Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Servicios finales a domicilio por la privada

Y así pasó otra semana de la muerte amén. Los asuntos quedan aplazados; las vidas siguen en suspensión armónica. El cerebro frontal, el más nuevo, está sobrecargado, según los expertos.

Vidas colgadas de las gomas de una mascarilla, como un trapecio de circo. Pero sin más público que cada cual de sí mismo/a. Cada cual con su egotrip trap y a ver qué va saliendo. La incertidumbria y la infectividad (vid ayer) mueven el terreno de juego, gatitos de Schrödinger en sus cajitas cuánticas, vivos y muertos y vivos ó muertos, todo a la vez.

Y esperando el finde, el puente, que dejen volar, los cielos están llenos de aviones vacíos, que Amazon u otras majors ofrezcan ya la eutanasia en casa sin más trámites, te la trae un repartidor que nunca ha visto tu ciudad, se guía por el móvil, nunca sabe dónde está ni qué pasó, es un google man, un bot del futuro con la lengua fuera, el angel de la muerte a domicilio, y el testamento por blockchain, inamovible, inconsultable sin las claves. Así todo.

La euranasia, eutanasia europea, sin pasar por el gob de turno, que exige mucha bureauCrazy.

Si la sanidad ya es casi privada, si la pública está en avanzado estado de destroy programada, ¿por qué habría de pasar el último trámite por los gobs? Ah, ya, para pagar, el último suspiro es el más caro. También por la privada. El mismo reloj que te monitoriza te podría matar, aunque sería caro, y seguramente deberías darle permisos para gestionar tus restos, revenderte, tus cosas si las hubo, etc.

El siguiente enlace es muy bueno, el pensamiento acelerado y tecnológico de Dominic Cummings, esplicado en The Guardian. El futuro en marcha.

Aquí hay un largo informe sobre Dominic Cummings y su blog de suscripción de 10 euros al mes. Cummings fue el artífice del triunfo del Brexitt y del triunfo electoral de Boris Johnson, y es el que viene contando las fiestas en pandemia y todo lo demás. (En la peli Brexit él es protagonista). El artículo, largo e imprescindible, es de David Runciman. Este párrafo cuenta las lecturas de DC:

«En una publicación de blog de julio, Cummings ofreció una guía de la no ficción más interesante que pudo encontrar (su gusto por la ficción es más convencional, aunque también muy masculino: le gusta citar a Tolstoi y la ciencia ficción clásica). La lista incluye a Michael Nielsen sobre computación cuántica, Steve Hsu sobre el futuro de la guerra, Peter Scholze sobre matemáticas, Scott Aaronson sobre supremacía cuántica, Scott Alexander sobre puntajes poligénicos, Balaji Srinivasan sobre criptomonedas, Alvaro De Menard sobre sistemas de pensiones, Tyler Cowen sobre universidad . educación, Andrew Sullivansobre la “izquierda liberal” (Sullivan es casi el único comentarista político para el que Cummings tiene tiempo), Matt Yglesias sobre los currículos de historia, Alex Tabarrok sobre el covid y Dominic Cummings sobre el nacimiento de la informática y las paradojas matemáticas. La única mujer que figura en la lista es su esposa, Mary Wakefield , que escribe en el Spectator sobre cómo las mujeres deben endurecerse.»

Y otra cita más:

«Muchos de los pensadores alternativos que a Cummings le gusta citar son explícitos en su desprecio por la democracia, que consideran casi obsoleta. El mundo ha avanzado; preguntar si algo sería “antidemocrático” es solo un apego sentimental a una fase pasajera de la historia humana. A medida que la experiencia técnica de élite, tanto mecánica como humana, se vuelve primordial, la idea de tener que esperar a la opinión pública para decidir qué hacer comienza a parecer absurda.»

 

 

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