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Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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Camino a los Emmy: las series

La auténtica razón de ser de los Emmy protagoniza el post de hoy. Y es que esta edición es de las más disputadas. En años anteriores, al menos, se podía barruntar quién iba a ganar. Algo que no sucede en esta edición de los premios. En drama, la hegemonía de Mad Men, destronada el año pasado por Homeland, sentó las bases para un nuevo ciclo liderado por la serie de espías de Showtime. Pero nadie se atreve a asegurar que esto será así, dado el alto nivel de las aspirantes. En cuanto a las comedias, Modern Family sigue a la cabeza de las apuestas. Y ni aún así está claro su éxito el próximo domingo.

Haciendo honor a mi desabrido carácter, no veo por ahora las comedias nominadas (salvo The Big Bang Theory). Así que me centraré en los dramas. Seis series que están en boga. Cinco americanas y una británica. Vistas por millones de personas. Y cuyo entretenimiento es indiscutible; aunque echemos de menos en la lista a Boardwalk Empire.

HomelandHomeland. Nadie creía que el año pasado pudiese acabar con el dominio de los publicistas de Madison Avenue, a la que la etiqueta del “culto” no le sienta demasiado bien: es mucho más que eso. Pero lo hizo. Y aplastó al resto tras la victoria de sus dos actores protagonistas, dando inicio a un posible ciclo en el que la intriga y las conspiraciones sustituían a la sofisticación y las historias cotidianas en las preferencias del jurado. Su segunda entrega ha sido muy valiente. Los guionistas se han atrevido con tramas que en otras series serían de finales de cuarta temporada, no de cuarto capítulo de segunda. También ha sido interesante, con momentos en los que Brody, Carrie o Saul caían en espirales de destrucción inesperadas. Muy correcta en su argumento, además de sorprendente y explosiva, sobre todo por su último capítulo (tenía que hacer la broma, sí). ¿Pero tan heavy como sus doce primeros episodios de 2011? No lo creo así. Fue la mejor noticia en este mundillo de hace dos años, pero cuando te acostumbras a algo empiezas a minusvalorarlo.

Breaking Bad. En su penúltima incursión en los premios, parece que la criatura de Vince Gilligan deberá esperar otro año para Breakingalcanzar el ansiado reconocimiento de los Emmy. Sus dos actores protagonistas, Bryan Cranston y Aaron Paul, ya han resultado premiados en dos ocasiones cada uno. Pero el galardón por excelencia se les lleva escapando desde su primera nominación por culpa de Mad Men; y el año pasado, encima, se toparon con Homeland. Ahora, concurriendo con la primera parte de su temporada de despedida, muchos no entenderán que se quede a las puertas. Sus seguidores no pararon de flipar con cada episodio que emitió AMC, algo que siguen haciendo con la segunda parte de este verano, donde para muchos se ha emitido el mejor capítulo de la historia de la ficción, Ozzymandias. Yo soy de los que no he llegado aún hasta ese punto de la historia, a pesar de que me estoy dando prisa para llegar al día para su capítulo final del 29 de septiembre. Y con lo poco que he visto tengo claro que su mayor legado no estará en una dictadura de premios y reconocimientos, sino en que ha cambiado por completo nuestras expectativas en cuanto a series de televisión. Porque pone el listón tan alto que los guionistas del futuro tendrán que esforzarse mucho para satisfacer al público.

HouseHouse of Cards. Destrozó todas las quinielas de nominaciones. Estaba claro que entraría en éstas tras su espectacular primera temporada, con un Kevin Spacey ídem. El quid está en si ha logrado atrapar tanto al jurado como hizo Homeland hace dos años. Y yo creo que sí lo ha conseguido. La inteligencia de Frank Underwood, la rebeldía de su mujer Claire y las filtraciones periodísticas son redondas y la dotan de ritmo; pero si a todo esto le añadimos las conspiraciones y la perfidia del taimado Underwood es fácil definirla como obra maestra. Y si a esto le sumas nombres como el de David Fincher, a la vez que un reparto solvente, estás muy cerca de la piedra rosetta seriéfila. Unas cotas de calidad que tienen toda la pinta de seguir aumentando. Ganará.

Game of Thrones. Está nominada porque es la más vista en todo el mundo. Porque engancha y es una adaptación brillante. Sin Juegoolvidar que es de las pocas series corales en las que todos los personajes resultan imprescindibles. O eso nos hace creer George RR Martin, que se va cargando a aquel que menos te esperas en el momento menos propicio. Pero no tiene ninguna opción, aun con bestialidades como el capítulo 9 de la tercera temporada, The Rains of Castamere; la masacre de la boda roja pasará a la historia de los mejores minutos televisivos. Sinceramente, a GOT NO le hacen falta reconocimientos en forma de estatuillas: todos sabemos que es tremenda . Su presencia aquí es una muestra de respeto a lo bien hecha que está, e incluso una concesión a los espectadores. Parece complicado que salga en algún momento de las nominadas durante los próximos años.

MadMad Men. Se presenta con la que ha sido su mejor temporada hasta la fecha, quizá la más comercial de todas. Es decir, la más digerible para muchos que tras ver un par de capítulos la acusan de aburrida. Prefiero apostar por definirla como elegante e incomprendida; e incluso inteligente, al ser una de esas series que te hacen sentirte inteligente por poder seguirla sin problema. Su handicap es que ya ha perdido la estela de Homeland y House of Cards en la carrera para el premio. Y es que el pescado parece estar tan vendido que ya ni se cuenta con ella de antemano, como ocurría años atrás cuando Matthew Weiner acababa subiendo al escenario a pesar de los rumores del fin de su etapa.

Downton Abbey. Repite su nominación del año pasado, algo reclamado por toda la crítica internacional y sus millones de espectadores en todo el mundo. Lord Grantham, su familia y sus sirvientes conforman la ficción Downtonperfecta para seguir en familia. Una consecuencia de abarcar todos los géneros posibles, desde el drama emotivo al humor clasista y cautivador. El peso que ha ido ganando Maggie Smith, que al principio era la secundaria que ponía las chanzas, no le ha causado más que buenas noticias. Algo muy necesario en una tercera temporada que ha cargado con los hechos más trágicos que les ha tocado a vivir a los Crawley. Su victoria debe pagarse por 20 a 1, como poco, ya que sus posibilidades son escasas. Y eso que Julian Fellowes no para de dar en la tecla correcta.

Camino a los Emmy: los principales

Continuamos el análisis de la semana de los Emmy de cara a la ceremonia del domingo 22, esta vez con los actores principales (antes fueron los secundarios). Esos por los que todo ocurre, y que canalizan especialmente los éxitos de una serie. Más allá de lo que jalonan para sus respectivas ficciones, hay un factor determinante en la categoría de drama que influye en la victoria de uno u otro.

Como bien apuntaba uno de los comentarios del pasado miércoles, los actores nominados deben elegir un capítulo de la temporada por la que su serie compite para ser valorados en base a ese episodio. Los jueces, los que votan, vamos, decidirán en base a esas escenas en las que los aspirantes creen que se han lucido más. Unos han atinado más que otros en sus preferencias, recogidas en Gold Derby. Por tanto, aviso desde aquí, SPOILERS.

Mejor actor de drama

Hugh Bonneville (Downton Abbey). No parece tener muchas opciones. Y menos aún tras la elección del sexto capítulo de la tercera temporada, justo cuando la relación entre Robert y Cora Crawley empieza a resquebrajarse. El quinto, el episodio con el que pegarse la llorera por excelencia debido a los hechos luctuosos que recoge, habría sido una opción mucho más ventajosa para los intereses de Bonneville. Su rol en la elegante serie británica de ITV es necesario, pero tampoco es impactante ni memorable. No pasa como con Maggie Smith, que estás deseando que vuelva a aparecer en pantalla para descoyuntarte de la risa con sus ocurrencias. Sin duda es un buen actor, pero su papel carece de empaque suficiente como para un Emmy.

Jon Hamm (Mad Men). El eterno aspirante, cuya victoria parece estar pospuesta hasta los Emmy de 2016; es decir, cuando la segunda parte de la séptima temporada de la serie aspire a los premios. Pero este año sí merece ganarlo. Si bien es cierto que los publicistas de Madison Avenue han perdido la hegemonia en favor de Homeland, Hamm ha realizado en esta sexta entrega su mejor interpretación desde que comenzó la serie. En general, Mad Men ha mejorado notablemente y ha dejado momentos memorables durante sus trece capítulos de este año. Y muchos de ellos han estado protagonizados por él. Quizá por ello ha elegido como carta de presentación para el premio el último episodio de temporada, ese en el que realmente se plantea dejar Nueva York con destino a Los Ángeles. Cuando él mismo se da cuenta de que su relación con Megan es insalvable; tras asumir que no entiende a su hija; o al cerciorarse de que se está haciendo viejo. Ya ni la bebida ni las mujeres le reconfortan. Podría vencer (no soy el único que lo piensa), pero dudo que vaya a ser así.

Kevin Spacey (House of Cards). El nivel el año pasado en los nominados a mejor actor de drama estaba altísimo. Y si ahora le añadimos un ganador de un Oscar, un monstruo interpretativo que ha creado un personaje para el que no existen elogios suficientes, pues para qué queremos más. Ese es Kevin Spacey, que con su Frank Underwood ha logrado que todos disfrutemos con sus maquiavélicas estrategias para asaltar el poder. ¿Ganará? No lo sé, pero, ¿por qué no? La serie de Netflix ha asaltado los Emmy como ninguna otra ha hecho, y no digamos él mismo. Porque aunque todos los que forman parte de House of Cards contribuyen a que sea tan buena, Spacey es completamente necesario. No sabes por dónde va a salir este político del partido demócrata. Todo cae de cara para sus intereses sin que resulte predecible ni forzado. Hasta el punto de dejarse golpear para derrotar a un contrincante político. Y eso que se le tiene calado desde el principio. Puede que por todo esto haya escogido el piloto de la serie, ese en el que ya demuestra que es capaz de hacer y deshacer desde su despacho de la Cámara de representantes. Su mayor obstáculo para subir al escenario es el que viene ahora.

Damian

Damian Lewis (Homeland). Ganó el año pasado, y en esta segunda temporada se ha enfrentado a situaciones que le han hecho mostrar su vena más dramática. Cuando le interrogan y es cuasi torturado por los agentes de Langley, para que posteriormente acuda Carrie (Claire Danes) a su rescate con la idea de que confiese, son las escenas destacadas del episodio que el británico ha elegido para presentar al jurado (Q&A, el quinto). Lo cierto es que no podrían haber optado por otro mejor, ya que aquí Brody y Carrie se descubren por completo y exteriorizan todo lo que les atenaza. A mí me resultó sorprendente su victoria de 2012; ahora no me sorprendería tanto. Y es que Homeland gusta tanto…

Bryan Cranston (Breaking Bad). No he visto aún la quinta temporada (estoy en la contrarreloj), por lo que no puedo decir mucho de cara a esta edición. Sí sé que todos los Emmy que se ha llevado estaban más que merecidos. Todos los que la ven están convencidos de que debería agenciarse con cualquier premio. A pesar de todo, su año será el próximo, cuando BB compita por última vez tras despedirse el 29 de septiembre. Echaremos de menos a Walter White desde entonces. Seguro.

Jeff Daniels (The Newsroom). Me encanta Will McAvoy. Lo confieso. Y también habría escogido para intentar tener opciones a un premio un primer episodio en el que me luzco con un monólogo cargado de datos y que recito con total naturalidad (también os digo, dudo mucho que los periodistas tengamos esa capacidad para soltar estadísticas de la manera en que lo hace Daniels durante esos pocos minutos). Pero tanto él como yo mismo y todos sus seguidores debemos asumir que la creación de Aaron Sorkin es entretenida. Nada más. Quizá muchos la veamos por prurito profesional, aunque realmente sea una ficción con trazos periodísticos. Ahora bien, McAvoy es un gran personaje, y es imposible no sonreir de vez en cuando se hace el gracioso. O yo, al menos, he visto 100 veces la escena en la que descubre que están entrevistando para una beca en News Night a la misma chica que le hizo la pregunta que desencadenó en su perorata de presentación. Y los cuatro últimos minutos de la primera temporada, sí.

Mejor actriz de drama

Michelle Dockery (Downton Abbey). Ay, la pobre Lady Mary. Los quebrantos con los que se ha encontrado no se los desearía ni a mi peor enemigo (bueno, todo esto lo sabemos los que la hemos visto en Internet, porque Antena 3 aún NO HA EMITIDO el especial de Navidad de la serie y que responde a lo anterior). Pero eso no le va a generar réditos para ganar. Afrontémoslo, Lady Mary es hierática y hasta te alegras cuando ves que asoma una sonrisilla. No es Edith, obvio (aquí odiamos a Edith, a.k.a. la ‘hermana fea’ según fuentes consultadas), y menos aún Sybil (a ésta hay que amarla y echarla mucho de menos, ¿vale?). Ella es simplemente rancia. Ni aunque haya presentado el episodio de su boda para encandilar al jurado va a tener opciones. Así que circulando.

VeraVera Farmiga (Bates Motel). Es difícil no admirar a esta auténtica bestia de las cámaras. Su salto a la pequeña pantalla ha sido bien acogido, como era obvio, y ella ha respondido con un personaje espectacular. La mamá del jovencito Norman Bates no ha defraudado. Ahora, venir de Hollywood no sé si le beneficia o por el contrario es perjudicial para sus aspiraciones. En cualquier caso, Bates Motel no puede hacer más que crecer y mejorar. Por lo que Farmiga volverá a estar en esta lista. Puede que dentro de unos años hasta coincida con su hermana Taissa.

Connie Britton (Nashville). Ella me gusta; es una gran actriz. Y su serie me aburre. No me extiendo más porque me quedé en el tercero de la primera temporada. Y gracias.

Claire Danes (Homeland). Aquí tenemos un dilema. Creo sinceramente que su serie es muy buena, de las imprescindibles. Y estoy convencido de que sin su rol de ambiciosa llorica con trastorno bipolar nada sería lo mismo. Un tipo tan frío como Brody (en la primera temporada especialmente) necesitaba un contrapunto con una personalidad como la de Carrie. Lo que no creo es que haga un papelón de la hostia y tan admirable como lo pintan. Tanto llanto desmesurado y su dosis innecesaria de excentricidad la hacen insoportable a veces (siempre hablando como personaje, ojo). Al menos el jurado verá un capítulo en el que ella no es la que llora más (Q&A, el mismo que Brody). Con todo esto, me gustaría que los guionistas recuperasen a la mujer fuerte e inquieta de los primeros episodios de la serie. Es decir, cuando daba más juego y no solo enjugaba lágrimas.

Elisabeth Moss (Mad Men). Empatizar con Peggy es casi una necesidad actualmente. La historia de una chica que pasa de ser secretaria a una creativa publicitaria por la que se pelean las agencias bebe mucho del tópico del sueño americano; pero en su caso te lo crees. Todo apunta a que su elección, el capítulo 9, ese en el que se da cuenta de que no quiere vivir en la casa que se ha comprado y donde se plantea la relación con Abe tras su beso con Ted Chaough, busca que el jurado vea en ella rasgos de mujer insegura. Vamos, que pretende demostrar que no es solo una mujer que renunció a un hijo por diversas razones (tragedias personales) o que no es simplemente una chica que no soporta a su madre (discusiones familiares). Hay que recordar que también está nominada como mejor actriz secundaria de miniserie. Parece improbable que alguien se lleve dos premios a la vez.

Kerry Washington (Scandal). No me la creo. Ni a ella ni al último invento de Shonda Rhimes. Pero como siempre, la gente cae engañada por lo entretenida y estrambótica que es. Es mala, pero embauca. Todos tenemos vicios de este tipo. Pero este no es uno de los míos ni mucho menos. Si sorprende que Olivia Pope aspire a un premio de por sí, imaginaos si se lo dan. La amistad que mantiene con los Obama, su elegancia y su belleza (que le sobra), no creo que sean suficientes.Robin

Robin Wright (House of Cards). Y aquí está la favorita. Ella, su compañero Kevin Spacey y la serie de ambos pueden ser los que impidan un nuevo ciclo en los Emmy por parte de Homeland (y que ya protagonizó antes Mad Men). La insaciable Claire Underwood ha sorprendido por sus destreza y su sagacidad a la hora de maquinar acciones en su beneficio. Una actitud que exterioriza en el capítulo 10, ese en el que planta cara a su marido. Aunque ya dio muestras de ello previamente, cuando despide a la mitad de su oficina; pero es tras acostarse con el pintor con el que ya estuvo antes y pactar con un lobby con el que Frank no quiere hacer tratos cuando realmente se hace fuerte y castiga a su compañero. A ella le da igual todo. Es taxativa. Por no decir que logra que todos caigamos bajo sus encantos (sí, las voces de MILF también me han llegado). Vamos, que es indefectible a la serie. Creo que se llevará la estatuilla.

En cuanto a los actores invitados, y para no extenderme más, en la categoría de ellos todo indica que van por delante en la carrera Michael J. Fox por The Good Wife y Rupert Friend por Homeland (sí, es Quinn). Para las actrices, la veteranía de Jane Fonda (The Newsroom), Margo Martindale (The Americans) y Diana Rigg (Juego de Tronos) supone una ventaja para ellas. Yo me inclinaría por la segunda. Aunque mucho ojo a Linda Cardellini, la amante de Don Draper en esta temporada de Mad Men y más conocida por ser la mítica Lindsay de Freaks & Geeks.

DISCLAIMER: No hay análisis de los actores de comedia por la misma razón que con los secundarios. Sin verles suficiente no me parece responsable ponerme a hablar de ellos.

House of Cards rompe el guión establecido de los Emmy

Pocas sorpresas y varias novedades en las nominaciones a los Emmy 2013. Así podríamos resumir la ceremonia de este jueves que ha servido para dar a conocer a aquellas series, actores y profesionales de la televisión que optarán a los premios de la pequeña pantalla más importantes del mundo. A pesar de lo anterior, sí hay una serie que ha entrado con fuerza en el selecto grupo que suele acaparar las nominaciones: House of Cards.

ZoeBarnes

La ficción de Netflix optará a mejor serie de Drama, mejor actor con Kevin Spacey y mejor actriz con Robin Wright. Lo ‘malo’ es que todo lo que hemos conocido ya se esperaba. Es cierto que varias series que tienen menos de un año de vida o que nunca habían estado nominadas estarán este año en la gala que presentará Neil Patrick Harris el 22 de septiembre. Pero eso era algo que ya se intuía, por lo que no se pueden definir a los aspirantes a galardón como «sorprendentes» en esta edición. Pero vayamos por partes.

Siguiendo con el asunto de House of Cards, adivinar las nominadas a mejor drama no entrañaba mucha dificultad. Lo complicado era acertar en cuál se iba a quedar fuera. Finalmente, los platos rotos los ha pagado Boardwalk Empire. A pesar de que es imprescindible, el idealismo de The Newsroom, que era la otra que contaba con papeletas para no optar al premio, ha podido con ella. En cuanto a Game of Thrones, está claro que ha logrado entrar en la lista por el capítulo 9 de su tercera temporada; ese que traumatizó a todo aquel que no había leído el libro previamente. La otra novedad ha sido la inclusión de Downton Abbey, lo que se puede entender como un acto de justicia con algo tan maravilloso. Pero la batalla de esta categoría estará una vez más entre Homeland Mad Men. Y el año pasado ya venció la primera. Lo que más molesta de esta categoría es la enésima ausencia de Sons of AnarchySi la serie de moteros no es la mejor que hay en la actualidad junto a Homeland para los que eligen los nominados es que viven en otro mundo completamente aparte. Pero sin injusticias no existirían estos premios. Vera

En cuanto a las actrices, otra sorpresa además de Robin Wright: la de Vera Farmiga por Bates Motel. Que una intérprete que ya fue nominada al Oscar se quedase fuera de los Emmy hubiese sido curioso. Pero también se ha sido justo con ella, porque su gran papel en esta serie debía lograr algo más que estar enntre los preaspirantes. La que no ha podido continuar sus años de éxito pasados ha sido Julianna Margulies, que tras ganar varios años se queda fuera por primera vez. ¿Quién ganará aquí? Parece poco probable que Michelle Dockery, Kerry Washington, Elisabeth Moss y las anteriores derroten a Claire Danes. O eso debería ser lo normal. En cuanto a las secundarias, esa estatuilla tiene nombre: Maggie Smith. Aunque a mí personalmente me gustaría mucho que se la diesen a Christina Hendricks.
GypEn lo referente a las comedias lo más emocionante de este año será conocer la existencia de la serie que logre desbancar a Modern FamilyNo parece posible que Veep, que es la más novedosa, logre semejante éxito. Pero convertirse en la mejor serie de humor si está al alcance de The Big Bang TheoryLouie. La estimulante Girls sigue aporreando la puerta de la victoria, pero salvo sorpresa mayúscula deberá esperar otro año más. En cuanto a 30 Rock, parece que se la ha incluido como homenaje a su adiós esta temporada; pero sería bastante vergonzoso que se llevase el premio por esta razón. Los actores dramáticos principales parecían estar cantados, pero a última hora se ha colado Hugh Bonneville. El protagonista de Downton Abbey ha sido el probable responsable de dejar fuera a Steve Buscemi, que ha corrido la misma suerte que su serie. En esta categoría existe la incógnita de si se premiará al que se va (Bryan Cranston), al favorito (Damian Lewis) o al que su trabajo en este último año merece algo más que una mención (Jon Hamm). Por otro lado, los secundarios son de un alto nivel una vez más. Está claro que el gran favorito es Aaron Paul, con el permiso de Mandy Patikin y Peter Dinklage. Pero si hay un personaje que ha logrado calar en el espectador y que a mi parecer debería ganar es el Gyp Rosetti de Bobby Cannavale. Lo injusto aquí es la ausencia de Mads Mikkelsen, el Hannibal televisivo. Pero cuando le relegaron a los secundarios estaba cantado que se lo cargaban de cualquier nominación.

En los actores la mayor sorpresa está en los secundarios debido a la ausencia Eric Stonestreet. Sí están sus otros tres compañeros de la serie, y el favorito de ellos para el galardón será Ed O’Neill. Aunque hay que estar muy atentos a Adam Driver por su rol en Girls. En cuanto a los principales, Jim Parsons va a la cabeza de las quinielas seguido de cerca por Louis CK.

Lena

¿Quién ganará en mejor actriz cómica protagonista? Todas las miradas apuntan a Lena Dunham, a pesar de la dura competencia que tiene con auténticas bestias como Edie Falco o Tina Fey. Aún así, tampoco hay que desmerecer a Julia Louis Dreyfus y Amy Poehler, que están estupendas en sus respectivas ficciones. De Laura Dern prefiero no decir nada, ya que Enlightened me parece un tostón. Pasando a las secundarias, si ganase Julie Dowen de nuevo no sería extraño. Pero deberá andarse con ojo con Mayim Bialik, que podría ser una de las sorpresas de estos Emmy.

Jessica

Sobre las miniseries nominadas lo primero que hay que decir es que debéis verlas todas. Las seis son magníficas. Aunque una de ellas no lo sea como tal, a pesar de que se empeñen en encuadrarla en esta categoría. Es el caso de American Horror Story, que con su temporada de Asylum ha vuelto a pegar en el sofa a todo aquel que se pusiese a verla. ¿Ganará? Probablemente. El problema es que tiene enfrente a otras cinco genialidades, e igual se premia a La Biblia por su gran adaptación.

La serie de terror de Ryan Murphy también posee actores aspirantes en todas las categorías de miniseries salvo en la de mejor actor. En ésta, Al Pacino (Phil Spector) vuelve a destacar como el rival a batir. Pero para eso estarán Matt Damon (Behind the Candelabra) y Benedict Cumberbatch (Parade’s End); especialmente este último, al que muchos consideran el mejor intérprete televisivo de la actualidad. No sabemos si AHS saldrá victoriosa en mejor actor y actriz secundarios de miniserie. Lo que sí sería casi un insulto es que el premio a mejor actriz principal en este ámbito no fuese para Jessica Lange. Aunque lo dispute con Helen Mirren (Phil Spector) y Sigourney Weaver (Political Animals), si no se lo lleva los Emmy se retratarán como ya acostumbran.

En definitiva, más de lo mismo con novatos esperados en un año bastante flojo para la ficción norteamericana (y británica). Esperemos que el próximo sea mejor.

Mejor serie de Drama 

Homeland
Breaking Bad
House of Cards
Game of Thrones
Mad Men
Downton Abbey

Mejor actor de drama
Hugh Bonneville (Downton Abbey)
Jon Hamm (Mad Men)
Kevin Spacey (House of Cards)
Damien Lewis (Homeland)
Bryan Cranston (Breaking Bad)
Jeff Daniels (The Newsroom)

Mejor actriz de drama
Michelle Dockery (Downton Abbey)
Vera Farmiga (Bates Motel)
Connie Briton (Nashville)
Claire Danes (Homeland)
Elisabeth Moss (Mad Men)
Kerry Washington (Scandal)
Robin Wright (House of Cards)

Mejor actor secundario de drama
Bobby Cannavale (Boardwalk Empire)
Jim Carter (Downton Abbey)
Jonathan Banks (Breaking Bad)
Peter Dinklage (Game of Thrones)
Mandy Patinkin (Homeland)
Aaron Paul (Breaking Bad)

Mejor actriz secundaria de drama
Anna Gunn (Breaking Bad)
Maggie Smith (Downton Abbey)
Emilia Clarke (Game of Thrones)
Christine Baranski (The Good Wife)
Morena Baccarin (Homeland)
Christina Hendricks (Mad Men)

Mejor comedia
30 Rock
Louie
Modern Family
Veep
The Big Bang Theory
Girls

Mejor actor de comedia
Alec Baldwin (30 Rock)
Jason Bateman (Arrested Development)
Luois CK (Louie)
Matt Leblanc (Episodes)
Jim Parsons (The Big Bang Theory)
Don Cheadle (House of Lies)

Mejor actriz de comedia
Laura Dern (Enlightened)
Lena Dunham (Girls)
Edie Falco (Nurse Jackie)
Tina Fey (30 Rock)
Julia Louis-Dreyfus (Veep)
Amy Poehler (Parks and Recreation)

Mejor actor secundario de comedia
Adam Driver (Girls)
Jesse Tyler Ferguson (Modern Family)
Ed O’Neill (Modern Family)
Ty Burrell (Modern Family)
Tony Hale (Veep)
Bill Hader (Saturday Night Live)

Mejor actriz secundaria de comedia
Mayim Bialik (The Big Bang Theory)
Jane Lynch (Glee)
Sofía Vergara (Modern Family)
Julie Bowen (Modern Family)
Merritt Wever (Nurse Jackie)
Jane Krakowski (30 Rock)
Anna Clumsky (Veep)

Mejor Miniserie o TV Movie
American Horror Story: Asylum
Behind the Candelabra
The Bible
Phil Spector
Top of the Lake
Political Animals

Mejor actor de miniserie o TV Movie
Michael Douglas (Behind the Candelabra)
Matt Damon (Behind the Candelabra)
Toby Jones (The Girl)
Benedict Cumberbatch (Parade’s End)
Al Pacino (Phil Spector)

Mejor actriz de miniserie o TV Movie
Jessica Lange (American Horror Story: Asylum)
Laura Linney (The Big C)
Helen Mirren (Phil Spector)
Elisabeth Moss (Top of the Lake)
Sigourney Weaver (Political Animals)

Mejor actor secundario de miniserie o TV Movie
James Cromwell (American Horror Story: Asylum)
Zachary Quinto (American Horror Story: Asylum)
Scott Bakula (Behind the Candelabra)
John Benjamin Hickey (The Big C)
Peter Mullan (Top of the Lake)

Mejor actriz secundario de miniserie o TV Movie
Sarah Paulson (American Horror Story: Asylum)
Imelda Staunton (The Girl)
Ellen Burstyn (Political Animals)
Charlitte Rampling (Restless)
Alfre Woodard (Steel Magnolias)

 

Así fue la ceremonia en directo

15.06. Hasta aquí el directo. Os invito a leer en un rato el post resumen sobre las nominaciones de este año para los Emmy.

15.04. Los secundarios aspirantes a galardón en drama. Ellas: Anna Gunn, Maggie Smith, Emilia Clarke, Christine Baranski, Morena Baccarin y Christina Hendricks. Ellos: Bobby Cannavale, Jonathan Banks, Aaron Paul, Jim Carter, Peter Dinklage, Mandy Patinkin (Homeland).

15.00. En comedia, nominados a mejor actor: Alec Baldwin, Jason Bateman, Louis CK, Don Cheadle, Matt Leblanc y Jim Parsons. Como mejor actriz en este ámbito, las candidatas son: Laura Dern, Lena Dunham, Eddie Falco, Tina Fey, Amy Poehler y Julia Louis Dreyfus.

14.54. La categoría con más sorpresas ha sido la de mejor actriz de drama. Se ha quedado fuera Julianna Margulies, y han entrado Vera Farmiga y Robin Wright. La lista la completan Connie Britton, Claire Danes, Michelle Dockery, Elisabeth Moss y Kerry Washington.

14.50. Ya ha terminado la ceremonia para anunciar los nominados. Desde ahora, repasamos qué series han logrado la candidatura. En comedia, optarán al premio 30 Rock, The Big Bang Theory, Girls, Louie, Modern Family, Veep.

14.48. Series nominadas a mejor drama: Mad Men, Homeland, House of Cards, Breaking Bad, Game of Thrones y Downton Abbey.

14.46. Como se esperaba, American Horror Story está nominada en la categoría de miniserie.

14.45. Sin sorpresas en la categoría de mejor actor de comedia: entran Alec Baldwin y Louis Ck.

14.44. Esto va como un tiro. Se ha colado Robin Wright en la categoría de mejor actriz, así como Vera Farmiga.

14.43. Actores principales de drama: Hugh Bonneville, Bryan Cranston, Damian Lewis, Jon Hamm, Jeff Daniels y Kevin Spacey.

14.42. Ya salen Paul y Harris. Pareja inédita para dar a conocer los afortunados que optan a la nominación.

14.41. Se hacen de rogar los presentadores. Siguen saliendo los ejecutivos de los Emmy y CBS para dar sus discursos.

14.35. Pero Mara tendrá sustituto: junto a Aaron Paul aparecerá Neil Patrick Harris. A la presentación de la gala suma el anuncio de los nominados.

14.33. Alan Perris está haciendo las presentaciones del equipo de los Emmy de este año. Y parece que se confirma: Kate Mara no anunciará los nominados. Problemas con el avión, ha dicho Perris.

14.31. Parece ser que Kate Mara no estará en la presentación de los nominados. ¿Será una broma?

14.25. En comedia existen muchas series dispuestas a poner fin a la hegemonía de Modern Family. Ficciones como Louie, Girls The Big Bang Theory acechan a la ganadora de estos últimos años.

 14.21. Kerry Washington (Scandal) y Matthew Rhys (The Americans) también están en las quinielas para obtener la nominación como mejor actriz y actor dramático respectivamente. En los secundarios, sorprende la presencia de Mads Mikkelsen (Hannibal), ya que es el auténtico protagonista de la serie en la que participa y quizá debería estar en la categoría principal.

14.18. Entre los candidatos a dar la sorpresa todas las miradas apuntan hacia Tatiana Maslany, por su papel en Orphan Black. También está por ver qué ocurre con Game of Thrones, que podría quedarse fuera en la categoría de mejor serie de drama por toda la competencia que existe.

14.13. Está previsto que el acto donde se comunicarán los nominados empiece entre las 14.15 y las 14.30 hora española. Y lo presentarán dos posibles candidatos a los premios: Kate Mara, por su papel de Zoe Barnes en House of Cards, y Aaron Paul, que se ha hecho dos veces con el galardón en la categoría de Mejor secundario de drama por Breaking Bad.

 

Mad Men: la caída del típico fucker americano

ATENCIÓN: Esta entrada contiene spoilers desde el cuarto párrafo.

Hasta que comencé a interactuar más en Twitter, era el único entre mis amigos y conocidos que veía Mad Men. Seguir una serie tan sofisticada me hacía creer que se te pegaba algo de la elegancia que desprendían los personajes. Me sentía distinto gracias a lo que transmite la creación de Matthew Weiner, e incluso más culto. Porque no todo el mundo puede con ella.

Su lentitud, sus historias completamente originales bajo el paraguas de la realidad de los años 60 estadounidenses, o desviarse de un tema e introducir otro distinto del que no te enteras de nada hasta que pasa un rato lleva a mucha gente a aburrirse de la serie de AMC. Por suerte, los que la seguimos vimos en esos defectos una serie de virtudes que nos hacen disfrutarla aún más y empaparnos de la urbanidad y la distinción que nos han ofrecido sus seis temporadas. Y sobre todo en esta última, que ha sido la mejor hasta el momento.

Antes de que empiecen los spoilers, quiero recomendarla a todos aquellos que no la han visto, y de forma muy especial a esos que la dejaron al segundo capítulo porque se aburrían. Ya sé que lo que la mayoría de la gente buscar en las series es acción inmediata, un entretenimiento puro y duro que les permita desconectar de su vida diaria. Algo por lo que, de primeras, no es característico en Mad Men. Pero merece la pena esperar. Tantos Emmys no se consiguen por contubernio de Weiner con los que votan los premios. La calidad que atesora es indiscutible, y os aseguro que os estáis perdiendo una de las grandes máquinas televisivas de los últimos años. Y ahora, pasemos a comentar la sexta temporada.

Está claro que esta ha sido la mejor remesa de capítulos porque nos hemos vuelto a encontrar con un Don Draper al borde del precipicio. Que Sally le pillase poniéndole los cuernos a Megan (Jessica Pare) con su vecina, la mítica Lindsay de Freaks & Geeks, fue la puntilla particular para el típico fucker americano que interpreta Jon Hamm, que como siempre, ha vuelto a estar espléndido. Engañar a su segunda mujer para poner remedio a sus carencias afectivas, tal y como hizo con Betty, ha vuelto a no servirle para nada.Peggyted

La conflictiva etapa adolescente de su hija, de la que él es responsable último por sus desmanes como padre y marido, ha sido algo que le ha pillado a contrapié. Que su niña bonita ahora le odie, cuando tenían un carácter muy parecido, ha contribuido especialmente a la caída del hombre al que mejor le queda el traje de la televisión (aun con los rumores o certezas sobre su pene, sí).

Porque ser un fucker que engatusa mujeres con solo una sonrisa no basta para que todo te vaya bien. Pero siempre lograrás ser un gran manipulador. Si no, que se lo pregunten a Peggy Olson (Elisabeth Moss) y Ted Chaough (Kevin Rahm), que por culpa de Don han puesto fin a su lío después de que éste le hiciera ver al otro director creativo de la agencia lo que él quería que viese. Que se dejase de aventuras y amantes. Es decir: hace por otros lo que no hace por sí mismo. Y eso es algo bastante habitual, si os ponéis a pensarlo. Somos capaces de ayudar a otros a encauzar de nuevo sus vidas, pero no somos capaces de esforzarnos en reconstruir la nuestra. Y ese es otro de los defectos que enriquecen al personaje.

bob-benson

Por suerte, no todo han sido las tribulaciones del protagonista. El juego que ha dado la fusión de las dos agencias, especialmente gracias al socarrón Jim Cutler (Harry Hamlin) ha potenciado los momentos en los que veíamos la serie con una sonrisa de oreja a oreja. Pero sin duda la mayor revelación de esta temporada ha sido Bob Benson (James Wolk).

Este sucedáneo de mentiroso a lo Don Draper ha ido aumentando su fuerza con el paso de los capítulos, después de que un día apareciese por Madison Avenue sin que nos diéramos cuenta. Yo llegué a pensar que era un simple extra con una frase. Y resultó ser un personaje divertidísimo que logra desesperar a Roger Sterling (John Slattery) y Peter Campbell (Vincent Kartheiser). Sin olvidar a Joan (Christina Hendricks), que cuando adquiere importancia en un capítulo este ya pasa a la historia directamente.

Los otros momentos humorísticos, a la vez que dramáticos, nos los ha ofrecido Campbell. Este hombre al que no para de crecerle la frente, que al fin se ha quedado sin Trudy (los que veáis Community me entenderéis: quien pillara a Alison Brie), y que ha visto como su madre, Benson y el enfermero que le recomendó éste han acabado por desquiciarle. Para nuestro divertimento, eso sí.

Megan

Ahora, nos queda esperar a la séptima temporada, posiblemente la última. Y estoy convencido de que va a ser buenísima. Unos 13 episodios como éstos son el ejemplo de lo que decía al principio: con tiempo, Mad Men te recompensa con una trama imprescindible. Como es ella misma. A pesar de que no se confirmaron los rumores de que a Megan Draper le iban a hacer un Sharon Tate, algo que, por macabro, habría molado mucho.

Y por favor, que Weiner haga algo con January Jones. Cuanta belleza desperdiciada.