La violencia del postprocés, dentro del sepelio, es total. La ANC dice que los disturbios exportan el conflicto. La ambigüedad torrácica lo impregna todo. El procés, dentro de la tumba sellada por la sentencia de sedición, trata de resucitar. Es un zombi muy vivo. Lo mató la justicia y resucita en la calle.
Tercera semana de cortes, disturbios y calles cortadas, estaciones, carreteras. Las empresas protestan. El barullo es total. El procés, una vez, muerto, revive. Como corresponde a una criatura posmdoerna. Una revuelta que desde el primer día se ve que es una revolución. El instigador, Puigdemont, sigue en Waterloo. Mañana la fiscalía belga pide su extradicción. Al menos eso. La ANC, los CDR, los tsunamiteros… Se trata de hacer invivible Cat. La mani del finde fue más floja que las de antes, luego hubo otra constitucional (mani K).
La Generalitat está de facto sin gobierno, lleva así dos años, solo agitación, boicot y presos. Jugando al borde del penalti. Sin incurrir en conductas claramente penalizables, ahora que ya saben cómo las gasta el TS, el TC, el Estado, que también tiene que llegar a fin de mes. También o más. Es una pelea por el sueldo.
Un gob en Cat que solo porfía en la sublevación posmoderna, sin arriesgar el pellejo, rozando del abismo, y un gob en Esp en funciones + elecciones. Qué largo se va a hacer este postprocés infinito. La táctica torrácea es tensar sin romper, como dice la ANC, la violencia exporta la monserga. El problema en esta Liga Mundial de Memes es que hay mucha violencia en marcha, y que para competir con toda esa locura y desesperación hay que forzar más la propia. Quizá eso explica la declaración incendiaria de ANC: se sobrentiende que solo con esta violencia no se vende ni un meme, no se puede competir, ergo…
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A Puigde es difícil que lo extraditen. La única forma de existir de Bélgica antre tanta agitación es mantener a ese rehén hispano bajo control. Como un Assange.