Impresionante la película Los dos papas, de Fernando Meirelles para Netfix. El encuentro entre los dos actores/papas mantiene la atención en la máxima intensidad, va subiendo hasta que se hace casi un dolor. La confesión mutua de sus pecados, el peso de la culpa, la humanidad doliente y sangrante.
Esta peli hace más por la Iglesia que todas las homilías juntas de la década o del siglo. Saja con fino bisturí.
La peli dispara su valor cuando el Papa ejecutivo actual, Francisco I, ordena en la vida real levantar el secreto de los casos horribles de abusos a menores.
Se comprende que Francisco I tenía muchos planes y no ha hecho nada, aunque sí ha emitido declaraciones, porque la Iglesia es una estructura de poder demasiado humana. O sea, humana.
Quizá con esta medida y esta peli la Iglesia tenga alguna esperanza.
Lo peor es que a nadie le interesa nada. Todo pasa inadvertido. Ni siquiera escandaliza, se da por hecho, está descontado. Terrible.
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