Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Vida sana recreativa eterna

El final de agosto no llega ni a desolador. La planitud es excelsa, el verano ha sido todo futuro, o sea, nada, pasado. La inflación, que afloja un punto, se materializa en un bloque de mármol de miedo de Carrara.

Cenotafio, catafalco, ambón.

Mientras se deciden a volar por ERROR 404 la central nuclear de Zaporiya ZAPORIYA.

España esp crece más que nadie del entorno, cierran fábricas de coches por falta de chips. Stellantis.

Todo es un abrir y cerrar de fábricas. Valvulean las almas igual que antes ladraban los perros cuando había pocos.

Putin se recrea en sus tiempos, va ganando mientras pierde.

Vengo abusando en estas agonías del meme ERROR 404 y resulta que hay un libro con ese título, a ver si encuentro la pestaña donde entrevistan a la autora. Trata del apagón, al parecer inevitable, de internet. El nuevo milenarismo. La pestaña es la vida.

Las cookies son materia, no espíritu, según el Concilio de Trento.

Una sencilla alegría de haber semiacertado con la matraca de ERROR 404 o al menos de haber coincidido con alguien en este detalle del CRACK siempre acechante del petit fin del mondo lirondo.

¿Y Rosalía? Todos los tractores con sus carrozas fiesteras van esparciendo los gañidos de Rosalía por esos campales amarillos y ya se estudia si las canciones del verano espantan las nubes. Ayer cayó una gota y vinieron del Danubio a analizarla. A ver si era suya. La lucha por el agua va en silencio.

El Nordstream y otros tubos de gas acabarán llevando agua.

La alegría inmensa de hoy es que Carlos López Otín y su equipo han despiezado el genoma de la medusa inmortal. Han leído y comparado esas letrillas con los de la medusa mortal, pobrecillas ambas, cada cual en su determinismo darwíneo. ¿No tienen alma las medusas?

El equipo, el ecosistema, de López Otín es más fuerte y más benéfico que los cuatro mangurros que querían atacarle. La entereza del científico de Sabiñánigo basada en la honradez y el talento nos ha dado en abierto el genoma de la inmortalidad. Las letras que hacen renacer en bucle a la medusa inmune las tiene usted a un clic.

Cualquiera que sepa puede hacerse una capa o un sayal con el velo de Isis de la medusa, se despliega el adn, se lo rocía por el pelo y le sale el halo. Los geniales currantes del ecosistema de López Otín han secuenciado el Gran Secretillo de la Vida Eterna. Y han usado el plegador de proteínas de Google, que se redime en parte de su furia comercial.

Los libros de López Otín ya tienen dentro el anticipo de estas y otras revelaciones, el asombro plegado de lo que va a venir.

Si alguien tiene alma es la medusa, el animalito más inconsútil (sea lo que sea) y aéreo que hay. Desvelados sus adeenes solo queda esperar a ver qué se nos ocurre. El telescopio JWST y este deletreamiento son suficientes para confiar en la especie, incluso en Europa y, especialmente, en Rusia, pobrecilla, que nos está matando sin querer arrastrada por un rasputín.

Inconsútil es que no tiene costuras, o sea, la túnica de Cristo que ya tarda en copiar Zara. Pablo Isla se ha ido a hacer cine. Esta es la noticia del verano inconsútil.

Los jefes energéticos de la UE se van a reunir el día 9 de septiembre a ver qué pasa. Para entonces ya sabremos algo de Zaporiya, cuyo nuestro destino se dirime con el reglamento de Gila, más consultado y citado que los estrategas esos de siempre del arte de la guerra.

Si todos aplican el mismo manual, excepto el de Gila, no pasa nada.

Casi da miedo estar vivo.

Tampoco sería mala idea hacerse gusano bola como la medusa autorrecreativa y renunciar a las formas para ser solo nada, células madre cero cero. El fallo de la medusa, aparte del aburrirse, es que cuando se recrea y le salen las formas, los hilos, el halo inconsútil, es que es idéntica a sí misma.

Solo puede salvarla que al haberse deshecho de sí al volver a ser ella no se acordará de nada. Cada vida es una nueva vida y la misma.

 

 

Los comentarios están cerrados.