La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

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Janice Dickinson, súpermodelo y megaperraca

La Dickinson vuelve hoy a la tele USA con su propio show: The Janice Dickinson Modeling Agency, lo que hace que hoy sea uno de esos días en que lamento no vivir en Manhattan y estar suscrito a la tele por cable.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

¡BASTA! Os cuento:

La Dickinson apareció en el panorama del modeleo en los 70, cuando arrasaban muchachas delicadas, como la Hutton, y decidió convencer al mundo de que su físico contundente y sus rasgos exóticos también merecían un lugar en las revistas y las pasarelas. Y lo logró. Y en los 80 ya era una SÚPERMODELO. Según ella, la primera.

Claro, que también logró llevarse al huerto a Stallone y a Jack Nicholson (y, por supuesto, contarlo), ponerse hasta arriba de cocaína, champán y pastillas, montar numeritos fa-bu-lo-sos (como aquella vez que le gritó a Armani desde la pasarela: ¡VERSACE! – que era lo peor que le podías llamar a Armani entonces).

Y así continuó hasta que le dio un jamacuco (precedido de varios microjamacucos) y decidió 1. someterse a un programa de desintoxicación 2. contar toda su vida en varios libros 3. operarse viva (de ahí el título del libro cuya portada ilustra este artículo: «Todo en mí es falso… y ¡soy perfecta!»)

A partir de ese momento, y aparentemente sobria, ella empezó a conceder jugosísimas entrevistas y deliciosos extractos de sus óperas magnas, del tipo:

«La modelos no somos tan tontas: podemos caminar, hablar y esnifar coca al mismo tiempo.»

Yo he vivido las cosas que Jackie Collins ha escrito.

Y, por fin, hace un par de años, recuperó el estrellato gracias a su participación en el programa America’s Next Top Model, del que fue despedida por sus constantes ataques verbales a las aspirantes (algo así como la Nina Mala de OT), pero gracias al cual ahora regresa, en versión diva, con este nuevo programa que estrena hoy. Justo hoy. Que es el Día de la Bestia. Un gran día para Janice Dickinson.

No le perdáis la pista: esta señora es total. Y, lo mismo, consigo que acepte un puesto como profesora honoraria de mi Escuela de Malas. Ya os contaré.

Tres Breves de domingo

UNO

«Telecinco despide a un colaborador del espacio ‘TNT’ que simuló una ‘lluvia dorada’ con una actriz porno»: la gota que colmó el vaso.

El pis ERA chic.

DOS

«Amor, la palabra más bella del castellano para los internautas. (…) Con menos de mil votos les siguieron azahar, esperanza, madre, mamá, amistad y libélula.«

Ya te vale, Antonio Gala.

TRES

La Razón, publica EN EXCLUSIVA, la letra – versión bilingüe – de Paquito el Chocolatero.

Y hasta aquí puedo leer.

Feliz Día del Libro.

Hasta mañana.

Brian -Brenda-David Reimer

En 1965 los médicos circuncidaron a la pareja de gemelos Bruce y Brian Reimer, con tan mala suerte que el cauterizador eléctrico empleado para la intervención quemó el pene de Brian y lo dejó inútil.

El Doctor Money, una supuesta eminencia en la psicología de género en los años 60, decidió poner en práctica sus teorías sobre la total independencia entre sexo genético y cultural, y consiguió convencer a los padres de Brian de que lo convirtieran en Brenda (gracias a operaciones quirúrgicas, tratamientos hormonales y psicológicos) y la criaran como tal.

El psicólogo y los padres pensaron que si Brenda nunca descubría que había nacido varón y vivía como una niña normal llegaría a convertirse en una mujer feliz. Pero no. Porque Brenda nunca se sintió una niña y rechazó con tal energía su «reasignación», que sus padres no tuvieron más remedio que contarle la verdad a los 15 años. Entonces decidió volver a convertirse en hombre (más cirugía, más hormonas y más tratamiento psicológico) y llamarse David. Pero tampoco.

David se casó con Jane y llegó a ganar mucho dinero gracias a los beneficios de la publicación de un libro sobre su vida que escribió John Colapinto en el año 2000 y cuyos derechos para la versión cinematográfica compró Peter Jackson. Pero tampoco: David se casó con Jane, ganó mucho dinero, se divorció, se arruinó por culpa de una mala inversión y nunca salió de la depresión en la que había vivido desde su infancia, que se agravó tras el suicidio de su hermano Bruce en 2002 y terminó con su propio suicidio en 2004.

Todos los documentos que he consultado para conocer la historia de David (a quien descubrí gracias, muchas gracias, a mi amiga M.S.M.) terminan con una inquietante búsqueda de culpables de su infelicidad y su suicidio: el Dr. Money y sus disparatadas teorías, los señores Reimer y su decisión…, y tienen un tufillo pro-genetista que me escama y no termina de convencerme.

Porque David/Brenda/David fue sólo una persona, un caso médico – durante mucho tiempo, de éxito – pero sólamente uno. Tan insuficiente para sostener una teoría, como para desmontarla. Porque nadie sabe qué habría sido de él si nunca hubiera sido Brenda, o nunca hubiera vuelto a Brian/David . Y porque ninguno de los artículos menciona lo que a mí me resulta más interesante del caso: si sus padres tuvieron la grandeza de mirar durante 15 años a Brenda sin hacerla sentir «anormal».

David Alice, ¡pásame el Valium!

David Alice es un señor que hace unos cuantos años descubrió que Morrissey (de los Smiths) lo sabía TODO sobre la muerte de Lady Di (esa lánguida) once años antes de que sucediera. Y que dejó pistas INCONTESTABLES que el mundo no supo descubrir (poor Morrissey). Por suerte para todos, David Alice, quince años más tarde, las descifró:

  • UNO

    En 1986 The Smiths publicaron su disco ‘The queen is dead’ – ahí hay ya algo, ¿eh? – en cuya portada aparecía Alain Delon. Bien; el médico que comunicó la muerte de Diana al mundo fue ¡OOOOOOOOOH! Alain Pavie.

  • DOS

    El título del LP ‘The queen is dead’ está tomado de uno de los capítulos de la novela de Hubert Selby, «Última salida, Brooklyn» que, además de ser uno de los hijos de los Beckham, es un barrio de Nueva York. Pues bien, el túnel en el que se estampó el coche de Diana conducía a la Avenida de Nueva York. Escalofriante, ¿eh?

    Pues agarraos los pechos que vienen más y mejores revelaciones:

  • TRES

    Una de las canciones del LP ‘The queen is dead’ es ‘There is a light that never goes out’, cuya letra dice:

    dos personas

    en una cita

    de noche

    en la ciudad

    conduciendo un coche

    fantaseando acerca de matarse en un choque

    atrapados por el miedo en un cruce

    No os digo ya más nada…

    … o sí.

  • CUATRO

    David Alice, que es un tipo racional, como todo el mundo sabe – incluído el personal de la López Ibor -, se pregunta cómo pudo enterarse Morrissey de la muerte de Lady Di con tanta anticipación. Y da con la clave:

    SE LO HABÍAN CONTADO LOS EXTRATERRESTRES (ah, en ese caso me quedo muchísimo más tranquilo)…

    … en un encuentro en la 3ª Fase (o más) que tuvo el cantante en 1980.

    Y nuestro David (no me digáis que después de todo esto no le habéis cogido cierto cariño), que es un muchacho despierto, se dice:

    – -mmmmm… ¿un encuentro con extraterrestres? ¿un contacto con extraterrestres? ¿contacto? ¡Eureka! ¡Todo encaja! ¡La película ‘Contact’ se estrenó en 1997, el mismo año en que murió Lady Di!

    Y se queda tan ancho el chaval. Bueno, no. Porque no descansa hasta no dar con el dato que confirme que ese contacto de Morrissey con los alienígenas fue real. ¿Cómo? Está clarísimo:

    En el primer disco de The Smiths aparecía Joe D’Alessandro en la portada. Y Joe había nacido en Pensacola, Florida, un 31 de Diciembre. Y el primer CONTACTO entre humanos y Veganos – según la novela de Sagan en que se basó la película – se había producido un 31 de Diciembre en Pensacola, Florida.

    ¡TOMA YA!

  • NOTA DEL AUTOR: No, no se me ha vuelto a ir la mano con el oporto en el foie. Todo esto – y más, mucho más – está extraído (con X de pastilla) de la página de David Alice, THE DIANA-MORRISSEY PHENOMENON. Echadle un vistazo, si os quedan ganas o valor y no sois especialmente escrupulosos con el diseño web.

    Por mi parte, súperfans de David Alice desde ya. Faltaría más. Y como si culo veo, culo quiero, yo ya estoy intentando encontrar una detallada predicción del crimen de Los Urquijo en «Yo soy aquel«, de Raphael (el phenómeno de la canción).

  • Dioses

    Si Dios es omnipotente. Si Alá es grande y Mahoma su Profeta… ¿por qué coño sus peores partidarios no se quedan quietecitos en un rincón y le permiten a Él que se encargue de los periodistas europeos o de Leo Bassi?

    ¿Qué diantres hacen los defensores de Mahoma en las calles, frente a las embajadas, con banderas en llamas en las manos y muchas ganas de camorra?

    ¿A santo de qué el Centro Jurídico Tomás Moro se querella contra Leo Bassi por «incitar al odio contra los cristianos», y las familias católicas tuvieron que tomar la calle Alcalá para defenderse de la amenaza de los matrimonios de maricas y lesbianas?*

    ¿Dónde está su confianza en la Ira Divina? ¿Eh? ¿Quién se creen ellos que son para erigirse en defensores de sus Todopoderosos, cuya afición por las lenguas de fuego, el exterminio en masa y los rayos fulminadores está más allá de toda duda?**

    Si Alá hubiera querido, les habría quitado el oído y la vista. Alá es omnipotente.

    A medianoche, el Señor exterminó a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del Faraón –el que debía sucederle en el trono– hasta el primogénito del que estaba preso en la cárcel, y a todos los primogénitos del ganado.

    ¡Ah, la soberbia humana!

    ¡Qué pena tan grande!

    ¡Cuánto radicalismo y qué poquita fe!

    ———————————————————————————————

    * De maricas con maricas y lesbianas con lesbianas – que contra los otros (maricas y lesbianas) nunca tuvieron nada que objetar, ni pusieron inconvenientes a que se celebraran por la Iglesia.

    ** «Más allá de toda duda», ¡TOMA YA, BOB!

    David Hampton

    En 1983 un joven negro de 19 años robó la agenda de un estudiante de la universidad de Connecticut y se fue a Manhattan en busca de una nueva vida mejor.

    Visitó las mansiones de algunos de los contactos extraídos de la agenda robada, dijo ser el hijo de Sidney Poitier – estudiante en Harvard, recién atracado en plena calle – y consiguió cobijo y calderilla de la alta sociedad neoyorquina (un decano de la Universidad de Columbia o el presidente del canal de TV pública en Nueva York, entre otros).

    ¡EXACTO! «Seis grados de separación«, con Stockard Channing, Donald Sutherland y Will Smith

    … pero con otro final. Y algunos «extras».

  • En los Diarios de Warhol:

    Tuesday, June 7, 1983

    It was really busy at the office. Jay came in the back to where I was working and told me that Sidney Poitier’s son was there. And everybody at the office, they all believed it. It was like believing in the Du Pont twins or something. Jay really fell for it. Finally we got him out when he said that his mother Diahann Carroll was coming to meet him there, so I said: «Oh, you might miss her if you don’t wait for her downstairs.» Oh, and Diana Ross was coming with her. I forgot. Diana Ross, too. And still they all believed it.

    Wednesday, June 8, 1983

    The fake Poitier kid called the office and said (laughs) he was coming for lunch. He’s beautiful, like a mulato girl. Lispy. I screamed at Jay and said that if he let him set one foot in the door I’d kick them both out. Jay still isn’t convinced the kid isn’t real! But then he never did come.

    Wednesday, October 19, 1983

    There were articles in the papers about the police arresting the «Sidney Poitier and Diahann Carroll son» for being an imposter. He was staying at all people’s houses.

  • Tras el exitoso estreno en 1991 de «Seis grados de separación» en Broadway.

    Escrita por John Guare – quien se inspiró OBVIAMENTE en Hampton – y después de que la pieza obtuviera 4 candidaturas a los Tony y quedara finalista del Pulitzer, el falso hijo de Poitier dejó este entrañable mensaje en el contestador automático del dramaturgo:

    I would strongly advise you that you give me some money or you can start counting your days.

    Lo que le valió otra condena (esta vez por amenazas) y una nueva temporada en prisión. Aunque también la posibilidad de AL FIN relacionarse con alguien importante sin trucos ni mentiras:

  • William Kunstler, el famosísimo abogado defensor de los derechos civiles, que se encargaría de llevar su caso, aunque sin mucho éxito (Hampton nunca recibió un dólar del autor).

    El 19 de Julio de 2003, David Hampton murió a los 39 años en el Hospital Beth Israel, en Manhattan. Preparaba un libro sobre su vida. Me hubiera encantado leerlo.

  • David Bowie, superviviente del futuro

    Cada vez que escucho a Bowie (llevo más de 20 años haciéndolo) pienso en sus canciones como en las de alguien que vio su futuro y regresó; que según avanzan los años siente que se salvó del desastre para terminar cotizando en Bolsa y ahora combate los brotes de memoria de la mediocridad como puede

    Nunca he hecho cosas buenas,

    nunca he hecho cosas malas,

    nunca he hecho nada fuera de la media.

    Canciones de spleen baudelairiano, de hastío, nostalgia de futuro (eso que pudo haber sido y no fue; a veces con tristeza, a veces con alivio), ajustes de cuentas contra sí mismo a través de los agujeros de su cerebro que le permiten ver a través

    Sentí una cálida brisa

    que fundió acero y metal

    Tuve una mala migraña

    que duró tres largos años

    y las pastillas que tomé

    me hicieron desaparecer los dedos.

    Bowie canta el alto precio del éxito, la textura de todos los disfraces que se pudren en los armarios y el olor a chamusquina que a veces lleva el viento hasta su casa en Suiza y en el que, si afina el olfato, es capaz de descubrir el aroma de su piel calcinada.

    Este es el viaje,

    y este es el negocio,

    este es nuestro número.

    Todos mis intentos, Señor,

    serán recordados.

    Todo ha cambiado.

    Cada vez que escucho a Bowie (llevo más de 20 años haciéndolo) curo un poco mi soberbia, recuerdo cómo a los 12 años me descubrió lo que era la bisexualidad (que tarde un año en descartar; qué cosa más cansada) y la tarde en Central Park en que me crucé con él, Imán, Lou Reed y Laurie Anderson de paseo y continué andando, y casi no me atreví a mirar.

    Débora Arango, pintora

    Acaba de morir la pintora colombiana Débora Arango, una mujer que respondió a la impopularidad de su pintura con el trabajo en silencio y en clausura, con una obra pictórica de un raro expresionismo crudo, de un cinismo naïf, de mujeres desnudas, de tiranos batracios, de personajes marginales cotidianos.

    Se murió Débora Arango, una mujer que empezó a pintar con las monjitas, una artista del misticismo pagano del acto irrelevante, de la mirada piadosa sobre una realidad deforme que creó desde la exclusión y el aislamiento, mientras pintaba frescos en los zócalos de su convento, hasta que ya, en la vejez, conoció el reconocimiento y los honores:

    «Ahora que hay tanto para pintar, pero ya las lágrimas llegan a los ojos y no puedo hacerlo como quiero. Era muy atrevida, pero uno se va acabando y va cayendo con los años, que son los que lo acaban a uno.»

    Débora Arango a escondidas, mientras Rivera pensaba en matar a Frida.

    Pero sólo a escondidas de los demás:

    «Nunca hice nada al escondido de mi misma.»