Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

El ‘ERROR 404’, tótem de este minuto

Desde luego la idea es seguir otro minuto, aunque sin llegar al exceso de la medusa inmortal.

La gracia (divina, no hay otra) de la medusa inmortal es que elude el ERROR 404. ¡Es única!

La medusa desvelada por el equipo de López Otín se extinguirá pronto porque la van a embotellar para que se la unten o se la beban los trillonarios como elixir de luxe. Jarabe de medusa inmortal y cuerno de rino y de elefante. Ya quedan pocos.

La avidez por vivir más es propia de los trillonarios talludos así que seguro que en países sin ley proliferan los laboratorios –loboratorios– para exprimir a las medusas y otros animalitos el secreto de sus vidas sucesivas.

FIN

Minuto a minuto se hace un imperio. Drones baratos turcos. Series turcas. Pelo turco. Dependemos de la Sublime Puerta turca, que flirtea con Rusia desde dentro de la OTAN y eso. Anatolia daría para nombre de colonia. Anatolia de Dior, etc. Las series las ejecutan bien pero los argumentos son del culebrón destroy. Incitan al fin del mundo interior.

Seguir otro minuto es lo que hizo Gorbachov, con Chernobyl y Afganistán a la espalda. Lo de partido a partido es ya muy boomer, el punto es ahora el minuto: en octubre se prevé que con los tornados y huracanes la unidad de cuenta será la milésima/mil euros.

Hasta el kilowatio va a desaparecer.

Todo es un poco o muy fractal pero al humano le cuesta aplicar este vaivén macro/micro a su vida de minutos:

-Escala cósmica con los cromos que envían los telescopios

-Escala geológica

-Escala humana recibo de la luz, cosas, euribor…

-Escala edición copiapega de ADN

-Escala cuántica…

Este vaivén es un poco desmesurado. El humano efímero pobre se sobrevive por la descendencia, que ahora será un bot.

Quizá en la edad media estaban más asentadas las magnitudes, la Biblia daba menos margen de locura, pero daba:

-Creación del mundo en seis días

-descanso, un día

-Diluvio Universal

-Adán y Eva, Caín mata a Abel…

-bomba atómica

-Usted.

Bueno, tampoco estaba mal.

Encajar la vida puntual –un punto– desde la extinción de los dinosaurios hasta la destrucción del sol, por citar dos momentos cinematográficos. Desde cuando la humanidad no estaba hasta cuando ya no estará, al menos por esta zona de la galaxia, quizá algunos emigren en otro formato. El humano, para viajar por el espacio, ocupa demasiado.

Segundo FIN

Este veranillo de mil años del 22 nos hemos fractalizando bastante. La mente es un navegador invadido de cookies. Va y viene entre anuncios y anclajes y ritos vacíos. A ver qué pues.

NASA ha suspendido el cohete a la luna: ¡pero si ya fuimos!

Dicen que hay un fallo –el típico temible error 404, tótem de nuestra era– pero es por ahorrar, para qué repetir lo mismo.

A veces viene bien viajar en las dimensiones inconcebibles del tiempo espacio, aligera la carga del presentismo, que se reduce a los recibos de luz, gas, pan, sopa, gasoil… ¡agua!

El agua se está secando.

Emoticónicas

Las facturas no dejan sitio a los sentimientos pero los sentimientos son todo en el antropoide así que los recibos se sentimentalizan y se disuelven en emociones amenazas destroy total inflacionismo cerebral emboliante, rezar, comprar armas (en USA) y a ver.

Todo con buena cara y optimismo a tope. Ayuda cambiar de escala. Probemos:

PRUEBA RÁPIDA (segunda venida)

Facturas y drones en la vida fractal.

Lo fractal hay que llevarlo siempre encima, como las visas y los bitcoins y el dni si lo tienes y la tarjeta sanitaria.

Todo se lo llevará la lluvia como en Blade Runner se llevó las lágrimas de la puerta de Tannhauser (¡Ya salió!)

Y las naves en llamas más allá de Orión.

Sin duda estas frases del 82 son el poema OK del siglo… XXI.

No son nada ochenteras.

 

 

 

Los comentarios están cerrados.