Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

La furia al cubo

Todo se altera y cambia en media hora, en 20 minutos, en segundos. El ruido y la furia sucumben bajo la apisonadora de los hechos: elecciones. De repente todo se altera según lo previsto/imprevisto. Era posible más caos, estaba en el aire perdido de zinc, cinabrio, plomo, co2. El co2 pronto se llamará CO3, más animado y bronco, más brutal letal.

El cambio climático avanza más deprisa en los corazones y en los cerebros que en los polos.

La fiera herida del gob sanchero, tocada por Koldo, ha contratacado con todo y más, tenían la recámara llena de munición, el esparcidor de corrupción ha abierto las compuertas. Una cosa no quita la otra pero le roba sitio, ensancha el desastre general. Todos in Berlanga, Azcona, Valle-Inclán. La vida española vuelve a sus fueros o desafueros.

Para el privado aniquilado y extorsionado por todas partes es difícil sustraerse a la furia política, y ahora con nuevas elecciones el ámbito de violencia se expande sin límites. Es la guerra política total. El aniversario del 11M ha sido un campo de minas, cualquier cosa que ocurra o pudiera ocurrir será motivo y gancho para el enfrentamiento y la carnicería.

El privado, la autónoma, el empleado sampleado sometido a toda clase de vejaciones, tienen un foco nuevo para alimentar la ira y el odio y, en su caso, la desesperación y la impotencia.

Los gestos extremos, el extremismo virulento, es la única retórica que queda.

Que la Semana Santa aplaque las furias. No hay milagro mayor.

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