmando que no le oyen en la casa.

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Le preguntaron a Kiko Rivera por su cabreo con el traje. «No era berrinche, es que era un traje para que Carlos V saliera a cazar«, dijo él.

Pero vamos, muchísimo mejor el traje nuevo que llevaba en la gala, vamos, ese que le quedaba tan corto de abajo que se podía ir a mariscar berberechos con él puesto. Y qué corte moderno y qué cuadros revolucionarios. Se lo enseñas a Lady Gaga y le parece demasiado moderno, no me jodas.

«Siento que estoy en una nube», dijo María Jesús, que es como Goku, pero con más tendencia a llorar. Goku se hacía superguerro y María Jesús es superllorera.

Juanmi iba vestido de Willy Wonka, que solo le faltaba repartir tikets dorados para entrar en su fábrica y tener a los Oompa Loompa trayéndole de comer.

Por su parte Albalá aseguró que en ese momento se acordaba y pensaba… de sí mismo. Bueno, en ese momento y en todos.

María Jesús estaba en plan conciliadora, de un buen rollo más falso que los abdominales de Leticia Savater. «Al fin y al cabo creo que aquí no hay ninguna mala persona… Kiko por ejemplo cuando me atacaba ferozmente siendo mentira lo que decía y que era su estrategia… era ocultar mi luz para brillar él… yo no intento inventarte cosas de los demás. No creo que me odie», dijo María Jesús.

JA JA JA JA

– Pepe no es mala persona, cuando atropellaba viejas con el tractor y luego les hacía pis encima… pero mala persona no es.

Vamos, que digo que no es malo, pero le pongo a parir como el que no quiere la cosa. Kiko no es mala persona pero sacrifica cachorritos a satán cuando hay luna llena e inventó el ébola.

«Quizá no me hubieran atacado tanto si no hubiera un premio económico al final, si fuera un campamento de verano habría sido distinto», dijo María Jesús.

JAJAJAJAJA

Claro, y ahí ibas a estar tú, Marichús, en el campamento ese.

Vimos un vídeo de las pausas de publicidad de la gala del domingo, en las que María Jesús de nuevo se sintió ofendida porque hablaron de ella.

María Jesús es la persona más susceptible del planeta. Tú dices «¡Me cago en la mar!» y ya salta, ¡MAR, MAR, MI NOMBRE EMPIEZA POR MAR, ME TENGO QUE DEFENDER, ME HAS NOMBRADO!

Y… ¡AAAAA LLORAAAAAAR!

«Kiko me dijo muchachitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ayyyyyyyyyyyyyyyy«, decía la muchacha. Esa fue la ofensa de Kiko, llamarla muchachita. Madre mía. Muchachita. Eso se lo dices a Darth Vader y se pone triste.

«Me defiendo y peleo, Súper, pero luego me vengo muy abajo«, explicaba María Jesús. JA JA JA y tan abajo. María Jesús se viene tan abajo después de una bronca que con su estado de ánimo puede hacerte un pozo que puedes sacar agua y hasta magma.

La madre de María Jesús, que es más inaguantable que una brasa ardiendo puesta entre los cantaritos del amor, dijo que Kiko había llamado a Marichús «calientapó», que es mucho peor que decirle a Julio «hijo de pó».

Pó como solución a todo. Cabropó, Soplapó, Bastarpó y así todo.

«Ha sido un machaque y un linchamiento» dijo la madre de María Jesús en el plató sobre el concurso de su hija. Esta mujer ve la Pasión de Cristo y le parece una broma de amigotes al lado de lo que le hacen a su hija.

«Hay personas que luchan formándose, luchando y siendo mejor cada día y hay quien necesita tapar la luz de los demás para brillar«, dijo María Jesús en el confe. El confe. María Jesús vive en el confe. El confe es María Jesús.

Cuando esté fuera de la casa veo a María Jesús encerrada en el baño de su casa hablándole a la plancha del pelo de las cosas que le han pasado ese día.

A esta mujer la van a tener que meter en una clínica de desintoxicación.

– ¿Y usted de qué quiere desengancharse, alcohol, tabaco, drogas?

– Del confe.

Y así.

Kiko por su parte echa de menos a Irene. «Como he estado con ella en todos los sitios de esta casa, pues me acuerdo«, dijo Kiko. Como en el retrete no ha estado con ella, ahí se le olvida. Echa los mojones mientras se pregunta, ¿tengo yo esposa?

María Jesús cogiendo protagonismo es como Harry Potter cogiendo una snich: es la mejor. Lo coge al vuelo, así que de vuelta al directo dijo: «Yo nunca me vi fuerte, yo sólo quería estar bien con todo el mundo«. «Si he pecado de algo aquí dentro ha sido de ser humana», añadió con pena y mucha humanidad.

Bueno, ya está, se acabó:

María Jesús ha pasado más martirio que San Lorenzo en una barbacoa. Ella es buena, es más buena que comer brócoli y hacer ejercicio. Los pajaritos pasan de Blancanieves y se posan en María Jesús. Toda esa bondad ha de ser reconocida: ¡MARÍA JESÚS DEBE SER NOMBRADA SANTA! ¡FIRMAD LA PETICIÓN!

Beatificación de Santa María Jesús del Gran Hermano

«Yo creo que esto es Gran Hermano, no Guantánamo«, dijo Albalá, que estaba ya hasta las pelotas de oír a María Jesús quejándose y vendiéndose como si hubiera sido condenada a ser comida por los leones en el circo romano.

Y claro, como María Jesús se sintió atacada, se puso a chillar y a defenderse. Y Albalá dijo algo así como «¿Cómo vas a defender ésto?» (el argumento del que se estaba hablando).

«Esto, me ha llamado esto», «me ha cosificado», dijo María Jesús. Para qué queremos más.

«Esto», el insulto definitivo. Vas a un juzgado a denunciar que te han llamado «esto» y el juez se tapa los oídos horrorizado.

Y en el plató la madre de María Jesús salió del escenario ofendidísima porque se metían con su hija. Madre de Dios, iba llorando histérica como si hubiera visto a su hija recibiendo latigazos en la casa.

Y como todo el mundo hablaba a la vez, Jordi trataba de poner calma: «ORDEN, POR FAVOR, ORDEN, ORDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN«.

Este hombre un día acaba echando espumarajos por la boca mientras los colaboradores hablan todos a la vez a su alrededor.

«Pero tampoco es para ponerse así…», le dijo Jordi a la señora madre, que seguía llorando con un desconsuelo bizarro.

Pero de la pena pasa a la mala hostia en un suspiro, así que cuando regresó y Julio dijo no sé qué, la señora, que se piensa que modera ella las galas, le interrumpió: «A mí me gustaría que este señor se callara de una puñetera vez«.

E intervino Tejado en uno de las pocas ocasiones en las que dijo algo coherente: «El teatro para otro sitio. ¿Qué insulto se le ha dicho a María Jesús?«.

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Regresando a la casa, Jordi le preguntó a María Jesús cómo estaba y ella, sin exagerar nada de nada, dijo «lo estoy pasando ahora mismo realmente mal».

Al borde del colapso estaba, no te jode.

En fin.

En vídeos de despedida y sobre su paso por el concurso Kiko dijo: «he aprendido a hacer algunas tareas domésticas que en mi casa no hacía». Pues para tres meses ahí dentro se ha herniado.

«Mi paso por el concurso lo definiría con la palabra madurez», dijo Alejandro. Sí, pero madurez ya de estar pocho.

Juanmi dijo que él «defectos de maldad» no tiene ninguno. Joder, me encanta el concepto subyacente: «defecto de bondad».

Y llegó el momento de la expulsión del cuarto clasificado de Gran Hermano Dúo.

Fueron salvando uno a uno. Primero a Kiko, que volvió a la casa. Luego Jordi tuvo que leer el nombre del siguiente salvado: «Siguiente salvado, dadme el sobre. ¡El sobre, quien tiene el sobre!», decía Jordi. Parecía del PP. Qué obsesión por su sobre.

La siguiente en salvarse fue María Jesús. La Virgen de la Cabeza atacaba de nuevo.

«Estoy con una ansiedad que te cagas», dijo María Jesús tras salvarse. Es una nueva patología clínica.

– Doctor, estoy muy nerviosa, no puedo respirar, me falta el aire, tiemblo… ¿qué me pasa?

– Tiene usted una ansiedad que te cagas.

– ¿Dice usted ansiedad aguda?

– No, que te cagas.

Y EL EXPULSADO FUE… ¡JUAN MIGUEL!

«Desde la punta de dedo gordo del pie a la cabeza me corre algo que no sé qué es, estoy malísimo», dijo Albalá al saber que se salvaba y que al parecer tiene algún tipo de parásito chungo en el cuerpo. Joder Albalá. Los anisakis tienen miedo de comérselo por si les infecta con eso que le corre desde el dedo gordo.

Y para despedir a Juanmi vimos un vídeo en el que casi palma electrocutado con el secador. Estaba el hombre secándose el pelo y saltó una chispa que salió hasta fuego. Joder Juanmi y los accidentes domésticos. Este hombre se come una gominola y le explota.

Vimos un vídeo en el que Kiko y Albalá, con dos copas de más, estaban en el confe puteando al Súper de madrugada y luego se fueron al dormitorio a rajarse unos pedos con todas las tonalidades y formas habidas. Trompetero, de redoble, de trombón…

Y como a María Jesús le cuesta llorar, en una conexión le dijo Jordi a la muchacha: «¿Estás conteniendo las lágrimas, la rabia?». Para hacerla llorar sólo le faltó decirle que a su gato le había pillado una máquina cosechadora. Si tarda más en lagrimear saca Jordi un espray de pimienta y le enchufa en toda la cara a María Jesús.

«Te veo como en estado anímico bajo», insistió Jordi. Joder, qué ansia por hundir a la gente. Le presentas a los Teletubbies a Jordi y a los diez minutos se cortan las venas de felpa gorda esas que tenían. Jordi González entrevista al Risitas y al Cuñao y acaban los dos llorando y maldiciendo su suerte. Jordi es capaz de borrarle la sonrisa al Jóker.

Y se fue otro finalista… ¡ALBALÁ A LA CALLE!

Mientras sacaban escenas de Albalá ponían a Sofía en una ventana pequeñita y su cara era de estar en la sala de espera del dentista para sacarse las muelas del juicio.

«Yo a Kiko no le veo ya como rival, que quede aquí todo el mal rollo», dijo María Jesús, que quiere sí o sí entradas gratis para ver cantar a la Pantoja.

A Kiko y a María Jesús les hicieron un troleo. Les hicieron creer que iban a leer el nombre del ganador. Es más, les hicieron creer que iban a ir a Telecinco en helicóptero. Y no les hicieron creer que les iba a recibir en plató Miley Cyrus porque no querían pagar el cameo.

¡Y LA GANADORA ES… AMBROSIA!, dijo Jordi.

Las caras de Kiko y María Jesús cuando les dijeron que tenían que esperar 24 horas más fueron de pura alegría. De alegría de la de buscar en Google donde está el puente alto más cercano y mientras coges las llaves del coche.

«Jordi, no, que no tengo ropa para mañana», dijo María Jesús, que siempre se preocupa por las cosas importantes.

«Dime que no es verdad, Jordi. Que me está dando un jamacuco, me está dando un jamacuco», repetía en bucle Kiko.

«¿Qué vamos a hacer ahora, María Jesús?», se preguntó Kiko. «La cena», dijo María Jesús, que es muy de vivir el momento con épica y trascendencia.

Pero no iban a hacer la cena. Les metieron en ‘La sala de la verdad’ en la que se enfrentaban cara a cara. «No me voy a pelear contigo, de verdad», decía María Jesús al entrar.

«Kiko, ¿qué ves en la mirada de María Jesús?», preguntó Jordi. «Sólo veo tristeza», dijo Kiko, que no sabías si estaba mirando a María Jesús o a Álex Ubago esperando a la grúa después de joderse su coche.

«María Jesús, ¿qué ves en la mirada de Kiko?». «Yo creo que Kiko es una persona maravillosa, sus ojos me transmiten bondad», dijo María Jesús, que le ha llamado hace pocos días mala persona, hasta la saciedad.

– Kiko es mala persona.

– Pero puede conseguirte entradas para su madre…

– Kiko es pura bondad. Kiko mea benevolencia. Kiko suda y debajo de los sobacos le salen imágenes de santos.

Y así.

Jordi les dio la oportunidad de hacer una pregunta al otro para obtener la verdad.

«¿Tú me has visto a mi alguna vez una rival fuerte?«, preguntó María Jesús. La respuesta de Kiko fue que al principio no, pero luego sí.

Kiko preguntó: «¿En el momento en el que me llamaste mala persona, pensabas que era mala persona?». La respuesta fue que sí, pero que ya no y le dio la vuelta a la tortilla. ¿Pero tú piensas que soy tan buena actriz como para fingir todo esto?, dijo ella.

«Si, en determinados momentos has podido exagerar«, le dijo Kiko. JA JA JA En determinados momentos, en concreto en el 99% de los momentos.

Y les pusieron una imagen del maletín y María Jesús dijo «uuuuy, el maletiiiiiiiiín», como el que se encuentra a Paco por la calle y dice «uy el Paco», pero no le da mucha importancia. UNOS COJONES. Le hacían los ojos chiribitas.

Juanmi llegó al plató.

«Quiero irme a por el mantecado», declaró. «¿Estás insinuando que lo que necesitas es echar un polvo?», le dijo Jordi, sutil.

Y hala, despachado Juanmi.

Llegó al plató Albalá.

«Creo que Sofía es muy buena para los concursos», dijo Albalá. Sí, para Saber y Ganar, no te jode.

Y para que no hubiera buen rollo durante mucho rato, le pusieron el vídeo de la última gala, en la que Sofía discutía a con la madre de Albalá y le decía que necesitaba «un santero para que le sacara el demonio de dentro».

Y claro, se montó la bronca, entre Albalá y Sofía y Sofía y la madre de Albalá. Y más con la madre de Albalá. El muchacho, que tiene la misma sangre que un gato de escayola, miraba todo lo que pasaba como si fuera la madre del vecino del quinto.

«¿Eso qué soy, yo?», dijo al ver la portada de Sofía en la que ella decía que había sido «anulada como persona». «Me parece de mala persona, porque esto era un concurso y eso es de la vida real», se quejó Albalá, que amenazó: «Si ha hablado de mí en una revista le va a caer una demanda muy gorda, pero muy gorda», amenzaó. Pero gorda. Le va a caer una demanda obesa. Una demanda con problemas de tiroides.

Y por si Alabalá no estaba suficientemente hundido, pues le pusieron declaraciones de su padre soltando popó sobre su madre, sobre él, sobre su hermana…

Y se montó un circo que no voy ni a comentar porque me da un poco mucho vergüenza ajena.

Y mañana… ¿Ganará Kiko? ¿Ganará María Jesús?

1 comentario

  1. Dice ser Victoria

    Me da vergüenza que hayan aprovechado meter a la ‘pantojita’ para hacer al hijito del alma ganador «todo por la audiencia» de verdad cada vez me gustan menos los realitis nos hacen tontos a los telespectadores,VERGÜENZA

    11 abril 2019 | 23:19

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