Por eso, se acerca el viernes… y el buen tiempo. Manga corta en el norte, nevado, 100% de pistas de esquí abiertas. Buen tiempo casi viernes, la semana tirando, actos, prejlgorio, trajes sueltos, corbatillas al viento, chancletas, tirantes, solaz.
Lo mejor para blindarse de la furia política y sus derivados, que son todos, es el buen tiempo, el móvil quieto en su funda, en su camita sin pilas, si pudiera ser apagado, el mundo entrando a toda pastilla… el país ansiólitico se remansa un poco con el sol, ríos llenos de momento, embalses animados, rizos de agua nueva, recién llovida, ferias y fiestas en el horizonte, plena Cuaresma con anuncios de danas y fríos y lluvias.
La consigna de las lifaras en ciernes, fulgor de cuerpos hibernados, desperezamientos fuera de las máquinas de autotortura del gimnasio, fugaces resucitaciones… el buen tiempo va a ser breve, suficiente para el grito del finde: disfrutad.
–
Robot con ajuste fino.