Europa inquieta Europa inquieta

Bienvenidos a lo que Kurt Tucholsky llamaba el manicomio multicolor.

Los europeos y el mal rollo antialemán

En esa joya literaria –de cuando el periodismo era literatura– que es Alemania, el hoy tan moderno Julio Camba se asombraba, con sarcasmo delicioso, de que los alemanes no tuvieran la capacidad de entender las cosas fáciles. El librito de Camba está lleno de tópicos inteligentes, pero tópicos: el alemán es una lengua abstrusa, los germanos son de natural graves, sus edificios están construidos con ‘k’… Leído hoy, salvamos la escritura, bella y precisa, aunque criticando el fondo, tan poco profundo como el tapón de una Pepsi. ¿Seguro?

Este domingo Alemania celebra elecciones federales. Como ya sucediera con las presidenciales francesas de hace año y medio, el resultado de estos comicios presenta inevitablemente dos lecturas: una interna, sobre el propio devenir alemán (en este estupendo artículo de mi compañero @nicolasmsarries tenéis las claves), y otra externa, que afecta al núcleo del proyecto europeo en sí mismo.

Merkel, a lo Hitler en una revista polaca (EFE).

Merkel, a lo Hitler en una revista polaca (EFE).

Con demasiada frecuencia –ahí yace el optimismo voluntarista tras la victoria de Hollande– se sobredimensiona el poder de influencia de los asuntos domésticos sobre los comunitarios. Hay un desfase entre las expectativas generadas por los hechos y lo que razonablemente se puede esperar de ellos.

Lo más probable es que, pase lo que pase en las elecciones, el Estado alemán seguirá comportándose de forma similar a como lo lleva haciendo hasta ahora (con algunos matices, como explica de nuevo mi compañero Nico). Como apunta Ulrike Guérot, investigadora del ECFR, Alemania continuará transitando por la misma senda pragmática de los últimos años. Parece por tanto que no hay vientos de cambio en el horizonte: los alemanes seguirán sin entender las cosas –unión bancaria, federalismo– ¿fáciles?.

El retorno del cliché

Me he extendido peligrosamente en calibrar la importancia de la fecha del 22 de septiembre porque de otra manera no se entenderían las frecuentes alusiones al espectro de la germanofobia, que como tal es solo pura entelequia, pero que apunta un cambio de tendencia sobre la percepción que los europeos tienen de los alemanes.

Poco antes del verano, Pew Research publicó una encuesta –de un pesimismo rotundo ya desde el título: The New Sick Man of Europe: the European Union– que aportaba nuevas estadísticas sobre el apoyo ciudadano al euro al proyecto europeo o a los líderes políticos actuales. Os lo resumo: todo o casi todo cae en picado. Además, en uno de los apartados, se pasaba revista a los estereotipos que, estos sí, van en aumento.

En el informe se desmiente algunos lugares comunes de hoy y de siempre, como el de que los alemanes viven obsesionados con la inflación (ochenta años después de la hiperinflación de entreguerras), que son reacios a rescatar económicamente a otros países en problemas o que mantener a raya la deuda es su prioridad absoluta.

Quema de una bandera alemana en Grecia

Quema de una bandera alemana en Grecia

Ninguno de los estos tres clichés anteriores, a tenor de lo analizado por Pew Research, son ciertos. Entre los ciudadanos de las potencias europeas, los alemanes son los menos preocupados por la inflación, los más favorables a rescatar a países y están más preocupados por la desigualdad y el desempleo que por la deuda o el déficit.

Pese a esto,  y aunque la mayoría de europeos de todos los Estados miembros siguen confiando en los alemanes más que en cualquier otra nacionalidad (trustworthy), se está tejiendo una red de adjetivos negativos respecto a ellos: una mayoría considera que son los europeos menos caritativos y al tiempo los más arrogantes.

Más recientemente, varios periódicos europeos de corte progresista han llevado a cabo un experimento similar, preguntando a sus lectores qué piensan de Alemania y de los alemanes. Los resultados ahondan en las diferencias y en esa percepción negativa ya apuntada en el trabajo de Pew Research.

Egoistas, pragmáticos, imperialistas, ultraliberales son algunos de los adjetivos más usados. Por países, todo el cinturón del sur –España, Italia, Francia, Grecia y Portugal– tiene una valoración general negativa sobre Alemania; centroeuropa muestra sentimientos encontrados y el norte del continente muestra un apego más positivo.

El resultado de los comicios del domingo puede que profundice o suavice estas percepciones, pero lo que es seguro es que no las borrará de golpe. Volviendo al principio, Camba también decía en su libro que allí, en Alemania, «no hay civilización, todo es militarismo». Militaristas. Un tópico, este sí, que hoy está ya felizmente enterrado.

 

12 comentarios

  1. Una forma muy simple de medir el nivel de bienestar de un país es observando su porcentaje de clase media. A mayor volumen de personas que forman parte de este grupo, mejor repartida estará la renta de un país. El aumento o disminución de la clase media está estrechamente relacionado con la distribución de la riqueza, de la renta, que se genera en un país.

    Durante las últimas dos décadas, en España, las políticas redistributivas de la renta han servido para ensanchar la distancia entre la población de más ingresos y la de menos, este dinámica implica a la vez que la clase media se vaya reduciendo, ya que las políticas redistributivas aplicadas han servido para empobrecer a la mayoría de la población y enriquecer a la minoría.

    La clase media, en la década dorada, vio aumentar su capacidad de consumo (compraba más, se permitía hacer vacaciones de miles de euros, etcétera). Como todo iba bien, y no faltaba trabajo -es decir ingresos-, la forma de aumentar su capacidad de compra era endeudándose (el precio del dinero era el más bajo de la historia), ya que el poder aumentar el consumo les permitía alcanzar la “felicidad”. Este endeudamiento lo incentivó y permitió el sistema y a la vez lo estimuló. No tiene nada que ver con la responsabilidad, sino con la concepción de formar parte a una clase social, que requería mantener determinados niveles de consumo (vivienda, coche, vacaciones, ropa, casamientos, comuniones,…).

    Ahora dicen que sois los culpables de qué el país esté en crisis, por favor, no os dejéis engañar. Los culpables han sido los grandes directivos de las entidades financieras que diseñaron infinidades de productos financieros para facilitar el consumo (el sobreendeudamiento) y de esta forma aumentar sus beneficios. En segundo lugar, la dejadez y complaciencia de los dirigentes políticos que lo permitieron.

    Esta historia o sueño se ha acabado. Habéis trabajado duro pero sois un 20 o un 40 por ciento más pobres que hace cinco años, además, el Fondo Monetario Internacional considera que se han de reducir los salarios un 10 por ciento más y empeorar las condiciones laborales. El único consuelo que queda es que hay personas que están peor, y que con un poco de suerte pensáis que os podéis escapar del grupo de excluidos sociales.

    Vuestros hijos y vuestras hijas, éstas aún más por el simple echo de ser mujeres, tienen un porvenir muy negro y, si quieren intentar conseguir algún trabajo con un cierto nivel retributivo, han de emigrar hacia los países ricos de esta deidad que es Europa, siempre insatisfecha y cruel con sus ciudadanos, que reclama más y más sacrificios “humanos” como en los tiempos antiguos.

    La crisis económica actual, provocada por los segmentos más ricos de la sociedad y los gobernantes europeos, aconsejados y legitimados por el Fondo Monetario Internacional, la está padeciendo la mayoría de la población, el 90% de la población de menos ingresos. Las políticas que se han aplicado han estado al servicio de este 1 por ciento de la población más rica perjudicando al resto de los ciudadanos.

    Este 1 por ciento ya no se conforma en sobreexplotar a la población de los países en vías de desarrollo, no es suficiente, necesita desmantelar el estado del bienestar que hay en los diferentes países desarrollados y, a la vez, evitar que se traslade a las nuevas economías emergentes. Ahora aquella negligencia política y económica que provocó esta grave crisis económica la hemos de pagar “todas y todos”, en realidad el 90% de la población. El 1 por ciento de la población de más renta continua teniendo el mismo nivel de ingresos, en el peor de los casos, o quizás lo han aumentado y el 9 por ciento lo forman los “vigilantes” y grandes protectores del 1 por ciento que continúan viviendo muy bien.

    La pobreza esta empujando y penetrando en nuestra sociedad, pero algunos sectores de la clase media piensan que si se portan bien se podrán escapar de esta situación de empobrecimiento, pero olvidan demasiado a menudo, que los que dirigen el mercado nunca están satisfechos, y que, como aquellos dioses crueles de la antigüedad, necesitan sacrificios a pie del altar: austeridad, es decir, bajada de salarios, disminución de los derechos sociales, empeoramiento de las condiciones laborales, reducción de las becas de estudios o de comedor, incremento del coste sanitario y de la educación, aumento de los recibos de la luz y del agua, etcétera y que los adinerados paguen menos impuestos.

    La única forma de salir de esta situación no es buscar una alianza con la clase dirigente, con los súper ricos, pues estos no quieren repartir los beneficios que se están apropiando. Si la clase media quiere sobrevivir se ha de aliar y cooperar con la masa de la población de menos ingresos y han de hacer piña todos juntos y presionar, o si no verán que cada vez son menos y con menos ingresos. Porqué el que está demostrado empíricamente es que los ricos son cada vez más ricos, los pobres son cada vez más (aumento de las personas pobres) y más pobres (cada vez con menos ingresos) y, que la clase media se está empobreciendo y a la vez reduciendo. Todos juntos venís a representar el 90 por ciento de la población que está sometida al 1 por ciento más rico, que es el poder real (los dioses del “mercado”).

    El sueño de la noche de verano ha finalizado y se ha de buscar una salida. Ésta existe y es la revuelta social, pacífica por supuesto, hacer un cambio de políticas, de dirigentes y de escala de valores en la que se mueva la sociedad actual. Se ha de mostrar y dejar en evidencia la corrupción, pero sobretodo se ha de participar en la política. Se ha de ser activo no pasivo. Se ha de luchar para potenciar los valores sociales y de respeto a los derechos humanos, sino la sociedad irá a peor y vuestros hijos y vuestras hijas no os lo perdonaran. Se les está dejando una sociedad peor, más pobre, con menos derechos y que solamente prevalecerá el dinero como moneda de cambio entre las personas y no la convivencia, la solidaridad y la cooperación. Las sociedades las forman personas y por lo tanto los dirigentes de éstas tienen la obligación de servirlas y no de aprovecharse de ellas. Habéis de ser activos para conseguir el bien común.

    Joan Pere Enciso i Rodríguez | Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Lleida. Portavoz Lleida Social.
    nuevatribuna.es | 20 Agosto 2013

    20 septiembre 2013 | 14:25

  2. Dice ser Sicoloco del casting de Foolyou

    Alemania está matando Europa con el austericidio exagerado aleman.

    20 septiembre 2013 | 16:08

  3. Dice ser Ana

    Pues, por que será que Alemania siempre sale de sus problemas fortalecido?, ha de ser por la ideología de sus gentes, no le veo otra causa. Recuerden que la materia prima de un país, son las personas. Creo que aplican muy bien, el decálogo del desarrollo.

    20 septiembre 2013 | 18:09

  4. Dice ser Lo que hay

    Lo de «simple echo» en el comentario de Joan Pere Enciso me ha dejado sin resuello y me ha quitado las ganas de leer el resto. Hay faltas que no son ni de lejos un lapsus.

    20 septiembre 2013 | 19:13

  5. Dice ser ESESDEBUGATI

    CLASE MEDIA.-
    Estoy contigo en absolutamente todo, este escrito.
    Comparto tu punto de vista y tu analisis.
    Yo ya voy para 59 años, pero por «Tutatis», que voy a luchar en lo que yo pueda: no tanto por mi, sino por mi hijo y mis maravillosos angeles ( mis nietos).
    Me como al h——, que les haga daño.
    Desde luego la avaricia del ser humano no tiene freno. Ya estábamos locos de ambición en lo que conocemos de historia del «hombre»; pero ahora es que ya es «el acabose».
    Bufff, me temo que si que tienes un error en tu escrito; a pesar de que yo comparto ese deseo con todas mis fuerzas;…………………(.la revuelta social ha de ser pacifica ). Dios te oiga pero me temo que la historia está escrita con sangre.
    Cuando yo era joven años 70. Mirabamos el futuro con una esperanza increible. Todos los expertos, sociologos, cientificos, periodistas y politicos, nos anunciaban………..: El estado del bienestar irá en aumento y el tiempo libre para las personas será una realidad. Se podrá profundizar en las artes, los hobbys, el deporte, y la vida familiar se podrá compatir mucho mejor con el trabajo.
    Esto lo decían, todos, todos, todos. …………………Al final, mentira, mentira, mentira; o quizas no pensaban que era mentira, pero algo;……..una sombra maligna nos ha cerrado el paso hacia una sociedad mejor.
    No tengo un credo politico definido ( no me gusta lo que he visto de los politicos hasta ahora, sea del signo que sea;…..y tu más, y tu peor y tu mas ladrón y tu fascista y tu rojo comunista; etc., etc. ).
    En unas cosas me siento conservador si por eso se entiende el respeto a lo respetable. En otras me siento socialista si por eso se entiende se solidario con tus con-generes ( con los que so lo merezcan, ojo).
    Pues sin ser militarista tampoco; asumo una frase de «soldado» español que en cierta tesitura dijo: QUE NO PUEDE ESCLAVO SER, PUEBLO QUE SABE MORIR………..ya sé, ya sé, soy un exaltado agorero.
    Aaaaaadios, hermanos españoles.

    20 septiembre 2013 | 19:16

  6. Dice ser pablo getafe

    Por tanta UE nos hemos quedado sin tejido industrial, para ser un país de turismo y cítricos… entre eso y la desvergüenza de los empresarios españoles es normal q tengamos el paro disparado…

    20 septiembre 2013 | 19:50

  7. Dice ser Emigrante

    Pues yo soy uno de los tantos espanoles que actualmente residimos en Alemania. Y solo puedo decir una cosa, la gente me ha tratado tan bien que solo puedo entender ese generalismo «anti-aleman» como pura y simple ignorancia… Es que eso de generalizar, como siempre, es algo muy peligroso… Cada quien es un mundo. No todos los espanoles dormimos todo el dia la siesta o disfrutamos con el sufrimiento animal…

    20 septiembre 2013 | 20:06

  8. Dice ser pablo getafe

    Para el Emigrante:

    Se están llevando a los mejores de España, cuyo Estado se ha gastado mucho dinero en formarles, y encima les van a tratar mal??

    20 septiembre 2013 | 20:08

  9. Dice ser Invitado...

    ¿Los impuestos?

    ¿Preferirías que se contara con la caridad de los más ricos para que los más pobres pudieran comer? ¡Es lo mismo que contar con la generosidad de tu panadera para conseguir la barra de pan de cada día!

    Lo siento, pero esto no funciona así. Nadie cotiza a la Seguridad Social ni paga impuestos por generosidad… todos lo hacemos por interés, y es necesario que algunos controles nos estimulen hacerlo.

    Gracias a lo cual la fiscalidad y la Seguridad Social han hecho más por la salud y la justicia… ¡que el mercado, la caridad y la generosidad juntos!

    No hablo de moral, sino de política.

    21 septiembre 2013 | 01:29

  10. Dice ser República Tercera

    Hitler estaría orgulloso.

    21 septiembre 2013 | 10:54

  11. Dice ser Antonio Pérez

    Para opinar sobre cómo funciona un país, por lo menos habría que visitarlo. Para hacernos una idea algo más real, habría que vivir un tiempo allí. Hablar de los alemanes en general es como contar un chiste, tópicos y más tópicos.

    Alemania no solucionará los problemas de Europa si eso supone crearse alguno ella.
    Ese carro llamado Europa es tirado por caballos que van en distintas direcciones.

    Dejemos las alturas de miras para otros, que de tanto mirar para arriba pasa lo que pasa.
    Hollande ha resultado ser una decepción al igual que Obama, pero no nos duele tanto porque peor que los anteriores era díficil de hacer.

    Alemania? más de lo mismo.

    22 septiembre 2013 | 00:59

  12. Dice ser Pelus

    Por mucho que se hable de Europa, en casi todos los lugares se mira en clave nacional y Alemania no iba a ser menos. La única diferencia es que ellos quieren que el resto de la Unión funcione como ellos (a grandes rasgos y con muchísimos matices) y por nuestros lares, lo único que queremos es mantener nuestro Spain is different y que nos dejen en paz de una vez.

    Alemania es el motor del coche y seguramente son los más europeístas de todos los que forman la unión, pero su principal problema, como ya he indicado antes, es que no saben distinguir entre ser los líderes de un proyecto europeo común y hacer común su proyecto europeo.

    24 septiembre 2013 | 06:48

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