Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

A Sánchez solo le queda dejarse la barba

Ay por favir, otra vez hemis perdido lis nueve mil!

 

Todos se mueven algo. Sánchez pasa del relator al 155. Aparece de repente como un terminator, sale de casa con la Ley de Seguridad Nacional debajo del brazo y con el 155 en la cartera, aunque la llevan sus guardaespaldas, como si fuera el mítico maletín nuclear.

Líneas rojas y botones rojos. Claro que Sánchez va un poco de funanbulista. Iceta no apoya la moción de censura a Torra. Navarra, etc. Todos somos funambulistas de lo imposible, que suele pasar dos o tres veces cada día.

Lo más significativo en esta temporada de vaivenes y gaseosa precariedad es que Casado se ha dejado la barba.

La estrenó como al descuido de agosto y mira, llegó para quedarse. Dijo que se había olvidado la máquina de afeitar. Ya se dijo en su momento que esa barba traía cola. O se debió decir.

La liquidez de estos años ha dado paso a la realidad gaseosa. O quizá, mejor, al plasma, que es otro estado de la materia.

La vida gaseosa igual te deja sin Pasapalabra que pone en la parrilla el Sálvame. La vida es atroz y maravillosa, si tienes pilas.

Sánchez se ha movido bastante, va dando bandazos a toda leche hacia el crck down final, que quizá es la presidencia con su amigo Iglesias o el pacto de Estado. De tanto moverse al hilo rusiente de la actualidad (la España cautelosa puede ser incendiaria) Sánchez es capaz de abrazar España Suma y juntarse a Casado.

Sánchez, si lo exige el guión, invade Cataluña y hasta se deja la barba.

 

(Continuará esta nuit)

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Avance (por si acaso):

El gentío pensionado, el rentista, el glovero y deliverooante, el precariado de luxe, el prejubi, el cesante…

Vienen avisando

 

 

 

 

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