Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Ilegibilidad de los días

Todos los datos son más contradictorios que nunca entre sí.

Chocan entre ellos. Todo se ha medido siempre a palmos, medio a ojo, de forma un poco aproximada.

La economía es sentimientos. Igual abren una tienda que cierran dos. Antonio Damasio, Greenspan.

En general, cierran comercios locales (por jubilación) y abren franquicias globales. Aunque también hay hostelería local con gran inversión.

Abren nuevos outlets chinos. Cierra una tetería tailandesa. Hay ambiente… a ratos.

Hay fervor de negocios, dinero suelto, de todos los colores… a ver qué produce. Dinero del mundo.

Una pareja metiendo billetes de 100 € en la máquina de autopago en un colmado… no los acepta, uno sí, otros no.

La economía es sentimientos. Los abalorios, la bisutería, cosas muy brillantes para ponerse por el cuerpo. Esas tiendas brillan solas y atraen como imanes.

Los maridos merodean por la puerta. También en los numerosísimos establecimientos de cosmética. Cuerpos y almas tropezando bajo la lluvia.

Los evangelistas venden cosas espirituales, trascendencia. Echan horas, se turnan, van y vienen con el carrito de las biblias. Nadie viste igual que ellos y ellas.

Los gremios que no paran son los que reforman los locales: pladuristas. eléctricos, iluminadores, yeseros o yesaires… el nuevo mudéjar de quita y pon para comercios… en cuatro días desmontan una tienda y montan otra.

Resiste lo muy local, lo inimitable, la ropa regional hecha a mano, lo que aun no han plagiado las majors.

Las chucherías souvenirizadas. Iconos sagrados con imán para nevera.

La pospandemia –cruza los dedos– da sensación de mucha vitalidad, a ver si es cierto.

Lo que hace mucho la gente es pasear, caminar, ¡correr!

La fruta ni tocarla, el papel… huy. El papel higiénico, el rollo de papel de cocina… 4,30… 4,50… y subiendo. Quizá aquellos acaparamientos de papel higiénico eran una anticipación popular, una intuición.

Tal vez vuelvan los pañuelos de tela, lavables, ¡la tela! El trapo de cocina. ¡Las servilletas!

O limpiarse con la manga.

A ver con qué nos disparan hoy.

Tal vez haya más líneas de código

La ilegibilidad de los días etc

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