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El big data del alma

El atasco de los objetos se debe al atasco de las almas

El alma y las cosas. El alma o alarma es digital. Lo analógico es las cosas, objetos duros, blandos, medios.

El alma nueva vuele en el 4g a veces 5g o en los satélites de Starlink y otros, diez mil satélites pululando alrededor de las conciencias…

Las cosas se atascan en los contenedores, microchips, coches, minerales raros y normales, acero, cromo, vanadio, tungsteno.. la tabla periódica es el alma de las cosas, que ahora están paradas en algún puerto, aduana, etc.

El trasiego mundi o globalización de objetos, que no personas, se ha frenado por A o por B. Así es al mundo ahora.

Las ideas vuelan, o volarían si las hubiera; las cosas pesan, hay que llevarlas.

Por eso han vuelto los carretillos, las ciudades están llenas de carretilleros, porteadores, objetos en danza.

Wallapopismo. Mundo de apps.

El alma va ligera, aunque cuesta dinero, y las cookies y publis y las GAFA y otras majors bloquean y atascan.

Los oligopolios y manopolios atascan. Sean estatales, censura, dictaduras, absolutismos, cancelacionismos…

O privados/mixtos.

La competencia sana, a escala ínfima al menos, existe en zonas privilegiadas del orbe. Y da vuelo y alas.

La conclusión provisional e infundadísima, poética fugaz, es que el atasco de las cosas no es por ellas mismas sino por el atasco del alma, que bloquea todo lo demás.

 

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