Archivo de enero, 2019

¿Los pastores alemanes ya no están de moda? ¿Nadie querrá dar una segunda oportunidad a esta perra que fue reventada a criar?

Preciosa, ¿verdad? Una perra pastor alemán hermosa, que rebosa felicidad y salud. Pues no hace mucho su aspecto era muy distinto.

A Latifah la rompieron a base de criar. La trataron como una máquina de parir cachorros para obtener beneficios, sin cuidarla lo más mínimo.

Apareció abandonada, vagando con un cachorro al que alguien se llevó, dejándola a ella en la calle. Cuando la rescataron este era el panorama:

Las mamas le cuelgan, agrietadas y con heridas. Esquelética, le faltan bastantes kilos para la envergadura que tiene. Con dermatitis por todo el cuerpo, su piel parece cartón y por supuesto, llena de parásitos y sin microchip, como es de costumbre.

La han reventado a criar, está hecha polvo. El trato que habrá tenido en su vida, pues lo podemos imaginar, ya que cuando fuimos a rescatarla, adoptó tal postura de sumisión que se orinó al vernos. Se nos parte el corazón con estampas así, animales tan humillados y psicológicamente tan deteriorados.

Es joven, es de raza, es una belleza y tiene buen carácter. Pero pese a haberse recuperado no aparece una familia que quiera darle una segunda oportunidad.

Pasan los meses y Latifah ve como su vida se limita a un chenil y unos patios de recreo de una residencia. No hay más opciones para ella.

Igual que los pobres pastores belga malinois, que cada vez son más abandonados, los pastores alemanes dejaron de estar de moda hace mucho tiempo y ya no son una raza que se estile ni una novedad. Dentro de poco veremos lo mismo con la moda de los perros lobo checoslovacos.
Latifah necesita un hogar con una familia que la cuide, la proteja, le de el cariño que se merece y que esto sea de por vida. Ya pasó por unas manos que solo la quisieron para criar hasta que la abandonaron.

Al poco tiempo de su rescate.

Se nos parte el alma cada vez que tenemos que despedirnos de ella en las visitas a la residencia.

Latifah se entrega en adopción con seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip, vacunas, analíticas, desparasitaciones, esterilización y revisión veterinaria. Podrá viajar a cualquier punto de España. Todo esto será a coste cero para el adoptante, la protectora El amigo fiel de Córdoba asume tantos los gastos veterinarios como el traslado del animal.

Contacto: informacion@elamigofielcordoba.org

Volver a tener otro perro

Cuando murió Mina por una leucemia que nos la arrebató demasiado pronto, en menos de una semana estaba en una protectora adoptando a Troya. No pretendía sustituirla. Eso sería imposible. Pero echaba tanto de menos las rutinas asociadas a tener un perro que casi dolía físicamente. Un dolor que Troya ayudó a mitigar.

Ahora que ha muerto Troya (este lunes hará una semana, aún me cuesta creer que el pasado domingo aún la tenía al alcance de mis caricias), contar con Tula en casa es un consuelo. Tener que sacarla a pasear, mimarla, alimentarla… amortigua de nuevo la pérdida.

Comprendo que haya personas que no quieran más animales tras el dolor de perder a su compañero. He encontrado con frecuencia casos así. Se trata de una mezcla entre querer respetar la memoria del animal que se fue, sentir que se le traiciona si se acoge a otro en la familia y no querer sufrir tanto de nuevo. Por supuesto merecen todo mi respeto, pero no es algo que yo comparta. Quiero que los animales siempre estén en mi vida y eso supone pagar ese peaje, pequeño si se mira en perspectiva todo lo que nos dan a cambio.

No quiero que el temor al dolor marque mi rumbo. Puede que al principio sea extraño tener a un perro diferente, con otra personalidad, otros gustos, ocupando el espacio de aquel que tanto nos marcó. Puede que al principio nos cueste sentirlo nuestro perro. Será así durante poco tiempo, lo aseguro.

En varias ocasiones me han preguntado estos días si voy a tener un segundo perro. De momento no, es lo que estoy contestando. Seguro que si Tula no estuviera ya estaría planeando acudir a adoptar un nuevo compañero. Pero ahora no me lo pide el cuerpo la verdad. Mañana ya veremos.

Terminó recuperando un texto de hace casi cinco años. Lo hago porque creo que procede y también a modo de punto y seguido. A partir del siguiente post, este blog recuperará su propósito: divulgar buscando el beneficio de nuestros perros y gatos.

Se irán, lo harán. Se irán y nosotros lo veremos. Y así debe ser. Lo sabemos aunque no queramos saberlo, aunque no queramos pensarlo.

Se irán y nosotros lo veremos porque tienen unas vidas mucho más intensas y cortas que las nuestras, unas vidas en las que no desperdician ni un segundo en aquello que no merece la pena, en las que lo realmente valioso reina, unas vidas que siempre tienen sentido.

Algunos se irán antes de lo que teníamos previsto, aún jóvenes. Otros, más afortunados, se irán ya ancianos. Los habrá que necesiten de nuestra ayuda para irse dignamente, nuestro último regalo.

Se irán y se llevarán sus lametones, sus recibimientos entusiastas al abrir la puerta, sus siestas a nuestro lado, sus estallidos de pura alegría tras la pelota, al encontrar algún colega peludo o al descubrir el mar o la nieve.

Se irán, pero nos dejarán una vida entera de recuerdos. Nos dejarán muchos aprendizajes si somos capaces de interiorizarlos, no hay mejores maestros de la felicidad. Olvidad los manuales de autoayuda y observadles. Nos dejarán la devoción que nos tuvieron.

Antes o después pagaremos el peaje de verlos partir. Algo que para ellos es natural y no entraña frustraciones ni sufrimiento por lo que ya no vivirán.

Mientras estén aquí hay que ser conscientes de ello. Mientras estén aquí hay que disfrutar de ellos tanto como podamos.

Y os lo digo a vosotros, me lo digo a mí misma. Ellos ya lo saben, ellos no necesitan que nadie se lo recuerde.

Mientras pisemos el mundo hay que avanzar riendo, jugando, corriendo y gozando del calor del sol, de las palabras amigas, de las caricias, las flores y la música.

Para nosotros también son dos días.

Adiós Troya, seguiremos caminando juntas

Sabía que Troya no iba a tardar en dejarme. Desde este verano las fuerzas la estaban abandonando gradualmente. A partir de la Navidad su debilidad se acentuó, los paseos eran apenas dar la vuelta a la manzana, levantarse era un esfuerzo; pero su espíritu era el mismo, sus ganas de vivir eran palpables.

Sabía que Troya no iba a tardar en dejarme, pero no esperaba que fuera tan pronto. No esperaba tener que despedirme para siempre de ella ayer mismo.

El viernes por la noche no quiso cenar. A partir de ese momento se negó a comer y el sábado supe que había decidido que era el momento de irse.

A partir de entonces, ya no nos separamos. La tuve a mi lado, dormitando en el salón, junto al sofá o a mi cama. Al alcance de mis caricias en ambos casos.

No fue preciso ayudarla. El lunes por la mañana, en mi dormitorio, a mi lado, respiró lenta y profundamente media docena de veces y se fue. Hasta aquí llegó nuestro viaje de casi quince años juntas. Es triste, sí; hay lágrimas, por supuesto; pero sé bien que no hay manera mejor de despedirse.

Tenía unos 18 o 19 años, era muy mayor, tuvo una buena vida, tuvo también una buena muerte, sin dolores y con toda la dignidad del mundo. Todo es cierto y consuela, pero no impide que su marcha duela, que la eche de menos.

Desde este lunes ya no está esperándome tras la puerta, ya no puedo acariciar su pelaje denso. Pero no voy a pensar en lo que me falta, sino en lo que me ha quedado de ella, que ha sido muchísimo.

Troya ha muerto y no creo que esté saltando en verdes campos o que nos volvamos a encontrar. Troya ha muerto y no está ahora al otro lado del arcoíris, por mucho que agradezca todas las palabras de aliento en ese sentido.

Troya se ha convertido en muchos buenos recuerdos, que ya es mucho.  La atesoro en mi memoria, acurrucada a mis pies, volando tras la pelota en la playa de Gijón, jugando feliz con todo perro pequeño que encontrase en su camino, convertida en mi segunda sombra, jugando a pelearse con su amigo Ron, tumbada pacientemente bajo las caricias torpes de los niños de mi familia.

Su muerte la ha dejado para siempre dentro de mí y estoy convencida de que ese es el lugar en el que ella querría estar de poder elegir. No se me ocurre otro mejor.

Adiós Troya, seguimos caminando juntas.


Un puente de mayo hace casi quince años acudimos a una protectora en busca de un nuevo miembro de nuestra familia. Una familia escueta, dos adultos que no llegaban a los treinta años y dos gatos adolescentes, que había perdido a uno de sus miembros dos semanas antes, a nuestra perra Mina.

Troya fue la perra que se vino a casa con nosotros, asustada al principio de casi todo: las escaleras, los hombres de mediana edad, el palo de la escoba… En la protectora la habían llamado Raspa, así de demacrada la encontraron. No le costó superar sus miedos a nuestro lado.

Era una perra de unos cinco años me dijeron, cruce de caza de unos 20 kilos. Tenía perdigones en el cuerpo y leishmania. No era fácil que saliera en adopción pese a ser buena como el pan. Entre todos los perros que había esperando un hogar, ella me ganó cuando entré en su chenil y se tumbó sobre mí, con su cabeza en mi regazo, quedándose dormida casi al instante.

Era una atleta. Corría como el viento, saltaba como jamás he visto saltar a un perro. Era muy obediente, salvo cuando un conejo se cruzaba en su camino. Solo recuerdo haberme enfadado con ella cuando corría a cazarlos rauda sin atender mi llamada. Me enfadaba porque estaba preocupada por si le daba por cruzar alguna carretera o corría tanto que se perdía.

En el tiempo transcurrido a su lado he pasado de ser una veinteañera que entraba a trabajar a media mañana a ser una madre de familia, con otro horario, en otro hogar. Muchos cambios en los que siempre me ha acompañado, sumando canas y consideración en su mirada.

En este tiempo Troya inspiró el Día Internacional del Perro sin Raza que impulsó 20minutos y ahora se celebra en todo el mundo. El logo está basado en ella.

Fue pionera en viajar en el Metro de Madrid para un reportaje.

(JORGE PARÍS)

También fue el primer perro no de asistencia en pisar el Ministerio de Agricultura para concienciar de la importancia de procurar el bienestar a sus congéneres.

Recorrió la Universidad Rey Juan Carlos para hablar de la Cátedra Animales y Sociedad.

(JORGE PARÍS)


Ha acudido al colegio de mis hijos como embajadora animal, ayudando a algún niño a superar su miedo a los perros y dando ratitos de alegría a varios niños con autismo.

También vino a eventos de prensa, entregas de premios, ferias de adopción…

Yo no soy la única que albergará a Troya en mis recuerdos, su existencia ha ocupado un rincón en muchos corazones.

La protectora de animales madrileña ACUNR necesita voluntarios

No es la única que lo necesita, bien que me consta, pero Animales Con Un Nuevo Rumbo (ACUNR) es la que me ha comentado recientemente su necesidad urgente de contar con más manos.

Los voluntarios siempre son bienvenidos en las protectoras de animales. Hay muchas tareas que llevar a cabo, tanto en las instalaciones asegurándose el bienestar de los animales que albergan como en eventos que se llevan a cabo para concienciar y recaudar fondos.

Si tienes tiempo y te gustan los animales, plantéate echar una mano. Puede ser duro en ocasiones, pero es también muy satisfactorio. Estarán encantados de contar con esas horas que puedas dedicarles.

Si te gustan los animales pero no tienes tiempo, siempre puedes ayudar contándolo en tu entorno, comentando la posibilidad de ayudar a la gente que creas interesada, difundiendo esta petición de ayuda por redes sociales o imprimiendo el cartel y colocándolo en tu trabajo.

¿Les ayudas? Haciéndolo ayudarás a animales como Goofy, un cachorro nacido en junio que busca un buen hogar.

A Gloria, una mastina joven y con buen carácter que apareció vagando abandonada.

O a Gerar, un podenco cariñoso y divertido rescatado de una perrera en la que tenía un futuro muy negro.

Si alguien quiere más información sobre estos perros que necesitan buenas familias, el contacto es acunrmadrid@gmail.com. Si lo que se quiere es echar una mano como voluntarios el correo es acunrvoluntarios@hotmail.es

Mi perra, mi compañera, se apaga, y mi trabajo es darle el mejor final posible

Ayer estuvimos en nuestro veterinario, uno que está apenas a cinco minutos de casa. La distancia máxima que Troya es capaz de recorrer. Acudí con Tula, a la que había que vacunar, y también con ella. Fuimos despacito. Camina insegura, sabedora de que sus patas traseras no la sostienen largo rato. Para cruzar el umbral de la clínica, en el que hay un escalón, la tuve que coger en brazos.

La verdad es que está muy mayor, pero está bien. Su veterinario volvió a auscultarla y su corazón late contento. En septiembre la hicimos pruebas de todo tipo y todas dieron bien. No hay dolores de ningún tipo. Incluso conserva bien los dientes. Lo que hay debilidad, pérdida de masa muscular. Son muchísimos años para un perro de su tamaño.

En casa está constantemente tumbada, dormitando. Pero está feliz. Quiere salir a la calle, aunque le cueste cada día un poquito más ponerse en pie.

En el puente de diciembre, en la playa de Gijón.

Su declive sigue adelante y no hay nada que podamos hacer para detenerlo. La vejez no tiene cura. Ayer coincidía con nuestro veterinario en que si comienza el dolor, o la debilidad llega a extremos insostenibles, tocará darle el regalo de un buen final. No hay otra opción.

La muerte tiene que llegar. Como bien decía Terry Pratchett, la muerte es condenadamente buena haciendo su trabajo. No hay nadie que se libre de su último abrazo. Teniendo eso en cuenta lo mejor que podemos desear para los nuestros y para nosotros es que llegue tarde tras una vida larga y buena, que no lo haga precedida de sufrimiento y que podamos elegir cuándo darle la bienvenida dejando en los demás un buen recuerdo.

Creo que Troya podrá tener todo eso. Al menos me esforzaré para que así sea. Así que, en cierto modo, habría incluso que estar felices por ella. No habrá mejor manera de marcharse que la suya, yo me aseguraré de ello.

Algo así expliqué a mi hija de nueve años cuando hace poco se echó a llorar. Le pregunté por qué lloraba tanto y me contestó: «porque Troya está muy mayor y se va a morir pronto«. Sí, es muy mayor y se va a morir pronto, imposible negarlo. Pero aún está aquí con nosotros para recibir y dar cariño y compañía y tendrá el mejor final posible, el que cualquiera desearíamos.

Es una forma de consolarnos, de prepararnos para lo que tiene que llegar, aunque sé bien que no hay forma de regatear el dolor cuando llegue la hora de la verdad. Y también sé que llegará pronto.

Para los niños es un buen aprendizaje. También para nosotros, los mayores.

No obstante, insisto. Aún está aquí. Un tiempo que tiene valor. Nuestro trabajo es asegurarnos de que transcurra feliz para ella. Y en ello estamos.

Abril es una preciosa galga negra que lleva más de un año esperando a que la adopten

Esa es Abril. Toda una belleza. Una elegante galga negra que, más allá de su buena planta, tiene un carácter estupendo. Pese a ser preciosa por dentro y por fuera, nadie se ha fijado en ella y sigue esperando un hogar desde la protectora El amigo fiel de Córdoba.

Se encontraba abandonada en Andújar, un pueblo de Jaén. Estuvo un tiempo merodeando por muchos lugares: campos, calles, parques, etc, siendo demasiado visible para manos que no le darían una vida digna.

Tras un tiempo, una pareja pudo rescatarla y sacarla de la miseria en la que se encontraba. Desde entonces ha estado en una residencia canina, pero jamás nadie preguntó por ella. De eso hace más de doce meses.

El matrimonio que la rescató con toda su buena voluntad, ya no puede hacerse cargo de ella y seguir pagando la mensualidad de la residencia por más tiempo. Lo han intentado todo con tal de que esta galguita tenga una familia, pero sus propósitos para Abril han sido en vano.


En la protectora están saturados, pero al conocer su historia han hecho el hueco que no tienen para hacerse cargo de ella.

Últimamente solo tenemos casos de perros de caza, que llevan el cartel de «invisibles» en la frente. Ella es una más, siendo galga va a necesitar mucha suerte para que alguien se fije en ella, ya sabemos lo complicado que es la adopción de un galgo en España. Lo fácil sería que Abril fuera en un «lote» de galgos al extranjero, pero nuestra Asociación no funciona así.

Abril se entrega en adopción con seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip, vacunas, desparasitaciones, analíticas, esterilización y revisión veterinaria. “Todo esto será a coste cero para el adoptante, nuestra Asociación asume tantos los gastos veterinarios como el traslado del animal”.

Está en Córdoba pero puede viajar a cualquier punto de España.

Contacto: informacion@elamigofielcordoba.org

Gala es una perrita faldera, ideal para hacer una compañía tranquila y cariñosa

Gala es joven, tiene apenas unos dos años. Y es de tamaño pequeño, pesa unos seis kilos.

Apareció vagando por una carretera y tuvo la suerte de dar con una buena persona que la acogió. Me explican que no tenía chip, asi que es imposible saber si se perdió o la abandonaron. Pero si se perdió nadie la reclamó pese a los carteles que pusieron.

Por eso ahora Gala busca un hogar. Lo merece. Es una perrita tranquila y muy cariñosa. Ojalá lo encuentre.

Os dejo con la carta que ha escrito Marga, la persona que la tiene en acogida:

Nos pasamos la vida buscando la perfección: La pareja perfecta, el trabajo perfecto, la casa perfecta, etc.

¿Por qué entonces no buscar la familia perfecta para una perrita rescatada? ¿Es que no ha sufrido ya bastante?

Gala fue encontrada en una carretera nacional entre dos pueblos. Vagaba sin ningún rumbo. Cuando la persona que la rescató fue a cogerla ella se dejó y se acurrucó entre sus brazos.

Dejadme que os cuente más de ella. Actualmente Gala vive en una casa de acogida con otras tres perritas. Se lleva muy bien con ellas pero quiere ser única: quiere todas las caricias, todos los besos y todos los abrazos. Ha tenido tantas carencias de afecto que al final sólo quiere cariño

Gala es una perrita de unos seis kilos. Como no sabía su nombre la he llamado así, ¿os gusta? ¡Como la musa de Dalí! Es sociable con perros, niños y gatos. No tira de la correa en los paseos, de hecho, en el parque siempre va suelta y no se separa de mí.

Gala es tan cariñosa que te sigue a todos lados, a la cocina, al baño, al dormitorio. Ella solo quiere estar a tu lado y que le des una caricia.

Le encanta tumbarse en el sofá cuando ves la tele. En la cama siempre duerme a tu lado pegada.

Podríamos decir que es una perrita faldera o “pantalonera”, por lo de que siempre está entre tus faldas o pantalones.

Como Gala quiere mucho cariño sería ideal que la familia que la adoptase no tenga ni perros ni gatos en casa. Gala es ideal para una/s persona/s jubilada/s, pues les daría todo el amor y cariño que ella irradia y necesita, y a su vez se convertirían en uña y carne.

Gala se entrega con chip, vacunas al día y contrato de adopción. Está en Madrid.

Contactoperrigatossinfronteras@gmail.com t: 670959688
a

Son pequeños, jóvenes, sufrieron por estar en manos de una persona con síndrome de Noé y necesitan un hogar

Me escriben desde la protectora sevillana El buen amigo Pidiendo ayuda. Hace pocos meses les entraron nada menos que 72 perros procedentes de un síndrome de Noé, ese trastorno que conduce a acumular animales que y siempre acaba mal, sobre todo precisamente para esos animales.

Algunos de los que rescataron en este caso murieron por enfermedad. Otros tuvieron más suerte y me cuentan que fueron adoptados, pero aún quedan muchos esperando un hogar, una segunda oportunidad que no acaba de llegar.

Me explican que son todos de talla muy pequeña, que algunos no llegan ni a los cinco kilos de peso. Y son jóvenes, de entre uno y tres años. Les urge lograr hogares para ellos especialmente ahora que llega el invierno. Por mucho que hablemos de Sevilla, me dicen que “necesitamos sacarlos de allí el invierno es muy duro en nuestras instalaciones”.

Buscan acogida o, mejor aún, adopciones en toda toda España.

En las imágenes podéis ver a algunos de estos pequeños. Y e el contacto podéis solicitar más información.

Contacto: protectoraelbuenamigo@gmail.com

Y ya de paso os dejo otra petición de este refugio.

Mantener tantos perros es muy complicado y sobretodo cuando hay tan pocos voluntarios. Una vez más hacemos un llamamiento, necesitamos manos que quieran brindar amor a estos seres tan maravillosos.

Una vez a la semana, una vez al mes… cuando puedas. Tu granito de arena puede cambiar mucho.

Si quieres ser voluntario escríbenos a protectoraelbuenamigo@gmail.com

¿Por qué este gato hermoso, joven y cariñoso necesita toda la ayuda posible para encontrar un hogar?

Es un gato bonito a rabiar, una belleza. Es muy joven, poco más que un cachorro; apenas tiene unos siete meses. Y es cariñoso, sociable con otros gatos. Es un gato perfecto buscando hogar.

Pero lo va a tener muy difícil para encontrar una buena familia. ¿Por qué? Pues porque tiene leucemia felina.

Va camino de cuatro años que os contaba aquí mismo que los gatos positivos (en leucemia y/o inmunodeficiencia felina) tienen derecho a una vida digna, pero no suele ser así. Son sacrificados con frecuencia solo por ser positivos, por tener una enfermedad. Incluso aunque esa enfermedad no se haya manifestado, como en el caso del gato que hoy nos ocupa, y aún puedan tener muchos años por delante de felicidad y calidad de vida.

Lo que necesitan no es una muerte digna, sino una vida digna. Como cualquiera. La muerte ya llegará cuando toque, no hay necesidad de adelantar acontecimientos. Como dijo el recientemente fallecido y muy llorado Terry Pratchett, la muerte es condenadamente buena haciendo su trabajo.

Tal vez ese fue el motivo por el que lo abandonaron en la calle, en un municipio del sur de Madrid. Imposible saberlo. Tuvo suerte de ser rescatado por una buena persona, amante de los animales, pero que tiene otros gatos y no puede quedárselo. Una de esas personas que no mira a otro lado cuando un ser necesitado se cruza en su camino y que se complica la vida con tal de ayudarle. Hay que agradecérselo. No abunda la gente así.

Este hermoso animal necesita una familia, una en la que no haya otros gatos o en la que los que haya también tengan leucemia. sus dueños tendrán que estar muy pendientes de él por si empieza a manifestarse algún síntoma (algo que puede comenzar desde en unos meses hasta en tres o cuatro años), llevándolo en cualquier caso a una revisión veterinaria semestral. Pero hay mucho que se puede hacer por ellos. En la web Soypositivo tenéis mucha más información sobre la leucemia felina, incluyendo un apartado de preguntas frecuentes.

Tal vez querer un hogar para él sea mucho pedir. Por desgracia abundan los gatos sanos sin hogar, la gente no quiere complicaciones ya de entrada. Estamos pidiendo que se fije en él alguien muy especial, muy generoso, un milagro de Navidad tardío. Pero no vamos por ello a dejar de intentarlo. Os pido que ayudéis a difundir su caso, a ver si entre todos logramos forzar su buena suerte.

El contacto para adoptarlo, acogerlo o simplemente obtener más información sobre él es: Marián, 648 472 713

¿Deberían prohibirse en España determinadas razas de perros (pitbulls, rottweilers…) como se ha hecho en otros países?

Tres rottweilers sueltos en una zona de polígonos madrileña, todo apunta a que perros de nave industrial sin chip ni nada de lo que es obligado por ley, atacan a un pobre hombre de 81 años y hoy es noticia que ha muerto. Los perros probablemente también acabarán muertos como casi siempre en estos casos. El dueño, que los tenía sueltos y saltándose todas las leyes sobre tenencia de perros en general y perros de raza potencialmente peligrosa en particular y que es el verdadero culpable en todo este asunto, fue detenido y está acusado de homicidio imprudente.

Un drama, sobre todo para al anciano que ha perdido la vida.

Desde el primer momento que supe de la noticia, pensé (de nuevo) que ya están tardando la Policía y Guardia Civil en pasarse con lectores de chips por los polígonos industriales y así lo comenté ayer en mis redes sociales. Los polígonos están llenos de perros colocados ahí para guardar, muchas veces mal socializados, potencialmente muy peligrosos aunque sean de razas que no están en el listado como pastores alemanes o mastines. Perros sin el chip registrado al que obliga la ley, sin vacunas o desparasitaciones, sin un mínimo de bienestar animal.

Es algo que debería controlarse. Si hay leyes es obligado hacer que se cumplan. Sé porqué los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no lo hacen. Pasar con el lector de chip y pidiendo cartillas de vacunación por los polígonos no suena complicado a priori, pero sí lo es. Requiere recursos y además menudo marrón supone. ¿Qué hacer con todos esos animales que están en malas condiciones? ¿Cómo hacer un seguimiento efectivo de que se han puesto las pilas y ya están bien atendidos y registrados? ¿Hasta qué punto es posible legalmente y por intendencia incautar perros de polígono? Al final lo acabarían pagando los animales, como siempre. Pero, o se actúa, o nada cambiará nunca. Los primeros interesados son los perros.

De hecho no solo hay perros sin registrar, sin seguro, potencialmente peligrosos independientemente de su raza en los polígonos. Los hay en muchos otros lugares y también ahí habría que ir.

La culpa no es de los perros. Ni siquiera de las razas llamadas potencialmente peligrosas por una ley muy regular creada deprisa tras varios casos que desataron la alarma social en los años noventa, perros a los que he defendido con frecuencia en este blog. Los tres perros que han matado al anciano eran rottweilers. El perro de la catedrática y terapeuta ocupacional Nuria Máximo que impulsó la Cátedra Animales y Sociedad y que era un animal de terapia también era de esa raza.

La culpa es de los propietarios que no respetan la ley, que por terrible que les (nos) parezca es de obligado cumplimiento. Es de los propietarios que no socializan y educan a sus animales. Es de todos los que crían y traen cachorros al mundo para hacer negocio rápido con muy poca responsabilidad respecto a esos animales. Es de la Administración, que legisla y olvida y no dedica recursos a solventar el problema.

Es indiscutible que hay perros con un físico poderoso y una mordida potente que son potencialmente más peligrosos. Por mucho que nos gusten, es algo innegable. Tenerlos requiere una responsabilidad mayor. No pueden estar en malas manos, en manos negligentes o en manos que desconocen los conceptos más básicos de la educación canina. Pero también es imposible negar que hay miles que están en manos así. Bastante buenos son la mayoría de serie, que no pasan más cosas.

Otra certeza. Las perreras y protectoras están llenas de perros de razas potencialmente peligrosas.
En los últimos años su número ha aumentado y sus abandonos también. Son animales que difícilmente encuentran una segunda oportunidad. Pocos adoptantes optan por uno de estos perros, ya sea por miedo o por no querer complicarse la vida. Y es un problema que no podemos negar y al que hay que buscar solución.

¿Cuál? Vuelvo a lo mismo: que los dueños (de cualquier raza de perro) nos responsabilicemos y que las administraciones públicas, policía y guardia civil se tomen en serio el tema y hagan su trabajo, controlando también a los criadores.

Esa sería la solución ideal, pero me temo que no va a producirse. Lo cierto es que no soy optimista. Por eso me temo que podríamos encontrarnos con que la tenencia de determinadas razas acabe prohibiéndose en España. También legislando deprisa y regular como con la actual ley de tenencia de PPPs.

(GTRES)

Ya ha sucedido en otros países como Canadá, Reino Unido, algunos estados de Estados Unidos, Noruega o Australia. Incluso hay razas prohibidas en países vecinos como Francia, Italia, Alemania u Holanda.

Prohibiciones cuestionables basadas también en los intereses de los criadores más potentes en cada país, en los que absurdamente se apoyan los políticos para elaborar estas leyes pese a ser parte interesada. Por eso en el Reino Unido está prohibido el pit bull americano pero no el staffordshire bull terrier, que sí que está prohibido en Alemania. Y en Alemania no está prohibido el rottweiler, raza vetada en Italia o Polonia.

Y termino con una pregunta obligada, la que titula este post, porque me interesa saber qué opináis. Ya os adelanto que yo creo que la prohibición no es la mejor solución. Como bien dice le veterinario Carlos Rodríguez: «La prohibición sólo afectaría a las personas que de forma responsable quisieran compartir su vida con estos MARAVILLOSOS animales. Los HDLGP que les utilizan, por ejemplo para peleas, seguirían haciéndolo. EDUCACIÓN!!!!!!!!!!!!». O como añaden desde Etología Canina: «Es la «solución fácil», pero como los perros de la lista de PPP no son los que más incidentes protagonizan, el problema sigue ahí. Y no es otro que la falta de educación, socialización y formación de la mayoría de propietarios. Formación obligada y el problema disminuirá mucho».

Y nada más lejos de mi intención que demonizar a estos animales, potencialmente perros perfectos cuyo único pecado es su físico poderoso y acabar con frecuencia en manos de irresponsables.

Un post data en forma de un hilo cuyas reflexiones comparto: