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El big data del alma

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Servicios finales a domicilio por la privada

Y así pasó otra semana de la muerte amén. Los asuntos quedan aplazados; las vidas siguen en suspensión armónica. El cerebro frontal, el más nuevo, está sobrecargado, según los expertos.

Vidas colgadas de las gomas de una mascarilla, como un trapecio de circo. Pero sin más público que cada cual de sí mismo/a. Cada cual con su egotrip trap y a ver qué va saliendo. La incertidumbria y la infectividad (vid ayer) mueven el terreno de juego, gatitos de Schrödinger en sus cajitas cuánticas, vivos y muertos y vivos ó muertos, todo a la vez.

Y esperando el finde, el puente, que dejen volar, los cielos están llenos de aviones vacíos, que Amazon u otras majors ofrezcan ya la eutanasia en casa sin más trámites, te la trae un repartidor que nunca ha visto tu ciudad, se guía por el móvil, nunca sabe dónde está ni qué pasó, es un google man, un bot del futuro con la lengua fuera, el angel de la muerte a domicilio, y el testamento por blockchain, inamovible, inconsultable sin las claves. Así todo.

La euranasia, eutanasia europea, sin pasar por el gob de turno, que exige mucha bureauCrazy.

Si la sanidad ya es casi privada, si la pública está en avanzado estado de destroy programada, ¿por qué habría de pasar el último trámite por los gobs? Ah, ya, para pagar, el último suspiro es el más caro. También por la privada. El mismo reloj que te monitoriza te podría matar, aunque sería caro, y seguramente deberías darle permisos para gestionar tus restos, revenderte, tus cosas si las hubo, etc.

El siguiente enlace es muy bueno, el pensamiento acelerado y tecnológico de Dominic Cummings, esplicado en The Guardian. El futuro en marcha.

Aquí hay un largo informe sobre Dominic Cummings y su blog de suscripción de 10 euros al mes. Cummings fue el artífice del triunfo del Brexitt y del triunfo electoral de Boris Johnson, y es el que viene contando las fiestas en pandemia y todo lo demás. (En la peli Brexit él es protagonista). El artículo, largo e imprescindible, es de David Runciman. Este párrafo cuenta las lecturas de DC:

«En una publicación de blog de julio, Cummings ofreció una guía de la no ficción más interesante que pudo encontrar (su gusto por la ficción es más convencional, aunque también muy masculino: le gusta citar a Tolstoi y la ciencia ficción clásica). La lista incluye a Michael Nielsen sobre computación cuántica, Steve Hsu sobre el futuro de la guerra, Peter Scholze sobre matemáticas, Scott Aaronson sobre supremacía cuántica, Scott Alexander sobre puntajes poligénicos, Balaji Srinivasan sobre criptomonedas, Alvaro De Menard sobre sistemas de pensiones, Tyler Cowen sobre universidad . educación, Andrew Sullivansobre la “izquierda liberal” (Sullivan es casi el único comentarista político para el que Cummings tiene tiempo), Matt Yglesias sobre los currículos de historia, Alex Tabarrok sobre el covid y Dominic Cummings sobre el nacimiento de la informática y las paradojas matemáticas. La única mujer que figura en la lista es su esposa, Mary Wakefield , que escribe en el Spectator sobre cómo las mujeres deben endurecerse.»

Y otra cita más:

«Muchos de los pensadores alternativos que a Cummings le gusta citar son explícitos en su desprecio por la democracia, que consideran casi obsoleta. El mundo ha avanzado; preguntar si algo sería “antidemocrático” es solo un apego sentimental a una fase pasajera de la historia humana. A medida que la experiencia técnica de élite, tanto mecánica como humana, se vuelve primordial, la idea de tener que esperar a la opinión pública para decidir qué hacer comienza a parecer absurda.»

 

 

Hacia el ciborg

La combinación de tecnologías y desarrollos científicos en marcha producirá cosas y fenómenos increibles que servirán, como siempre, para lo bueno y lo contrario. La entrevista con Rafael Yuste y Darío Gil que se enlaza al final revela que estamos a punto de ser ciborgs, seres de carne y bits, con los inminentes implantes cerebrales (diez años) y que el cerebro se puede leer y reescribir (ya).

Vamos al ciborg, nuestro futuropresente  con neuroimplantes, la palabra ciborg ya pierde la «y» griega y se hace de uso diario en el 22.

El ciborgespacio será el metaverso de verdad, indistinguible de lo virtual. Una vez implantado el cacharrito en el coco sobrarán los apósitos y sus ortopedias. Gafas, auriculares, mandos, guantes, sensores…

Ya estamos.

Lista desordenada de cosas en marcha:

La IA, que está por todo. La IA que nos lleva y es en gran parte invisible.

El metaverso ya arranca como espacio virtual/real de inversiones de todo tipo: inmobiliarias, etc. FT cuenta hoy que se invierte en hardware, al final, cacharros y bits se necesitan. El humano es analógico en transición a lo digital (sin olvidar que lo analógico es cuántico, así que la computación cuántica entrará directa al alma).

Chips y logística, blockchain y mundo cripto, tokenización general, y el problemilla del enorme consumo de energía.

Dudas sobre iniciativas legales para limitar el poder de plataformas tecnológicas. Dudas también sobre la implantación del impuesto universal del 15%.  Chile, primer país que legisla la protección neuronal (Senado Chile).

Todo lo del cambio climático (CC) y los ODS. Baterías, placas solares… El aviso de la peli No mires arriba.

La computación cuántica. La ciberseguridad. Los apagones, como el de Fb el año pasado.

El cacharreo, la reparación, la garantía ampliada (esp 3 años). Antes por la pandemia (mascarillas, respiradores), ahora por la falta de semiconductores y el salto eléctrico se revalorizan los coches viejos.

Los nuevos «medios» de influencers estilo Ibay Llanos. La retirada de los medios tradicionales hacia el marketing amplio.

El abandono del trabajo, gran tendencia del 21, el maltrato laboral sistemático y su opuesto: el bienestar del empleado.

La tensión de Putin/Rusia, localizada en Ucrania y en redes. La tensión de Xi/China en Taiwan y en todo en general.

La retirada USA, si es real y en qué fase está. La UE y el nuevo enfoque con el dinero. El relevo tripartito de Merkel.

La irrelevancia de brexitlandia. La destrucción de la Amazonía.

La posibilidad de despertarnos un día y que China ha invadido sigilosamente Taiwán.

La conquista espacial privada, el telescopio James Webb, la plataforma espacial China, naves en marte, base en la luna.

La biotecnología, las gemelas tuneadas en China en 2018 antes de nacer y lo que estarán haciendo ahora.

La financiarización que ya es el estado endeudado del mundo.

Y Bitcoin.

El análisis de Ucrania Rusia etc. de Anne Applebaum.

Entrevista a Rafael Yuste y Darío Gil sobre chip cerebral. En 10 años todos calvos… y con el chip puesto.

Red neuronal desde cero.

Forbes.es: «Del metaverso a las recomendaciones por ADN: 22 ideas que impactarán en 2022 (y cómo adelantarse a ellas)»

Ya es un clásico, el Tendencias tecnológicas para el año, según profesores del IE BS, en Cinco Días.

 

 

Precariza y polariza para triunfar o sobrevivir

España esp entra en riesgo alto covídeo, 300 casos por cien mil habs. Las ganas de juerga y cenorrio y verbena y juntarse no ceden, o ceden poco. El contagio del puente está por ver. Los médicos de familia ven de todo, el sistema es precario, las listas se eternizan. El lenguafuerismo vuelve a la sanidad o nunca se ha ido, el lenguafuerismo es… transversalísimo.

La polarizacion y la precariedad son complementarias, se necesitan y se apoyan en su misión visión valores de destruir el mundo. Polar/precar o precar/polar. Comparten muchas letras. Demasiadas.

Lemas vivientes del fin del 21: Polariza y manipula. Precariza y fórrate. O simplemente sobrevive.

Un titular de hoy dice que la burocracia estrangula las ayudas, pero quizá nunca hubo tales ayudas realmente, sólo una simulación, una ficción autoempoderante del poder. Que vende cosas que no existen. La burocracia no es excusa para colocar a amigotes en los infinitos organigramas públicos o derivados.

La burocracia solo afecta a los que no tienen padrinos.

Polariza y precariza y dominarás el mundo, tu zona de influencia. Tu mundo.

Esta pareja letal se ha apoderado del orbe y es una monserga que no deja respirar. Los powers diversos y enfrentados, empezando por el eximperio usa y siguiendo por china y rusia etc. usan las redes y el soft espía estatal como guerra blanda y persistente. Misiles y redes.

China se autoapaga para no dar pistas: cero datos. Rusia se enciende. Boris Jonhson frívoleando se ha buscado un lío por una presunta fiesta covídea. Todo lo del brexit es frivolidad: la polar precariedad, o sea, populismo, palabra calcinada de tanto usarla años atrás pero cuya realidad sigue fungiendo transmutada (transversalizada) en polar/precar.

Estrés climático, armas en casa y cero acuerdos y soluciones. Alemania ha formado gob tripartito de signo postmerkel, podría ser la excepción. Fin de la era Merkel, que supo acoger a refugiados y hacer que la UE se comportara menos mal de lo que pretendía. Quizá sirvió, como Obama en sus años, para dar una idea de cortesía y educación en tiempos de gobernantes tarados. En ningún caso ha sido suficiente. Los gobs mandan poco, quizá menos de lo que queremos admitir. O nada.

La huída hacia adelante genérica viene por blockchain, la tecnología inaugurada por bitcoin pero que sirve para muchas cosas diferentes, bastantes sin descubrir. Todo en ciernes, en marcha. Todos quieren metaversos, colocar a sus usuarios exfoliados y explotados en un mundo del que ya no se podrá salir. Dame mis contenidos de hace un año para demostrarme que soy el mismo y sigo aquí.

Blockchain por todo, universo tokenizado. Hazme un token en la era polar precar.

En la era de la polaridad y precarización el blockchain, con sus pufos y sus estafas (como en el mundo normal), podría ser una prueba de verdad, un certificado inapelable e inmutable. La verdad algorítmica. La verdad, eso que nadie quiere que exista y que sólo defiende Arcadi Espada, que ha publicado sus artículos sobre ELLA en un manual ya clásico y definitivo.