Isabel Pantoja sigue coqueteando con Telecinco y su hijo Kiko Rivera se coge el cabreo padre

Kiko, mirando el traje y pensando en meterle fuego. (TELECINCO)

De la felicidad por hablar con su madre, Isabel Pantoja, que habla más en Telecinco que en su casa, Kiko Rivera pasó al cabreo más absoluto en apenas unos minutos. Y todo por un traje amigos.

Anoche la Pantoja volvió a conectar con la gala de GH, con el debate, respondiendo a una llamada de su primogénito. Esta mujer conecta tanto por teléfono con Telecinco que el día que quieran llamar a Pantoja de Jazztell para que se cambie de compañía la van a llamar a Guadalix.

¿Ese buen rollo es porque sí va a ir a Supervivientes? OJALÁ. Por el amor de Dios, aunque aguante dos semanas. POR FA VOR.

Para el debate habían llenado las gradas de hinchas de los cuatro finalistas, que se dedicaron toda la noche a gritar que ganaran sus preferidos y a abuchear a los demás.

Si Jordi González llega a tener un lanzallamas los quema a todos. Se pasó toda la noche mandando callar, pidiendo por favor silencio y pidiendo silencio sin por favor y sólo le quedó subirse a una grada y hacerle tragar sus propios zapatos a la gente.

«Es imposible poner una nota tierna en este programa… no tenéis sentimientos ni los habéis conocido nunca», les llegó a decir Jordi, que se coge unos puteos que más que Jordi González parece Jordi Cruz juzgando unas empanadillas congeladas.

¡CALLAOS, PANDA DE GAÑANES, QUE OS VOY A MORDER LA PUTA TRÁQUEA, SILENCIO BOCAMIERDAS O SACO LA DE LOS OJITOS NEGROS Y OS REVIENTO EL PÍLORO A TIROS!

Una cosa así.

Total, la gala comenzó con una rondita de hostias a María Jesús, porque es como tradición.

En un vídeo salía Kiko Rivera y su gorra. Porque el día que Kiko se quiera quitar la gorra va a ser como quitar el papel de una magdalena. ¿Pero cómo puede llegarle el riego sanguíneo a ese hombre? Su calva no es por la alopecia, es porque el pelo se le asfixió.

«Su estrategia ha sido victimizarse», dijo en ese vídeo Kiko, que sigue picado porque María Jesús hablara de la vida del muchacho fuera. Y él dijo que no sabe nada de la vida de María Jesús. Pero que hasta le tuvo que decir Irene que era una Miss España. Kiko no sabía ni que era humana.

Pobre Kiko, de verdad, todo el día enfrascado en sus libros, no se entera de nada. Y es que en Cantora hay muchos volúmenes. Cuando en la Biblioteca de Alejandría no tenía un libro se lo pedían prestado a la Biblioteca de Cantora.

Alejandro Albalá: «A lo mejor tiene un ángel de la guarda que manda 50.000 mensajes, un novio de esos que están enamorando de ella y que la salva», elucubró el muchacho que no tiene sangre sobre el éxito de Marichús.

«Qué ángel de la guarda ni qué ángel de la guarda«, dijo la madre. «A la audiencia no se la engaña, ¡Y viva la virgen de la cabeza!», añadió la señora. Joder, yo soy la Virgen de la Cabeza y pido un chaché, porque la nombran más que a muchos concursantes.

La madre de María Jesús cuando aplaude da las palmas como si estuviera tratando de reventar moscas. Pero con una fuerza como para reventar alimoches al vuelo.

Anoche había posibilidad de que uno de los finalistas ganara una llamada de teléfono a quien quisiera.

«Aaaaaay, es que yo no me he traído el móvil, lo he dejado ahí fuera, en el bolso», dijo nerviosa la madre de María Jesús, como si viniera de ser atracada en un cajero automático.

«Es que nunca me lo traigo porque siempre nos dicen que no lo saquemos y así no peco«, añadió la mujer, que por no pecar en cuaresma tira toda la carne del congelador.

A María Jesús le pusieron un vídeo de apoyo (se lo pusieron a todos) en el que salía una señora de Miami, que tenía toda la pinta de estar en una boda con barra libre, diciendo que María Jesús le había robado el corazón.

Al parecer es una persona con la que la madre de María Jesús habla por Instagram. Vamos, una pariente cercana.

Y luego salió una manifestación de gente con pancartas de las que acaban con los antidisturbios con la porra calentita. Eran parientes y familiares venidos arriba que sólo les faltó quemar cajeros y hacer barricadas con contenedores.

Kiko: Era un vídeo montado en el que los amigos le daban a una tecla del ordenador e iban cambiando, apareciendo y desapareciendo y dando ánimos.

No sé a qué tecla le daban pero quiero un ordenador de esos. «Los he reconocido a todos, son mis amigos y mi mujer«, qué ojo. Kiko, qué genio, que reconoce a sus amigos y a su mujer.

A Juanmi le felicitó un señor cantando ripios en su casa. Y luego salía una fanfarria con una caseta y una pancarta y por si eso fuera poco habían montado un concierto en una plaza. Organizas un homenaje a Michael Jackson y va menos gente.

«Yo no me creo que vayamos a salir, a la calle normal, a nuestra casa«, dijo esta semana María Jesús, que piensa que van a salir a una base en Marte, no te jode. Esta mujer esta institucionalizada. A los dos días la pillan intentando entrar en la casa otra vez.

«Aquí soy Kiko Rivera 2.0, aquí han conocido a un Kiko mejor, a un Kiko 100% real», dijo Kiko, cuya versión 1.0 debía ser una ful of Estambul. La 3.0 va a venir con melena y 20 centímetros más.

«¡Más corazón y menos lengua!«, reclamó Kiko… «en líneas generales», pero se refería a Frigenti, que le da palos como para encender la chimenea.

«Sacar el tema de Hacienda es tocar los huevos«, dijo Jordi González. Mola como clave para compartir con tu pareja. Estáis en una cena con los padres y le dices «cariño, saca el tema de Hacienda». Así, así, háblame del IRPF, ooooh, sí, amor, así, así, desgrávamelo todo. Te voy a comer toda la deducción.

Y así.

«Yo no he entrado por la experiencia, he entrado para ganar dinero y pagar la deuda«, dijo Irene sin tapujos. ASÍ SÍ, JODER. Que los demás parecen pijos de 15 años aburridos en busca de aventuras, tanto vivir la experiencia y tanta tontería, que parece que están jugando a la Ruleta Rusa por aburrimiento.

Marta López le preguntó a María Jesús si hablaba de las deudas de Kiko para hacer daño. «Yo nunca quiero hacer daño«, dijo María Jesús, que nunca pisa el césped, pero no por el cartel, sino por no hacer daño a la hierba y a los insectitos que pueda haber. María Jesús come lechuga y pide perdón por haberla cortado.

Nuuunca quiere hacer daño. Eso sí, si va por la casa con una guadaña y te decapita, es porque se estaba defendiendo y aún lloraría porque le has manchado la guadaña.

¡¡Y LLEGÓ EL MOMENTO TRAICIÓN!!

En la grada de María Jesús había un topo al que Raquel, la pobre, le dio la palabra pensando que era seguidor de María Jesús. Pero no: estaba más infiltrado que un supositorio metido con el palo de una escoba.

«¡El apoyo a María Jesús no se lo explica nadie, vas a tener que ir a hacerle una penitencia a la Virgen de la Cabeza, ¿cómo te vas a sentir cuando pongan tus confes poniendo a parir a todo el mundo? ¡Kiko ganador!», dijo el traidor.

La cara de Raquel, que le había dado la palabra, era un poema. Pero no un poema feliz, un poema tipo:

Me cago en tus muelas

topo cabrón

que me has engañado 

cómete un mojón

Y al igual que es tradición soltar sopapos a María Jesús es tradición ponerle vídeos lacrimógenos de los que hacen que las señoras mayores se hagan pis encima y entren ganas de hacer donaciones a Cáritas.

Salía María Jesús hablando sola, con los muñecos de sus hijas en las manos y llorando, moqueando y sollozando y hablando de cosas dispersas pero tiernas. Los muñecos pedían a gritos que alguien los matara para dejar de sufrir.

«Nunca más voy a quejarme de ver dibujos 24 horas», dijo María Jesús. Y también dijo «ay esquegruñeeerl que nosooorrlrgru porquegrrruuuuuñiaaaaaar oy, oy, oy«. Es la Antonio Ozores de los lloros.

«Súper, hoy te voy a hacer un confe de los buenos, así que prepara pañuelos«, dijo María Jesús. Una frase en la que puedes cambiar «confe» por todo tipo de prácticas sexuales y encajan perfectamente.

En el apartado de Albalá el muchacho dijo que «seguramente habría cambiado el haber corrido detrás de una persona que no me quería«. Joder, será que Sofía no se lo dijo veces.

ALBALÁ ANTES ME COMO UNA MIERDA QUE VOLVER CONTIGO. Y Albalá oía: «Sigue por ahí que pareces un perrillo apaleado y te irá bien».

Hoy, en historias de la leyenda urbana: «Cuando cae mucha tormenta algunos sapos, ranitas o renacuajos caen del cielo«, aseguró María Jesús, que explicó que ese fenómeno se produce porque «porque cuando se evapora el agua se los lleva»… joder, ¿pero a qué velocidad se evapora ese agua? Los ovnis son unos mierdas abduciendo. Te pilla en Málaga un día caluroso y una mala evaporación y acabas lloviendo sobre Asturias.

Kiko se reía mucho de eso, él que ha contado mil veces las cosas paranormales de Cantora. Y SÍ. Vamos con otra historia de fantasmas de Kiko.

«Puse una maleta en la escalera porque tenía una perrita pequeña y no quería que se cayera mientras yo dormía», rememoró Kiko.

Y esa noche le llamó una amiga al móvil y «me dijo que cuando estaba durmiendo» … «me ha hablado tu padre y me ha dicho que quites la maleta del escalón que no puede pasar«.

«Me cagué, ese día me fui a dormir a casa de mi madre», aseguró Kiko.

Pero vamos a ver… que tu padre fallecido se aparezca ya es raro. Pero que se le aparezca a una amiga para que te llame porque no puede saltar una maleta… no sé, lo veo retorcido hasta para Cuarto Milenio.

MOMENTOS VIRALES DE ESTA EDICIÓN

8.- Un pedo de seis segundos de Juanmi. Tener el intestino como un gasoducto te puede encumbrar en Internet.

7.- El momento de Candela hablando de Ambrosia y Tejado preguntando ¿Quién es Ambrosia, Candela?

6.- Ylenia diciendo: «Toda la casa, los súper, los pokémon, las paredes, los espejos«. Éste es mi preferido.

5.- El baile de María Jesús cantando ‘Te veo en todas partes‘. JODER ese puto corte de vídeo lo tengo metido en la cabeza.

4.- Albalá corriendo desnudo por el patio con ese culo blanco que a su lado hace que el David de Miguel Ángel parezca del Congo.

3.- María Jesús y Antonio morreándose en la despensa. ¿PERO QUÉ DICES? ¿ESTO VIRAL? Es más estomacal. De revolverse el estómago.

2.- Juanmi hostiándose escaleras abajo.  JA JA JA Esto sí, esto sí.

1.- Kiko saliendo al patio con el suelo mojado y ¡DÁNDOSE LA LECHE PADRE QUE HASTA SE LE SALTA LA GORRA!

Como pasaron la prueba les dejaron llamar a sus familiares:

Tenían que marcar ellos mismos. Me pasa eso a mi y no se llamar ni a mi móvil. El día que pierda la agenda me quedo más solo que Robinson Crusoe.

KIKO:

Llamó a Isabel Pantoja. «Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa», la saludó.

«Muchas felicidades a todos, te amo, te adoro, te estamos apoyando todos. Te veo 24 horas al día«, le aseguró Pantoja a su pequeño del alma. Isabel Pantoja ve el 24 horas 24 putas horas. Tiene unas ojeras que parecen la falda de un nazareno. Joder, le hacen un análisis y no le encuentran sangre en el café.

«Ganes o no ganes para mí y para muchísima gente eres mi ganador«, le dijo la señora, que añadió que «me siento orgullosa de ti desde que te parí». Sí, porque Kiko nació muy bien. Estaba impresionado hasta el ginecólogo, que se hizo fotos con él orgulloso.

Y acabaron la llamada pegándose unos gritos que se oían en estéreo, por el teléfono y por la oreja libre. Joder qué berridos de amor.

Y cuando acabó la llamada Kiko preguntó que si les daban una cena y que si iban a tener presupuesto para tener comida. Ahí, Kiko, que eres como una empanadilla: siempre relleno.

María Jesús llamó también a su madre. Qué poco originales. Yo habría llamado a una casa al azar a ver qué se cuentan.

María Jesús preguntó por sus niñas. «No te imaginas lo que corre la pequeña, uy, lo que corre«, dijo la madre, porque la niña le echa carreras a Usain Bolt y Usain Bolt le come los pedos.

JA JA JA Y María Jesús aprovechó el confesionario en directo para ponerse a llorar y para decir que los demás la odian y que se portan mal con ella y que no son buenos compañeros. JA JA JA

«Que me caiga un rayo si me estoy haciendo la víctima«, dijo entre lágrimas.

lightning GIF by vhspositive

Ahí se jugó la vida María Jesús. De hecho, María Jesús podría trabajar de pararrayos en lo alto de un rascacielos. Te puede gustar más o menos, pero que María Jesús ha aprovechado la tirria que le tenían es un hecho.

Si la vida le da limones, María Jesús se hace un confe y llora y se queja de que le pica los ojos y de que los limones la odian y que ella sólo se defiende y que los limones son malos compañeros.

Juanmi llamó a su hija. ¿Pero en serio todo el mundo se sabe los móviles de sus parientes? «Te queremos muchísimo, te apoyamos, haz tu concurso de corazón que seguro que así no te equivocas«, le dijo la muchacha. Eso, no haciendo nada no se equivoca en la vida.

Aprovecharon la mayor parte de la llamada para organizar la comunión del nieto. Y no hablaron de que tienen un grifo que gotea y de que el techo necesita una mano de pintura porque sólo tenían 90 segundos.

Albalá llamó a su madre. Qué original. «Has dejado toda tu vida entera ahí. Has dejado hasta el brazo, que te lo has partido, menos mal que no te partiste los dientes«, le dijo la madre. Joder. Y menos mal que no has tenido apendicitis y no has contraído la peste bubónica y te has llenado de pústulas. Bravo por eso, Alejandro.

Para acabar la gala les enseñaron los atuendos que lucirán en la final de Gran Hermano Dúo. A Albalá le habían puesto un esmoquin con pajarita, a María Jesús un vestido de gala de lentejuela dorada y a Juanmi un traje morado estridente de los que usa él.

A Kiko… JA JA JA JA le habían puesto un traje de señor con corbata. Pero un traje que se lo pone un comercial y no vende ni regalando lingotes de oro.

Y claro, al señorito no le gustó. «¡MUY MAL POR EL QUE LO HAYA ELEGIDO, MUY MAL!«, decía. «Ahora mismo voy al Súper a decir que eso no me lo pongo», decía cabreado.

«Esos trajes no me los pongo, con el pantalón ancho«, se quejaba, porque él quiere ir petado hasta con el pijama.

¿Se saldrá con la suya?

 

Los comentarios están cerrados.